¡Helado de chocolate!

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Para mi suerte la placa salió limpia lo que significaba estaba bien.

—Tuviste suerte esta vez —señaló el doctor— tienes que cuidarte Winter.

—Siempre doc —aseguré, aunque me miró serio— me cacho, la verdad es que despues de conocer al pequeño Ty no podia dejarlo sin universidad.

Soltó su característica risa que solo él podía tener.

—Hablo en serio muchacho —dijo calmándose revolviendo mi cabello.

—Yo también —seguí— estaré bien doc —aseguré.

El doc me abrazó para después dejarme ir, podía ser molesto a veces pero de no ser por él ya no estaría aquí.

Cuando estábamos por irnos aquella rubia hermosa se acercó con mi hombre de su mano.

—Wint —saludo feliz— ¿Todo bien?

—Así es, vine a revisión así que hoy no te daré el gusto de torturarme —agregué riendo.

Sentí el pellizco de mi mamá.

—Oh pero si es por tu bien campeón —dijo mi hombre.

Asentí feliz para recaer en sus manos, mi corazoncito se rompió y creo que ella lo escucho.

—Felicidades —sonreí.

Ella me abrazó con fuerza para besar mi mejilla mientras mamá enloquecía por el anillo, merecía ser feliz y quien mejor que él para hacerla feliz.

—Gracias amor —sonrió feliz— te veré en la boda.

—Yo que tú no me invitaba, podría verme y cambiar de opinión —guiñe.

Kelly negó divertida para besar mi frente, nos fuimos a casa para prepararnos para la cena.

Mi hermana me ayudó a escoger un outfit para que me viera bien para los padres de Bal, quería dejar una buena impresión para que se sintieran más seguros de mi cundo se fueran.

—Guapísimo —dijo Suns besando las puntas de los dedos para luego lanzar el beso.

Sonreí feliz para abrazarla a lo que contestó con el mismo gesto.

—Estas creciendo tanto —mencionó orgullosa— aún me acuerdo cuando eras del tamaño de mi mano y te cargué por primera vez.

—Lo sé en esa foto era más cables que bebé —asentí, era de mis fotos favoritas pues mi hermana se veía adorable.

Ella se sentó a mi lado tomando mi mano.

—Estoy muy orgullosa de ti —aseguró— pero aún eres mi bebito, siempre lo serás.

Mi hermana me tiró a la cama para acostarse sobre mi como hacía desde que tengo memoria

—Te amo Suns —dije mientras besaba su mano— pero irás a la cena.

—Wint...

—Iras —sentencie— no creas que no se tus sucias intenciones al alargarme.

Y si, así era ella, siempre sería mi tonta hermana mayor, también mi mejor amiga, consejera personal y diva de la moda.

Cerca de las seis nos fuimos para llegar temprano, subiendo la montaña Charms me abrazó súper fuerte, lo que necesitaba.

Al llegar nos recibió Sarah, la mamá de Santi.

—Juilana —saludó ella.

—Sarah —respondió mamá emocionada.

Las mujeres se abrazaron como si no se hubieran visto en años.

—Nos llaman dramáticos y ustedes se vieron ayer —señale.

Mi mamá me miró para que me callara... yo solo decía.

—Pasen, pasen —invitó dejándonos entrar.

Mi papá traía a Charms en brazos pero el nene al ver a Tim lo obligó a llevárselo.

—Anda cuida tu hermano —le dijo papá dándoselo a Nike.

—Paso —gruñó.

—Aprovéchame antes de que me abandones —chantajeo emocionalmente Charms.

Mi hermano suspiró abrumado.

—Igualito a mamá —murmuró llevándolo a Tim.

Mi nene llegó corriendo para abrazarme y proseguir a besar mis labios.

—Te extrañé —aseguró mirándome con sus ojitos.

—Yo más —dije acariciando su mejilla.

—Imposible —negó riendo.

—Me dan diabetes —llegó Santi poniendo los ojos en blanco.

—Seguro son los churros —se burló Bal pegando en su Abdomen.

Santi negó para rodearlo con su brazo, no me gustó lo que vi así que lo jale hacía mi para abrazarlo y sacarle la lengua.

—Es mío —gruñi.

—No es mío —dijo su hermanito riendo— verdad Bal, Bal.

El nene nos miró a los dos nerviosos ambos mirándole expectantes, miró a Santi en busca de ayuda.

—Sigan soñando es mi patito —sonrió jalándolo para hacer más grande el problema.

Empezamos a pelear hasta que mi hermano se canso.

—Es de Tim porque es su hermano fin, ahora tu —dijo señalando a Santi— aliméntanos.

—¡Si! —dijo Tim divertido— Charms dijo que eres genial.

—Claramente, mejor que sus hermanos —sonrió— venga quien quiere dulces.

Los nenes gritaron emocionados cargándoles sin problema para llevarlos a la cocina.

—Ya te quedaste sin hermano —asegure.

—Como crees mi hermanito me ama —dejo en claro— Él no, no ¿Verdad?

—Yo era el favorito de Charms —asentí— al menos ten por seguro que lo cuidara bien.

Nos reímos para ir a la sala donde estaban bajando los padres de mi nene, me acerqué para presentarle a mi familia.

—Señor y señora Canard él es mi padre James, mi mamá Juliana, mi hermana mayor Sunshine y mi hermano Nike —presenté.

Estrechando manos, con esa sonrisa a punto de reírse.

—Éramos jóvenes cuando los tuvimos —aclaró mamá.

—Y Charmander se lo puso Wint —se deslindo papá.

Sonreí victorioso, el capricho de mi vida.

—Pensé que era broma —le susurró el padre de Santi a su mujer.

Ella le pegó ligeramente para sonreír.

—Tus hijos se llaman Sofia y Santiago —le sonrió— por tu capricho de que todos lleváramos nombre con s.

El padre de Santi sonrió para asentir, con la misma sonrisa victoriosa de la mía.

La puerta se abrió, claramente era Lu entrando con su padre y madrastra.

—Sarah —sonrió ella.

—Jenny —la saludó— pero niña que no te alimentan, anda yo gane veinte kilos con los gemelos.

—Te ves increíble —le dijo Gina la mamá de Bal.

—Oh linda gracias pero es cirugía plástica —asintió ella.

Negué divertido, la mujer era asombrosa.

—No las engañes, ese cuerpos es de ejercicio —desmintió mamá.

—Tu también te ves increíble —le dijo Jenny a mi mamá.

—Tengo cuatro hijos dulzura, ese de ahí me dejó como me ves —me señaló, un par de canas y ojeras solamente— pero mira te voy a platicar una receta que le encanta a mi niño Lu.

Las mujeres se pusieron a platicar mientras los padres solo se quedaban incómodos tratando de hacer amistades.

Lu llegó con una sonrisa para cargar a Bal en un abrazo.

—Lu... no, oye... ah ya que —gruño abrazándole.

—No te resistas patito, lo necesitas —aseguró.

Cuando lo bajó pasó conmigo, Lu era Lu... la excusa de su vida.

Santi llegó con los bebés en brazos, quienes comían una barrita de fresa, Bal extendió los brazos a su hermanito quien prefirió quedarse con Santi.

—Maldito —dijo molesto a punto de lanzarse al moreno.

Negué divertido para besar las mejillas de mi nene hermoso.

Nos fuimos a la cena que estaba deliciosa, nuestros padres platicaban mientras nosotros hacíamos lo mismo.

—Entonces se conocen desde niños —mencionó Oliver, el padre de Bal— debió ser genial crecer juntos.

—Pues no éramos amigos hasta que Santi y Wint empezaron a cojerse —explicó Lu.

Santi suspiró sobándose la sien irritado.

—Lu mi amor, sin detalles —sonrió mamá.

El latino asintió para seguir en su comida.

—Nos volvimos amigos en él últimos año de preparatoria —expliqué— fuimos novios, terminamos cuando se fue a México y recién volvió.

Bal asintió tomando mi mano.

—Bueno Santi y yo si éramos amigos, mi novio —prosiguió Lu— me fui y cuando volví me hice amigo de Invierno, lo siento me equivoqué hace rato en realidad él que lo desvirgo fue Bal y no Santi.

Le metí un pedazo de pan a la boca para ver si así se callaba de una vez.

Miré a Bal que se había puesto tan rojo como la salsa.

—Alguien quiere más pan —sonrió Jenny cambiando la situación.

—Yo —murmure al igual de rojo.

Después de la cena mi mamá y la de Santi se quedaron con Lu para una intervención de las cosa que podía o no decir en público.

Me acerqué a los padres de Bal para hablar con ellos.

—Gracias por venir —sonreí nervioso.

—A ti Winter, por llamarnos y hacer que pudiéramos venir —mencionó ella abrazándome.

—Tengan por seguro que cuidaré muy bien de él —sonreí— es un buen chico, lo amo y jamás permitiré que le vuelvan hacer daño.

Su padre asintió para revolver mi cabello.

—Gracias Wint —sonrió su padre— no habíamos visto así de feliz a nuestro hijo, no sabes cuánto bien le has hecho.

Sonreí para ver a mi nene quien tenía a su hermanito en brazos llenándole de besos en sus cachetes, me miró para dejar al bebé a lado de Charms.

Llegó a mí para abrazarnos.

—¿Hablando mal de mi? —preguntó mirándome.

—Solo le decía a tus padres que te cuidaré muy bien —dije besando su frente.

Bal sonrió abrazándome para ver a sus padres.

—Vamos Wint hablemos antes de que te vayas —sonrío feliz.

—Siempre y cuando no sea lo que Lu mencionó —dijo su Papá.

—¡Papá no! —exclamó molesto.

—Como que no —susurré abrumado.

—O sea si pero tú calladito —sonrió divertido.

Subimos a la habitación de Santi, el moreno estaba ahí cambiándose pues Timmy le había tirado jugo por accidente.

—Santi, no sabía que estabas aquí —murmuro Bal nervioso.

—En mi cuarto —arqueó la ceja— en mi casa, si que raro no.

Bal puso los ojos en blanco, el nene se veía tan hermoso cuando se ponía nervioso.

—Nos dejas a solas por favor —pidió nervioso.

Santi nos miró con molestia como siempre.

—Me están corriendo de mi cuarto —gruño molesto.

Bal le miró con sus ojitos suplicantes, con esa cara conseguía lo que quisiera.

—Eso me gano por ser bueno —susurró— a la mierda esto no está funcionando, desde hoy vuelvo a ser el mismo Santiago...

Negué divertido para sentarme en la cama, mi nene brinco sentándose a mi lado.

—Entonces —sonreí pícaro— iniciamos ahora antes de que...

Mi nene se acercó para besar mis labios, no me resistí para seguirlo.

—Perfecto —mencioné besándole.

Comenzamos con un par de besos cuando estaba por quitarme la camisa me detuvo.

—No puedo —mencionó triste.

Mi nene bajó la cabeza, besé su mejilla para asentir.

—Tranquilo —suspiré— total no tenía ganas.

Mentía pero no importaba, al final lo que quería era que estuviera bien.

—Necesito hablar contigo—pidió.

Baje la cabeza para asentir, tomé su mano para verle.

—Tranquilo Bal Bal, puedes decirme lo que quieras —calmé.

Bal asintió para respirar, nos quedamos un largo tiempo en silencio.

—Recuerdas que te dije que la metáfora de Lu era una estupidez —señaló.

—Los helados —asentí— si es por lo que pasó debes estar seguro que elegí el helado de frutos rojos.

Bal asintió tomando mi mano para suspirar.

—Yo también —asintió— nunca tuve una opción, mucho menos razones para quedarme con el de chocolate, pero hace unos meses la tuve.

—Venir fue tu helado de frutos rojos —entendí, lo que representaba el arriesgarse por lo nuevo.

Bal asintió cansado para verme.

—Amo la decisión que tome porque gracias a ella te pude conocer y no sabes cuánto bien me has hecho —aseguró— pero siento que cuando pedí el helado de chocolate lo cambié por el de frutos, y ahora solo no puedo dejar de pensar en el de chocolate.

Suspiré para mirarle, una lágrima había rodado por su mejilla.

—No te quedarás verdad —solté lo que me temía.

Mi nene me miró para negar, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojitos.

Lo atraje hasta mi para abrazarle con fuerzas.

—Lo siento Winter, pero no estoy bien —susurro— quisiera darlo todo por ti, te amo tanto... pero no puedo amarte cuando aún no consigo amarme, cuando no me he permitido sanar.

Sus lágrimas recorrían sus mejillas acompañadas por las mías.

—Está bien —susurré calmándole— estaremos bien.

Tenía razón, lo amaba... lo amaría como nunca y ese mismo amor es lo que me permitía dejarlo ir porque seguir aquí lo lastimaría.

Ay, chíllemos 😭

Se nos casa Kelly aunque se lleve al hombre de Wint.😏

Las mamás de los chicos me representan con mi mejor amiga, literalmente.🥰

El roba hermanitos la hace de nuevo, Tim no será más el chico tierno.🙂

Eso si Lu haciendo de las suyas y es que ¿Realmente es Lu sin hacerlos pasar vergüenzas? 😎

Pero pasemos a lo serio, patito eligió el helado de chocolate, sinceramente era lo mejor para el nene.😔

Prepárense porque la siguiente semana CAPÍTULO FINAL de Winter Jones, un nuevo invierno.🙌🏻💙

Por cierto jaja, constantemente me han salido estos dos en todas parte y que puedo decir más que son Santi y Bal jaja 😂😬

En fin, pórtense mal, sonrían y se van mentalizando el final 🥺

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