43 - 終わり

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...final.

-Pero, en serio... ¿Exactamente qué fue lo que hiciste para que Mark te golpeara de esta manera?- Jungkook sujetó suavemente la cabeza de Jinyoung, moviéndola de un lado a otro, examinando los moretones en su cara dado que ya comenzaban a ponerse bastante feos.

El castaño lo miró desde su lugar, sentado en la encimera, con un puchero ligeramente enojado. Estaban en casa de Jinyoung, más específicamente, en su cocina. Jungkook había decidido acompañarlo a casa y había optado por, una vez allí, atender mejor sus heridas. Habían estado en silencio hasta ese momento, sin embargo, ambos sentían la necesidad de hablar, de decir algo, lo que fuera. Así que Jinyoung agradecía para sus adentros el que Jungkook hubiera iniciado con éxito una charla entre ellos.

-Fue tu culpa.- le contestó, mirándolo con agravio.

Jungkook se detuvo y lo miró a los ojos.

-¿Mía? ¿Que tengo yo que ver en tus peleas con Mark? Hasta donde yo tengo entendido, solo te metes con él porque todavía te sientes enojado por lo de Jackson... ¿O es qué aun te gusta?

-No cambies el tema. Jackson no es el problema aquí.

Jungkook se separó unos pasos de él, dispuesto a dejar su examen físico para más tarde con tal de aprovechar cualquier oportunidad para entender mejor a Jinyoung.

-Entonces... ¿Cuál fue el problema?

-¿Por qué tienes que ser tan atento con Mark? Lo conoces hace menos de tres meses. ¿Por qué a él lo tratas con tanto cariño?

-Realmente eres sensible con respecto a Mark. No lo trato de ninguna forma especial.- Jungkook sonrió ligeramente y, por primera vez, Jinyoung vio una sonrisa sincera en su rostro. Le encantó la forma en la que sus labios se curvaban, lo lindas que eran sus mejillas y sus dientes. Todo luciendo maravillosamente distinto. Nunca pensó que Jungkook pudiera verse tan hermoso mientras sonreía. Tan diferente al Jungkook que usualmente veía.- Solo me llevo bien con él, es mi donsae...- sus palabras se vieron interrumpidas cuando Jinyoung se inclinó sobre él, uniendo sus labios en un beso fugaz. Uno suave y cariñoso, fruto de la impresión que había producido en él aquella sonrisa.

-Perdón...- Jinyoung se disculpó enseguida.- Solo sigue...

Jungkook mordió su labio inferior, con expresión confusa.

-Si haces algo así... ¿Cómo quieres que tengamos una conversación madura?

-Ya te pedí perdón.- Jinyoung apretó sus labios y lo miró con sus ojos muy abiertos.-No lo haré más.

-Y ahora aegyo.- murmuró Jungkook.- En serio...

-Yo no hice aegyo.- el castaño volvió a su expresión enfurruñada usual. Aun así era plenamente consciente de que sí lo había hecho. Solo esperaba que sus moretones ocultaran el sonrojo de sus mejillas.- Mejor termina con eso.- señaló las pomadas que Jungkook había puesto a un lado, sobre la encimera.- Ya me están doliendo demasiado los golpes.

-Enseguida nos encargamos de eso. Ahora contéstame. ¿Por qué dices eso? Lo de Mark…

-Porque es cierto. Después de tratarme como la mierda ayer, vas y a Mark lo saludas todo sonriente. No puedo evitar pensar…

-¿Estás celoso?

Jinyoung alzó una ceja en su dirección, por un instante titubeando, dudoso.

-¿Y si dijera que sí?

El pelinegro dejó salir un suspiro.

-Entonces solo me harías sentir peor.- una sonrisa tímida adornó sus labios a la vez que volvía a mirar a los ojos de Jinyoung.-Significa que te lastimé aún más de lo que pensaba. Incluso inconscientemente… Te aclaro desde ahora, Mark solo es mi donsaeng. Solo lo conozco por Jackson. No hay nada especial con él. Probablemente tú también serias así con él si no tuvieras tus asuntos.

Jinyoung se rascó los cabellos de la nuca. No del todo convencido.

-Aun así…

-Ya te dije que, a pesar de todo lo que hice, yo te amo, Jinyoung. Y cada una de las veces que te lastimé era tratando de alejarte, de no sucumbir a lo que sentía. Pero no te preocupes, porque no pienso volver a hacerlo. Nunca más.

Jinyoung solo retiró la vista. Hizo todo lo posible porque no se notara lo sobrecogido que se sentía con las palabras de Jeon. Aun le resultaba increíble el que Jungkook le dijera esas cosas, que realmente estuviera enamorado de él y dispuesto a soportar todos sus defectos, a descubrir sus lados ocultos. Era algo demasiado nuevo, emocionante sí, pero realmente no estaba seguro de cómo actuar con respecto a eso.

-V-vale. Lo que tú digas. Solo terminemos.- Jinyoung señaló de nuevo las medicinas.- En serio me duelen ya los golpes.

Pero Jungkook no le prestó atención a las pomadas, ni a las quejas de Jinyoung. Solo lo siguió mirando, por un segundo perdiéndose en un tornado de felicidad. Jinyoung era tan hermoso, en cada detalle suyo podía verlo. Y precisamente ahora, que lo tenía un poco más cerca, un poco más suyo, podía ver cada uno de esos hermosos detalles. Le seguía pareciendo un sueño, algo que se iba a romper de un momento a otro. Como si Jinyoung fuera a darse cuenta en cualquier minuto que todo eso era una idiotez y que no lo necesitaba, que realmente no lo quería ni un poco. Le dolía pensar así, pero, de todas maneras, no podía evitar sentirse feliz. Como si los latidos de su corazón pudieran dejarlo sordo de tan fuerte que sonaban en su interior.

Y es que tampoco podía evitar sentirse convencido.

Convencido de que, aún si eso era un error, no se arrepentiría. Ya no. Porque aquel sonrojo en las mejillas de Jinyoung… y ese beso, tímido pero ansioso, incontrolable pero comedido, era simplemente algo que nunca esperó obtener de los labios del castaño. Algo por lo que ahora sentía que valía la pena cualquier cosa.

-En realidad no tienes que preocuparte.- Jungkook acarició con cuidado uno de los pómulos de Jinyoung, consiguiendo, a cambio, una mueca muy ligera de dolor.- Creo que, en este punto en el que estamos, puedes celarme cada vez que quieras. Ya trataré de no darte razones para hacerlo.

Jinyoung frunció un poco el ceño.

-Es que no sé bien… no estoy seguro de cuál es ese punto en el que estamos. Las situaciones ambiguas no son mi fuerte.

-Está bien… si esto te parece ambiguo… podemos aclararlo.- Jungkook apoyó sus manos en la encimera, a ambos lados de Jinyoung.- Este fin de semana. ¿Tienes guardia?

Jinyoung negó, sacudiendo levemente su cabeza.

-No. ¿Por qué?

-¿Querrías salir conmigo?

-¿Eh?

-Eso… ¿Quieres salir conmigo? En la tarde, podemos ir a almorzar y luego ver una película. ¿Te parece?

-Pero…

-¿No crees que, después de todo esto, merecemos algo normal?

-Supongo que podemos intentarlo.- Jinyoung jugueteó un poco con sus dedos, notando enseguida que estaba actuando innecesariamente tímido. Probablemente solo conseguía lucir ridículo. Disimuladamente puso sus manos sobre sus muslos. -Sí. Creo que estaría bien. Me gustaría ir.- dijo, consiguiendo que su voz tuviera un poco más de aplomo.

-Entonces ahí lo tienes.- Jungkook sonrió, complacido y agarró una de las pomadas, dándole una rápida leída antes de quitarle la tapa.- Estamos saliendo. Ese es el punto en el que nos encontramos.

Después de eso, no volvieron a decir nada por un largo rato. Simplemente permanecieron en silencio mientras Jungkook hacía su trabajo sobre el rostro y los brazos de Jinyoung. Sorprendentemente, esta vez el silencio no fue incómodo. En cambio, fue agradable de una forma extraña, como si solo la compañía del otro fuera reconfortante. Como si hubiera muchos detalles para notar que iban más allá de las palabras.
A Jinyoung esto se le hizo extraño. Extraño y ajeno. Pero aun así, no se sentía mal. Por el contrario, se sentía liberador de cierta forma, porque sentía que con Jungkook no tenía que actuar. Podía ser él mismo. Ese Jinyoung que era cuando estaba solo en casa, cuando no sentía ningún tipo de presión y solo andaba ligero y tranquilo. Sentía que a Jungkook no le incomodaría nada de eso, porque ya había visto sus peores lados, sus más horribles facetas y allí seguía, cuidado sus heridas, aun si todo dentro de él le había advertido que sería una mala idea.

Solo por eso, Jinyoung sentía que debía hacer las cosas bien. Al menos esta vez. No debía arruinarlo, no debía dejar que sus propios demonios le dijeran qué hacer. Porque junto a Jungkook no se sentía destructivo tampoco, ni sentía como si necesitara demostrar algo. Todo pesaba menos, mucho menos y esa era una sensación que había estado buscando durante mucho tiempo.

-¿Quieres tomar una ducha?- La voz de Jungkook lo trajo de vuelta.

-Uhm.- asintió, bajándose de la encimera.- Pero…- agarró una de las muñecas de Jungkook.- No te vayas aún me ducharé rápido. Solo espérame, por favor.

-De acuerdo. Pero… ¿sucede algo?

-No. Es solo que no quiero que te vayas aún.

-Tranquilo.- Jungkook lo acercó, revolviendo su cabello y dejando un suave beso en su frente.- Esta vez no me voy a ir a menos que me lo pidas. No te volveré a dejar solo.

El champú de Jinyoung era de vainilla.

Un olor dulce que casi embriagaba. Parecía llenarlo todo. Absolutamente todo, ahora que Jinyoung descansaba en sus brazos.

Estaban sentados en el sofá, ya la noche había caído por completo. Por alguna razón, Jungkook también había terminado dándose una ducha y usando uno de los piyamas de Jinyoung. Al parecer no se iría esa noche. Y, aún si ninguno de los dos lo había dicho, ambos esperaban que no se fuera.

Jungkook tenía a Jinyoung envuelto en sus brazos, dejándolo reposar contra su pecho. Una película bastante aburrida había conseguido mantenerlos entretenidos de alguna manera hasta que Jinyoung simplemente se había quedado dormido. Jungkook pensó en despertarlo, o llevarlo a la cama, cualquiera de las dos opciones seria lo más cómodo para Jinyoung. Aun así, y bajo el riesgo de parecer egoísta, quiso quedarse un rato más allí, con el castaño entre sus brazos y el olor a vainilla haciéndolo sentir fuera de este mundo.

Cuando los créditos comenzaron a aparecer en la pantalla, supo que ya era suficiente. Sacudió a Jinyoung ligeramente, consiguiendo que se despertara enseguida.

¿Acaso él era el único médico que tenía el sueño profundo?

Esa idea lo hizo sonreír levemente, pues Jinyoung se había despertado casi con un brinco, mirando alrededor como si hubiera alguna emergencia.

-Te quedaste dormido.- explicó Jungkook a pesar de que Jinyoung no le había dicho nada. Enseguida lo notó relajarse, y estirarse un poco encima de él.

-Perdón.

-No hay problema.- lo observó levantarse y estirarse nuevamente, realmente lucía cansado pero estaba dispuesto a continuar despierto. Solo para estar con él.

-Vamos. Es mejor que sigas durmiendo.

-Pero ¿Y tú…?

Jungkook agarró su muñeca, volviendo a dedicarle una de esas sonrisas que hacían que a Jinyoung le apretara un poco el estómago.

-Dije "vamos". Siento que hay algo que te debo.

-¿Algo que me debes?

Pero Jungkook no le contestó, solo tiro de él hasta la habitación, apagando las luces por el camino. Jinyoung no estaba entendiendo nada, pero cuando llegaron a su habitación y el pelinegro se dejó caer sobre la cama, palmeando suavemente el espacio junto a él, tuvo una ligera idea de lo que Jungkook quería.

Se subió a la cama, gateando hasta sentarse a su lado. Se miraron por unos segundos, unos largos segundos. Hasta que Jungkook finalmente acarició su cabello antes de estirarse para alcanzar el interruptor de la luz. La habitación entonces se tornó oscura, hasta que sus pupilas se fueron acostumbrando a la poca luz que entraba por las ventanas.

De nuevo aquella suave penumbra en la cual se habían vuelto uno solo la noche anterior, de nuevo ese silencio y ese olor.

-Hagámonos la idea de que el día de hoy no sucedió.- murmuró Jungkook, suavemente, sujetando las manos de Jinyoung entre las suyas, tocándolo en la oscuridad.- Finjamos que no tuviste una pelea, ni un consejo disciplinario. Que lo que sea que te puso de mal humor nunca pasó. Finjamos que aún es ayer, que aún estamos juntos aquí… que acabamos de tener sexo… y que yo no te lastimé, ni te dejé solo. Finjamos eso. Al menos por esta noche, Jinyoung.

-¿Para qué?

-Para poder hacer las cosas como es debido. Poder abrazarte y dormir contigo. Amanecer en tus brazos. Como debería haber sucedido.

-En serio… no tienes que… no hace falta…- Jinyoung negó rápidamente.

-Shhh.- Jungkook puso una de sus manos sobre los labios del castaño y una leve risita suya inundó el silencio.- Solo quiero hacerlo. Como mismo quería hacerlo ayer. No te estoy haciendo un favor. Te lo estoy pidiendo. El que quiere abrazarte soy yo.- alejó su mano del rostro de Jinyoung y se dejó caer sobre la cama, bocarriba, sintiendo como las almohadas de Jinyoung se amoldaban bajo su peso. No había notado cuan cómodas eran hasta ese momento.- ¿Puede ser?

Jinyoung pareció dudarlo por unos instantes. Sin embargo no iba a engañar a nadie. Dormir en los brazos de Jungkook era algo de lo que nunca tendría suficiente. Así que se escabulló junto al pelinegro, acomodándose a su lado, dejando que este lo cubriera con las sábanas y luego lo rodeara con sus brazos, de una forma que le pareció protectora y agradable.

Jungkook besó su frente y apoyó su mentón sobre su cabello, acurrucándose más. Respirando profundamente. Tan feliz que le parecía imposible serlo aún más.

-Aun es temprano para dormir.- musitó Jinyoung, después de casi cinco minutos de silencio.

-Lo sé. Pero eso significa que podremos estar más tiempo así.

Jinyoung sonrió para sus adentros y se acomodó mejor.

Jungkook había pensado justo lo mismo que él.








-Entonces… ¿Me quieres decir que primero pensaste que él te había emborrachado y violado, así que lo trataste mal y luego resulta que no había sido así, que en realidad él te había cuidado y te sentiste avergonzado y descubriste que te gustaba y tú también le gustabas y comenzaron a salir pero Ann se enteró y no le gustó y todo lo que me dijo era mentira?

Mark y Jackson asintieron. Ambos sentados sobre el sofá, rígidos, observando atentamente a la madre del menor, quien caminaba de un lado a otro de la sala, hasta ese momento escuchando la explicación algo enredada y tímida que le había dado su hijo.

-No es el resumen más exacto pero creo que capta la idea.- Jackson sonrió levemente, aun no estando seguro de qué actitud tomar, pues el rostro de la madre de Mark permanecía inexpresivo.

-Ya veo…- se detuvo, quedándose frente a ambos hombres.- Asumo, además, que sabes perfectamente la razón por la cual estoy molesta contigo, Tuan Yi En.

Mark tragó en seco. Su nombre completo no solía ser una señal de buen augurio.

-Eh… creo que me hago una idea.

-Bueno. Después veremos si esa idea que te haces es la correcta. Ahora voy a necesitar que me dejes a solas con el doctor Wang. Necesito intercambiar un par de palabras con él.

Tanto Jackson como Mark se quedaron inmóviles, visiblemente sorprendidos.

-¿C-con Jackson? ¿Qué…?- Mark titubeó.

-Solo necesito hablar con él. ¿No puedo?- su madre alzó una ceja, incuestionable.

-Está bien, Mark.- Jackson le dedicó una sonrisa tranquilizadora.- Deberías aprovechar y estudiar un poco. Yo me quedaré aquí con tu madre.

Mark se puso de pie, pero aún no se sentía seguro de dejarlos solos.

-Estará bien.- insistió Jackson ampliando su sonrisa.

-Sí, solo vete Mark, no vamos a caernos a mordidas.- su madre lo despidió con un gesto de su mano a la vez que tomaba asiento en uno de los sillones. Mark le dio una última miraba a ambos adultos antes de finalmente retirarse a la habitación.

-Bien. Ahora que solo estamos tú y yo…- la señora Tuan empezó a hablar, dispuesta a ir directo al grano.- Quiero oírlo de tu propia boca. Lo que tienes con Mark… ¿Qué es? ¿Por qué? ¿Y qué piensas hacer en un futuro?

Jackson se relamió los labios antes de hablar.

-Yo le puedo contestar lo que usted quiera, sin embargo hay un asunto que me preocupa aún más que eso.- se acomodó en su asiento, tratando de que no saliera a la superficie el intenso nerviosismo que sentía.- Puede que, a raíz de lo que le hayan contado, usted se haya formado una opinión determinada de mi persona…

-Si te refieres a lo que dijo Ann, no te preocupes. Nunca le he prestado mucha atención a esa chica.

-¿Disculpe?

-Siempre he sabido que Ann es un poco dramática. Egocéntrica y superficial. Nunca me agradó mucho, pero Mark la adoraba, así que nunca le dije nada al respecto. Por lo tanto, el hecho de que ella me llamara, solo para contarme sobre vuestra relación, me confirmó el tipo de persona que es. Porque, dejando otras cuestiones aparte, estoy segura de que ustedes querían esperar al momento adecuado para contarnos.

-Oh, ya veo…

-Sin embargo, ya lo sé. Así que se tienen que atener a las consecuencias.- se reclinó sobre el respaldo, cruzando los brazos.- Por lo tanto, despreocúpate de tu imagen, esa la comenzaré a formar en el momento en que empieces a explicarme qué es lo que sientes por Mark.

Jackson se quedó pensativo por unos segundos.

Mark…

¿Que sentía por él?

En su mente se reprodujeron un montón de recuerdos. Desde aquella primera vez que lo vio. Su sonrisa… la forma en la que se cubría la boca cada vez que reía, su suave cabello rojizo removiéndose entre sus dedos. Su expresión cuando estaba irritado, avergonzado, alegre, preocupado, cansado, estresado, enojado… el sonido de su voz cada vez que decía su nombre, el tono profundo con el que pronunciaba cada letra. Sus manos… sus ojos… su piel…

-Mark…- empezó a hablar, aún con ese desorden en su mente. -Para mi...

-Ya… está bien.- la madre de Mark lo detuvo.- Solo con ver tu cara es suficiente.- por primera vez en la tarde, ella sonrió ligeramente.- Puedo entender que te gusta mucho. Tienes la misma expresión que tendría un adolescente enamorado. Me alegra ver que, aún cuando eres un adulto, eres capaz de poner una expresión así.

- Si, él… él es muy importante para mí.- Jackson no pudo evitar sonreír, un poco avergonzado. En realidad tenía que admitir que la forma en la que Mark le gustaba, era una que no había experimentado antes. La forma en la que todo sobre él le parecía perfecto, como si hubiera sido creado a su gusto, era electrizante.

-Asumo que ya has tenido otras relaciones de este tipo.- continuó ella, notando que Jackson estaba peligrosamente cerca de perderse una vez más en sus propios pensamientos.

-¿Por "tipo" se refiere a…?

-Con otros hombres.

-Ah, sí. Tengo experiencia en ese campo.- volvió a sonreír nerviosamente.

-¿Entonces tus intenciones con Mark son las de tener una relación estable?

-Por supuesto. Eso es lo que tenemos. Hace poco comenzamos a salir oficialmente. Incluso le platiqué sobre viajar a conocerlos, pero realmente nuestras agendas están un poco ocupadas. Él, como estudiante, no puede simplemente tomarse unos días libres cuando quiera, y yo, como residente, mucho menos.

-Oh, sí, eso lo entiendo perfectamente. ¿Así que eres residente?

-Sí, soy residente de último año de Medicina Interna.

-Ya…- la señora Tuan asintió, complacida.- Bueno… al menos pareces alguien responsable.

-Le aseguro que lo soy.

-Eso aún queda por demostrar.- se puso de pie.- Y no solo a mí. El padre de Mark no pudo venir debido a su trabajo. Pero él también tenía un montón de preguntas. Más que yo.  Espero que ese viaje que piensan hacer no se demore mucho.

Jackson la imitó, poniéndose de pie respetuosamente.

-No se preocupe. En cuanto podamos hacer un tiempo libre iremos para conocer a la familia como es debido.

-Me alegra oír eso. Yo ya me tengo que ir, mi vuelo sale mañana y tengo que hacer unas cosas antes de irme.

-Puedo llevarla…

-No te preocupes, puedo tomar un taxi. Pero gracias. Despídeme de Mark y dile que pasaré por aquí mañana antes de que mi vuelo salga.

-Está bien.- Jackson le dedicó una profunda reverencia y la acompañó a la puerta.

-Por ahora tienen mi aprobación.- ella le dijo antes de salir.- Espero que la conserven.

-Muchísimas gracias.- Jackson sonrió ampliamente y, aun si sabía que sería incómodo, la abrazó, apretándola brevemente entre sus brazos.- Tenga un viaje seguro.- se despidió, aun con esa amplia sonrisa. Ella solo lo miró, atónita, pero después sonrió también.

-Gracias. Cuida bien de Mark.

-Eso haré.




-¿Qué te dijo?- Mark apenas esperó a que Jackson cerrara la puerta de la habitación antes de asaltarlo con sus preguntas.- Estaba tratando de oír pero no podía. ¿Te dijo algo malo? ¿Estaba muy enojada? Dime…

-Conmigo, no. Contigo, no sé.- fue la escueta respuesta que Jackson le dio antes de dejarse caer sobre la cama de Mark.

-Pero dime que fue lo que te dijo.- Mark se subió también, sentándose junto a él. Completamente inconforme con aquella respuesta.

-Solo quería saber si realmente te quería, si estaba dispuesto a tener una relación formal contigo. Supongo que, en el fondo, las cosas que le dijo Ann si le preocupaban. Aunque creo que ahora está más tranquila.

-¿Y qué le dijiste tú?

Jackson estiró sus manos hasta agarrar las mejillas de Mark, obligándolo a acercar su rostro al suyo.

-Le dije que tenía el hijo más hermoso del mundo, al que amo mucho y con el cual quiero estar cada segundo del día. Porque es precioso, aún si es un dolor en el culo, porque tiene la sonrisa más linda del mundo y porque es mi mocoso irritante personal, de nadie más, así que es mi deber darle mucho amor.

Mark entrecerró los ojos.

-Apuesto un riñón a que no dijiste absolutamente nada de eso.

-¿No me crees?- Jackson fingió indignación.

-No, no te creo. Y no soy mocoso... Que ya soy mayor de edad.

-Mentira.- Jackson se inclinó también hasta que pudo dejar un casto beso sobre sus labios.- Eres mi bebé.

-¿Por qué tan cursi?- Mark se removió, tratando de liberarse del agarre en sus mejillas.

-Porque sí. Nunca está de más. Solo relájate… todo está bien. Ella nos dio su aprobación. Solo me dijo que deberíamos ir a Los Ángeles cuanto antes. Creo que tu padre si necesita vernos a ambos. Y hablar...

-Oh, cierto… no había pensado en mi padre.- Mark se acostó también, acomodándose junto a Jackson.

-¿Es muy difícil? Tu padre, digo…

-No sé. Nunca se metió en nada relacionado con mi vida amorosa. Pero no sé ahora… no sé cómo se lo pueda tomar. Aunque ahora que me dices lo que mi madre habló contigo, creo que lo que más les molesta no es tanto el que seas hombre, sino el hecho de que nunca les dije nada.

-Pero… a ti no te gustaban los hombres. No creo que tuvieras nada que decir.

-Eso ellos no lo saben.A lo mejor piensan que esto viene de antes... No sé.- Mark hizo una pequeña mueca.- Pero al menos sí sé que no se oponen. No sé qué haría si las cosas hubieran sido más dramáticas. Si fuera uno de esos casos en los que la familia se opone y todo ese problema.

-Aun así, tienes que hacer las cosas bien. Así que, en cuanto tengas un receso docente, pediré permiso e iremos a conocer a tu familia.

Mark se giró de lado, acurrucándose más contra él.

-Sigo maravillado por la forma en la que te has tomado todo esto.

-Es lo menos que puedo hacer por ti. Sé que este tipo de cosas no son fáciles. Madurez y responsabilidad en lo mínimo que te mereces. Además, tu actitud es aún más increíble. Tú eres quien más tiene para perder, y sin embargo, mírate. Aun si estabas nervioso, le contaste todo a tu madre. Eres valiente.

-Sí. Me merezco un premio.- Mark sonrió, orgulloso de sí mismo.

-Te daré todos los premios que te mereces cuando termines de estudiar para tu seminario de cardiología.- Jackson rozó la punta de su nariz con su índice, consiguiendo que la sonrisa de Mark se desvaneciera en un instante.

-Eres un aguafiestas, en serio.- Mark dejó caer su cabeza sobre el pecho de Jackson, golpeándolo después con su frente.- ¿Qué te hace pensar que yo puedo concentrarme en la insuficiencia cardíaca ahora mismo?- se quedó apoyado ahí, dejando salir un suspiro.- Me veo suspenso.

-No eres el único.

-¿Tú también tienes evaluación?

-No, yo también te veo suspenso.

-Imbécil.- bufó, pero enseguida sintió como Jackson acariciaba sus cabellos, tal vez disculpándose por la mala broma.

-¿Sabes una cosa?

-¿Qué?- Mark aún continuaba con un ligero puchero en sus labios.

-En serio te amo muchísimo… A veces me parece que no tiene sentido.

-¿Cómo puedes ir de bromear a ponerte cursi en menos de diez segundos?- el menor giró su cabeza para poder verlo mejor, aún apoyado sobre su pecho.

-Ya deberías saber que eso forma parte de mis encantos.

-Supongo… y supongo que por eso es que yo también te amo. Así, bien cursi.- dejó que su expresión enfurruñada diera paso a una sonrisa. Se irguió sobre sus brazos, mirando a Jackson desde arriba. Solo mirándolo por unos segundos. Pensando por un momento en todo lo que comprendía lo que acababa de decir.- Te amo.

Jackson agarró las solapas de su bata, tirando de él hasta recostarlo sobre su cuerpo, sus manos viajaron entonces a la nuca del menor, envolviéndose en su cabello, besándolo por toda respuesta. Como la única respuesta realmente necesaria. Pudo sentir, contra su pecho, los latidos desaforados del corazón de Mark, los sintió contra los suyos, ambos latiendo juntos, en una algarabía arrítmica, acelerada. Por alguna razón ese momento, tan aparentemente común, se estaba grabando en su mente. Probablemente imborrable. Sentía que iba a recordar por siempre la sensación de los labios de Mark en los suyos, el sabor de su boca, la sensación de su peso sobre su cuerpo, sus cabellos entre sus dedos, el suave olor a perfume y gel antibacterial que Mark siempre traía… todo.

Absolutamente todo.

-Puedo sentirlo.- Mark había deslizado su mano por dentro de la bata de Jackson, incluso más, por debajo de los botones abiertos de su camisa, hasta rozar directamente su pecho, allí donde su corazón también latía como loco.- ¿Cómo se llamaba esto? La sensación palpable del latido cardíaco…

-Thrill.- Jackson contestó, solo separando sus labios unos milímetros, los suficientes para poder seguir besando el rostro de Mark, con besos pequeños y dulces.- Se llama thrill.

Mark rió bajito al sentir las cosquillas de los besos de Jackson bajando por su cuello.

Dejó su mano allí por un buen rato. También grabando imborrablemente esa sensación. Porque él también sentía que la recordaría por siempre.

La sensación de aquel momento.

Aquel thrill en las yemas de sus dedos.



















~~~
Y bueno pues ya se acabó esto.

Antes de que me caigan a pedradas les advierto que falta el epílogo y luego vendrán capítulos extra. Como cualquier historia de Kakure que se respete.

Gracias por leer. No saben cuanto se los agradezco porque esta historia, además de ser tan especial y personal, fue todo un reto debido a que contenía ships con los cuales no me siento cómoda, aun así, gracias al apoyo que le mostraron, la pude llevar a término. Y, si bien que no es una historia perfecta, la disfruté mucho y espero que ustedes también, tanto los que me acompañaron desde el inicio, hace más de un año y medio (soy relenta i know), hasta los que llegaron apenas ahora. Gracias por cada voto y cada comentario, por la fuerza que me dieron. Cada una de esas cosas me hace sentir que este tiempo que invierto en escribir vale la pena y no es solo un desperdicio.

Ya está bien, no doy más muela. Espero que les haya gustado. Nos vemos en la próxima historia, o sea, dentro de muy poco.

Les quiero cositas.

Kaku out!

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