"La Misión"

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Antes de todo renuncia de derechos, nada de esto me pertenece incluyendo imagenes y personajes, todo se hace por mero entretenimiento, sin más que decir comensemos.
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Narro yo.

Quién diría que ser un juguete podría ser divertido, la imaginación de los niños antes las adversidades pueden ser curiosas, o incluso extrañas.

Forzarme a hacer algo que no quiero o fuera de lo lógico sería un ejemplo, en fin de pequeños hacíamos cosas raras con nuestros juguetes algunas veces...

En fin, dado que era el nuevo juguete llame mucho la atención.

Debo admitirlo, me volví el favorito de los chicos al instante que caí en sus brazos, mi diseñó al igual que mis accesorios me hacía en teoría el juguéte perfecto para cualquier aventura.

Desde el malvado invasor, hasta el gran caballero de plata, pero no todo puede ser bueno hubo uno que otro conflicto por quién me ocuparía, pero de alguna forma se las arreglaron para compartirme entre todos.

Y eso fue por qué la cuidadora tuvo que intervenir con la dura amenaza de quitarme del área

Supongo que todo se arreglo de alguna forma, en cuanto a Rishetta, no sé en qué la estarás utilizando pero cuando un niño hacia como que volaba pude verla estática junto a un grupo de niñas en lo que supongo es una fiesta de te.

Je, la dura verdad le callo como un balde de agua fría, pero para mí sorpresa se lo tomó a bien, se excusaba de que ella estaba preparada para cualquier situación y está revelación no era nada.

Aunque pude notar algo dentro de ella al decirlo, solo me queda confiar en su palabra.

Días pasaron en este paraíso, finalmente otro día había acabado y los niños se fueron dejando el lugar solo.

Al ver qué ya ni había nadie finalmente pude moverme de aquella mesa en la que me habían dejado junto a otro juguete.

Ken: Fiu, pero que día fue hoy grandote.

Yo: Ni que lo digas.

Dije para estirarme y checar que nada me faltará, tengo suerte de que mis extremidades estén atornilladas.

Ken: Si que tuvieron suerte al llegar a este salón.

Yo: hmm?, aquel te refieres?

Le pregunté al juguete de plástico, dudo en contestar pero al final...

Ken: Ves el salón de enfrente?.

Dijo para al instante apuntar por la ventana.

Yo: Si, pero que tiene de malo?, Solo es otro salón.

Ken: Eso es lo que parece pero créeme no querrás estar ahí

Yo: Ahora que lo recuerdo, ese cuarto se llama salón oruga, no?

Ken: Si...escucha cualquier juguete que es llevado ahí no es vuelto a ver.

Yo: Tan malo es?

Ken: El problema no es el lugar, si no los niños, son más pequeños que los de aquí y créeme que jugar con ellos será lo último que quieras hacer.

Esto me dejó pensando, tan peligroso era ese salón?

Rishetta: Con que aquí estás Gundam.

Dijo aquella figura de acción para ser ayudada a subir por un gato de peluche.

Yo: Veo que se divertían, eh?

Gato: ¡Ni que lo digas, fue una fiesta increíble!.

Rishetta: Oh, Claro...

Pude ver como puso una cara nerviosa y sin más empeze a reírme, se notaba a millas que le cuesta aceptarlo.

Rishetta: B-Bien, ¡ya deja de hacer eso!.

Yo: jaja, Lo siento...simplemente no puedo evitarlo.

Ken: Bueno los dejo, debo ir a mi mansión a prepararme para mañana.

Sin más aquel muñeca bajo de la mesa para irse.

Rishetta: ¿Estaban hablando de algo?

Yo: Si, del salón Oruga...

Al decir eso pude notar cómo aquel gato de peluche se le erizaron los pelos.

Gato: ¿E-El salón O-Oruga?

Yo: ¿Tu también?

Rishetta: Eh?, ¿Que sucede con ese salón?

Gato: Ese es el peor lugar en el que un juguete puede estar.

Rishetta: Por que?

Yo: Es peligroso Rishetta, según lo que me contó Ken en ese salón los juguetes no duran mucho.

Gato: Si tu amigo tiene razón, casi siempre muchos juguetes son tirarlos al basurero y la mayoría es de ese lugar.

Yo: Vaya...

Gato: Si de hecho mira, ahí va el conserje.

Sin más pudimos ver atrás vez de la ventana como un señor tiraba unos carros de plástico.

Gato: Es una lastima, pero...lo mejor es no hablar de ello.

Rishetta: Espera, simplemente los deja así, ¿no piensan hacer nada?

Gato: No podemos hacer mucho, solo mírame simplemente soy un gato de peluche.

Rishetta: Y si fueras tu el que estuviera en ese lugar pidiendo ayuda...?

Yo: Vasta Rishetta, ella no tiene la culpa de nada.

Gato: lo lamento, pero no me gusta hablar de esto, nos vemos mañana.

Dijo para irse dejando a ambos figuras de acción.

Yo: ¿Que crees que haces?

Rishetta: Como es posible que no hagan nada por ellos?, los están dejando morir.

Yo: Que esperabas?, son juguetes aunque quisieran no podrían hacer mucho.

Rishetta: Tienes razón, ellos no podrían hacer nada.

Casi al decir eso, pude sentir su mirada en mi.

Yo: Ah no, negativo.

Rishetta: Vamos, debemos hacer algo.

Yo: Que no oyes, incluso si llegamos a ese salón como pretendes ayudarlos, trayendolos aquí?

Gundam: Buena idea, Ves sabía que podría confía en ti.

Dijo para empezar a irse.

Yo: Lo siento pero me niego a ayudarte.

Rishetta: Eh?, Por qué?

Yo: Son muchos juguetes no podremos traemos a todos.

Rishetta: Bien, entonces...

Dijo para mirarme a los ojos

Rishetta: Los salvare a todos incluso si tengo que quedarme.

Yo: Bromeas, verdad?

Rishetta: Claro que no, así que te espero mañana por la mañana, si no llegas me iré sola.

Sin más que decir aquella figura se fue, dejando a aquel mecha pensando.

Pasaron las horas.

Me encontraba acostado en el sillón, estaba pensando en lo que había dicho.

Yo: Pamplinas, se dará cuenta de que tengo razón y volverá.

Me dije a mi mismo y el sol ya había, salido faltaban minutos para que el timbre sonara y los niños entrara.

Gato: ¡Gumdam!

Grito aquel gato de peluche llamando mi atención.

Yo: ¿Que ocurre?

Gato: Es rishetta ella...

Me dijo lo que había dicho y sin más empeze a correr a la entrada de este salón, encontrandome con algunos juguetes y Ken.

Ken: Llegas tarde, tu amiga cruzó al otro salón.

Yo: ¿Que?!, ¿Y por qué no la detuvieron?!

Gato: Lo intente pero no me huso cazo.

Yo: Esa enana...

Dije para avanzar pero.

Ken: No lo hagas estamos apunto de empezar.

Yo: Crees que no lo sé?

Ken: Si cruzas ahora es posible que no regrese hasta al atardecer.

Solo pude escuchar como el timbre sonó.

Ken: ¡No lo hagas Gundam!

Dijo aquel juguete para ver cómo aquel robot salió del salón rápidamente para dirijirse a aquel salón maldito.

Gato: ¿Q-Que hacemos Ken?

Ken: Nada, Esa fue su desición...ahora volvamos a nuestros lugar los niños están apunto de llegar.

Sin más todos incluyéndose el se dispersaron por todo el salón mientras que un gato de peluche miraba aquella puerta cerrada con preocupación.

(☆▽☆)

A/U: nada mal, sin más que decir se despide su hongo elegante nos vemos mis elegantes lectores y lectoras.







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