Capítulo 46: Una dura elección

Se levantó y rápidamente tomó su abrigo. En eso llegó su novia, se veía confundida por verlo tan agitado, no quería angustiarla así que omitió ciertos detalles sobre lo que haría, no ganaría nada con llenarla de más preocupaciones.

-Tengo que hacer una llamada, no quiero que nadie me rastree aquí. Mantente encerrada y no salgas- fue lo único que le dijo antes de salir de la casa a paso apresurado y se llevó el auto. Una vez que estuvo a una distancia prudente del sitio, realizó la llamada correspondiente.

-Miroku ¿Estás ahí?

-S-Si ¿Di-Diga...?

-¿¡Dónde estás?!

Repentinamente la llamada de cortó por un instante y ya no pudo escuchar la voz de su mejor amigo, pudo notarlo, él estaba débil, lo más seguro es que lo torturaron también. Entonces, alguien más tomó el mando de la llamada.

-¿Cómo estás, Inuyasha? Tanto tiempo sin verte ¿Me extrañaste?

-¡Takemaru! ¿¡Qué diablos tramas ahora?! Creí que ya te había quedado claro que los poderes de la tableta no son para ti.

-Ésta nación ya está perdiendo la razón y más aún, teniendo a un peligroso criminal como tú suelto en las calles ¿No? Por mi parte yo ya tengo un rehén, en caso de que decidas enterrarme una aguja misteriosa en el cuello.

-Eres un maldito.

-Es obvio que intentarás vengarte de mí y yo necesito protegerme. Oye Taisho, no intentes nada o tu amigo se muere ¿Entediste? Si quieres salvarlo, ven al lugar donde te torturé la última vez y trae la tableta. Tengo tantas preguntas, nos veremos en una hora ¿Bien? Adiós.

-¡Espera...!

El antagonista le colgó, estaba en un serio dilema ¿Cómo salvaría a Miroku sin ser visto por la policía? En la radio se anunció que miles de uniformados estaban desplegados por ésta zona, buscándolo a él y a Onigumo. Todo se complicaba más y más.

~o~

Prendió la tableta y comenzó a dibujar otro vehículo en la cochera de la casa, sería en caso de que la ley los encontrara y tuvieran que escapar inevitablemente.

-¿Qué haces?- cuestionó suave su progenitor, éste último dormía en la cama de a lado, aún parecía algo cansado y exhausto, pero la tranquilizaba tenerlo cerca.

-Papá ¿Estás despierto? Deberías descansar más, no te preocupes, encontraremos la manera de abandonar éste mundo para siempre. Una vez que Takemaru esté en la cárcel, tendremos un final feliz- prometió con una sonrisa.

-Entiendo...- unos minutos después, el señor Higurashi frunce el ceño, sintiéndose algo mareado y se incorpora de repente, mostrando una mirada distinta en su rostro. Luego giró su cabeza hacia ella y esbozo una sonrisa macabra- te maté, pero veo que no moriste pequeña mocosa.

-¿Q-Qué? ¿Pa-Papá?- lo observa con temor evidente.

-¿¡Por qué diablos sigues viva?! ¡Yo te maté! Y deja de llamarme así ¿¡No lo ves?! ¡Yo soy Naraku Yomotsu!- gritó y sin previo aviso se abalanzó sobre ella, apretando su cuello con gran fuerza.

-Argh ¡E-Espera! Po-Por favor...- intentó alejarlo, pero no pudo y justo cuando pensó que éste sería su fin, escuchó la puerta principal abrirse.

Los gritos provenientes del estudio lo hicieron apresurarse a entrar y se sorprendió al toparse con semejante escena, su asombro no duró mucho y velozmente alejó al trastornado Onigumo de su amada. Finalmente tuvieron que atarlo a la misma silla otra vez, hasta que por fin éste volvió en sí.

-Hi-Hija ¿Estás herida? Discúlpame por lo que te hice, Kagome- agacha la cabeza, sintiéndose verdaderamente culpable y desesperado por lo ocurrido hace poco, él estuvo a punto de... ¡Kami, es un monstruo!

-N-No es na-nada, papá- asegura aún algo asustada.

-¿Lo ves, Inuyasha? Ya te lo había dicho, soy un peligro para todos y no quiero ni pensar que pasará ahora que estoy por desvanecerme, la mente de Naraku se apodera cada vez más de mí- y en efecto, su brazo entero desapareció por un momento- no tengo salvación.

Y él no era el único que corría el riesgo de desaparecer para siempre, a la mano de Inuyasha también le ocurrió exactamente lo mismo de nuevo. Si, el creador del cómic tenía razón, no podían irse los dos juntos de aquí, uno debía morir para que el otro se salve.

Dejaron a Onigumo descansando en la habitación y la pareja se dirigió a la sala para conversar al respecto, debían enfrentar la realidad de una vez por todas.

-¿Por qué tu mano está así?- interroga Kagome con preocupación- creí que habías estado bien en prisión, creí que éste peligro ya había terminado.

-No es así ¿Ya lo olvidaste? Mi papel de héroe no es éste, escapé sin pagar por mis delitos y abandoné a mi amigo que está secuestrado- explica.

-¿Alguien fue raptado?- abre más los ojos.

-Takemaru secuestró a Miroku y lo está torturando, me ha amenazado y quiere la tableta. Nos quedan como cuarenta minutos, hay que tomar decisiones y ya- pronunció igual de preocupado- además, sucede que tu padre... Asesinó a alguien.

-¿Qué dijiste?- cubre su boca con sus manos de la impresión.

-Así es, tuvo que hacerlo o de contrario desaparecería, su papel en ésta historia ahora es de villano y sólo se me ocurre una forma para poder ayudarlo- hace una corta pausa- podría entregarle unas pruebas incriminatorias a la policía y dibujar unas señales para que ubiquen a Miroku, pero, existe un riesgo también.

-¿Cuál?- preguntó.

-Kagome, si W tiene un final feliz, tu padre se desvanecará y no habrá nada que podamos hacer, de una u otra manera, él y yo dejaremos de existir en ésta historia- declara seriamente, asustándola más- o morimos o desaparecemos, son las únicas opciones.

-Pe-Pero...- trató de objetar.

-Si mi final es feliz, será uno triste para el asesino, sea cual sea el problema, uno de nosotros no estará a tu lado y W terminará- suelta un pesado suspiro y la sujeta suavemente de las manos- debes decidir ahora, Kagome.

-¿Yo debo decidir el final?- cuestionó sorprendida y sin previo aviso, el protagonista le retira lentamente su anillo de bodas, eso no se lo esperó y ya comprendía lo que significaba- I-Inuyasha ¿Qué planeas hacer?

-Para un padre, es cruel matar a su propia hija y más aún, si no podrá verla nuevamente, no lo permitiré- se aleja un poco de ella, sin verla a la cara- Kagome, te borraré de mi árbol familiar, así serás libre. No importa el final, estarás a salvo, ahora tendrás que elegir como terminará el cómic, te-te apoyaré sin importar la decisión que tomes.

Kagome sintió su corazón doler y negó con su cabeza ¡No! Ésto no podía terminar así, no quería perderlo también, tenía que haber otra forma. Lo amaba demasiado y no podía imaginar una vida sin él, por lo que volvió a colocarse el anillo.

-¿Quién dijo que podías quitarme de tu linaje? Quiero permanecer a tu lado ¿Comprendes? Jamás podría olvidarme de ti, quiero que enfrentemos ésto juntos- habló con total seguridad y eso lo sorprendió, pero angustió a la vez.

-Maldición Kagome ¿No entiendes?- repentinamente la acorrala contra la pared, mirándola fijamente con aquellos orbes dorados, los mismos que expresaban inseguridad y temor- intento protegerte, si continuas conmigo, podrías perder la vida otra vez y eso no lo podré soportar.

-Yo te amo, Inuyasha y estoy dispuesta a correr el riesgo, se que podremos encontrar la manera. Ninguno de nosotros va a desaparecer- declaró abrazándolo por el cuello y se acercó a su rostro, finalmente alcanzando sus labios y fue correspondida de inmediato con la misma intensidad.

Enfrentarían todo juntos.

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Un nuevo problema surge, si hay un final feliz Onigumo desaparecerá y si el final favorece a Onigumo, Inuyasha desaparecerá, ahora Kagome tomó una decisión, lo enfrentarán todo juntos ¿Lo conseguirán?

¿La policía los encontrará?

¿Irán a salvar a Miroku?

¿Qué le pasará a Onigumo?

¿El final será feliz o triste?

¿Quién desaparecerá al final?

Esto y más en "Inuyasha y Kagome: W - Dos mundos" 😱😭😱😭

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