Capítulo III

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Capítulo III:

En un abrir y cerrar de ojos, todo el grupo desapareció ante las narices de aquellos "Señores de la Guerra de Draenor". Cho'gall iba a maldecir pero aquel Ogro-Mago de dos cabezas se calmó y viró su atención en el "Pueblo de Axel", una importante Plaza que acababan de conquistar, dejando el sitio una buena defensa ni resistencia tras el escape de los "Héroes".

- ¡Gran Mago, llegan los exploradores!.- Le informó un "Grunt" a ese personaje, quien se dirigió para recibirlos.

- Más les vale que sean buenas noticias.- Fue la orden que les dijo Kargath a aquella tropa de expedicionarios, la cual venía montando unos inmensos lobos grises y blancos, quienes se detuvieron y bajaron para hablar con ellos.

- ¿Y bien? ¿Qué noticias nos tienen preparados?.- Preguntó Cho'gall, cruzado de brazos y el viento mecía el bigote de su cabeza izquierda.

- Hemos dado un gran avance en el Sur de estas tierras.- Informó uno de los "Incursores", cuyo sable estaba brillando ante el fuego desatado en el "Pueblo de Axel".

- Muy bien.- Contempló con orgullo el gigantesco personaje.

- Sin embargo, hay un problema.- Le detuvo el "Incursor" y éste se dirigió a todos ellos.- Durante el asalto que dirigimos más hacia el Sur, el "Clan Black Rock" ha tenido serias bajas por la resistencia que ha ofrecido un grupo de Hechiceros.- Contó aquel personaje con seriedad, desmontando y caminando hacia los presentes Líderes de Clanes.

- ¿Qué clase de Hechiceros?.- Preguntó uno de los Lugartenientes de Cho'gall.

- Se hacen llamar "Los Demonios Carmesíes" y fueron los responsables de causarnos una gran cantidad de pérdidas en fuerzas, por eso, el Comandante Gorkal ordenó que las Fuerzas del "Clan Black Rock" se retiraran de allí. Vamos a necesitar un poco de fuego para "persuadirlos".- Sostuvo el Incursor y de ahí, Cho'gall quedó en silencio.

- Esto no le va a gustar a Grommash ni tampoco a su hijo, Garrosh, pero no nos queda otra opción que mantener las posiciones allí sin avanzar. Envíen estas órdenes de inmediato a Draenor y al Comandante Gorkal. Mientras tanto, quiero que se averigüe hacia dónde se han ido esos prófugos.- Fueron las órdenes impartidas por el Ogro-Mago. El "Incursor" se retiró junto a su Destacamento, adentrándose en el Portal para informar de lo acontecido en esas tierras al Sur del "Pueblo de Axel", mientras que los otros "Señores de la Guerra de Draenor" continuaban con las operaciones de conquista.

El Ogro-Mago volvió al interior de la Mansión, los Chamanes Orcos estaban registrando el lugar, en busca de Magia pero no hallaron nada, además de que las tropas se dedicaban al pillaje, pero él se hallaba enfocado en descubrir qué era ese truco que empleó aquella joven Hechicera. Se arrodilló, tanteó el suelo y pudo sentir unas pequeñas partículas de Magia que revoloteaban por el aire, dejando que sus conocimientos le permitieran hallara la respuesta. Frunció el ceño, una de sus cabezas murmuró algo importante.

- No es de la que conocemos nosotros en Draenor.- Sostuvo la cabeza con barba tupida.

- Sí.- Inquirió la del fino y largo bigote.- Es verdad, sin embargo, tendremos que hallarlos cuanto antes.-

- No, por ahora no serán un problema. El Archimago se los llevó a otro lugar, allí podremos acabar con ellos.- Apuntó el Ogro-Mago, quien se retiró de la Mansión.

Los Cielos permanecían despejados sobre un Continente desconocido para muchos, hasta que un evento de suma importancia provocó que las dos Potencias más importantes de ese Mundo fueran para conquistarlo y explotar sus recursos. Desde las terrazas de un Templo emplazado en la Cima Kun-Lai, un muchacho rubio se hallaba recuperándose de las heridas recibidas. Aún sentía dolor en su cuerpo, la fuerza de aquel ex Jefe de Guerra Orco lo dejó aturdido, pero, por alguna razón, ese personaje no acabó con su vida.

Aquel lugar era el Continente de Pandaria, una tierra cargada de misterios, leyendas y una rica cultura perdida en el tiempo. Desde la terraza, un Pandaren vestido con prendas imperiales, espesas cejas y una tradicional barba fina oriental, se acercó hacia aquel joven, quien yacía pensativo.

- ¿Cómo se encuentra, Príncipe Anduin?.- Preguntó el personaje al chico, quien se volteó.

- Estoy bien, muchas gracias, Eremita Cho.- Agradeció el joven con un tono de pesar en su voz. El Pandaren colocó su zarpa sobre los hombros del rubio.

- No te preocupes, ya verás que lo encontraremos, nadie puede irse sin pagar por sus crímenes.- Le animó el integrante de aquella "Orden".

- Eso espero, ya mucha sangre ha corrido en todo Azeroth...Esta guerra, ¿cuántas vidas más pueden seguir cayendo?.- Se volteó y recostó sus hombros sobre el balcón, dirigiendo su mirada hacia aquellas tierras.

- Una vez.- Se le acercó Cho a el Príncipe de Ventormenta.- alguien me dijo que nunca debía dejar que toda la destrucción causada por la guerra no debe afectarme, que luchar por miedo o por ira era liberar una batalla interminable y para ello se debe enfrentar al miedo, serenar el odio y así se le dará paz a las personas que te rodean. Y por todo eso, vale la pena luchar. ¿Sabes quién me lo dijo?.- Contó y atrajo la atención del rubio.- Fue el propio Emperador Sha Hao el que nos enseñó esto hace mucho tiempo.

Anduin lo escuchó con atención, a pesar del dolor y la negatividad tras el escape de Garrosh Hellscream. Sintió las palabras de apoyo de ese Pandaren, quien trajo consigo unos pétalos en sus zarpas.

- ¿Sabes de dónde han venido?.- Preguntó y antes de que pudiera responder aquel chico, el Eremita señaló hacia el Sur.- Del "Valle de la Flor Eterna", el cual ha comenzado a sanarse tras la corrupción sufrida por el "Corazón de Y'Shaarj" que Garrosh Hellscream desenterró y esto, al ser esperanza para nosotros, también lo será para ustedes. Así que no te desanimes, muchacho, que todo estará bien.- Le prometió aquel Pandaren al joven Príncipe, quien formó una pequeña sonrisa.

Justo en ese momento, mientras que se hallaban conversando, un misterioso destello se hizo presente en todo el lugar, uno que tomó por sorpresa a todos los integrantes que yacían allí, quienes fueron para ver qué pasaba. Varios "Shadopan" aparecieron y tomaron posiciones, listos para atacar, pero cuando la niebla se disipó, pudieron ver que alguien emergía intacto, alzando su mano y con ello, calmando las cosas.

- Khadgar.- Dijo un hombre de largos caballos castaños, aspecto fornido y muy serio. Al ver a que aquel Archimago llegaba con compañía, dirigió su mirada hacia los acompañantes.- ¿Quiénes son ellos?.- Preguntó con seriedad.

- Calma, Su Majestad. Son amigos míos, luego les contaré todo lo ocurrido.- Prometió el peli blanco, mientras que iba para ver el estado de sus acompañantes.

- ¿Estarán bien?.- Preguntó una de las Pandaren Shadopan, mientras que una bella Elfa de la Noche se acercaba para tomarles el pulso.

- Lo están, solo están inconscientes tras el viaje. Nunca había visto a gente así.- Informó la Suma Sacerdotisa Tyrande Whisperwind, levantándose del suelo, no sin antes colocar su mano en la frente de uno de los acompañantes.- Mmmmm, curiosa la Magia que ellos cuentan, no es Arcana ni tampoco del Druidismo.- Quedó sorprendida, sus ojos parpadearon y de ahí escucharon murmullos que venían del suelo.

- Auch, ¿todos están bien?.- Preguntó Aqua a sus compañeros.

- Ufff, un poco más y terminaban haciéndome carne picada por la presión.- Dijo Yunyun, la cual tardaba en abrir los ojos.

Khadgar se acercó hacia ellos junto a Tyrande, mientras que Malfurion Stormrage intentaba despertarlos pero no parecía surtir efecto hasta que oyeron los pasos de una pequeña Pandaren de cabellos negros recogidos al estilo Oriental, ojos verdes y un vestido tradicional rojo con un detalle en verde y dorado. Ésta venía acompañada por otro de su misma especie pero siendo un adulto, barba negra, sombrero y un misterioso atuendo de guerrero junto a una vara de bambú que empleaban los Guerreros.

- ¿Pasa algo?.- Preguntó el Pandaren que acompañaba a la pequeña.

- Los forasteros que han venido con Khadgar no responden.- Le respondió aquel Rey de Ventormenta al otro.

- Hum, ya veo, permiso.- Pidió el Pandaren y éste tocó la frente de cada uno de ellos, empezando por el chico castaño.-

- ¿Te doy una mano, Tío Chen?.- Preguntó la pequeña a su pariente.

- Sería un placer.- Le dijo éste y ella sonrió, dándole una mano y de ahí ella comenzó con hacerle cosquillas a la misteriosa joven peli celeste, quien sintió aquello en su piel y fue la primera en despertarse.

- ¡Ahhhh!.- Gritó y se topó con aquellos personajes a su alrededores.- ¿Quiénes...Quiénes son ustedes?.- Preguntó.- ¿Dónde...dónde están mis amigos? ¡Kazuma!.- Lanzó un grito desesperado y al voltearse, vio a su novio inconsciente.- ¡No, ¿qué les hicieron?! ¡¿Qué le pasó a mi novio?!.-

- Aqua, tranquila.- Oyó la voz de Khadgar.- Todo está bien, quedaron inconscientes tras el viaje y eres la primera en despertarte. Fue gracias a Li Li Cerveza de Trueno quien logró hacer que abrieras los ojos.

- ¿Li Li?.- Preguntó la Diosa y al voltearse, vio a la pequeña Pandaren, la cual le saludó.

- Hola, mucho gusto.- Dijo con un tono dulce en su voz.

- Estoy soñando, sí, eso es lo que estoy...- Sostuvo la peli celeste y se desplomó contra el pecho de Kazuma, quedando inconsciente una vez más.

- Oh, vaya, no me esperaba que fuera alguien tan frágil, pero descuiden, traigo un "As bajo la Manga".- Sostuvo Chen y sacó un frasco con una muy fuerte y refrescante cerveza, la cual colocó bajo la nariz de Kazuma, quien abrió los ojos de golpe.

- ¡Wow, cerveza, no puedo creerlo!.- Quedó sorprendido el muchacho y al ver al que lo despertó, casi se desmayaba como su novia.

- No, tranquilo, Kazuma, no pasa nada.- Habló Khadgar y eso dejó perplejo al joven castaño.

- ¿Khadgar? ¿Qué pasó? ¿Estamos todos muertos? ¿Quiénes son ustedes?.- Lanzó el muchacho varias preguntas, cosa que llevó a que se fuera poniendo de pie con dificultad.

- Sentí el olor a buena bebida, ¿quién es el que la está sirviendo?.- Se despertó Aqua simultáneamente.

- Tengan, ustedes dos son los primeros en dar una buena aprobación a mi nueva cerveza. Por favor, beban, sería un honor.- Sostuvo Chen, quien les sirvió en unas jarras que trajo consigo en su equipo.

En ese instante, mientras que Aqua y Kazuma bebían el contenido, ambos no creer lo fuerte que era. Los primeros sorbos fueron de ese estilo, aunque le empezaron a agradar al gusto, por lo que llevaron a que se lo terminaran despacio.

- Bueno, ¿qué les pareció?.- Preguntó el Tío de Li Li.

- Excelente, simplemente excelente.- Respondió la pareja con asombro en su voz.

- ¡Jajajaja, se los dije, ustedes sí que deben de ser grandes bebedores de cerveza!.- Festejó el Pandaren.- Por cierto, mi nombre es Chen Cerveza de Trueno y ella es mi sobrina, Li Li.- Hizo acto de presentación junto a la niña, quien les saludó con ternura.

- Mucho gusto, yo soy Aqua, una Diosa perteneciente a la "Orden de Axis" y Arcipreste.- Se presentó la peli celeste con educación y gracia.

- Yo soy Kazuma, novio de Aqua y vengo de Axel.- Añadió el castaño con los ojos cerrados.

- Auch, ¿alguien sabe dónde estamos?.- Oyeron la voz de Wiz, quien se levantó.

- Con cuidado, amiga, te puedes lastimar.- Le dijo Vanir, ayudándola, ya que estaba mareada.

- Sí, este tipo de cosas no me esperaba, ni siquiera para una Lich como yo.- Sostuvo la castaña de grandes atributos y eso encendió las alarmas.

- ¡¿Una Lich?! ¡Deben ser Agentes del "Azote"!.- Exclamó uno de los Soldados del Reino de Ventormenta, pero el castaño que estaba al mando los calmó.

- Nadie los lastimará, no representan una amenaza para nosotros.- Dijo a todos ellos, calmando las aguas.

- Oigan, no sabemos lo que es "El Azote" ni tampoco formamos parte de ello.- Intervino el sujeto de antifaz blanco y negro.- Por cierto, mi nombre es Vanir, antiguo General del "Rey Demonio" hasta mi cambio de bando para ayudar en la tienda de mi amiga.

- Hola, soy Wiz, mucho gusto.- Se presentó la Lich de grandes pechos ante todos los presentes.

Tyrande se aproximó junto a Malfurion hacia los demás miembros de los amigos de Khadgar, los cuales se estaban poniendo de pie en aquellos momentos.

- Ruffian.- Se presentó el sujeto de aspecto rudo.-

- ¿Su amiga está bien?.- Corrió Khadgar para ayudarlo.

- Luna sigue inconsciente, necesito llevarla a una cama para que se recomponga.- Pidió el personaje, mientras que un grupo comandado por Taran Zhu los llevaban a una de las habitaciones.

- Yunyun, no es por ser mala, pero estás arriba mío y me estás aplastando el estómago.- Le habló Megumin a su amiga, quien salió disparada de allí.

- ¡Ay, perdón, amiga, lo siento!.- Se disculpó la peli negra, mientras que Chomosuke también se despertaba.

- ¿Cómo está Sena?.- Se acercó Kazuma hacia la Fiscal, quien estaba dormida.

- Ya se despertará. La llevaremos a una cama.- Sostuvo Chen y de ahí vieron llegar al grupo de Taran Zhu, quienes la condujeron hacia otra habitación para que recuperara fuerzas tras el viaje que tuvieron.

En ese momento, el Pandaren llamado Taran Zhu volvió con dos "Shadopan" y éstos se acercaron hacia los Líderes de Azeroth, quienes tuvieron una charla.

- Hemos llevado a ambas mujeres hasta una habitación para que se recuperen.- Anunció Taran Zhu.-

- Excelente, muy bien, se los agradezco muchísimo.- Dijo Khadgar y en ese momento los tres "Shadopan" se retiraron de allí para volver a sus deberes como custodios y vigilantes de sus tierras.

- Por cierto, ¿qué saben del fugitivo?.- Quiso saber aquel personaje de Armadura.

- Garrosh se ha fugado y no tenemos noticias de Kairozdormu. Se han apresado a una buena cantidad de Orcos del "Clan Dragonmaw" y de otros que lo ayudaron a escapar.- Les contó el Rey de cabello castaño.- Pero no sabemos hacia dónde se habrá dirigido hacia ese Portal.

- Lo mejor será ir partiendo a Ventormenta de inmediato.- Sugirió el Príncipe Anduin, mientras que venía acompañado por el Eremita Cho.

El Rey se dirigió hacia los que estaban allí, de pie frente a Khadgar, les echó una mirada. Éstos pudieron sentir la frialdad en su personalidad, el tono de voz severo y lleno de liderazgo que portaba consigo, mientras que no paraba de analizar cada paso que daban.

- Amigos.- Dijo Khadgar, yendo hacia los invitados.- Les presento a los máximos Líderes y Reyes de Azeroth. El primero de todos ellos, el Rey Varian Wrynn de Ventormenta.-

- Es un placer en conocerlo, Su Majestad.- Se acercó Kazuma para estrechar su mano y aquel no dijo nada, solo hizo aquel movimiento de respeto y se retiró.- "Vaya carácter tienes, amigo".

- Que Elune los bendiga, bienaventurados Guerreros.- Oyeron la voz de aquella Elfa de largos cabellos agua-marina.- ¿Así que tenemos a una Diosa por aquí?.-. Preguntó, ya que había escuchado esas palabras.

- Sí, mi novia, la Diosa Aqua.-Presentó Kazuma a la joven peli celeste y de ahí, la joven Elfa se arrodilló ante ella junto a su pareja.

- Soy la Sacerdotisa de Elune y Líder los "Centinelas" de los Elfos Nocturnos, Tyrande Whisperwind.-

- Y yo soy Malfurion Stormrage, Archidruida del "Claro de la Luna" y Líder del "Círculo Cenarion".- Añadió la pareja de Tyrande, mientras que se levantaban del suelo.

- Wow, no sabía que aquí veneraban a una Diosa del Agua.- Quedó Aqua sin palabras.

- Los Dioses de Azeroth son muchos. Tenemos a la "Luz", los "Elementos", los "Dioses Salvajes", pero eso se los puedo explicar más adelante. Por ahora, debemos ir preparando todo para partir hacia Ventormenta y ustedes vendrán con nosotros.- Dijo Varian hacia todos ellos.- Khadgar me contó de que tienen distintos poderes y son hábiles en combate, ¿no es así?.

Aquella pregunta efectuada por aquel Rey de cabellos castaños llevó a que tanto Kazuma como sus acompañantes tragaran saliva al recordar sus desventuras y problemas que tuvieron en el Pasado.

- ¿Es verdad que lograron vencer al "Rey Demonio"?.- Lanzó otra interrogante.

- "Ugh, ya me recuerdas a mi profesor de la escuela. Eres una amargado".- Pensó Kazuma para sus adentros.

- Lo son.- Intervino la Fiscal Sena, quien se había levantado de la cama y con ella venían Luna y Ruffian.- Han peleado y demostrado valentía, incluso cuando "La Horda de Hierro" invadió la "Ciudad Capital".-

Varian titubeó unos segundos, no quería cometer ningún error en confiar en esas personas. Ya había visto lo que Garrosh Hellscream había dejado atrás: Un sendero de muerte y destrucción, la caída de Theramore, los avances en Ashenvale por "La Horda", la Batalla de Gilneas y lo de Pandaria había sido la última gota para aquel vaso lleno junto al "Asedio de Orgrimmar". Los ojos celestes de aquel Rey trazaron un gesto de aceptación, moviendo su cabeza, de forma positiva y caminó hacia ellos.

- Muy bien, creeré en lo que su amiga ha dicho, por eso voy a pedirles que se unan a esta guerra.- Dijo y se acercó a ellos.

- Un momento, ¿cuál guerra?.- Quiso saber Yunyun con dudas.- Yo no estoy lista para...- No tuvo tiempo para continuar, ya que Megumin le tapó la boca con las manos.

- La guerra contra "La Horda de Hierro", la cual se está acercando, debemos prepararnos para cuando sea el momento.- Informó Khadgar a los presentes.

- Si, ya he enviado emisarios a los demás Reinos para que vayan reuniendo tropas y pertrechos.- Añadió Varian, quien se retiró pero Kazuma pudo notar una sombra de pesar dentro de él.

Una vez que algunos de los Líderes se fueron retirando para conversar en la próxima reunión que llevarían a cabo en el Reino de Stormwind, Khadgar se acercó a sus acompañantes.

- Esto va a durar un poco más. No sé si van a querer esperar hasta que terminemos.- Repuso el peli blanco.

- No hay de qué preocuparse. Li Li y yo los llevaremos para que conozcan Pandaria.- Entró Chen a la Sala, ofreciéndose con darles un tour.

Khadgar lo pensó un momento y finalmente asintió.

- De acuerdo. Luego iré a buscarlos para que vengan a los puertos.- Dijo el peli blanco y una vez que permitió que fueran a ver Pandaria, éste se dirigió hacia la Sala de Reuniones.

- Por favor, amigos, síganme.- Pidió Chen y con su sobrina, los fueron conduciendo hacia un globo de aire caliente con el cual fueron subiéndose para iniciar el viaje.

No lo podían creer, una vez que estuvieron en el aire, se quedaron atónitos ante la escena que estaban teniendo ante sus propios ojos: La belleza geográfica, su flora, sus montañas, sus ciudades, pueblos y aldeas, las enormes Estatuas levantadas en honor a los "Shadopan", todo eso les cautivaba mucho la atención, por lo que Chen se aclaró la garganta y articuló sus palabras.

- Viajeros, bienvenidos a Pandaria.- Dijo y de ahí fue aterrizando el globo en una zona boscosa para ir dirigiéndose con el tour que acababa de empezar.

https://youtu.be/RZaSnfxWsBg

[Un capítulo tranquilo, pero en el que viene conocerán al resto de personajes de Azeroth y el inicio de la "Guerra contra la Horda de Hierro". 

Espero que les guste este capítulo. Mando saludos y agradecimientos para RCurrent, Timothy Uchiha, Soldado Ruso 09/LeoneEpsilon y Kurokiba2.

Cuídense, amigos y buen fin de semana largo y también...


                                                                 ¡Feliz Día del Libertador General José de San Martín 2020!]

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