Capítulo XXVI: Sombras gélidas del Pasado

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La "Cámara de las Celadoras" estaba bajo una seria custodia de parte de las fuerzas que Maiev Shadowsong comandaba. La propia Líder había ordenado de que la acompañaran hasta aquellos "aposentos", si es que la palabra misma podía dar significado, siendo éste un sitio tan parecido a las cárceles y en especial en donde yacían una serie de crisálidas verde pálidas, aquellas mismas que ella tejió con su Magia para atrapar a los seguidores del que llamaron "El Traidor" durante la Batalla del Templo Oscuro. Los ojos brillantes de aquella Elfa de la Noche albina se encontraban posados sobre esas "celdas", pero algo la interrumpió. 

Los "Sables de la Noche" rugieron, se oían pasos, el enemigo estaba avanzando y ya dominaban los pasillos de la fortaleza, a pesar de la férrea resistencia que se estaba ofreciendo en el exterior. Maiev desenfundó su "Media Luna Umbría", aquella "Guja" con la que tantas bajas había causado al enemigo, sin embargo, en medio de toda esa tensión, una figura emergió desde el fondo, avanzando con calma y que llevó a que la propia Líder de "Las Vigilantes" se quedara helada al verla cara a cara.

Aquella figura era una Elfa de la Noche que lucía la Armadura de su grupo, llevaba su Casco en las manos, pero sus ojos no brillaban como los que solían ser de su raza, sino de que éstos refulgían por un intenso verde pálido. Inmediatamente, la misteriosa recién llegada cargó contra Maiev, quien se defendió junto a su "Guja de las Celadoras", evitando el golpe que trazó la oponente.

- ¡Traidora, nos abandonaste en este mismo sitio hace años! ¡¿Por qué lo hizo, My Lady?! ¡¿Por qué, Lady Maiev?!.- Bramó aquella muchacha, quien trazó varios tajos contra el pecho y el cuello de la albina.

- Naisha...- Reconoció Maiev a la que le atacaba.

Pero ella no venía sola, las almas de las demás "Vigilantes" caídas en la "Tumba de Sargeras" estaban acompañándola en aquel momento, mientras que se veían otras figuras como la del propio Comandante Kur'talos Cresta Cuerva de "La Resistencia Kaldorei", Desdel Ojo de Estrella/Star Eye, entre otros caídos de la "Guerra de los Ancestros". Khadgar azuzó la vista y los sentidos, aquella era una obra causada por la maldad de Gul'dan, quien emergió desde las profundidades de aquellas gélidas galerías y acompañada por Cordana, avanzó hasta donde se encontraba una zona muy importante que estaba buscando.

- ¡Gul'dan!.- Exclamó Megumin, quien le lanzó un hechizo pero Desdel lo terminó por desviar, causando una explosión contra el dintel de aquella sección, el cual se derrumbó en parte.- No puede ser, ¿qué es todo esto?.- Preguntó ante el regreso de aquellos muertos.

- Son nuestros caídos hace mucho tiempo atrás.- Le explicó Maiev, la cual había conjurado un hechizo y dio muerte a Naisha, sosteniendo su alma entre sus manos, mientras que ésta la abrazaba con fuerza, sintiéndose libre de aquella Magia Demoníaca.- Ella...- No tenía las palabras para describir el disgusto que sentía en esos momentos, mientras que no la quería soltar.- Ella fue mi Teniente durante la caza de Illidan, cuando él fue liberado por Tyrande para derrotar a la "Legión Ardiente" durante la "Segunda Invasión". Naisha me acompañó a mí y a mis fuerzas hasta las "Islas Quebradas", donde estaba la "Tumba Sargeras" y en el que "El Traidor" había ido para buscar un artefacto sumamente poderoso, uno que el Gul'dan Original intentó apoderarse pero fue en vano, ya que murió a merced de los "Guardianes de la Tumba" y los Demonios que la custodiaba.- Le explicó la Elfa de la Noche albina, mientras que se veían imágenes del Pasado.- En un intento por detenerlo, Illidan y sus Nagas comandados por Lady Vash tomó el "Ojo de Sargeras" y con ello intentó sepultarme bajo las aguas pero no fue así, yo tenía el poder para escapar pero no para el resto de mis Camaradas...Naisha y las demás optaron por quedarse atrás y que yo cumpliera con mi misión...pero...- Ni Khadgar ni Megumin habían visto a Maiev derramar lágrimas pero fueron testigos de aquello, los ojos de la joven Elfa comenzaron a lagrimear, cayendo sobre el rostro de su fallecida Camarada de Armas, quien comenzó a disiparse, a volverse cenizas para descansar en paz eternamente. 

Aún quedaban varios caídos más, un ejemplo de ellos fueron Desdel y Cresta Cuervo, los cuales atacaron en coordinación a Khadgar y Megumin, pero ambos lograron evadirlos con suma agilidad antes de ser alcanzados por su Magia. En un momento dado, el antiguo Aristócrata caído quiso terminar con la "Demonio Carmesí" pero ésta alzó el Báculo de Hechicera y disparó un poderoso rayo violeta que terminó por convertir su alma en cenizas, habiendo sido alcanzado en el pecho y de ahí, éste pudo partir en paz. 

Maiev y Khadgar cargaron contra el Comandante Cresta Cuervo y las fuerzas caídas de la primera en el Pasado. Una por una fueron cayendo derrotadas hasta desaparecer, siendo devueltos a la paz del "Descanso Eterno". Sin embargo, en aquellos momentos donde se estaba recuperando el aliento perdido, una de las "Vigías" entró corriendo a aquella Sala.

- ¡Lady Maiev, Archimago Khadgar, tenemos problemas, hemos visto a Gul'dan yendo hacia la "Cámara de las Celadoras"!.- Aquella Soldado y eso fue un golpe de asombro para los presentes.

- ¿Por qué tiene tanto interés ese Orco con aquel sitio?.- Preguntó Megumin a Khadgar, sin embargo, su "respuesta" llegó cuando Maiev se acercó hasta las crisálidas y colocó una de sus uñas sobre la superficie.

- Illidari, dediqué toda mi vida a purgar la "Magia Vil" de los Demonios de Azeroth y lo seguiría haciendo por el resto de la misma. Sin embargo, en estas circunstancias, he de recurrir a ustedes para que nos ayuden a expulsar a estos desgraciados de nuestro Mundo.- Habló la muchacha, rasgando la superficie de la crisálida y con ello blandió su "Guja de las Celadoras", trazando un arco que destruyó aquel "capullo" y con ello fueron liberados los prisioneros, aquellos que habían seguido a "El Traidor" desde Terrallende.

De aquellas crisálidas emergieron y recibieron sus "Gujas de Guerra". Una vez despertados, éstos atacaron a las Fuerzas de Gul'dan Alterno, llevando a que éstos se retiraran del interior de la fortaleza, mientras que eran atacados por la resistencia exterior. No hubo tiempo para más pensamientos, tenían que ir a detener a Gul'dan.

Éste encontraba junto a la crisálida de "El Traidor", tanto él como Cordana estaban tejiendo un inmenso "Portal" que iba emergiendo, poco a poco, rasgando el velo de la Realidad y el Espacio-Tiempo, una serie de rayos manaron hasta convertirse en meras motas que desaparecían en el aire. Por su parte, la "celda" de aquel personaje flotaba en el aire y se hallaba lista para ser enviada a otra parte.

- ¡Cordana, reportaré tu deserción al "Consejo Supremo de las Vigilantes"!.- Oyó la traidora la voz de Maiev, justo cuando el "Portal" estaba terminado y le regalaba una sonrisa burlona debajo de su Casco.

- Ya puedes irte olvidando del "Consejo" y todas esas habladurías, Hermana. Cuando Sargeras tengo lo que está buscando, este Mundo será un lugar devastado y sin vida. Es mejor que te ahorres las palabras.- Dijo, burlonamente, mientras que aquella "obra" quedaba completa. 

- Gul'dan, te me escapaste del Draenor Alterno pero no te permitiré que huyas con el cuerpo de Illidan.- Le espetó Khadgar, dando un paso y trazando un hechizo contra el Orco pero éste se volteó, mostró una sonrisa burlona y destruyó el ataque con su "Magia Vil". Acto seguido, atrapó al peli blanco-plateado y lo tiró con fuerza contra el piso, quebrándolo.

- ¡Khadgar!.- Gritó Megumin, quien corrió en su ayuda.- ¡TOMA ESTO! ¡"EXPLO...!.- La joven Hechicera no tuvo tiempo para terminar con su ofensiva, una feroz descarga de "Magia Vil" había destruido su posición y la arrojó varios metros hacia atrás.

- ¿Así que piensan detenerme?.- Preguntó el Orco con un tono burlón en su voz, moviendo la cabeza en señal negativa.- Es una verdadera tontería lo que están haciendo pero, descuiden, también podrán acompañar al Rey Varian Wrynn y al Jefe de Guerra, Vol'jin, en su viaje al "Mundo de los Muertos", a las "Shadowlands".- Sostuvo y tras mostrar esa sonrisa malvada, éste invocó a varios Canes Manófagos y un grupo de la "Guardia Vil" que llegaron para proteger la retirada de su Señor.- Ya saben qué hacer: Mátenlos.- Ordenó el Viejo Orco y con ello cargaron hacia los protagonistas.

Megumin había oído aquellas palabras, se fue poniendo de pie con dificultad, mientras que tomaba su Báculo de Hechicera y apretaba los dientes.

- No...No...¡Esto tiene que ser una broma: El Rey Wrynn y el Jefe de Guerra, Vol'jin, no están muertos, me niego a creerme ese "cuento"!.- Se negó en escuchar aquello y disparó, nuevamente, hacia Gul'dan.- ¡Regresa aquí y pelea, cobarde!.- Le espetó pero el oponente la miró con aquellos ojos que resplandecían de un fuerte color rojo.

- ¿Por qué deberías desconfiar de mis palabras, niña?. Es la pura verdad, todos ustedes vinieron hasta aquí para pelear por su Mundo, el cual está condenado, pero descuida, el tuyo también conocerá la "Furia de la Legión Ardiente".- Prometió y de ahí se veía como a la "Guardia Vil" les faltaban pocos metros para llegar hasta ellos.- Cordana, vámonos.

- Sí, Lord Gul'dan.- Respondió ella y miró hacia la Líder de "Las Vigías".- Nos volveremos a ver, Maiev.- Se despidió, de forma despectiva, de la Elfa albina.

- ¡No dejen que se escapen, ciérrenles el paso, de prisa!.- Pidió la Líder pero fue tarde. Gul'dan junto a Cordana y la crisálida de Illidan atravesaron el "Portal" y desaparecieron ante sus ojos, sin más ni menos. Un destello y todo quedó en la nada misma. 

Por su parte, Khadgar reaccionó con rapidez cuando un "Guarida Vil" se le lanzó encima, listo para matarlo de un golpe con su Hacha de Guerra en la cabeza. El Archimago atacó con destreza y una descarga de Magia Arcana mató al atacante, mientras que un Can Manófago se le lanzaba encima pero Megumin logró asestarle un hechizo explosivo que le puso fin al oponente. 

- ¡Rápido, arqueras, disparen!.- Ordenó una de las Teniente de Maiev y con una gran destreza, las mismas lanzaron una lluvia de flechas, lanzas y gujas que destruyeron a la fuerza invasora. Sin embargo, esto no era más que un comienzo.

Desgraciadamente, la "Legión Ardiente" había empezado a movilizarse y a marchar por Azeroth. Los reportes llegaban a Stormwind como si fueran atraídos por el viento: Las huestes Demoníacas estaban enfilando hacia el Sur de los Reinos del Este, a pocos metros del Reino de la Familia Wrynn. Los Cielos se estaban llenando de aquellas criaturas aladas monstruosas, la "Guardia Apocalíptica", los Nathrezim y demás seres que venían traídos por Sargeras estaban preparados para iniciar la devastación sobre Azeroth. 

Khadgar y Megumin salieron junto a Maiev y los "Illidari" al exterior, viendo que las fuerzas enemigas habían redoblado su asalto y tenían, como misión, tomar la "Tumba de Sargeras" para convertirla en su Cuartel General.  La "Guardia Vil" era la que encabezaba la marcha y les seguían las demás monstruosidades del "Vacío Abisal" y otros Mundos devastados. El Archimago y Líder del "Kirin Tor" no dijo nada, lamentablemente no podían hacer nada ante esa "maquinaria" enemiga.

- Debemos evacuar esta zona inmediatamente. Abriré un "Portal" y nos dirigimos a Dalaran y convocaré al "Consejo de los Seis" inmediatamente. Necesitaremos estar preparados para la guerra.- Dio el peli blanco-gris aquella noticia tan lamentable y con ello se dio la vuelta, yéndose hacia atrás.

- Khadgar, espera, puedo destruir las filas enemigas y tal vez lancemos un contra-ataque.- Intentó Megumin en convencerlo pero él negó con la cabeza.

- Me temo de que, en esta ocasión, será imposible hacerlo, amiga mía.- Le respondió con un tono serio y eso la dejó sorprendida.-

No se dijo más, cruzaron el "Portal" y en primer lugar fueron al Reino de Stormwind, donde se reunieron con sus amigos. Sin embargo, las palabras del Archimago se convirtieron en realidad, ya que la "Legión Ardiente" estaba desplegando todo su potencial, demostración de fuerza y poder que tenían consigo. La "Tumba de Sargeras" ya había caído ante los invasores, la resistencia que ofrecieron las tropas de Maiev fue duradera pero éstos también debieron evacuar y volver hacia Vallefresno inmediatamente y advertir a la Suma Sacerdotisa Tyrande Whisperwind y al Archidruida Malfurion Stormrage del peligro que se acercaba a sus tierras.

Por su parte, Lord Xavius contemplaba, bajo una sonrisa pérfida y malvada, el avance de la "Legión Ardiente". Sus manos, aquellas garras afiladas de Sátiro tocaron el Orbe y pudo sentir aquellos viejos tiempos que fluían en su interior, cuando el "Imperio de los Elfos de la Noche" dominaba las antiguas tierras de Kalimdor antes de la destrucción del "Pozo de la Eternidad". 

- Veo que estás emocionado por volver allí. Adelante, hazte cargo de aquellos que tuvieron la osadía para meterse con nosotros.- Dijo la voz de Sargeras, la cual sonaba fría y distante, perdida en las sombras de aquella "Falla". El antiguo Consejo de la Reina Azshara se volteó y miró hacia la dirección por donde venía esa voz.

- Ninguna tarea es fácil, pero, dese hace años vivo incrementando mi poder y lo que más ansío es poder destruir a ese maldito Archidruida que me había derrotado varias veces. Esta vez no será así, Mi Señor.- Dijo Xavius, quien recordó su derrota en la "Guerra contra la Pesadilla Esmeralda" y durante la "Guerra de los Ancestros". Cerró su puño derecho y sus ojos brillaron intensamente.- Sí, mi odio perdura para siempre en mi interior, es una llama que nunca conocerá la paz o el descanso, no hasta que Malfurion Stormrage acabe muerto.-

La voz de Sargeras se interrumpió y éste se enfocó en el "Orbe" que estaba desplegado sobre un pedestal. No podía negarlo, la "Tercera Invasión de la Legión Ardiente" había comenzado y era solo la punta del iceberg que estaba asomándose desde las gélidas profundidades. Inmediatamente, un "Portal" comenzó a emerger desde el Espacio-Tiempo, siendo el propio Xavius el responsable, causando que la "Falla del Rift" sufriera una serie de terremotos que azotaron la tierra, las paredes montañosas caían por la fuerza de aquel movimiento telúrico, grandes desprendimientos de rocas rodaban cuesta abajo y cuando aquella "Puerta" estuvo lista, el villano sonrió malvadamente, viéndose un panorama diferente en el que estaba, otro "Mundo", por así decirlo y que ahora iba a conocer su ira.

- No dejes que te venzan de nuevo, Lord Xavius. Esta puede ser tu última oportunidad.- Le aconsejó el "Titán Caído".

- No tiene de qué preocuparse, Magno: Esta vez no habrá derrota para mí.- Juró y atravesó hacia aquel Mundo junto a una serie de Ejércitos conformados por Sátiros, Demonios, varios Batallones de la "Guardia Vil", siempre acompañados por la "Guardia Apocalíptica" y también de varios Canes Manófagos. Una vez que pisaron tierra firme, ante ellos se abría un Mundo en el que todas las cosas se hacían realidad. Frunció el ceño, le desagradaba esa "forma" de ver el cumplimiento de los sueños, él tenía su versión, una retorcida y llena de horrores de pesadillas sin fin que ponían, hasta el más valiente de los Guerreros, en un estado de sueño eterno, uno del que nunca se despertarían.

Sin embargo, para Sargeras, aquello no era más que un comienzo: La "Invasión a Azeroth" acababa de comenzar y tendría que disponer de todos sus recursos y fuerzas para combatir a aquellos que intentaran detenerle. Iba a ser una guerra sin cuartel para los distintos bandos opuestos.

[Nuevo capítulo y con ello les anuncio que quedan muy pocos para el final de esta historia; así que a prepararse. Espero que les guste este capítulo, amigos.

Mando saludos y agradecimientos para Betelgrim_El_PayasoArielBravo5ArielCallisaya7RCurrent y los demás seguidores. Cuídense y les deseo a todos ustedes un muy...

¡Feliz Año Nuevo 2022!.].

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