En lo que parecía una simple guardería sin duda alguna jamás esperarias algún acontecimiento extraño y sim embargo, está es una de esas veces que por raro que parezca, está sucediendo

El sol se levantaba sobre la guardería, iluminando las coloridas paredes y los juguetes dispersos por el suelo. Ángel, ahora en la forma de Gundam, se encontraba en una esquina, su figura imponente visiblemente fatigada a pesar de su apariencia física intacta. Con la mirada perdida en el horizonte de juguetes, su mente estaba llena de confusiones y dudas. Las palabras de Lotso y la traición de sus antiguos aliados seguían resonando en su cabeza, pesando como una carga sobre sus hombros.

El gumdan respiró hondo, intentando reunir fuerzas para enfrentar otro día en la guardería. A su lado, el espacio vacío donde solía estar su brazo perdido era un recordatorio constante de los sacrificios que había hecho y de los desafíos que aún enfrentaba. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, la determinación seguía ardiendo, una pequeña llama de esperanza que se negaba a extinguirse.

Justo cuando el gumdan estaba a punto de sumergirse en sus pensamientos una vez más, escuchó un murmullo familiar en la distancia.

El sargento, con su uniforme impecable y su mirada aguda, se adelantó y tomó la palabra en nombre de su equipo.

Sargento: General, venimos a informarle

comento el sargento, su voz resonando con autoridad en la habitación.

Yo: Adelante, sargento. ¿Cuál es la situación?

Sargento: Pese a todo, hemos podido recuperar a gatito del basurero, no muestras aun signos de vida y su recuperación no está costando sin las piezas adecuadas, sus heridas... no creo que hayan sido del todo hecho por niños.

Continuó el sargento, manteniendo su postura firme, lentam el gundam solo apretaba sus puños con desde al ver cómo todo pintaba realmente mal.

Sargento: Lamentablemente. Es una vista desoladora.

Aquel general escuchó con atención, asimilando la información con seriedad. El dolor en su corazón creció al saber el sufrimiento del peluche de gato, una víctima más de la crueldad de este mundo. Sin embargo.

El sargento, con su uniforme impecable y su mirada aguda, observó con sorpresa cómo pese a la lamentable situación,como el gumdan sacaba de su pecho una hielera de costura y un poco de relleno, materiales que había mantenido en secreto dentro de sí.

Sargento: General, ¿qué es esto?

preguntó el sargento, sorprendido por el gesto del robot.

Yo: Son suministros de costura. Lo guarde dentro de mi por mucho tiempo, Pienso que podrían ser útiles para reparar a gatito...

Exclamo con voz apesadumbrada, extendiendo los materiales hacia el sargento.

El sargento, aunque sorprendido por el gesto, no dudó en aceptar los suministros. Sabía que, en momentos como estos, la unidad y el trabajo en equipo eran fundamentales.

Sargento: Gracias, general. Pero, ¿de dónde sacaste el relleno?, tengo entendido que no tenemos acceso a estos... recursos

preguntó el sargento, curioso por la procedencia de los materiales, pero en el fondo su vos se apagaba ante la cruda realidad.

Gumdan devastado por los recuerdos que le traía esa pregunta, no pudo responder, la mirada del sargento demostraba lo inusual de esta misión y... Lo que estaba costando

Sargento: Entiendo.

El sargento observó atentamente a Ángel mientras procesaba sus palabras y su expresión abatida. Era evidente que la situación estaba afectando profundamente al general Gundam, y su determinación se estaba viendo opacada por la abrumadora carga emocional que llevaba sobre sus hombros, y que no pedirá expresar por su casco.

Sargento: General, sé que esto no es fácil para ti...

comentó el sargento con voz compasiva, colocando una mano reconfortante en el pie del Gundam que lo supera por mucho en tamaño.

Sargento: Pero debes recordar que eres un líder para todos nosotros. No puedes permitir que Lotso te haga dudar de quién eres y de lo que representas.

El robot escuchó las palabras del sargento, pero el peso de la culpa y la desesperación seguía pesando sobre él como una losa. Sabía que Lotso lo estaba manipulando, utilizando sus debilidades contra él, pero resistir esa influencia era más fácil decirlo que hacerlo.

Yo: Sargento, no sé cuánto más puedo resistir esto

confesó con voz quebrada, luchando por contener sus emociones.

Yo: No quiero convertirme en un monstruo como Lotso, pero a veces siento que no tengo otra opción, que lo mejor para todo es acabar con el de una vez por todas.

-Aunque alguien tenga que mancharse las manos por los demás.

El sargento miró fijamente a mecha, comprendiendo la gravedad de su dilema. Sabía que debían encontrar una manera de liberarse de la influencia tóxica de Lotso antes de que fuera demasiado tarde.

Sargento: General, estamos juntos en esto. Encontraremos una solución juntos, como siempre lo hemos hecho.

Aseguró el sargento con determinación, infundiendo ánimo en las palabras.

Sargento: No estás solo en esta lucha, y juntos superaremos este desafío, recuerda por qué motivos hemos aguantado esto y quien es el verdadero monstruo, pues cuando todo esto acabe, podrás decirle a su compañera y todos en sunny side.

- Que fuistes capas de derrotar al monstruo de fresa y sus ideales.

Las palabras del sargento resonaron en la mente del mecha, si juicio se había nublado por lo que se veía obligado a ser para proteger a su compañera, contrarrestando sus ideales por muchos.

Pese a todo, seguía intentando no ceder a un mal que lo carcomia, al mal que lo ponía a prueba y todo...

Para volver a verla una vez más.

Aquel gumdan asintió con gratitud, sintiendo un rayo de esperanza brillar en medio de la oscuridad que los atormentaba.

Yo: De verdad necesitaba escucharlo sargento, he perdido el control de la situación por un momento, lo siento.

Aquel soldado de juguete solo nego con la cabeza para responder.

Sargento: Usted es un juguete con Honor General, eso lo de más que claro por lo que había escuchado y créame que luchar a su lado con usted al frente aguantando todo como un tanque de guerra ha inspirado a los que siguen con usted...

Las palabras del sargento tuvieron que ser detenidas tras escuchar a la lejanía como una puerta de abría y se escuchaba el sonido de el carro.

Sargento: Es el...

Sin más opciones gumdan levantó la mirada para continuar con el plan.

Yo: ayuda a gatito, si cumples con tu parte yo podré cumplir con la mía.

Ante aquel gesto el soldado no dudo en actuar con ese hecho.

Sargento: de juguete a juguete, se que aguantaras esto y mucho más general, nos vemos en la siguiente reunión.

Sin más opciones aquel soldadito se empezó a retirar bajo los ductos de ventilación bajo la mirada del gumdan que solo suspiro con cansancio.

Yo: Figura de acción...

A medida que el monstruo de fresa se acercaba, Ángel se armó de valor y se preparó para resistir, recordando las palabras del sargento y el apoyo de sus compañeros. Juntos, enfrentarían a Lotso y restaurarían la paz en Sunny Side, sin importar cuán difícil fuera el camino por delante.

Lotso hizo su entrada con su típica presencia imponente, acompañado esta vez por Bebote o también conocido en la operación como.

El monstruo del bañó, pese a su inocencia, si fuerza es de Temer.

Los dos se acercaron a Gumdan con una sonrisa siniestra en sus rostros, dejando en claro que tenían algo importante que decir.

Lotso: Oh Gundam, es un placer verte de nuevo en este bonito lugar, como te la estas pasando?

Exclamó Lotso con un tono burlón

Lotzo: Agradezco todo el apoyo que has estado brindando. Sin embargo, como sabrás, los niños en el salón oruga necesitan un poco de entretenimiento para empezar la semana. Y me pregunto si estarías dispuesto a ayudar, si es que quieres demostrar tu lealtad hacia algunos de los tuyos, aunque claro.

-Quien seguiría a otro monstruo?

La arrogancia en la voz de Lotso era evidente, y su propuesta estaba claramente cargada de malicia.

Cosa quel mecha entendió de inmediato que esto no era más que otra artimaña de Lotso para mantener su control sobre la guardería y manipular a los juguetes a su antojo.

El general, con calma y determinación, enfrentó la mirada desafiante de Lotso y respondió con firmeza.

Yo: Aunque tenga que luchar solo, no me rendiré para acabar con esto.

Lotso: Eh?, Ya veo, me agrada saberlo, al menos se que mi aburrimiento será saciado de alguna forma, o tu que piensas bebote?

Bebote, aunque no podía hablar, emitió sonidos de bebé y se movió nerviosamente, mostrando su lealtad hacia Lotso. Aunque no entendía completamente la situación, seguía a Lotso como un amigo, sin darse cuenta de las verdaderas intenciones de su líder.

Lotso, despreciando las palabras del mecha respondió con arrogancia.

Lotso: Oh, Gundam, siempre tan terco. Pero no importa, no esperaba que comprendieras. De todas formas, debes apresurarte hacia el salón oruga. La guardería está a punto de abrir y los niños necesitan su entretenimiento. Además, si te das prisa, podrías encargarte de maquillar la guardería para los nuevos. ¿No quieres asegurarte de que Rishetta esté a salvo y protegida?.

La malicia en las palabras de Lotso era palpable, y el robot lo sabía , entendió que esto era solo otro intento de manipulación por parte del tirano de fresa. A pesar de la provocación, Ángel mantuvo la compostura, sabiendo que debía resistir los juegos mentales de Lotso y proteger a Rishetta a toda costa.

Con una mirada determinada, Gumdan asintió con seriedad y se preparó para dirigirse al salón oruga. Sabía que el tiempo corría en su contra y que cada momento perdido significaba un mayor peligro para todos los juguetes en Sunny Side. Con la esperanza de un futuro mejor y la valentía en su corazón, se dispuso a enfrentar los desafíos que le esperaban, decidido a liberar a la guardería de la tiranía de Lotso y asegurar la seguridad de Rishetta y de todos sus compañeros.

-Incluso si eso requiera de un sacrificio mayor.

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Sip, me ha tardado bastante Pero los bloqueos noe dejan, espero poder terminar este fic, sin más que decir se despide su hongo elegante, nos vemos.