Capítulo XIII

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Capítulo XIII:

Parecía una escena sacada de algún cuadro del Mundo que Kazuma había vivido una vez en su tiempo. Uno que reflejaba la hostilidad de la guerra, en donde no habían vencedores ni vencidos, solo muerte y destrucción, ciudades arrasadas, familias quebradas y la única forma de superar todo era avanzar, lentamente, hacia un Futuro mejor. Para la Hechicera Megumin, esa "imagen" se plasmaba en su cabeza, ya que podía ver y sentir como la guerra aumentaba aún más su fuerza bruta, atacando con todo a los navíos de las Fuerzas Aliadas. Por un lado y recapitulando, ella había ido al barco de Khadgar, Thrall, Lady Liadrin y los otros junto a Chomosuke, mientras que el resto se hallaba en camino hacia el Valle ShadowMoon, pero para aquel grupo bastante numeroso, habían caído en una especie de emboscada por parte de la "Flota de Hierro" que tenían los Orcos del "Clan BlackRock", ya que éstos desembarcaron en las Costas de la "Cresta del Fuego Glaciar" y empezaron a bombardearlos con sus poderosos cañones alimentados por la Magia Elemental y la tecnología de los Goblin de la "Compañía Mechanegra". Muchos de los barcos que intentaban llevar a las playas resultaban afectados parcial o completamente, debido a los incesantes bombardeos que el enemigo ofrecía y desde la cima de ese lugar, el Jefe BlackHand sonreía malvadamente ante el fracaso de aquellos enemigos y se mostraba orgulloso de la superioridad armamentista que poseían. Orgrimm, por su parte, se hallaba serio y neutral, no decía nada, se volteaba un poco para ver que no hubieran Orcos del "Clan Frost Wolf" rondando por allí, esperando de que su amigo se hubiera largado de esas tierras.

En un momento dado, éste sintió la pesada mano de BlackHand sobre sus hombros, lo miró y notó una expresión seria en aquel gigantesco y pálido personaje, sus ojos esbozaban una mirada fría y empuñaba aquella arma flamígera, listo para anunciar el siguiente paso de la campaña.

- Tú sabes muy bien, Orgrimm, que los "Frost Wolf" no quisieron aceptar nuestra unión de todos los Clanes bajo los estandartes de "La Horda de Hierro".- Comenzó a hablarle, veía imágenes de los "Embajadores" de aquellos dos grupos que se habían reunido, pero la respuesta era la misma: Se negaban a formar parte de aquella fuerza. Las palabras de Durotan eran sabias, pero Orgrimm, al verlo, solo podía pensar en una sola cosa acerca del Orco al que consideraba su "Hermano": Débil, cobarde, no valía la pena hacer un trato con ellos. Los "Frost Wolf" eran unos miedosos.- Ellos se negaron a unirse y aquí tienen nuestra respuesta: Ya lo dijo el Jefe de Guerra, Garrosh Hellscream: No se permiten débiles en nuestras filas. Somos una única fuerza imparable, conquistadores y el único lugar para los que no desean unirse...- Se tomó su tiempo para decirlo y notó como los labios de Orgrimm iban gestando su movimiento.

- Merecen la muerte como único castigo. Sí.- Respondió fríamente, dando a entender a BlackHand de lo orgulloso que se sentía al tener a su Lugarteniente bajo su mando. Un orgullo para los BlackRock, así que le palmeó la espalda y se dirigió hacia las fuerzas.

- Excelente, así me gusta, Orgrimm: Eres digno para dirigir, un verdadero líder con sangre de hierro.- Le felicitó el Orco pálido y de ahí se dirigió hacia sus fuerzas.- Muy bien, en cuanto nos deshagamos de esos patéticos e insignificantes Humanos y sus perros falderos, dirigiremos el asalto hacia la "Cresta del Fuego Glacial". Tú comandarás estas fuerzas que avanzaran en la Vanguardia conmigo.- Dio sus instrucciones y Orgrimm asintió en silencio, de ahí, el otro se retiró.

- "Durotan, Draka, váyanse, por favor. No sean estúpidos, los van a exterminar".- Pensó el peli negro en silencio, mientras que observaba la batalla que se desarrollaba y no parecía mostrar un cambio o ganador alguno.

Ya no había más tiempo para que ellos se retiraran hacia tierras más seguras, desde los bosques cubiertos de hielo, bajando por aquellas heladas Montañas, montando sus lobos y marchando con sus tropas, el "Clan Frost Wolf" se iba dirigiendo hacia donde estaban ellos, al encuentro con el enemigo. Desde unas formaciones serranas, una bella Orca de largos cabellos violeta oscuro detuvo su montura, ya que ésta gruñó y mostró los colmillos ante la presencia de que había peligro a la vista, así que alzó su mano y cerró el puño, deteniendo el avance de las filas armadas. Los "Frost Wolf" se quedaron detenidos y ante ella llegó Durotan, su marido, el cual blandía el Hacha de su padre, un arma pasada de generación en generación.

- ¿Qué ocurre, Señorita Draka?.- Preguntó uno de los Orcos, el cual portaba un sable curvo.

- Whitefang ha detectado peligro, pero no es solamente desde nuestras costas, sino algo más.- Respondió la esposa de Durotan y ésta blandió sus armas.-

- Yo también lo he sentido: Y viene desde el Mar.- Señaló su esposo y tomó el Hacha de Guerra.- Sin olvidarnos de lo que Ner'Zhul está haciendo con la "Estrella Oscura".

- Ese viejo nos condenará a todos sino lo detenemos.- Sostuvo Draka con seriedad y Durotan avanzó con ella.

- Pase lo que pase, los expulsaremos.- Juró el Jefe del Clan y se quedó ante sus guerreros.- ¡Escuchen: El "Clan BlackRock" ha tenido la osadía de invadir nuestras tierras y todo porque rechazamos la propuesta de unirnos a "La Horda de Hierro" y de permanecer leales a nuestro antiguo camino. El Jefe del Clan, BlackHand, deberá responder por este crimen y atentado hacia nuestra soberanía, por lo que declaro que todo BlackRock que caiga no se le debe perdonar la vida, ellos no la tuvieron con nosotros en el Pasado cuando nos exiliamos y ahora nosotros les vamos a hacer pagar con la misma moneda! ¡Los barreremos y expulsaremos de nuestras tierras!.- Dio su discurso, alzó el Hacha de Guerra y fue extendiéndola, apuntando hacia donde las playas.- ¡POR GARAD! ¡POR LOS "LOBO GÉLIDO"!.- Exclamó y consigo vinieron un coro de voces y gritos de batalla, los cuales iniciaron el descenso hacia donde estaba el enemigo.

BlackHand iba avanzando con sus fuerzas en dirección hacia las "fronteras naturales" de los "Frost Wolf", los tambores de guerra aumentaban cada vez más y los cañones no paraban de bombardear las zonas, sin embargo, algo llamó la atención de la Caballería Orca, los lobos de éstos se detuvieron, olfateando el aire y gruñendo, mostrando los colmillos, mostrándose intranquilos y hostiles hacia lo que venía hacia ellos. El Jefe del Clan se detuvo, blandió su Martillo y éste refulgió, Orgrimm DoomHammer sentía como el suelo temblaba, las pequeñas piedras y rocas se hallaban moviendo. Azuzó el oído, se ordenó el silencio y éstos fueron tomando posiciones de combate.

- ¿Qué pasa? ¡Avancen, idiotas!.- Ordenó BlackHand con un tono severo a sus fuerzas pero las monturas no respondían. Éste se acercó amenazante, iba a castigarles con la muerte si llegaban a fallarle, pero éstos querían combatir, el miedo les invadía. El silencio era impresionante, profundo, el suelo seguía temblando pero no sabían de dónde venía, ni siquiera comprendían la posición del enemigo, todo era un completo "caos" mental. Las primeras líneas dieron unos cuantos pasos al frente, aquellas Vanguardias de Asalto no se iban a detener, portaban poderosas lanzas, espadas, hachas, garrotes y aquella tecnología diseñada por los Goblins. Ellos no se dejarían asustar por un puñado de traidores. Los Cielos se cubrían y oscurecían aún más con lo que estaba ocurriendo más hacia el Este.

- ¡Basta de temores, quiero estas Columnas en movimiento ahora mismo!.- Bramó Orgrimm, harto del miedo y los nervios. Sus gritos insuflaron el valor de los Orcos, quienes tomaron sus armas, lanzaron un grito de batalla y de ahí, entremezclándose con los del enemigo que venían desde los Bosques Helados.

Por su parte, en altamar, los barcos continuaban enfrentándose a la "Flota de Hierro", los cañones seguían apuntando hacia ellos, mientras que Megumin tenía sus ojos abiertos, el poder suyo fluía hacia el Báculo de la joven y ésta empezaba a tornarse bajo una serie de colores rojo, violeta, lila y negro. En las playas, el enemigo dirigió aquellos tubos hacia los navíos y se prepararon para disparar. En la cubierta, el combate se volvía más encarnizado por el aumento de fuerzas enemigas, los de "La Horda de Hierro" empleaban Ogrones y Magnarones como "Cuerpos de Asalto" y la Infantería iba tomando posiciones en varios navíos. Thrall defendía las posiciones con todas sus fuerzas, lo mismo podía decirse de Lady Liadrin pero ya ambos habían quedado exhaustos, a pesar de que continuaban combatiendo sin parar. Khadgar lanzó un poderoso Hechizo que mandó a volar a varios Ogrones hasta caer en las aguas del Mar de Draenor y corrió hacia donde estaba Megumin.

- ¡Megumin, ¿lista?!.- Preguntó el Archimago de Azeroth. Ésta se volteó, asintió con la cabeza y de ahí extendió sus brazos con el Báculo.

- ¡Lista!.- Respondió ella y de ahí tomó el arma con sus dos manos, apuntando hacia las playas.- ¡Por mis amigos y por mi Mundo arrasado por estas viles criaturas alternas, las vidas que se han llevado consigo y los pueblos junto a las ciudades, ahora convertidos en montones de escombros, pero ha llegado la Justicia! ¡"EXPLOSIÓN"!.- Anunció la chica y de ahí, un poderoso resplandor y fulgor corrió por la punta del Báculo. Los bombardeos continuaban, varias naves de las Fuerzas Aliadas luchaban contra el fuego, otras evacuaban a sus tripulantes, llevándolos a los botes salvavidas. Los proyectiles no cesaban de caer. Hubo un estallido, una poderosa esfera de tres colores viajó en dirección hacia la zona de desembarco.

En las playas, BlackHand lo contempló, no pudo hacer nada. Solo los que estaban allí vieron como los barcos de la "Flota de Hierro" y los cañones que emplearon para bombardear la "Cresta del Fuego Glacial" y los barcos enemigos terminaron por explotar, reducirse en enormes bolas de fuego que se fueron hundiendo, los tripulantes de "La Horda de Hierro" saltaban a las aguas mientras que se hundían las embarcaciones. La "Explosión" que Megumin lanzó tomó a todos por sorpresas y en aquel barco, la Hechicera permaneció de pie, sosteniéndose con su Báculo y evitando caer al piso. Ante aquella contra-ofensiva, los asaltantes se retiraron para defender las playas e intentar recuperar los cañones que fueron alcanzados por el impacto.

BlackHand estaba sin palabras pero mantuvo la postura, no iba a ceder ante el miedo ni la angustia. Había dejado instrucciones a sus Lugartenientes para continuar con las operaciones, solo era un "contratiempo" y nada más que eso. Las fuerzas del "Clan BlackRock" continuaban con su asalto de aquellas heladas regiones y no serían detenidos por nada, ni siquiera por un "truco barato" de Magia. Sin embargo, la fuerza que dio aquel Hechizo llevó a que cayera al piso, impulsado por una violenta "ráfaga" que hizo temblar y mover los árboles, hacerles caer la nieve que llevaban encima y hasta provocar deslizamientos y avalanchas de rocas en las Montañas de ese lugar. Cuando se levantó, vio y oyó los gritos de las Fuerzas Aliadas desembarcar y atacar con ferocidad a los suyos. Inmediatamente tomó su Martillo pero un nuevo sonido atrajo su atención, volteándose y oyendo a los "Frost Wolf" que se lanzaban contra ellos, tomándolos por sorpresa.

- ¡¿Qué?!.- Exclamó con furia, divisando a Durotan y Draka, quienes atacaban con severidad a los "BlackRock". Éstos no podían hacer muchos, a pesar de que estaban demostrando su resistencia, el enemigo los superaba y más por la táctica de ellos. 

Su semblante se tornó burlón, los tenía a escasos metros de él, podía avanzar y atacarlos para darles muerte, sin embargo, en el preciso momento en que iba a tomar carrera y blandir su Martillo de Fuego, una figura mucho más rápida se le adelantó, corrió y saltó hacia donde se hallaba la pareja de Orcos.

- ¡Jefe BlackHand!.- Le llamó uno de sus Tenientes y apuntó hacia las Costas, en donde ya la situación estaba descontrolada.

Gruñó y suspiró para sus adentros. Odiaba la retirada, no había algo más insignificante y patético que un Ejército cediendo la plaza a su enemigo, pero no había otra opción, necesitaba a sus fuerzas para llevar a cabo las próximas operaciones, así que fue hasta aquel Orco y le dio una orden expresa.

- Que se retiren a las naves.- Ordenó con seriedad.-

- ¿Tiene un nuevo destino, Jefe BlackHand?.- Inquirió aquel personaje robusto y de cola de caballo.

- Sí, pero no aquí: Más tarde nos ocuparemos de estos miserables traidores y de los "Exiliados ShadowMoon".- Respondió el pálido y al ver que su mensajero había captado el plan, asintió y comenzó a correr la voz para que se retirasen del lugar. BlackHand, por su parte, observó con rabia y apretando los dientes hacia aquella chiquilla responsable de la destrucción de su Artillería y el desastre en sus filas.- Mocosa insolente, juro que la próxima será la última vez que nos veamos.- Amenazó con darle fin a su existencia.

Por su parte, en las playas, la arena se teñía de rojo por la sangre derramada, las Fuerzas Aliadas comenzaban a establecerse allí y atacaban a los "BlackRock". Megumin se hallaba con Khadgar y Chomosuke a su lado, lanzando poderosos conjuros y hechizos que le permitían no caer exhausta tras los combates. Había usado una gran cantidad de su Magia para bombardear los cañones enemigos, pero aún así, con el correr del tiempo y más en los días en que combatió al "Rey Demonio", había logrado evitar caer desplomada al piso. Ella era una verdadera Hechicera delante de los Magos de Dalaran, a los cuales daba apoyo y éstos la ayudaban, diezmando a las máquinas enemigas y a los Chamanes que huían de allí, reagrupándose para su próximo ataque. Thrall blandió el "DoomHammer" y le destrozó el cráneo a otro "BlackRock", desplomándose contra el piso y dejando un hilo de sangre en el mismo.

- ¡Eres toda una Campeona, Megumin!.- Le felicitó Lady Liadrin, mientras que su Magia atacaba a la Caballería enemiga, llevando a que los lobos entraran en pánico y llevaran a la retirada.- Si el Archimago Rhonin te hubiera conocido, él se sentiría muy orgulloso de ti.- Recordó a aquel joven Mago de Dalaran, el cual había contraído matrimonio con Veressa Windrunner pero que había fallecido durante los acontecimientos de la "Caída de Theramore" por la "Bomba de Maná" que el Jefe de Guerra Garrosh Hellscream había ordenado lanzar.- ¡Cuidado!.- Alertó cuando vio que un Orco armado con dos Hachas intentaba asestarle un golpe pero Megumin lo inmovilizó en el aire.

- Nunca ataques a alguien por al espalda, amigo.- Le advirtió la peli negra y lo lanzó hacia donde estaban los otros, cayendo como si fueran árboles en medio de una tormenta de nieve.

BlackHand, por su parte, miraba el desarrollo de los combates: Los Ejércitos del "Clan BlackRock" no podían avanzar por la tenaz resistencia que las tropas de los "Frost Wolf" ejercían, haciendo un feroz empuje de retirada, las máquinas de guerra debieron dar la vuelta y regresar hacia las playas, buscando un punto seguro de donde escapar. Los Tenientes del Jefe de aquel Clan daban las órdenes de que debían irse de allí, la Batalla de la Cresta del Fuego Glacial estaba perdida y solo un repliegue masivo podía salvarlos del desastre. Mientras tanto, él notó a Orgrimm DoomHammer pelear contra Durotan y Draka, con valentía, "honor", pero en un momento dado, lo que éste había diseñado no era más que una "escena", ya que se dejó vencer y Durotan lo agarró del cuello, poniéndolo contra un árbol.

- Eras mi "Hermano", Orgrimm, ¡te consideraba de esa manera, ¿y así me las pagas?!.- Preguntó con furia, colocándolo el Hacha de Garad en el cuello, listo para ejecutarlo.

- No...No, espera...Durotan.- Pedía el peli negro con el aire que se le escapaba de los pulmones.

- No pierdas tu tiempo: Acaba con su vida, es un miserable que nos apuñaló por la espalda. Dejarlo así será para que nos vuelva a traicionar.- Advirtió Draka, la cual colocó sus espada-dagas contra el pecho del Lugarteniente de los "BlackRock".- Más te vale decir la verdad, DoomHammer o de lo contrario seré yo quien te arranque tu maldito corazón.- Dejó su mensaje establecido, sin embargo, lo único que pudo dar Orgrimm fue como un misterioso aullido de "Lobo" provenía desde los rincones de los pasos montañosos.

- ¿Qué?.- Se preguntó Durotan con asombro ante aquella misteriosa llegada.

Desdela lejanía, por el Norte, allí venía un poderoso y temible "Señor de la Guerra",musculoso, alto y vestido con piel de lobo junto a dos poderosas Hachas deAcero, mientras que sus tropas avanzaban a su paso y acompañado por sus hijos.Éste se mostraba frío, severo e inteligente, alguien que regresaba del Pasadopara enfrentarse a aquellos que lo habían expulsado tras un mak'gora. Ahora, aquel que se había convertido en el Jefe del "Clan ThunderLord" venía como un "Refuerzo".

- Alguien que creía "muerto" ha regresado a la vida. Un hijo perdido que formó parte de ustedes y que ahora está al mando de un Clan.- Dijo con un tono serio, mientras que el viento movía las prendas de lobo que vestía. De ahí, sus hijos se acercaron hacia él.- Hatock, Grotan, Skal, ordenen el avance.- Impartió aquello.

- Sí, padre.- Respondió Hatock e hizo sonar los cuernos.

El eco de aquellos instrumentos resonó por los pasos montañosos, llamando la atención de Durotan y Draka, quienes soltaron a Orgrimm y este cayó al piso, quedando ante la atenta mirada de aquel al que considero su hermano.

- Lárgate de aquí. Te perdono la vida pero nunca más vuelvas a estas tierras.- Le ordenó con seriedad, mientras que se ponía de pie y se retiraba junto a las fuerzas que habían allí.- Y Orgrimm.- Le llamó y el otro se volteó.- Buena suerte con tu Futuro.- Finalizó y se dirigió con los suyos hacia los pasos montañosos.

No dijo nada, tuvo que poner paños fríos a la situación y retirarse de allí para dirigirse hacia las costas que aún tenían aseguradas y de ahí poner rumbo hacia el próximo destino que BlackHand tendría en mente.

- ¡Vamos, debemos darles una mano!.- Pidió Megumin, viendo las columnas de polvo que levantaban los jinetes de los "Frost Wolf" y fueron ingresando en los bosques y tundra helada.

La Hechicera avanzaba con los suyos por esos páramos, viendo que aquellos Guerreros Orcos se dirigían hacia el Norte, hacia una batalla que era del Pasado y del Presente en su lucha, un encuentro de dos facciones y de familias que quedaron separados por diversos acontecimientos. Hechos de los cuales ella iba a ser testigo junto a sus amigos que se encontraban en los territorios del Draenor Alterno.

Mientras tanto, en el Valle ShadowMoon, Ner'Zhul lo había logrado en despertar los poderes de la "Estrella Oscura". Aquella fuerza yacía en lo más profundo del Astro brillante y una poderosa energía manaba de ella, cayendo en picada, como si fuera una catarata contra el piso e inundando el "Círculo de Poder". El Anciano Chamán se encontraba ante aquel éxito, a pesar de que los combates habían empezado y las líneas estaban cayendo ante el poderoso peso arrollador de las Fuerzas Aliadas, pero nada lo iba a detener.

Nadie iba a detener su plan, la "Estrella Oscura" le pertenecía a ellos y ni Garrosh o las Fuerzas Aliadas se iban a entrometer en ello. Mientras tanto, por los extensos Valles, allí podía oírse el enfrentamiento que se estaba dando y que no parecía ceder.

- ¡RECIBAN ESTO!.- Exclamó Aqua y una poderosa corriente barrió con los enemigos que iban hacia ellos.

- ¡Excelente trabajo, Señorita Aqua, vamos a necesitar de su ayuda para llegar al Centro del Valle!.- Le felicitó Yrel, quien utilizaba sus poderes para abrir una brecha.

- Cuenten conmigo.- Se unió Kazuma y éste se enfrentaba con su Espada y sus poderes, abatiendo a cuanto Orco que se le interpusiera en su camino. En ese momentos, el Comandante Vorka apareció, produciendo un poderoso estallido con su cañón, sin embargo, fue Darkness la que detuvo al oponente con su escudo.

- Yo me encargo de este tipo. Ustedes vayan a detener al loco de ahí.- Les encomendó Darkness esa misión, golpeando con su Espada a Vorka, quien se defendió con su Hacha.

- ¡Qué Humana tan valiente!.- Repuso con orgullo y burla.- Pero no vivirás lo suficiente como para presenciar el alzamiento de los Muertos con el poder de la "Estrella Oscura".- Sostuvo el Orco y trazó un arco, mientras que Darkness lo detenía y se defendía.

- ¿Sí? ¿Tú y cuántos más?.- Le espetó ella y eso lo hizo enfurecer.

- ¡Ja!. Si supieras a los que he matado en tu Mundo. Aún puedo oír sus gritos mientras les atravieso sus corazones y los decapito.- Apostilló, cargó nuevamente y puso a la rubia contra las cuerdas.

- Jamás te las pagaré por lo que le hiciste a Axel y sobre todo al "Culto de la Diosa Eris"!.- Bramó la rubia y aquello fue un duelo de Titanes, siendo observada por Tirion Fordring.

El Comandante Vorka era sumamente fuerte y no parecía ceder terreno ante los golpes que Darkness efectuaba contra él. En un momento dado, una nueva explosión cayó cerca de ella, arrojándola hacia adelante y recibiendo un puñetazo de parte del villano, el cual gozaba con su sufrimiento.

- "No te dejes dominar por tu lado masoquista. Mantén ese fetiche bajo llave. Eres una Paladín, como te dijo el Señor Tirion Fordring, una Dustiness y nosotros no le tememos a nadie".- Se daba fuerzas y ánimos así misma, intentando ponerse de pie tras haber sido tirada contra el piso. Oyó los pasos del Orco y éste se colocó en posición de batalla.

- ¿Y bien?.- Preguntó expectante.

- Aún no oí la campana, amigo.- Sostuvo la rubia y con su Espada en ristre, se preparó para enfrentarlo.

- Que así sea.- Sentenció el enemigo y ambos cargaron por última vez. Un poderoso arco descendente se dirigió hacia Darkness, la rubia trazó el suyo contra Vorka y de ahí, en medio de todo enfrentamiento, un solo sonido atravesó el aire.

La rubia había cerrado los ojos, creyendo de que había muerto, de que el ataque había sido rápido pero al abrirlos, ésta notó de que no estaba en el Más Allá ni tampoco presentaba una herida grave pero frente a ella, el Comandante Vorka del "Clan ShadowMoon" había recibido una estocada contra su pecho, golpeándose el mismo con su mano derecha, en señal de respeto hacia la Paladín, para después desplomarse sin vida contra el suelo.

Acto seguido, Darkness lo miró con seriedad, sus ojos se clavaron en aquel militar Orco y hundió la punta de su Espada en la superficie, guardando silencio por aquel rival y su honor al haber caído en combate. Sin embargo, el combate no parecía haber terminado, sino de que, todo lo contrario, se estaba volviendo más tenso.

Yendo hacia el "Círculo de Poder", Kazuma, Aqua, Yrel, el Profeta Velen y Maraad llegaron hacia donde se hallaba el Anciano Chamán Ner'Zhul, quien alzaba su Cetro de Poder, elevando las energías de aquel Astro por los Cielos, serpenteando en una serie de colores negro y violeta. En un momento dado, el castaño dio un paso al frente pero fue detenido por la voz del Orco, quien golpeó el suelo con aquel artefacto, llevando a que se produjera un temblor y un rayo blanco cegara el ambiente por unos instantes.

- ¡Oye, viejo, detente, nos matarás a todos!.- Le advirtió Kazuma pero Ner'Zhul no detendría su operación por nada del Mundo.

- ¡Silencio, Humano!.- Le ordenó con un tono serio en su voz.- ¡Observen!.- Pidió su atención y las energías malignas se dirigían hacia los Cielos.- La "Estrella de la Oscuridad" cae sobre ustedes, ¡"La Horda de Hierro" prevalecerá y todos los que se opongan a nosotros...morirán!.- Dejó su advertencia.

- Sí, sí, muy emotivo lo suyo, pero, como diría John Hammond: "Si, bueno, ¿quién tiene hambre?".- Se burló el castaño y extendió su mano derecha.- ¡"STEAL"!.- Lanzó su ofensiva, pero al momento de querer detener el Hechizo, Velen e Yrel lo sacaron del camino, tirándolo contra el piso, salvándolo.- ¡¿Qué hacen?! ¡Lo tenía en la mira!.- Exclamó con frustración en su voz.

- Es Magia del "Vacío", no debes tocarla ni mucho menos sin conocerla.- Le dijo el Líder de los Draenei, quien le tendió su mano y miró hacia donde yacía aquella corrupción.

- Esperen, pero ahora que el viejo se escapó, ¿cómo haremos para detener a la "Estrella de la Oscuridad"?.- Quiso saber Kazuma al respecto.-

- ¡Ya sé!. Puedo usar mi "Purificación".- Sostuvo Aqua pero Yrel negó con la cabeza.

- Diosa Aqua, si usted o su novio emplean su poder para esto, no vivirán para contarlo, sucumbirán ante su poder y será mucho más peligroso.- Dijo la Sacerdotisa del Templo de Karabor.

- Pero...entonces estaremos condenados.- Reconoció el castaño aquel peligro inminente, sin embargo, Velen no pensaba lo mismo. Estaba en silencio, miró a Yrel, los ojos de la Draenei se tornaron en una expresión triste al saber la decisión que su Maestro había tomado.- Espere, un momento, Gran Profeta, ¿qué piensa hacer?.- Preguntó Kazuma y el Líder dio unos pasos al frente.

- Eres un joven con un camino que apenas estás recorriendo, Kazuma Sato. Pero los peligros con los que te toparás serán mucho más complicados, pero, aún así, confío en ti y en tus amigos. Cuídalos, protégelos, sobre todo a la Diosa Aqua. Luchen y no permitan que el enemigo arrasa lo que ustedes tienen.- Depositó el Profeta Velen hacia el joven y su novia, así como también a sus amigos, para después dirigirse hacia Yrel.

La Draenei permanecía callada, de ahí, el Líder extendió su mano y un símbolo que yacía sobre su frente desapareció, transmitiéndose en una luz hacia la Sacerdotisa de "La Luz".

- ¿Qué...Qué ha sido eso?.- Se acercó Wiz con Vanir hacia ellos, pero no obtuvo respuesta, ya que la tenía allí: Velen se dirigía hacia el "Círculo de Poder". Desvaneciéndose, apareciendo dentro del Centro de ese mismo, el Anciano Draenei alzó su mano izquierda y una poderosa corriente de "Luz" lo cubrió por completo, llevando a que sacrificara su vida. Una poderosa explosión surcó los Cielos, aquel "tornado" de energía maligna se iba convirtiendo en un "Haz Luminoso" y con ello, otro estallido que dio por alcanzado a la "Estrella Oscura", la cual volvió a ser liberado de todo rastro de la corrupción, mientras que sus energías resplandecían y llenaban con fuerza y valentía a los Draenei, siendo liderados por Maraad, los cuales cargaron contra los Orcos enemigos.

De ahí, K'ara, aquel Naru que había sido corrompido y ahora purificado por el Profeta Velen, resplandeció bajo un color dorado y todo ante la mirada de Yrel, Kazuma, Aqua y los demás, los cuales vieron a la Draenei y la posición que ella tenía en esos momentos, una que cumpliría en el nombre de Velen y su noble sacrificio por su pueblo.

[El sacrificio de Velen no ha sido en vano y con ello, la "Estrella de la Oscuridad" pudo ser purificada, sin embargo, ¿cómo será la Batalla de la Cresta del Fuego Glaciar? ¿Lograrán Megumin y los otros llegar hasta Durotan y Draka? ¿Qué pasará con Ner'Zhul? ¿Cuál es el plan secreto de BlackHand y qué era lo que Orgrimm intentaba decirle a su viejo amigo Durotan?. Eso lo veremos más adelante. No se lo vayan a perder, amigos.

Mando saludos y agradecimientos para todos los seguidores. Nos estamos viendo en el próximo capítulo.

Les deseo un excelente día Miércoles de mi parte para todos ustedes, Camaradas.

Buenas noches y que descansen.].

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