-Pov Stiles-

Abrió los ojos desconcertado. ¿Donde se hallaba? Ah, si. El loft. A su lado dormía Derek, con la boca ligeramente abierta.

No se decidia en clasificarlo por sexy o lindo. Ambas. Bajó, de un salto de la cama y por las escaleras, para llegar a la cocina. Tenía hambre.

En el piso de la habitación se hallaba una bolsa. Supuso que eran las compras. Con los dientes, abrió la bolsa y encontró un vasito de yogurt. Genial, ¿Y ahora cómo lo abría? Mordió el borde, intentando despegar el papel que impedía que el liquido escapara. Lamentablemente, agujereó el pote, dejando que el yogurt llegara al piso.

Se alarmó. ¿DONDE MIERDA ESTABAN LAS SERVILLETAS CUANDO SE LAS NECESITABAN? Trepó a la mesita y tomó el rollo de servilletas, arrancó un par, e intentó secar con las patas todo lo que se había volcado. Desesperadamente, se revolvió, intentando encontrar el rollo, y chocó con la mesa.

No pudo lamentarlo por mucho antes de que la jarra de jugo de volcara, bañándolo en un apestoso jugo multifrutas. ¡Qué asco!

Su pelaje ahora estaba apelmazado contra su cuerpo... ¡Y el piso estaba todo mojada! ¡Que desastre! Estaba seguro de que Derek iba a matarlo.

Subió nuevamente a la mesada, había contenido para hacer galletas, y un poco de harina esparcida sobre la mesa. En el intento de agarrar el repasador*, dejó sus húmedas huellas en el polvo blanco. ¡Oh no! Ahora iban a regañarlo peor! Se colocó detras del paquete de harina y empujó suavemente, intentando esparcir un poco para que cubriera las huellas.

Entonces (y como habrán predicho), la bolsa cayó bruscamente, expulsando su contenido al aire. Stiles, quien había tragado gran parte del ingrediente, comenzó a toser fuertemente.

Y de golpe, en la puerta de la cocina, pudo dislumbrar por entre la harina que viajaba por el aire, la silueta de Derek...

Santa mierda.

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-Pov Derek-

Un ruido extraño hizo que abriera los ojos. ¿Dónde...? Ah... su cama.

Se sonrojó cuando los recuerdos de la noche anterior llegaron. Recordaba el sueño erótico y la ducha que había tenido que tomar para calmar su... "pequeño" problema.

Suspiró, pasando su mano por su rostro. Tanteó la cama, en busca de acurrucarse junto a Stiles y dormir un poco más. Pero él no se hallaba en la habitación.

Revisó la cama, sobre las sábanas y debajo de ellas, pero había nada. Un momento, ¿Desde cuándo quería acurrucarse junto a Stiles?

Un segundo ruido lo sacó de sus pensamientos. Venía de la cocina. Se paró y bajó las escaleras de dos en dos, aterrorizado ante el pensamiento de Stiles herido por un cuchillo o un tenedor.

Cuando llegó allí, el aire era espeso, lleno de polvo blanco. Era harina. Prendió el ventilador y abrió la ventana, dejando que la habitación se vaciara.

Observó al zorro castaño, que se hallaba lleno de harina, y frunció el ceño.

-Stilessss... -gruñó. Pero al ver como este se encogía de miedo, suspiró. Había polvo por todos lados alrededor del chico. Era todo un verdadero asco. 

Dió un paso y se resbaló, cayendo de bruces en la harina.

-¿Qué diablos...? -entonces lo vió, había esparcido jugo junto a la mesa, donde la harina no había llegado, y se había patinado con este.- Stilinski... -le dijo, a modo de advertencia, deseando tirársele encima y ahorcarlo, y al mismo tiempo abrazarlo, ya que se veía muy kawai...

Lo tomó en brazos y acarició suavemente su cabeza, con cariño.

-Debo darte un baño... - suspiró, y levantó una ceja al ver cómo el chico se revolvía incómodo ante la mención de un baño.

En eso, llegó Peter sonriente.

-¡Estoy por hacer galletas! ¿Quien quie... -entonces se dió cuenta del desastre- ... re?

Oh dios. Estaba muerto.

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Hey, ey, ey! Otro capítulo! Me divertí escribiendo este.

Cuentenme, ¿De donde son?

¿Les está gustando la historia?

Nos vemos! ~Starlight~