Capítulo I: Preludio

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Un Mundo distinto al que ellos conocían, al que aquellas criaturas de piel verde y marrón provinieron, uno alterno y que no había sufrido los embates de esos poderes sumamente peligrosos, que lo condujeron hacia el hundimiento y su posterior destrucción. Y allí, ante un gigantesco "Portal Oscuro", se podía presenciar una feroz batalla entre los Ejércitos de ambas facciones que combatían por sus causas. Éstos eran los de "La Alianza" y "La Horda" provenientes de Azeroth y Draenor, mientras que, del otro lado, la "Legión Ardiente" comandada por Archimonde El Profanador, uno de los Comandantes de mayor rango y confianza que el Titán Caído Sargeras tenía bajo su mando. 

Aquellos aventureros y valientes Reyes, Generales y Líderes de Guerra enfrentaron a las temibles fuerzas demoníacas, haciéndoles retroceder y todo ello terminó con la muerte del Comandante de Sargeras, el cual, en sus últimos momentos de vida, empleando la Magia Vil que le quedaba en su ser, extendió sus manos y apuntó hacia donde se hallaba el responsable de que los Demonios pudieran cruzar hacia el Draenor Alterno.

- ¡Gul'Dan!.- Gritó Archimonde, empleando todo su poder y canalizando una poderosa descarga de Magia Vil que atrapó al Brujo Orco, cuyo cuerpo no podía moverse y estallaría por la presión que ejercía. - ¡El Pacto sigue en pie!.- Bramó y como si de un resorte se tratara, la Magia Vil catapultó al personaje hacia el "Portal Oscuro", perdiéndose en medio de las energías místicas que lo mantenían activo.

Pronto, el gigantesco villano cayó contra el piso, estrepitosamente, teniendo, a su alrededor, la derrota de los Ejércitos de la "Legión Ardiente". 

Todo había terminado, la "Guerra en el Draenor Alterno" había concluido y con ello, Azeroth estaba a salvo del peligro de los Demonios y su repugnante Magia. Pronto, con un gran anuncio y un grito de victoria, los Orcos de la, hasta entonces conocida, "Horda de Hierro" festejaron su triunfo sobre aquellos que querían atarlos a las "Cadenas de la Esclavitud", hallándose, entre sus Líderes, los Jefes Grommash Hellscream/Grito Infernal del "Clan Warsong/Grito de Guerra" y Durotan, hijo de Garad, del "Clan Frostwolf/Lobo Gélido", quienes dieron el anuncio ante sus Camaradas y Aliados.

Dicen que una guerra no se completa, únicamente, con la victoria sobre uno u otro bando, sino que también depende de la sanación en las cicatrices que tiene encima suyo, habiendo sufrido y que tardarían en curarse. Para este caso, el "Draenor Alterno", así como también Azeroth, las heridas sufridas por los distintos acontecimientos que iban desde la llegada de los Orcos y las dos guerras que sufrieron, la "Segunda Invasión de la Legión Ardiente", la expedición al Draenor Original para derrotar al "Señor de las Tierras Devastadas", Illidan Stormrage/Tempestira, la caída del "Rey Lich"/Arthas Menethil, la llegada del "Cataclismo" y del temible Dragón Aspecto, DeathWing/AlaMuerte El Destructor, la destrucción de la Ciudad de Theramore por el despiadado Jefe de Guerra, Garrosh Hellscream/Grito Infernal y las consecuencias que dejó la "Guerra en Pandaria" junto al "Asedio de Orgrimmar", cuyos resultados fueron la caída y el despojo del manto de "Jefe de Guerra" que el hijo de Grommash portaba consigo, así como también su juicio en Pandaria, el escape propiciado por el "Clan Dragonmaw/Faucedraco" y sus Aliados y ayudados por el hijo de DeathWing, Wrathion, conocido como el "Príncipe Negro" y el Dragón Kairozdormu del "Vuelo de Dragón Bronce", dando por iniciada la alteración de los hechos en el "Draenor Alterno" y las luchas que desataron en ese lugar.

Y ahora...todo había terminado. El polvo se fue disipando, los tambores de la guerra cesaron, la calma y la paz llegaron hasta aquellas tierras y mientras que el Archimago Khadgar se despedía de la Suma Sacerdotisa de la Luz, Yrel de los Draenei, éste fue junto a sus amigos, tanto de Azeroth como los chicos de aquel Mundo que habían sido llamados para combatir contra la amenaza que representaba "La Horda de Hierro", dando por iniciado el viaje de regreso a sus respectivos Mundos.

https://youtu.be/siK93RcevxQ

Kazuma Sato, un chico "Hikkimori", un anti-social de Japón, quien había resucitado en un Universo llamado el "Fantasy World" para combatir contra el "Rey Demonio", sintió la cálida mano de cierta Diosa de cabello azul, una dulce mirada que ésta tenía y cuando se acurrucó contra su pecho, mientras que el chico pasaba sus manos por la cabeza de la joven que le había acompañado junto a sus amigos, ahora tenían aquel Mundo a salvo del enemigo, por lo que se giró hacia aquellos que se encontraban allí, despidiéndose de ellos, en especial de aquel Archimago de cabellos blanco-gris, quien le daba un fuerte abrazo de despedida a cierta "Demonio Carmesí".

- ¿Nos volveremos a ver, Khadgar?.- Preguntó la chica a su amigo.

- Por supuesto. Esto no significa el adiós, Megumin; sino de que, tarde o temprano, nos volveremos a reencontrar y no será durante una guerra contra algún grupo enemigo.- Prometió el joven, pasando sus manos por los cabellos de la misma una vez más.

- Entonces...¡es una promesa!.- Exclamó ella y juntó su dedo meñique con el del Archimago, sellando aquel "Pacto" y de ahí partió hacia donde estaban Kazuma, Aqua, Darkness, Luna, Ruffian, Vanir, Wiz, Sena, Chris/Diosa Eris y Yunyun junto a Chomosuke, internándose en el "Portal" que fue abierto por aquel joven, despidiéndose de todos aquellos que se encontraban allí.

https://youtu.be/QdnMTPKe5RE

Colores de distintos tipos, luces, sombras, todo un juego que se intercalaba hasta que la situación comenzó a tomar forma y, en un abrir y cerrar de ojos, el grupo de Kazuma abrió los ojos, siendo recibidos por aquel brillante Sol de su Mundo.

- Hemos vuelto a casa.- Dijo Darkness con las manos en el pecho, recordando la experiencia y las palabras que recibió del Líder del "Alba Argenta", Tirion Fordring/Vadín.- A pesar de la destrucción causada por el enemigo, siempre existirá la esperanza, tal y como tuvimos en la lucha contra el "Rey Demonio" y "La Horda de Hierro".- Señaló la Paladín rubia, iniciando el regreso al Pueblo de Axel.

Les llevó su tiempo y cuando arribaron, finalmente, hacia aquella Ciudad amurallada, pudieron observar las labores de reconstrucción tras las batallas desatadas en ese sitio para reconquistarla de las garras enemigas. Se podía ver a mucha gente trabajar y con el apoyo de la Capital en materiales y mano de obra. No había más tiempo de espera y justo cuando entraron por las calles de dicha urbe, alguien los reconoció y dio un grito de bienvenida.

- ¡Los "Héroes de Azeroth" han vuelto!.- Gritó un aventurero, el cual lucía una Armadura Vikinga y una doble Hacha.

- ¡Vivan nuestros Héroes!.- Se unieron todas las personas en una exclamación de respeto hacia Kazuma y sus amigos, los cuales eran homenajeados, les daban flores y regalos, incluyendo vino para la Diosa de cabello azul y hacia Eris, celebrándose, en todas las Ciudades, dicha victoria sobre "La Horda de Hierro".

¿Quién lo diría?. Aquellos que eran vistos como la peor partida de aventureros, un grupo de perdedores, habían hecho lo imposible: Vencer al "Rey Demonio" y a los Orcos del "Draenor Alterno". Los festejos, regalos, flores y ovaciones no cesaban, todo lo contrario, aumentaban su fervor, con la gente que salía para darles la bienvenida, abrazarlos, incluso darles besos y rendir culto y tributo a las Diosas Aqua y Eris, convirtiendo ese momento en algo único, algo que ni el propio Kazuma pudo describir con sus propias palabras. Debía de estar soñando, en cualquier momento despertaría en su cama o en la Mansión pero no fue así, sino de que sintió las manos de su novia sobre sus hombros, atrayéndolo y de ahí le dio un tierno beso en los labios.

- Hay que festejar, dejemos las preocupaciones para después.- Propuso ella y él asintió con la cabeza, tomándola del rostro y sintiendo su calor.

- Tienes razón, je, aprovechemos este momento.- Aceptó la idea y de ahí se unieron a los festejos.

Se celebraron todo tipo de homenajes, desde las salvas que los cañones dispararon hacia los Cielos hasta los desfiles de las tropas, sin olvidarse de los regalos y el banquete que se realizó en el "Gremio de Aventureros".

- ¡Un brindis por nuestros valientes Héroes! ¡Y pensar que nos reíamos de ti, Kazuma, pero nos equivocamos!.- Pidió una aventurera de cabello negro, alzando su pinta de cerveza.

- ¡Sí, es verdad!.- Le respaldó otro hombre.

- Bueno, no me gustan esos discursos largos, pero tengo que admitir que ni mis compañeras ni yo creíamos que íbamos a salir victoriosos de ese encuentro. Pero agradezco sus palabras, siempre podrán contar con nosotros, sus valientes Héroes que les patearán el trasero a todos ellos que quieran perturbar la paz de este bello Mundo.- Dio su palabra, habiendo cambiado durante toda esa guerra y que era escuchado por los presentes, siendo sincero. De ahí, el muchacho tomó su jarra de cerveza y la alzó en el aire.- Por eso...¡UN BRINDIS POR EL FUTURO!.- Exclamó el muchacho y de ahí los demás se unieron.- ¡SALUD!.

- ¡SALUD!.- Se unieron aquellos parroquianos y aventureros, quienes chocaron sus jarras, la espuma cayó en los otros y de ahí dieron un profundo trago a sus bebidas, dando por comenzada la fiesta.

Aquella celebración duró todo el día y cuando la noche fue cayendo sobre la reconstruida Axel, en medio de todo ese mar de personas y aventureros, un muchacho rubio avanzaba con paso elegante y tranquilo, mirando a los borrachos, algunos que hacían competencias de pulseadas y apuestas. También notó a cierta Diosa de cabello azul que hacía sus trucos con sus abanicos y el agua que éstos emanaban, cosa que le llevó a que sonriera ante ella, en señal de respeto y de la persona que era su novio. Fue entonces que avanzó, deteniéndose ante el castaño, quien tomaba una cerveza y se preparaba para comer algo más antes de irse con sus amigas hacia la Mansión que tenían, por lo que formó una sombra y se quedó quieto en su posición.

- ¿Qué?.- Se preguntó Kazuma y de ahí notó a la persona que le opacaba las luces.- Oh, no sabía que estabas aquí: Mitsurugi Kyouya.- Recordó el nombre de aquel chico, el cual puso sus manos sobre la cintura y lo miró.

- Vaya, al final te acuerdas de mi nombre, Kazuma Sato.- Dijo con seriedad y luego lanzó una risa que destruyó la tensión reinante.- ¡Jajaja, pero igual, me da gusto volverlos a ver!.- Exclamó y le dio una palmada en la espalda.- ¿Les molesta si me siento?.- Se ofreció y el castaño le hizo un gesto de que podía.

- ¿Y qué tal?. Pensábamos que habías muerto o algo así.- Quiso saber conocer la historia de aquel "Legendario Espadachín", el cual se acomodó y miró a los presentes.

- Estuve, pero logré sobrevivir y con los Héroes logramos hacer frente a los Orcos invasores y expulsarlos de aquí. Incluso tuve un encuentro cara a cara con uno de sus Generales.- Recordó y tomó una jarra de cerveza, a la cual le dio un profundo trago.

- ¿Qué? ¿En serio?.- Preguntó Megumin con interés y éste asintió.

- No fue una pelea con espadas, sino un intercambio de miradas, una cuestión de honor que ambos tenemos en común.- Continuó relatando y bebía una vez más.- Sí, era un Orco de patillas y cola de caballo negro, así como también lucía una Armadura roja con detalles en plateado, además de portar una poderosa Hacha de Guerra.- Describió a aquel personaje, mientras que se veían escenas del Pasado.-

El ex-Hikkimori miró al rubio, éste bebía aquel trago sin ningún problema, siendo sincero en sus palabras, mientras que contemplaba a su novia, ahora bajo los efectos del alcohol tras su modo de festejar con los abanicos-fuente, además de ver a Megumin, la cual yacía conversando con Yunyun, animándola a seguir adelante tras demostrar su valía en combate contra Ner'Zhul y aquel Agente del "Vacío", al cual derrotó junto a los esbirros del Anciano Chamán del "Clan ShadowMoon". Luego de ello, notó que Mitsurugi se acomodaba en su asiento y adquiría una expresión franca en su rostro, sereno, fresco, como si no hubiera ninguna preocupación que pudiera arruinar la fiesta, así que se reclinó en su asiento y llevó las manos a la nuca.

- Oye.- Le llamó Kazuma, tendiéndole su mano.- ¿Sin rencores por lo de tu "Espada Maldita"?.- Preguntó, queriendo hacer las paces con él.

Mitsurugi, al recordar aquel día en el que perdió aquella valiosa arma y que luego recuperó, lo miró con ojos de sospecha, no quería confiarse demasiado, así lo miró unos segundos, llevándose un dedo hasta su mejilla derecha.

- Podría perdonarte pero eso llevará su tiempo, considera esto como un "Armisticio", Kazuma Sato.- Respondió, estrechando su mano.- 

- Bueno, tranquilo, "Principito", tampoco era para tanto.- Bromeó el castaño y eso llevó a que el otro frunciera el ceño, cerrar los ojos y una vena latente apareció en su frente, controlando su furia.

- Y pensar que la quisiste empeñar. Menos mal que logré recuperarla cuando empezó la invasión de "La Horda de Hierro", sin "Gram" hubiera acabado muerto o peor, cosa que no diré nada, en este sitio, porque hay niños presentes.- Sostuvo el joven rubio y luego se calmó, encogiéndose de hombros.- Igual, no quisiera discutir con uno de los "Héroes de Axel", por lo que tienes mis respetos, Sato Kazuma.- Sostuvo, colocando su mano en la espalda del otro y de ahí procedió con ponerse de pie.- Oh, por cierto, tu novia parece que está mareada.- Señaló a  Aqua, la cual no paraba de moverse torpemente y trastabillando sobre aquella mesa.

- Gracias por el dato.- Agradeció el castaño y fue a por ella, tomándola de la cintura.

- Jejejeje, Kazuma, parece...parece...que bebí demasiado, ¿no crees?.- Preguntó ella y él pudo sentir aquel olor a alcohol en el aire, pero antes de que pudiera decir algo más, cayó profundamente dormida, recostando su pecho contra el pecho del chico. 

Se sintió complacido de que ella hubiera disfrutado de la fiesta, miró hacia Darkness y Megumin, las cuales se levantaron, agradeciendo por esos homenajes y muestras de respeto, por lo que se despidieron de Yunyun, Wiz, Vanir, Luna, Ruffian y Sena para volver a la Mansión. La "Demonio Carmesí" tomó a Chomosuke, la gata se durmió arriba de su cabeza e iniciaron el viaje de vuelta hasta aquella residencia para descansar.

Mañana iba a ser otro día más en Axel. Un nuevo día en el "Fantasy World" asegurado de los peligros que venían de otros Universos.

[Bueno, bueno, mis estimados amigos, el destino nos vuelve a reunir con esta historia y justo a un año del estreno del "World of Konosuba: WarLords of Draenor", en donde Kazuma y sus amigos volverán a verse con los personajes de Azeroth.

Espero que les guste este inicio, fue un poco "corto" este capítulo, pero les aviso que los que vienen van a ser más largos.

Mando saludos y agradecimientos para los seguidores y les deseo un excelente día Domingo y también un buen comienzo de Agosto para todos ustedes, Camaradas.].



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