Capítulo VIII: La calma que precede a la tormenta (Parte I)

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https://youtu.be/CIhylLW4Fcs

Devastación, fuego,, muerte y destrucción. Eso era lo que podía verse por aquellos páramos desolados de un Mundo, uno de los infinitos que habían en la "Gran Oscuridad del Más Allá", los cuales estaban siendo arrasados por las huestes de la "Legión Ardiente". Un superviviente intentó escapar, eludir el cerco pero la "Guardia Vil" lo retuvo y terminaron por masacrarlo junto a los que iban con éste, "pintando" el suelo con su sangre. En un momento dado, la "Guardia Apocalíptica" se hizo presente y el Comandante ordenó calmar la matanza, golpeando el suelo con su poderosa Espada imbuida con "Fuego Vil". Sus Soldados blandieron unos poderosos látigos y éstos rasgaron el aire, como si de una cuchilla se tratara, provocando que los miembros de la Infantería Demoníaca dejaran atrás lo que estaban haciendo. 

Los Canes Manófagos dejaron de devorar todo rastro de Magia que poseyeran los habitantes de aquel Planeta, los Infernales había terminado de demoler las edificaciones que se interponían en su camino, así como los poderosos "Señores del Foso" y sus Comandantes. Las Súcubos terminaron de seducir a los prisioneros de guerra, habían Diablillos y otros seres vinculados a ellos correteando con los tesoros que habían obtenido desde los edificios y hogares de la Élite y Aristocracia. Podían verse unos inmensos "Aniquiladores de Acero" y "Atracadores Viles" junto a otras terribles máquinas diseñadas y creadas por los  Ingenieros Mo'arg.  También podían verse a los Brujos Eredar junto a otros tantos que habían caído bajo el poder de la "Legión Ardiente", "Caminantes del Vacío", "Inquisidores", "Observadores", "Madres de Diablillos", "Aranasi", los cuales eran unos Demonios tipo arácnidos, siendo hembras en su mayoría y de las más temibles por su poder y ferocidad en el combate. Los "Wretched", Elfos de Sangre que juraron lealtad y se unieron cuando la "Fuente del Sol" fue usada como Portal para que entraran las huestes a Azeroth en el Pasado. Los "Overfiend", una rama de los Demonios que iban acorazados hasta la cabeza y que resplandecían por la intensa Magia Vil.  Los Arakkoa del "Draenor Alterno", las innovaciones mecánicas de la "Compañía Mechanegra" que dejaron atrás sus máquinas y proyectos antes de volverse al bando de "La Horda", entre tantas monstruosidades que habían allí, imposibles de contar, pero los más peligrosos de todo, además de los Ejércitos de la "Legión Ardiente" eran los Nathrezim/Señores del Terror, muchos de ellos habían vuelto a la vida, creyéndose muertos.

Un grupo de estos poderosos Señores Demoníacos venía acompañado por las Shivarras, sobre sus cabezas volaba el "Vuelo Vil". La mano de uno de ellos drenó la vida de un prisionero y luego le siguieron otros, mientras que se veía a sus "Hermanos" contemplar la devastación desatada por ese Mundo.

- Patéticos.- Dijo el Señor del Terror Mal'ganis, mientras que el cuerpo sin vida y totalmente seco del prisionero se hacía cenizas.- Aún así siguen luchando hasta el final, me cuesta creerlo pero admito que dieron una buena pelea.

- ¿Acaso te estás volviendo blandito, hermano?.- Preguntó Balnazzar con tono burlón hacia el otro Demonio, quien se volteó para verlo desde el rabillo del ojo.

- Solo reconozco su tenacidad. Je, no pienses que soy como el cobarde y débil de Lothraxion, quien se dejó  bendecir por la "Luz Sagrada" y terminó por unirse a esos patéticos defensores que tiene el Profeta Velen y el "Gran Ejército de la Luz".- Señaló con burla y eso era más que cierto.

- Uno de los nuestros convertido por la "Luz". Perder este honor, convertirse en el perrito faldero de los débiles. Una lástima.- Oyeron otra voz y desde las profundidades de las sombras emergió Anetheron, quien había oído toda la conversación.- Pero, ¿acaso no nos preguntamos qué es lo que estamos esperando?. Este Mundo ya me aburrió.-

- Ten paciencia, Hermano: Pronto seremos llamados para combatir. Las tropas ya están reunidas. Pronto, nuestro "Agente" abrirá el "Portal" y pondremos lanzar la invasión que tanto ansiamos.

Los Nathrezim asintieron, sabían de que volvían al combate. Mal'ganis, a pesar de no haber podido vengarse del Humano que lo mató en el Pasado, volvía al campo de batalla con sus Ejércitos y Camaradas de Arma. Su espíritu había vuelto al "Vacío Abisal" y de vuelta en acción estaba preparado para emprender la campaña que tanto ansiaban.

Sin embargo, desde su nave central, ubicado en el "Puente de Mando", Kil'jaeden, Comandante de la "Legión Ardiente" lo observaba todo desde una representación holográfica de Fuego Vil, en donde lanzó una mirada seria y fría sobre aquellos Demonios. Su mirada pasó hacia donde yacían las "Tropas de Élite" que habían allí junto a uno de los Generales más importantes y quien supervisaba de que todo siguiera en orden. 

- ¿Acaso no te fías del poder que te otorgué?.- Oyó una voz cercana y lejana a la vez. Una que podía helar la sangre de cualquiera que se interpusiera en su camino.

El Eredar de piel roja sonrió malvadamente.

- ¿Dudar?. Para nada, solo de que no pienso cometer el mismo error que Archimonde llevó a cabo durante la "Segunda Invasión".- Recordó Kil'jaeden, mientras que se veían imágenes de la muerte de aquel al que llamaban "El Profanador".- ¿Acaso confías en ese Gul'dan?. Es igual que todos los otros que has conocido.

No hubo ninguna respuesta, todo permanecía en silencio. El aire estaba estático, parecía crispar, como si fuera una fogata imparable en su ardor. Kil'jaeden alzó la vista y notó que uno de sus Soldados le traía un informe, el cual leyó con la mente y asintió con la cabeza.

- La duda es para tontos y si él intenta cometer algún tropiezo, ya conocerá mi furia. No debe olvidar que el "Pacto" sigue vigente, ¿o es que debo hacérselo recordar?.- Dedujo la voz con frialdad en su ser.

- Para nada, Maestro.- Respondió el Comandante Kil'jaeden y de ahí se sintió una extraña presencia, un "Hilo de Magia Vil" que crecía a más no poder.- 

- Excelente.- Dijo y de ahí se vio como una enorme figura de fuego iba cobrando forma en la "Gran Oscuridad del Más Allá" y con ello se procedía con lo que estaba acordado.- Es la señal, que se preparen.- Ordenó y no se dijo más.

La "Invasión de Azeroth" iba a comenzar en cualquier momento. Por ahora, solo estaban los preparativos, aquella señal provenía desde los Mundos en los que los Ejércitos de la "Legión Ardiente" aguardaban para atacar. 

Desde el Planeta Argus, aquel que una vez fue conocido como el "Defensor del Panteón", un Titán sumamente poderoso y temido por los Demonios, yacía supervisando a sus Ejércitos, siendo consultado por sus Generales de mayor confianza, los cuales le mostraban el punto en donde se lanzarían al asalto. Un Eredar perteneciente a los Brujos se acercó para contarle sobre sus Guerreros y éste asintió con su imponente figura, llevando a que el citado personaje temiera ante su presencia y tragara saliva.

En las manos de una Shivarra descansaba la "Guadaña Vientomuerto", en donde yacía encerrado el Nathrezim Ulthalesh. El ser de fugo lanzó una risa burlona, mientras que la contemplaba con sus propios ojos.

- Fuiste un necio en desafiarme, Ulthalesh, pero descuida, sirves para mis propósitos, aún.- Señaló y procedió con dársela a sus Guerreros.- Si quiere salir, háganlo, pero no le quiten los ojos de encima. Es un "Señor del Terror" y puede conspirar en nuestra contra.- Pidió y los Shivarras asintieron con la cabeza.

- ¡TE MALDIGO, DESGRACIADO, ESTO ES UN ULTRAJE LO QUE ME HAS HECHO!.- Bramó la voz de aquel desafortunado "Señor del Terror" prisionero en el interior de aquel artefacto, pero eso era una "comedia" para los oídos del comandaba a las tropas de la "Legión Ardiente".- ¡Me las pagarás, seré yo quien te ejecute: Cortaré tu repugnante cuello de fuego y beberé hasta la última de tu alma, maldito!.

- Déjame contarte algo: Ulthalesh: Fuiste tú quien me desafió cuando les ofrecí la libertad al destruir "Mardum". Querías pelear contra mí y terminaste aceptando el duelo, siendo tu propio orgullo el que te cegó y terminó por encerrarte en esta arma. Ahora estás bajo mi control y te daré un buen uso.- Dijo el ser de fuego, quien ojeaba con seriedad el artefacto entre sus manos y de ahí venía otra Shivarra.

- ¡TUS PALABRAS TE CONDENARÁN AL OLVIDO, SARGERAS! ¡LO JURO! ¡ME LIBERARÉ DE ESTE LUGAR Y SERÁS TÚ QUIEN TERMINE DE RODILLAS! ¡CONVERTISTE A MIS HERMANOS EN TUS SIERVOS, PAGARÁS CON CRECES ESTE ATROPELLO A NUESTRO HONOR.- Volvió a bramar el "Señor del Terror" Ulthalesh pero el "Titán Caído" lanzó un hechizo de fuego, uno que fue tomando forma desde las palmas de sus enormes manos y éstas crearon unas cadenas que se amarraron con fuerza al artefacto, haciéndole gritar a más no poder al que moraba en su interior.

- Pobrecito.- Lanzó Sargeras una risa malvada y de ahí se lo confió a aquel leal Sirviente.- Tengo a salvo, cuando llegue la hora, ya sabes qué hacer.- Le encomendó esa misión al personaje.

- No tiene por qué dudar de mí, Gran y Poderoso Sargeras.- Respondió la Shivarra y partió para cumplir con su cometido.

El camino ya estaba listo, pavimentado, solo quedaba saber sobre su enviado, aquel Brujo que tendría que haber llegado hasta Azeroth. Aquel que había sido el "Defensor del Panteón", en su lucha contra los Demonios hasta su encuentro con los "Señores del Vacío" y los "Dioses Antiguos", la decisión que tomó y el rechazo de sus Hermanos, dejó que la Oscuridad tomara su corazón y se convirtiera en lo que era en esos momentos.

Ningún Mundo estaba a salvo del "Fuego Vil", cada civilización que se había conocido había perecido bajo las feroces ofensivas enemigas y la estocada final con su Espada terminaba por convertir aquellos sitios en cenizas y desolación. Y ya había intentado destruir Azeroth, aquel Mundo que lo había rechazado en dos ocasiones. Ni siquiera el "Rey Lich" pudo serle de utilidad, ya que lo traicionó...y luego cayó su Sucesor: Arthas Menethil. Una risa malvada cruzaba por todo el Salón del Trono de Sargeras, eran solo "tropiezos". La tercera era la vencida y nadie iba a detenerlo. Sin embargo, a raíz de lo ocurrido en el "Draenor Alterno", había extremado las precauciones ante un posible ataque enemigo, una intervención y más cuando sus Agentes le relataron de los integrantes de aquel grupo venido de otro Universo. 

Tenía que ser cuidadoso, por lo que estaría atento a todo movimiento enemigo. Pronto, una señal arribó hasta donde se hallaba aquel personaje y asintió con la cabeza.

- Excelente: Ha llegado la hora de la invasión.- Anunció y de ahí empezó a caminar hasta donde se hallaba una especie de "Puerta" que se conectaba a un Mundo de Pesadillas, horrores sin igual, descripciones y abominaciones salidas desde lo profundo de la mente de algún ente loco. En el fondo, debajo de un enorme árbol y la "Falla de Aln", en donde unas poderosas vetas y venas del color rojo sangre brillaban intensamente. Su "Avatar" se acercó y miró hacia la profundidad de las sombras. Todo parecía estar muy calmado, silencioso, no se oía ni un solo movimiento, solo el ulular del viento y nada más...hasta que un destello de color rojo emergió y comenzaron a verse unos ojos junto a ese fulgor mencionado, los cuales rasgaban el aire y alejaban la Oscuridad pero no auguraban nada bueno.

La figura que había allí parecía ser un Elfo de la Noche, un antiguo Altonato, de largos cabellos color negro como sus patillas y la barba debajo del mentón. También se podían apreciar unos colmillos muy afilados que estaban en ambos lados de su boca. Sus cejas formaban una especie de "V", sobre su pecho musculoso se alcanzaban a ver dos venas rojas, llevaba unos aretes dorados en sus largas y puntiagudas orejas élficas pero lo más aterrador eran las placas oscuras con detalles en oro pálido junto a las hombreras que conformaban la Armadura y sin olvidarse de los afilados picos rojos que estaban allí, así como también sus piernas, las cuales tenían pezuñas como las de las cabras. Aquel personaje ya no era un Elfo de la Noche ni un Altonato, sino de que Sargeras lo había hecho "evolucionar" hasta convertirse en lo que era. 

Inmediatamente, los ojos lanzaron un poderoso destello que iluminó toda la "Falla de Aln", provocando que el "Avatar del Titán Caído" se regocijara con éste.

- Tantos años atrapado en esa maldita "Falla". Olvidado por aquellos a los que sembraste con pesadillas en sus sueños. Sí, eso mismo y mírate ahora...mírate, has vuelto y estás lleno de ira. Una ira que deseas llevar a cabo para que explote, ¿no es así...?.- Se dirigió hacia el personaje, quien fue saliendo desde las sombras y de ahí hincó la rodilla en señal de respeto.

- Ira, furia, odio, miedo, esas son las armas que se deberían usar en la "Pesadilla Esmeralda" para acabar con aquellos que destruyeron nuestro Imperio. Sí, eso mismo es lo que corroe mi ser desde el día en el que le fallé a la Reina Azshara: Destrozado por el maldito de Malfurion Stormrage, devuelto a la vida gracias a usted, Mi Maestro...para volver a ser derrotado por ese desgraciado Archidruida, pero corrompí el "Sueño Esmeralda", plagué a Azeroth con las más aterradoras pesadillas que jamás hubieran imaginado...hasta mi derrota, pero no volveré a caer. Esta vez me he vuelto mucho más poderoso y con ello...- Mostró su puño y resplandeció una esfera de color rojo carmesí que desapareció al instante.- destruiré a cada uno de los que intenten detener su plan, Poderoso Sargeras.- Dijo y se puso de pie.

- Excelente, veo que puedo confiar en ti desde la primera vez, hace más de 10.000 años...Lord Xavius, "Señor de los Sátiros" y de la "Pesadilla Esmeralda".- Se dirigió el "Titán Caído" hacia aquel quien fue el Antiguo Consejero de la Reina Azshara en el Pasado y éste se presentó con suma elegancia y maldad en su alma.- En cuanto de la orden, se iniciará la "Tercera Invasión de la Legión Ardiente", así que prepárate junto a tus fuerzas.- Le encomendó dicha misión y desapareció frente a sus ojos.

Ante aquella venidera guerra, los deseos de Xavius habían ido en revelando su rostro, uno de pura maldad y no se detendría hasta conseguir lo que buscaba a toda costa. Una cosa sí era segura: No iba a fallarle a su Amo.

[Un capítulo cargado de reencuentros con viejos enemigos como los Nathrezim y Lord Xavius. La "Tercera Invasión de la Legión Ardiente" está por comenzar y Azeroth deberá prepararse. En el capítulo que viene estaremos ante la segunda parte de esta "calma", regresando con Kazuma y sus amigos del "Fantasy World" y Azeroth. 

Nos estamos viendo, amigos. Mando saludos y agradecimientos para RCurrent y los demás seguidores.

Cuídense y buen inicio de semana para todos ustedes, Camaradas.

Hasta la próxima.].



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