"Asuntos del infierno"

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Poco a poco el temeroso fin se asercaba a manos de los exorcistas y cada demonio podía presentirlo.

No había día en que la noticia retumbara en los televidentes del infierno como un amargo recordatorio el cual tendría que volver a vivir y sin embargo, solo algunos podían darse el lujo de ser bendecidos de cierta forma.

El sorteo de refugio hacia los demonios de afuera del imperio se empezó a exparsir en el infierno de forma "Aleatoria", si bien una parte fue Dada por esta misma lógica, había una pequeñísima parte de la cual...

Blitzø: Uh?, Que es esto?

Que habia Sido elegido.

En lo que se podía divisar como el departamento de un jefe peculiar, se podía divisar una pequeño sobre dentro de su apartamento.

Loona: Una carta?, vaya no sabía que tenías tantos amigos...

Blitzø: Bueno que puedo decir, solo tengo 4 y uno de ellos me odia, es bueno no?

Ante lo dicho cierta loba adolescente solo enfoco su mirada hacia su célular dejando una peculiar sensación de tristeza al no recibir respuesta.

Loona: (Dando cuenta) y bien?, no planeas husmear la correspondencia ajena?.

Blitzø: Oh me conoces tan bien mi pequeña...

Ante aquella respuesta cierta loba gruño con desden para que su padre adoptivo abriera el sobre dejando ver una peculiar placa de un tono morado.

Blitzø: Y está porquería que es?

La peculiar placa morada solo dejó ver un número inscripto en ella bajo dos nombres, lentamente y por curiosidad su hija se aserco para mirar aquel extraño objeto reconociendo lo al instante.

Loona: Vaya, por qué no lo ví venir...

Blitzø: Oh tú sabes que es esto?

Ante lo dicho, cierta can infernal apunto hacia la tele mientras miraba a su padre.

Loona: Encerio no has visto las noticias?.

Blitzø: Bueno...estoy muy ocupado buscando futuros clientes, no me mires así jovencita.

Loona: *Suspiro* Eres tonto o te haces?, Esto es nuestro boleto para salvarnos de los de arriba, espera... Cuando te reconciliarte con el?

Ante la pregunta cierto IMP solo miro de reojos enfocandose en la tele mirando como cierto Overlord mostraba su plan a los televidentes.

Blitzø: Nunca lo hice pero... hey, supongo que tenemos bastante suerte, no?

Loona: Si claro, "mucha suerte*

Blitzø: Oh vamos, suerte o no almenos estaremos vivos para la otra mitad del año.

Sin más respuesta cierta can se retiró con tono irritado para volver a su cuarto bajo la mirada peculiar de su padre adoptivo que miraba de reojo lo que tenía en manos.

Blitzø: Encerio fue suerte...?

Sabía perfectamente que está salvación no había Sido elegido al azar, incluso aquel hecho que sucedió hace tiempo que los separó fue el punto de declive de su relación y sin embargo, pensaba que aquel Ex-bartender aún lo consideraba pese a ello.

Pero...

mejor enfoquemonos en cierto punto, En el corazón del Inframundo, en medio de la majestuosidad y el caos que lo caracterizaba, el demonio del frío, Cooler, se encontraba inmerso en profundos pensamientos. La conversación con la Reina Lilith Magne lo había dejado intrigado, y sentía la necesidad de obtener más información sobre el cielo y los exorcistas que representaban una amenaza inminente.

Con una idea en mente, Decidió recurrir a sus fieles querubines, Cletus, Collin y Kennie, quienes habían sido desterrados del cielo y ahora le servían como mano derecha. Sabía que podrían ofrecerle información valiosa sobre el tema y ayudarlo a comprender mejor esta perspectiva del cielo que los atormentaba.

Con determinación en su mirada, Cooler o mejor dicho "Diablo" cito a sus querubines, preparado para iniciar una conversación que podría revelar nuevos detalles sobre los peligros que acechaban al Inframundo.

En menos de un minuto en su peculiar oficina del emperador, los tres presentes se encontraban justamente en la presencia de Demonio del frío.

Cletus: ¿Qué está pasando, señor? ¿Por qué nos citó tan repentinamente?

Yo: Me disculpo de ante mano pero hay varios temas que necesito abordar y entender primero y solo puedo contar con ustedes.

Collin: No es necesario sus disculpas señor, estamos para servirle.

Ante la versatilidad de aquellos querubines cierto demonio decidió continuar con lo que tenía en mente.

Yo: Me alegra saberlo, en respecto a la junta que se llevó a cabo, necesito saber lo que hablaron.

Collin: Sí, señor, Según el informe de Velvette, surgió un debate sobre la amenaza de los exorcistas y cómo deberíamos abordarla.

Kennie: Pero lamentablemente, no llegamos a ninguna conclusión. Parece que muchos Overlords dudan de las posibilidades de éxito contra los... ángeles.

Cletus: En resumen, la reunión no fue muy productiva. Hubo mucha incertidumbre y desconfianza entre los líderes del Inframundo y bueno, uno que otro descontento.

Cooler asintió, procesando la información mientras consideraba cómo abordar los desafíos que se avecinaban.

Yo: Entiendo. Gracias por informarme. Ahora, hay otro asunto importante que necesitamos discutir. Pero antes, ¿hay algo más que debería saber?

Ante lo dicho cierto querubines se miraron entre sí para mirar el informe con peculiaridad

Cletus: Ahora que lo dice, hay un asunto muy detallado en el informe...

Yo: De que tipo?

Kennie: El tipo que mayorme se resuelve en privado... Y más?

Yo: Sin pena, estoy aquí para escucharlo.

Collin: Bueno, señor, Logramos que velvette fuera a la junta tal como lo pidió y, tiene una solicitud muy peculiar para usted.

Cletus: Oh más bien pidió una recompensa por su tiempo prestado.

Yo: Oh es cierto... *Suspiro* y está petición es?

Collin: resulta que Velvette pidió prestado el... erm... ¿cómo debería decirlo? La mano del Emperador por 10 minutos.

Yo: Uh?. Y para que?

Collin: Quiero pensar que para actividades ordinarias.

Yo: Hmm.

Cletus: Bueno siendo totalmente sincero fue muy claro con las indicaciones.

Collin: Indicaciones para algo un poco más sospechoso!

Cooler arqueó una ceja, intrigado por la insinuación de Collin.

Yo: ¿Actividades sospechosas? ¿Qué tipo de actividades tenía en mente Velvette?

Kennie: Bueno, señor, no estamos del todo seguros, pero parecía bastante decidida y... ¿cómo decirlo? Muy emocionada por la oportunidad.

Cletus: Y según parece, Usted aceptó estás condiciones por su participación, de igual forma cita que en caso de no poder usar su mano, su cola aún sigue siendo una segunda mejor opción.

Cooler asintió con un tono lúgubre, procesando la información mientras su mente se llenaba de especulaciones sobre lo que Velvette podría estar planeando, aunque sabiendo como es, nada bueno puede salir de eso.

Yo: Es la última vez que no específico las cosas...

Cletus: Entonces señor, cuando se realizará está reunión.

Yo: por suerte no fue claro en ese aspecto, Manténganme informado sobre cualquier desarrollo relacionado con este asunto y de preferencia... si está por aquí.

Cletus: Entendido señor.

Yo: Bien ahora, quería hablar con ustedes de algo peculiar.

Ante el peculiar tono del emperador, la duda carcomía a los querubines aunque Cletus, sabía perfectamente que un tema que requiere de su presencia, solo debía dar para una cosa.

Cletus: Y ese asunto es...?

El emperador que se encontraba dándole las espalda en ese momento mientras visualizaba su refugio solo cerró sus puños para finalmente soltar lo que quería saber.

Yo: Quiero saber detalladamente todo lo que saben...

Sobre el cielo.

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Habían pasado minutos.

La pregunta al principio eran sencillas, más que nada era entender lo que sucedía arriba, pero entre más avanzaban, más se percataba de algo.

Cooler se sumergió en la investigación del cielo junto con sus querubines, pero pronto notó que algo no estaba bien. A medida que profundizaban en la búsqueda de información, los querubines parecían cada vez más tensos y nerviosos, como si estuvieran ocultando algo importante.

Yo: (frunciendo el ceño) Logro entender algunas cosas pero Algo no cuadra aquí, además... ¿Por qué están tan inquietos?

Cletus, Collin y Kennie intercambiaron miradas nerviosas, evitando el contacto visual con el emperador.

Cletus:(titubeando) Señor, puede que haya algunos... obstáculos en nuestro camino. Obstáculos que no podemos superar.

Collin: (añadiendo apresuradamente) Y, eh, algunas restricciones sobre lo que podemos revelar. Cosas que están fuera de nuestro control.

La vaguedad en sus respuestas solo aumentó la sospecha de Cooler. ¿Qué estaban ocultando sus querubines? ¿Y por qué parecían tan ansiosos por mantenerlo en secreto?

Yo: (con voz firme) Quiero respuestas, querubines. No puedo permitir que haya secretos entre nosotros, especialmente no cuando estamos enfrentando una amenaza como esta. ¿Qué es lo que no me están diciendo?

Los querubines intercambiaron miradas nerviosas antes de que finalmente uno de ellos, Cletus, tomara la palabra.

Cletus: Señor, hay ciertas... misiones, por así decirlo, que nos fueron encomendadas hace mucho tiempo. Misiones que están más allá de nuestro alcance revelar, incluso a usted.

Kennie: Es una cuestión de lealtad y juramento. No podemos romper nuestros lazos con... aquellos que nos encomendaron estas misiones.

La revelación dejó a Cooler atónito. ¿Qué tipo de misiones secretas podrían tener los querubines, y quiénes eran aquellos a quienes servían tan fielmente? A medida que la incertidumbre se apoderaba de él, sabía que necesitaba descubrir la verdad detrás de los secretos de sus querubines, incluso si eso significaba enfrentarse a un enemigo desconocido y poderoso.

Ante los hechos, cierto demonio del frío miró fijamente a sus querubines con una mezcla de sorpresa y decepción en su rostro. No podía entender por qué, a pesar de haber sido exiliados del cielo y haber encontrado refugio bajo su protección, los querubines aún guardaban secretos que parecían estar más allá de su control.

Yo: (con voz grave) ¿Cómo es posible que después de todo lo que hemos pasado juntos, después de haber sido exiliados del cielo y haber encontrado refugio aquí en el Inframundo, aún mantengan secretos que me ocultan? ¿Acaso no soy su líder y su protector? ¿Acaso no merezco su confianza?!

Las palabras del emperador denotaban disgusto hacia los presentes.

Yo: Los podría obligar justo ahora a soltarlo todo con el contrato de lealtad, sería un dolor inmenso el que sentirían hasta que me dijeran todo lo que quiero, pero... Me niego hacerlo de esa forma...

Los querubines bajaron la mirada, avergonzados por las palabras de Cooler. Sabían que habían herido profundamente la confianza de su líder, pero también sabían que ciertas lealtades y juramentos eran más poderosos que cualquier lazo que tuvieran con él.

Cletus: (con voz temblorosa) Señor, no es que no confiemos en usted. Es solo que... hay ciertas cosas que nos fueron encomendadas mucho antes de que usted nos salvara del exilio.

Collin: (añadiendo con pesar) Y no podemos romper esos juramentos, aunque eso signifique mantener secretos de usted.

Cooler suspiró, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros. Sabía que no podía forzar a los querubines a revelar sus secretos, pero tampoco podía ignorar el hecho de que había algo más en juego aquí. La lealtad de los querubines estaba dividida entre él y aquellos que los habían enviado en una misiones secretas mucho antes de que él cruzara sus caminos.

Yo: (con resignación) Muy bien. Entiendo que hay límites que no pueden cruzar, incluso por mí. Pero recuerden que estamos enfrentando una amenaza que pone en peligro a todo el Inframundo y nada más les recuerdo que el quien les dió la espalda...

Es justo ahora al que le juran lealtad.

Sin más opciones aquel emperador se empezó a retirar con resignación mientras Los querubines asintieron en silencio, sintiendo el peso de la responsabilidad que recaía sobre sus hombros. Aunque sus lealtades estaban divididas, sabían que debían trabajar juntos si querían tener alguna posibilidad de enfrentarse a la creciente amenaza que se cernía sobre ellos, aunque fuera de lo menos posible.

Cletus: (En tono bajo) El cielo no es tan hermoso como lo pintan señor...

Bajo ese último aliento el emperador se retiró de la sala sin saber del todo lo que buscaba, había cosas que no estaba saliendo como le gustaría, todo sobre el cielo era un enigma, uno el cual nisiquiera sabe cómo funciona y ese hecho lo hacía dudar pues el cielo es algo muy desconocido para cualquier ser del Inframundo.

La cita de reunión para la junta del cielo le había llegado y Lilith se había hecho cargo del temor del rey del infierno, pero para ello tenía que acudir como lo había prometido.

Pese al tiempo y los favores...

Octavia (Mensaje)

-Podemos vernos?

Todavía tenía que asistir a una pequeña reunión antes de zarpar con la princesa del infierno a territorio desconocido.

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Bueno, poco a poco nos vamos acercando, tampoco quiero acelerar las cosas pero sin Temos a decirlo.

Es probable que en dos capítulos ya veamos el tema de la junta del cielo, así que, nos vemos :D

-Preguntas?




















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Posdata, Estará realmente roto Adam en este fic, solo digo eso.

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