Atravesando aquellas nubes que cubrian los Cielos del Reino de Stormwind, el Cuervo batio sus alas y bajo en picada hasta que localizo uno de los enormes ventanales, que estaba abierto, por el que entro y termino en el interior del Salon del Trono, en donde se hallaba el Rey Varian Wrynn junto a su hijo, el Principe Anduin y Valeera Sanguinar. Sus patas negras como la noche tocaron el suelo de piedra, produciendo un ligero rasguno y de ahi fue cubriendose bajo una intensa nube de distintos colores oscuros hasta que, de golpe, tomo la forma de aquel que ellos conocian muy bien, uno de los Archimagos mas poderosos de toda Azeroth, el "Aprendiz de Medivh El Ultimo Guardian", quedando cara a cara entre los presentes.

El serio rostro de Varian fue testigo de aquella transformacion y con ello fue convirtiendose en un Humano, poco a poco, recuperando su aspecto y de ahi, apareciendo ante ellos con una noticia tan aterradora que nadie se esperaba.

- La "Legion Ardiente" ha regresado a Azeroth, Su Majestad.- Dio a conocer esa novedad, llevando a que, por un momento, el joven Monarca se pusiera de pie y lo escuchara con atencion.

- Agradezco muchisimo de que nos compartas esta informacion, Khadgar.- Le agradecio Varian a este, quien hizo una reverencia ante su respeto.- Pero dime, en donde estan ubicados los Demonios junto al "Portal Oscuro"?.- Pregunto con seriedad.

- Se encuentran en las "Costas Quebradas", Su Majestad, en donde se halla la antigua "Tumba de Sargeras".- Informo el mencionado peli gris-platedo.

Anduin los escuchaba con suma atencion. Varian, por su parte, se giro con la vista clavada en Valeera. La Elfa Sanguinaria asintio con la cabeza y coloco su mano en los hombros del joven Principe de cabello rubio como el Sol.

- Ven, Anduin, esta no es tu reunion.- Pidio ella, sacandolo de alli.

- Pero...- Iba a decir, sin embargo, conocia muy bien a su padre y la preocupacion que este tenia hacia su hijo por temor a que algo pasara. No podia cuestionar sus ordenes, ya que, cuando llegara el dia en el fuera coronado Rey de Stormwind, el tendria que llevar a cabo sus responsabilidades al pie de la letra.

Pronto, tanto el chico como la Elfa se retiraron del lugar, dejando solos al Monarca y al Archimago, quien trazo un mapa con el Baculo Magico que le habia pertenecido a Medivh. Aquellas lineas de Magia tomaron forma y de ahi recrearon la posicion en la que el enemigo se hallaba. Varian lo examino en cada punto que este tenia, incluso los detalles mas pequenos que no se le podian escapar de la vista, por lo que le pidio a Khadgar que le acompanara.

- No tenemos mucho tiempo, hay que impedir que los Ejercitos de Demonios tomen el control de la cadena de isla cuanto antes. A su vez, hay que convocar a "La Alianza".- Decia con aquel tono de lider, mientras que caminaban por los pasillos del Castillo Wrynn.

- "La Alianza" no podra luchar sola contra la "Legion Ardiente". Tambien tiene que intervenir "La Horda".- Le detuvo el Archimago y ambos quedaron cara a cara, en silencio, observandose por un buen rato.- Varian, se que no confias en ellos y mas con las atrocidades que Garrosh cometio, pero los necesitamos para enfrentarnos al enemigo. Tu mismo lo viste" Vol jin es un lide nato, de verdad, no uno que esta sediento de sangre y poder.- Los recuerdos que esas palabras le traian al joven Rey eran sumamente importantes y mas cuando se trataba de que se habia establecido una diferencia entre el Troll y el Orco que ostentan el manto de "Jefe de Guerra". 

Su mente estaba plagada de actos de traición, mentiras y guerra. Aún tenía fresco en su memoria lo que pasó en la Ciudad de Theramore. Toda esa gente y las fuerzas que lucharon allí, caidas por una sola "Bomba de Maná". Era cierto, no confiaba en "La Horda" pero reconocía que Vol'jin era un Guerrero que conocía el honor y no la conquista. Aquella reunión que habían mantenido unos días atrás, justo cuando se estaban uniendo los Trolls Gurubashi, Amani y los Ogros fue, al principio, un intento de querer aunar fuerzas para poder recuperar lo perdido en términos militares, pero no era así, el hijo de Sen'jin le había dado su palabra de que esto no era nada peligroso, por lo que tuvo que hacer a un lado esos viejos temores y dudas, encarando a Khadgar.

- Tienes razón: También necesitamos a "La Horda" y...- En aquella pausa, supo a quienes mas tenían que llamar.- A Kazuma y sus amigos.

No podía estar más de acuerdo con lo que acababa de decirle. El Archimago caminó hasta el Rey y le colocó su mano derecha sobre los hombros, mirándolo de cerca.

- Veo que has cambiado tu perspectiva acerca de ellos, de que no confiabas mucho en el grupo de Kazuma, pero ahora es distinto.- Dijo el Archimago, escudriñando la mirada con la de Varian, el cual pudo reconocer que era cierto aquello que tanto le había costado asimilar.

- Así es y por eso te encargo de que vayas a por ellos. La guerra no tardará en estallar.- Le encargo esa misión y era cierto lo que decía.

Desde aquel punto de encuentro, las primeras lineas de Ejércitos enemigos iban llegando y se aglomeraban alrededor de las zonas montanosas. Gul'dan y Cordana Cantovil/Felsong observaban aquel "desfile" que auguraba muerte y destruccion sobre los Reinos de Azeroth, sin embargo, aún tenían una última misión más por hacer, asi que fueron caminando hasta el sendero principal que llevaba hasta un vasto edificio que se alzaba detrás de ellos.

De vuelta en Stormwind, el Rey Varian había ordenado de que los Ejércitos de "La Alianza" se preparaban para partir. Asi como también ocurría en las tierras de los Enanos, en especial en la Capital, Ironforge/Forjaz, donde fueron arribando los mensajeros del Reino de Stormwind para alertarles de lo que estaba ocurriendo.

Pronto, la "Gran Fundicion" bullía del gran trabajo que los herreros y demás metalúrgicos estaban llevando a cabo: Preparaban a sus Fusileros, estrenaban los cañones y morteros, se preparaban a los Jinetes de Grifo. Los Gnomos tampoco se iban a quedar atras. Liderados por el "Manitas Mayor" y Rey de Gnomeragan, Gelbin Mekkatorque, sacaron sus mejores máquinas para combatir, en especial los Autogiros que se preparaban para despegar junto a los submarinos que tenían.

El "Consejo de los Tres Martillos" partiría a la guerra junto a sus Ejercitos. La propia Reina Moira Thaurissan estaba equipandose con una Armadura y tomaba el Martillo de Guerra que empuñó su marido en el Pasado. Sumado a ello, además de rifles que portaban los Enanos, también estaban aquellos que iban equipando con picas, ballesteros, espadas, lanzas y la Caballería junto a los arqueros, asi como también contaban con los "Sacerdotes de la Luz Sagrada".

Junto a ella iban Falstad y Kurdran del "Clan Wildhammer", Bran y Muradin de los "Brozenbeard", ambos hermanos, en especial de Magni, quien fue el Rey de Ironforge hasta que se convirtio en una Estatua de Diamante y esperaban su despertar.

Desde la lejana Kalimdor, los Elfos de la Noche prepararon varios Ejercitos que se unirían a "La Alianza", entre ellas se hallaba la General Shandris Feathermoon/Pluma Luna, hija adoptiva de Tyrande y Malfurion, la cual lideraría a dichas tropas.  Por su parte, Orgrimmar también habia recibido el mensaje y Vol'jin ordenó que las fuerzas de "La Horda" estuvieran listas para pelear, por lo que los Orcos, Trolls Darkspear, Gurubashi, Amani, los Ogros, "Renegados", Pandaren, Elfos Sanguinarios, Goblins y Tauren se prepararan para partir. Tyrathan Korth se hallaba junto a su amigo cuando habían sido avisados.

- Supongo que ya es el momento de que vayas con ellos.- Teorizó el Troll de cresta roja pero el Humano colocó su mano en la espalda de su amigo. 

- Me reuniré con ellos en las "Islas Quebradas". Va a ser un honor pelear a tu lado, nuevamente, igual que en Pandaria.- Auguró el peli blanco-plateado. 

Vol'jin sonrió y asintió con la cabeza ante esa promesa de lucha. Este tenía sus dagas de combate, además de contar con la ayuda de los demás líderes de las distintas razas. A su vez, Thrall había llegado junto a Aggra, su esposa, ya que el antiguo Jefe de Guerra era, ahora, el Lider del "Anillo de la Tierra".

El Orco de ojos azules se acercó junto a su pareja y recibieron una cálida bienvenida por parte de Vol'jin, el cual les invitó a pasar y de que conocieran a Tyathan junto a las nuevas razas que se unirian a la guerra.

Fuera del "Fuerte Grommash", los distintos Clanes Orcos se iban reuniendo junto a sus Oficiales, Generales y Comandantes. La Caballería, la cual estaba compuesta por los Lobos y los Draco-Leones. Las máquinas de asedio y guerra de "La Horda" no quedaban atras, estos traían consigo balistas, escorpiones, catapultas, canones y su flota aérea de dirigibles Goblins junto a los Zapadores de las distintas razas.

Los Draenei tampoco se quedaban atrás, ya que habían vivido, en primera persona, el desastre de las huestes de Sargeras contra su Mundo natal, Argus, por lo que se sumaron y guiados por el Profeta Velen, estos iban en directo hacia el enfrentamiento. 

Se avecinaba la tormenta, cada grupo tenían todo listo para partir hacia allí, a pesar de que una sombra caía sobre ellos, dando a entender de que muchos no regresarían con vida, pero así eran las guerras. 

Incluso los propios Pandaren se estaban alistando con el "Cuerpo de Elite de los Shado-pan", quienes estaban listos para proteger sus tierras de los Demonios.

Khadgar, por su parte, recordaba lo que era la "Legion Ardiente". Esta no conocia ningun limite, sino de que era todo lo contario. El hacer memoria y ver aquellos Mundos devastados era un mal trago para él, sin imbargo, ahora tenían que enfocarse en aquella mision y terminarla. Pensó en su amiga, Megumin, la cual había tenido un gran desarrollo junto a los otros en el "Draenor Alterno" y ahora estaban frente a la mayor prueba, una que definiría el destino de todo el Universo.

Pronto, el "Portal" quedó activado y se metió con rumbo hacia "Axel". Tenía que hablar con ellos cuanto antes, mientras que en Azeroth resonaban los tambores de la guerra.