Capítulo VII: Preludio

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El Sol salía sobre el Continente de Kalimdor y desde las primeras horas de la noche que Vol'jin de la "Tribu Darkspear" se encontraba ocupado, listo para recibir a los delegados de los Trolls Gurubashi, Amani y los Ogros. La "Guardia Kor'kron" se encontraba en sus posiciones, el "Puerto de los Zepelines Goblin" funcionaba con Gazlowe a la cabeza, mientras que en los Puertos de "Trinquete" se esperaba a la comitiva de las tres nuevas razas que se sumarían a "La Horda". Las cortinas que daban a la "Sala del Banquete" se abrieron despacio y unas patas de caballo tocaron el suelo, entrando con tranquilidad, un Centauro con una Armadura Orca de color dorado junto a su Casco y empuñando un hacha de doble filo, tomó por sorpresa a Vol'jin, quien se giró para verlo.

- Oh, disculpe las molestias, Gran Jefe de Guerra.- Habló aquel joven, mientras que bajaba la cabeza en señal de respeto.

- Jejejeje, no te preocupes, Dorthar, no pasa nada. Es más, me sacaste justo de un pensamiento que tenía en mi mente.- Le agradeció el Troll, dando una pequeña risa que se hizo sentir sobre el lugar.

El Centauro Dorthar, hijo de Aratas, había estado a punto de morir a manos de su propio pueblo al considerarlo un "débil" durante los tiempos del "Cataclismo", en donde muchas zonas de Azeroth quedaron reducidas a cenizas y en donde los recursos escaseaban, llevando a una feroz lucha por ver quién los controlaría. De no haber sido por, aunque fuera increíble, del predecesor de Vol'jin, Garrosh Hellscream, quien ordenó formar una "Compañía de Mercenarios" para determinar qué tan grave era la amenaza de los Centauros en las fronteras de "La Horda", por lo que este grupo compuesto el Orco Malgar, Ironhoof/Pezuña de Hierro, Felgrim, Rada'jin, Shagara y Ashra, pudieron detener los planes de Aratas de traer a un poderoso Dios de la Mitología Centaurea pero aquella victoria tuvo un sabor amargo: Rada'jin murió en combate, dando su vida por la de sus Camaradas de Armas y Dorthar, quien les devolvió el favor a ellos por salvarlo, ayudó en la lucha, poniendo fin a los planes de su padre y su tribu. Poco después, él fue llevado a Orgrimmar, en donde prestó juramento ante "La Horda", convirtiéndose en el primer Centauro dentro de aquel grupo que ya incluía a los Tauren, Renegados, Elfos de Sangre, Goblins y más tarde se sumarían algunos Pandaren, los cuales también hubo dentro de "La Alianza".

Vol'jin caminó hasta el Centauro, apoyando su mano en las hombreras metálicas de su Armadura y de ahí procedieron con salir de la "Sala del Banquete".

- Dime, ¿ya han llegado? ¿Hay noticias en "Trinquete"?.- Preguntó el Troll de cabello y cresta roja.

Dorthar negó con la cabeza, su Armadura hizo un tintineo metálico y de ahí comprendió lo que estaba pasando, lanzando un pequeño gruñido.

- Hmm, ya veo, deben de estar demorados. No es sencillo venirse desde los "Reinos del Este" y la Selva de Tuercespina.- Alegó el hijo de Sen'jin, mientras que caminaban, ahora, en las afueras del "Fuerte Grommash".-

- No tiene de qué preocuparse, Jefe de Guerra; ellos ya deben de estar en camino. Las patrullas han informado de que no hay actividad enemiga en nuestras fronteras, los Humanos han vuelto al "Fuerte del Norte" pero se mantiene el respeto hacia nuestros límites.- Informaba el joven Centauro, pero la mirada de Vol'jin se había vuelto muy sombría al respecto.-

- Una locura.- Dijo con seriedad, recordando a aquellos Trolls Darkspear que habían muerto como carne de cañón durante la Batalla del "Fuerte del Norte".-

Dorthar comprendía la situación del Troll, él no fue destinado hacia esa carnicería de lo que fue en aquel sitio, así como en la Ciudad de Theramore, ya que Garrosh lo había enviado con los Tauren para "supervisar los Puestos de Avanzada" y nada más, sin entrar en combate. Pero cuando se enteró de la "Bomba de Maná", el alma se le vino al piso al escuchar las horribles noticias de la masacre perpetrada contra los civiles de la ciudad; en donde se convirtió en un opositor al difunto Jefe de Guerra, pero manteniendo la boca cerrada, sabiendo muy bien que Malkorok estaba de "cacería" contra todos aquellos que hablaran mal de su Líder, además de la explosión ocurrida en aquella taberna, donde el Capitán Frandis Farley de "Los Renegados" y Kelantir Bloodblade/Hoja de Sangre de los "Elfos Sanguinarios", fieros opositores a Garrosh, fueron asesinados por los "Kor'kron" liderados por aquel Orco del "Clan BlackRock". Ahora que las cosas volvían a la normalidad, era el tiempo perfecto para sanar las heridas.

En medio de las calles de la Ciudad de Orgrimmar, el Troll y el Centauro subieron hasta el "Puerto de los Zepelines Goblin", donde Gazlowe hizo una reverencia y de ahí volvió a su puesto.

- He enviado a uno de mis chicos para que traigan a la Sacerdotisa Shi y Zul'Marosh. Los Ogros vienen en un Portal con Mugg'roth, quien fue designado "Embajador" por el Jefe Thrum.- Le informó el Goblin, mientras que le pasaba un informe al Troll.

- Perfecto, que estén atentos a cuando lleguen y...- No hubo tiempo para que pudiera terminar con su oración, una intensa ráfaga de viento se levantó por el lugar, acarreando polvo y arena, formando una serie de remolinos que dieron origen a un "Portal" que se fue abriendo, poco a poco, revelándose las "Tierras Devastadas" y un primer Ogro puso un pie, seguido por otro hasta dar por conformada una "Guardia Personal". Todos ellos eran Guerreros armados con mazas y clavas con picos, así como también podían contarse algunos Magos. Éstos formaron un perímetro y de ahí llegó Mugg'roth, quien llevaba una Armadura que componía una serie de placas de acero sobre sus largos hombros, el pecho y piernas, así como también llevaba un Casco de hierro y una capa roja que se movía con el viento.- Muy bien, ya han llegado los Ogros.- Dijo Vol'jin y partió junto a Dorthar para darles la bienvenida.

Bajaron las escaleras y ya los "Kor'kron" estaban formando una línea para su "Jefe de Guerra", el cual entró en escena, acompañado por el Centauro. Acto seguido, el Troll pelirrojo caminó hasta Mugg'roth, quien le superaba en altura, llevándose su enorme mano hasta el pecho.

- Throm'ka, Poderoso Jefe de Guerra Vol'jin, hijo de Sen'jin.- Saludó el enorme Ogro, llevándose su mano hasta el pecho.

El Troll asintió con la cabeza y repitió aquel mismo saludo ante el invitado. Unos segundos después, un par de Orcos montados en varios lobos venían acompañando a la Sacerdotisa Shi de los Gurubashi y Zul'Marosh de los Amani. La primera hizo una reverencia mientras que el otro golpeó su pecho con la mano derecha, ya que con la izquierda sostenía su Hacha de Guerra.

- Es un honor verlos a todos ustedes aquí reunidos. Por favor, pasen.- Les invitó Vol'jin y cruzaron hacia el interior del "Fuerte Grommash". Allí, dentro de aquel lugar, les estaban esperando Ji Firepawn/Zarpa Ígnea de Pandaria, el cual saludó a los presentes y los condujo hacia el "Salón de Reuniones", donde tendrían su encuentro con los otros miembros de "La Horda".

Dentro de aquel lugar, la ex-"General Forestal" de Quel'thalas y "Reina Alma en Pena", Sylvanas Windrunner se encontraba acompañada por su Campeón, Nathanos Blightcaller/Clamañublo. Los ojos rojos de aquella Elfa rubia se dirigían hacia la puerta, notando la llegada de los presentes, quienes fueron presentándose ante los allí reunidos. A su lado podía verse a Baine Bloodhoof/Pezuña de Sangre, Jefe de las Tribus Tauren, Lor'Themar Theron de los "Elfos Sanguinarios" y el "Príncipe Mercante" Jastor Galliwyx de los Goblin. Éste último besó la mano de la Sacerdotisa Shi y de ahí tomaron asiento en la extensa mesa que tenían allí.

A los pocos minutos entraron varios Líderes de suma importancia dentro de "La Horda". El primero era el Alto Señor Supremo Varok Colmillosaurio/Saurfang, el General Nazgrim, el Capitán Nazgrel y el Lugarteniente Gar'Thok, los cuales presentaron sus respetos junto a los otros Comandantes y tomaron asiento para dar por iniciada la bienvenida de aquellas personas.

Mientras tanto, en el "Fantasy World"; Aqua había conseguido sacarse de encima esos pensamientos sobre el sueño que tuvo; aunque tardaron un tiempo en desaparecer durante ese día y más al tratarse de que parecía tan real. ¿Era cierto eso?. La figura de fuego, ¿acaso era aquel que tanto miedo inspiraba incluso en los valientes?. Se preguntaba aquello que tanto temor le había causado e incluso ver la Ciudad reconstruida, pero en sus sueños siendo consumida por las llamas, era algo que le incomodaba y mucho.

- Oye, Aqua, ¿estás bien?.- Preguntó Megumin a la Diosa de cabello celeste.

- ¿Eh?.- Respondió, saliendo de sus pensamientos.- Sí, sí, tranquila, no pasa nada, Megumin, me quedé pensando en algo.- Respondió la joven, cerrando los ojos y teniendo uno de esos momentos de dulzura.

- De acuerdo, es que pensé que tenías algo; pero estaba equivocada.- Señaló la Hechicera y de ahí regresaron a lo que estaban haciendo en el "Pueblo de Axel".

Para la peli celeste, volver a aquel lugar le traía buenos recuerdos y más al ver que las reconstrucciones habían terminado, devolviéndole su viejo estilo. Respiró hondo, lo que vio era solo un sueño, no iba a ocurrir nada malo y tenía buena Fe de que volverían a Azeroth para ver a sus amigos. Fue entonces que caminó hasta donde se hallaba Kazuma y le tomó de las manos, yendo a pasear por el Centro de Axel y a divertirse un poco.

En aquel sitio, la gente volvía a su vida normal y corriente. Los aventureros llegaban hasta el "Gremio", en donde eran recibidos por Luna y Ruffian era uno de que les instruía al respecto sobre cómo sobrevivir y cumplir con las misiones para ser recompensados. Otro punto que llamó la atención de Aqua fue ver que la tienda de artículos mágicos que dirigían Wiz y Vanir estaba teniendo mucha afluencia de clientes ansiosos por comprar allí, así como también ver a Yunyun en una "Partida de Aventureros".

- Bueno, parece ser que las cosas han comenzado a mejorar, ¿no lo cree, Diosa Aqua?.- Oyó una voz y frente a ellos apareció Mitsurugi, quien venía con la "Espada Maldita Gram" en su mano izquierda, descansando sobre sus hombros. El joven procedió con hacer una reverencia, tomándole de la mano y besarla.- No es una molestia, sé que está con el Gran Kazuma Sato.- Dijo con sinceridad.

- "¿Y a este niño bonito qué mosca le picó?".- Se preguntó Kazuma al verlo ser tan respetuoso.- Bueno, se ve que las cosas cambian, la guerra nos vuelve así.- Apuntó y vio que el rubio asentía con la cabeza.

- Igual que en aquella fiesta, ¿no?.- Le hizo recordar y se vieron unas imágenes de la charla que tuvieron en aquel homenaje hacia ellos.

- Sí, es verdad.- Alegó con un tono de voz bajo.

Sin embargo, en aquel momento, Mitsurugi cambió su rostro a uno de pura seriedad, mientras que miraba hacia los últimos sectores que estaban en reconstrucción. Era una sensación de rara, aquel chico era un Espadachín, no estaba metido en la Magia como Kazuma y Megumin, pero lo que más llamaba su atención era esa calma que se extendía de aquí para allí en Axel. Suspiró profundamente, sus fosas nasales se hincharon hasta adquirir un gran "profundidad". Clemencias de un tiempo que podía convertirse en una tormenta, podía ser. También podía tratarse de que había estado muy ocupado con diversas aventuras esos días y solo necesitaba descansar un poco.

- ¿Mitsurugi?.- Le llamó el castaño, sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Eh?. Oh, sí, sí, disculpen, es que me quedé pensando en algo.- Se disculpó y sonrió con tranquilidad, sacudiéndose las manos.

Kazuma lo miró raro, pero no conocía el motivo por el cual estaba actuando así, por lo que se encogió de hombros y fue con Aqua.

- Creo que me iré a descansar, no he pegado el ojo desde hace unos cuantos días. Muchas misiones de aventurero. Nos veremos más adelante, amigos.- Se despidió y partió con rumbo hacia la posada donde estaba descansando junto a su grupo. Una buena siesta era lo que necesitaba en esos momentos.

Lo vieron alejarse, calle abajo, por lo que Aqua se giró hacia Kazuma y éste notó su semblante de preocupación.

- ¿Estás bien?.- Preguntó a su novia pero ésta negó con la cabeza.

- Ese sueño que tuve, Kazuma...parecía...parecía tan real, tan...original que...no puedo dejar de pensar en ello.- Sostuvo pero fue su novio quien la abrazó con fuerza, acercándola hasta su pecho y de ahí quedaba en silencio por un rato.

- Oye, descuida, no temas, nadie nos hará daño. Que lo intente el que sea valiente, pero ¿acaso olvidaste que nosotros peleamos contra "La Horda de Hierro"?.- Preguntó el castaño a ella, llevando a que alzara su cabeza para verlo.- Tranquila, quien sea tan ignorante como para venir hasta aquí y darnos guerra, nosotros lo devolveremos llorando.- Prometió y eso renovó la determinación de la Diosa de cabello celeste, quien asintió.

- ¡Tienes razón, que venga el que quiera, que lo venceremos!.- Exclamó con emoción, sus ojos brillaron y tomó sus Abanicos Mágicos.- Además, se están metiendo en territorio peligroso, ya que una Diosa como puede patearles el trasero.- Señaló y de ahí vino esa función suya tan característica que poseía con su Magia.

Mientras tanto, en la "Cámara de las Celadoras", las crisálidas de Illidan y su gente permanecían allí, inmóviles, sin conocer todos los acontecimientos recientes ocurridos allí. Sin embargo, en el exterior de aquella fortificación, una Vigía se encontraba montando guardia en las playas, su "Sable de la Noche" se movía con elegancia y seriedad, mientras que podía sentirse el golpeteo de las gotas de lluvia sobre su Armadura Élfica. Un momento después, el felino lanzó un gruñido que alertó a su jinete, la cual desplegó sus "Gujas de Guerra" y se preparó para tomar posiciones de combate. Lo único que vio fue un destello, uno de color verde pálido, siniestro, cautivador, llamativo y secreto hasta que desapareció en medio de las precipitaciones.

- Algo no va bien.- Advirtió la muchacha y ésta enfiló con rumbo hacia donde se encontraban sus "Hermanas", en el interior de aquel edificio.

Por su parte, de vuelta en Kalimdor, Sylvanas permanecía en el exterior del "Fuerte Grommash", su motivo para irse de la firma de unión fue que "necesitaba atender un asunto de suma importancia", por lo que se llevó a Nathanos consigo. Miró a los recién llegados, cosa que intrigó a la Sacerdotisa Shi pero ésta se hallaba concentrada en su labor, estableciendo la alianza de su pueblo con "La Horda".

- Patéticos.- Dijo con tono de burla.

- Y que lo diga, My Lady.- Respondió Nathanos, quien caminaba a su lado.- Solo falta que a Vol'jin le de por unir a los "Huargen". Imagínese, esos perros sarnosos y polvorientos en Orgrimmar.- La risa gélida de aquel castaño se hizo evidente pero no fue vista por nadie, solo su Líder respondió y mostró una sonrisa de complicidad ante lo que dijo pero, inmediatamente, cambió de expresión.- ¿Hay algo que le preocupa?.

- Podría ser.- Alegó ella, girándose para verlo.- O tal vez es que ya me siento satisfecha con que Garrosh esté muerto.

- No pudo envenenarlo: Veressa incumplió con su parte del trato. Aún tiene posibilidad alguna de tomar revancha.- Le aconsejó Nathanos pero ella negó con la cabeza.

- Ella ya no es de utilidad. Le ofrecí todo lo necesario para que se uniera a mí pero optó por ser la buena. Ahora tiene su libertad.- Sostuvo la ex-"General Forestal" con seriedad, cosa que intrigó a su "Campeón".

Los caballos iban a su ritmo, seguidos por un grupo de la "Guardia Real de Stormwind", el Rey Varian junto al Príncipe Anduin y Valeera Sanguinar galopaban sobre los campos y valles de aquel Reino de Azeroth. El viento movía los pastizales, las copas de los árboles, un dulce aroma a pinos y robles provenía desde el Oeste y con ello el aire fresco del Mar daba toda una comodidad para ellos. Varian notó como su hijo se alejaba unos metros, la Elfa Sanguinaria quería ir tras él pero éste la detuvo.

Lo observaba ir a todo galope, aquel corcel era salvaje pero obedecía a su jinete. Muchos habían intentado domarlo pero fue en vano, ahora era aquel rubio quien se encargaba de tenerlo bajo su cuidado. En un momento dado, Anduin acarició la cabeza del caballo y le tendió una manzana para que comiera algo y renovara sus energías.

- Noto tu preocupación en él, Varian.- Habló Valeera, cerca del castaño oscuro, quien volteó la mirada.

- Él tiene que estar preparado para todo, en especial cuando tenga que asumir la Corona de Stormwind.- Señaló el Rey con seriedad en su voz, característico de su personalidad.

Valeera asintió con la cabeza, aquel chico tenía un largo camino por recorrer y solo el Futuro mismo podía decirlo.

- Ha aprendido muy bien el manejo de la "Luz Sagrada" con Velen, incluso intentó buscar algún rastro de compasión y arrepentimiento en Garrosh, sin embargo, no todo podrá solucionarse por la vía diplomática; tampoco debe cometer el error de mi padre. Él subestimó a los Orcos en el Pasado y éstos terminaron por reducir al Reino en cenizas y escombros. Por eso aprendió mucho a mi lado, sobre todo en combate, aunque sea un hombre de paz.- Reflexionó y sintió orgullo de su vástago y futuro sucesor. Las manos de la rubia tocaron sus hombros, éste se volteó y notó que le dedicaba una sonrisa de apoyo.

- E hiciste un muy buen trabajo, puede que le quede un tramo más, pero ten confianza en ello: Será un gran Rey, tienes mi palabra.- Juró la Elfa rubia. Varian no podía negarlo, tal vez había sido alguien muy duro en las palabras y el corazón, tras esos años donde había quedado solo tras la pérdida del Reino de Stormwind a manos de los Orcos, luego la reconstrucción, la "Tercera Guerra", las oleadas de refugiados, la conspiración de Lady Katrana Prestor, mejor conocida como Onyxia, una de las Dragonas e hija de DeathWing El Destructor del "Vuelo Negro", quien destruir el Reino desde dentro y demás acontecimientos, lo habían llevado a ser como eran: Severo, frío, calculador, sin emociones, pero, en el fondo, él tenía su corazón, como toda criatura viviente de Azeroth y sabía que estaba listo para dar todo por aquellos a los que amaba.

Pronto, el Monarca le dio la orden a su caballo y éste fue hacia donde estaba Anduin, cabalgando juntos, mientras que eran observados por Valeera y de ahí, un poco más atrás, ésta veía llegar a cierto peli gris, el cual iba acompañado por un grupo de Soldados de la "Guardia Real de Gilneas" y unos Huargen armados con espadas, sus poderosas garras, colmillos y hasta se podía ver a uno con un rifle "Blunderbuss" en sus manos.

- Veo que todo va bien por aquí. Pasaba para ver cómo andaban.- Dijo aquel hombre con tranquilidad.

- Su Majestad Genn Greymane, ¿qué lo trae por aquí?.- Saludó Valeera, mientras que hacía una rápida reverencia ante éste.

- Tranquila, Mi Niña.- Le pidió el Rey de Gilneas con amabilidad.- No hace falta que lo hagas de golpe, jejeje, no hay problema.- Respondió éste.- 

- ¿Hay alguna novedad con respecto a los amigos de Varian? ¿Los del "Fantasy World"?.- Preguntó ella pero Genn movió la cabeza.

- No, por ahora, pero creo que nos llegará algún mensaje de parte de Megumin o por ahí vaya Khadgar, si es logra dar con ese bastardo de Gul'dan.- Respondió, ahora, con un tono serio en su voz y cruzado de brazos.- Nadie sabe nada, ni siquiera mis mejores Agentes de los "Huargen" pudieron dar con su rastro.

La Elfa rubia frunció el ceño y llevó su mano derecha hasta el mentón, pensativa; mientras que intentaba dar con alguna pista al respecto sobre ese paradero.

- Es como estuviera ocultando sus huellas. Pero es la Magia que él impregna.- Dio esa teoría al respecto.

- No te extrañes, puede que sea verdad.- Le respaldó Genn.- Es Magia Vil, la misma que casi arrasa Gilneas cuando nos atacó "La Plaga" en el Pasado.- Contó sobre ese evento que marcó un antes y un después en la Historia de aquel Reino Humano.- ¿Tú qué opinas?.

Valeera no tenía respuestas para esa pregunta que el Monarca le hizo, era bastante complicada. Podía ser cierto que Gul'dan estuviera empleando algún tipo de truco para ocultar su rastro pero, también se hallaba la posibilidad de que todo eso fuera una distracción.

- Hasta el momento nos iremos moviendo según dicten las investigaciones. Solo nos queda esperar, nada más. Por ahora, pero si esta situación no mejora, tendremos que tomar nuevas medidas para dar con ese Brujo.- Auguró la rubia con seriedad, mientras que Genn asentía con la cabeza.

Desde la lontananza, aquel grupo se quedó viendo al Rey Varian y a su hijo, el Príncipe Anduin, recorrer los campos de Stormwind a caballo, mientras que los Cielos comenzaban a nublarse poco a poco, oyéndose los truenos en la lejanía, dando por anunciada una tormenta que venía desde el mar.

[Bueno, amigos, quiero agradecerles por seguir esta historia y también para decirles que se vayan teniendo todo listo: Nos estamos acercando a los eventos principales de "Legion", así que a prepararse, esto lo que estamos viendo es solo "la calma que precede a la tormenta", lo que viene va a ser sumamente importante.

Nota: El Centauro Dorthar y los integrantes de aquel "Cuerpo de Mercenarios de La Horda" son los personajes que aparecieron en el cómic "Juramento de Sangre" del año 2013 del "World of Warcraft".

Mando saludos y agradecimientos para RCurrent y los demás seguidores.

Cuídense, buen inicio de día Jueves y hasta el próximo capítulo, Camaradas.].







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro