•°~°Capítulo 3°~°•

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─▪「En escena se mostraba a un peli-morado reposando su espalda en la muralla, observando sus pies. Estando allí soltó un largo y tedioso suspiro. Sacó el móvil para divisar la hora, donde se mostraba que llevaba casi media hora buscando sus llaves, se volteó de inmediato, y allí pudo ver a un chico, Bonnie se quedó mirando esos orbes verde manzana fijos ante los suyos, mirándolo con sorpresa, con ánimos, como si lo hubiera estado buscando un buen rato: era Bon.

Quiso irse rápido para no ser víctima de un profundo silencio incómodo, pero el más alto le sostuvo del brazo evitándole moverse. Bonnie frunció el ceño. Joder, su rostro expresaba lo mucho que detestaba que hiciera aquello, que se le acercara. No hacía falta decírselo con palabras.

—Ey ¿qué haces? —bramó Bonnie, quejándose al mover su brazo con esperanzas de que el otro le soltase. Hizo uno que otro movimiento brusco, tratando de que lo dejara en paz— ¡Suéltame!

—No. Bonnie, llevo tiempo intentando hablar contigo, pero me evitas. —Bon intensificó el agarre, mirándole serio a los ojos, con poder y determinación— Tú y yo tenemos asuntos que resolver.

—¡No tengo nada que hablar contigo! ¡suéltame, Bon! —Bonnie alejó su brazo con brusquedad, pero aún así no logró safarse del agarre del que era más fuerte que él— ¡No me agrada la gente como tú!

—¡Eh! —Bon frunció un poco el entrecejo, y agarrando las muñecas del más bajo, para sujetarlo contra la muralla y mirarle fijamente. Ambos se entregaban rotundas miradas contrarias; Bonnie lo desafiaba, molesto. Y él sólo quería retenerlo un poco más con la esperanza de poder intercambiar aunque sea un par de palabras— Es que tú no lo entiendes ¿no?

—¡El que no entiende eres tú! No me atraen los hombres y mucho menos tú. Ya no quiero nada contigo, te lo dejé en claro. Ya no somos nada. —Bonnie le empujó con el cuerpo al no tener sus manos y brazos libres de modo que pudiera soltar los mismos al aturdir de la sorpresa al peliceleste— Ahora, por favor ¿me haces el favor de dejarme solo? Estoy ocupado. No quiero verte.

—¡Bonnie! —Esta vez el peli-turquesa aprovechó para agarrar al mayor, y así abrazar al peli-mora por detrás afirmando sus manos de forma cruzada por delante. Bonnie se quejó, muchas veces— No te vayas tan pronto, aprovechando que nadie está por estos pasillos. Bonnie, hablemos...

—¡No! No hablaremos. Déjame en paz, no me toques.

—Bonnie...

Bonnie iba a reclamar otra vez, cuando sintió un toque que lo estremeció. Bon reposó su rostro cerca del cuello del más bajo, haciéndole estremecer ante el contacto. El rostro de Bonnie expresaba inquietud y su cuerpo entero vibraba ante el toque. El más alto volvió a sostenerle contra la pared, mirando de frente; los ojos rojos del mayor mostraban enojo y le desafiaban. Bon se notaba serio, triste, era una variedad de emociones mezcladas.

—¿Por qué no quieres entenderlo? —Bonnie le miró enojado: no quería odiarlo, su rostro demostraba que hacía un esfuerzo, pero era lo que su mente le ordenaba a realizar, detestaba tan sólo el hecho de saber que quien fue su mejor amigo estaba enamorado de él y ahora mantenían una relación de simples conocidos, después de que tantos problemas iniciaran ante su confesión— Yo... ¡no quiero que te me acerques, Bon!

—No puedo... —Bon se acercó más, ahora sus respiraciones chocaban entre sí. Bonnie ya sabía lo que el otro trataba y movía la cabeza para evitar ese contacto. Rozaron sus narices, el más bajo se inquietó aún más—. Te extraño... por favor no te alejes de mi, Bonnie. Te amo.

—¡No me amas! —exclamó exasperado ante lo dicho— ¡No puedes amar a un hombre, Bon! Mucho menos a mi ¿qué tienes en la cabeza? No está bien, no es correcto. —siseó mordiendo su labio. Molesto, trató de empujarlo.

—Estamos en un país libre. Y que tú aún sigas atrapado en el pasado no va a cambiar lo que siento, lo que tuvimos. En verdad... te amo. —agarró los brazos del mayor, reteniendolo— No me importa qué pienses de esto y de lo que siento... en el fondo sé que no te niegas.

La mala suerte de ser débil no le trajo buenos resultados al peli-morado, quien aún empujando, no podía separarse. No sabía como reaccionar, pero estaba al tanto de que debía apartarlo, molestarse, alejarse y no volverlo a ver.

—¡No hagas eso! Lo detesto. —reclamó Bonnie sintiendo los labios de Bon pasar cerca de su clavícula hasta llegar a la comisura de sus labios, eso, lo hizo sobresaltar, por lo muy sutil que estaba siendo ese contecto comparado al anterior— ¡No! Bon... esto no está bien ¿entiendes eso? E-Es repugnante... ¿en qué demonios estás pensando?

—Bonnie... —Bon se detuvo y le miró con una media sonrisa, tras comprobar el nervioso rostro del de melena morada— en el fondo... sé que me quieres, no habrías tenido algo conmigo de no ser así. —Bon se acercó hasta los labios ajenos de manera peligrosa, rozando la comisura de sus labios. Sintió un espasmo del cuerpo ajeno y un movimiento brusco tratando de apartarse.

—Bon, no quiero que hagas eso... —Bonnie comenzó a bajar la guardia desviando la mirada al suelo, apretó los dientes, irritado— ¡Es tan... asqueroso! Me das tanto asco...

Bon se percató de la mirada amenazante del contrario, así como igual amenazaban sus lágrimas con salir de sus ojos. En realidad, Bon odiaba verlo así, tan inquieto y nervioso. Agachó las cejas, sintiéndose aún peor al observar esa mueca dolida en Bonnie; pero en el fondo igual sabía, que este sólo jugaba con él, el mayor estaba al tanto de eso, de cómo sus muecas tenían una gran repercusión en el moreno.

—No me acuerdo de cuando fue que te convertiste en alguien así de despectivo...  —Bon le miró a los ojos, algo desalentado.

—Y tú te convertiste en esto, en un idiota que no me deja en paz ¡ya aléjate! —Bonnie le empujó, dispuesto a irse.

—Dejar que pase el tiempo no funciono, así que te ayudare a entender que hay cosas que no puedes controlar. Antes de esto... no parecía que tuvieras un problema. —Bon agarró las mejillas pálidas del contrario y aplastó sus labios juntos.

El beso comenzó con lentitud, sin presionar demasiado sus labios y dejando que los primeros segundos hicieran la diferencia entre el contacto, que en ese momento, no obtuvo reacción ni queja.

Bonnie intentó decir algo, movió sus manos libres sin saber que hacer con ellas debido a la sorpresa, la boca del moreno presionó sus labios con intensidad, su boca lo atrapaba y su cuerpo lo aprisionaba...」▪─

Fuera de la misma toma, Bennett se encontraba lleno de ansias y con unas ganas tremendas de seguir ese beso, pero tenía que ser fuerte por más que el contacto, que aparentaba ser genuino entre sus bocas, fuese suficiente para emocionarlo. No era la primera ni la última vez que podía sentir los labios de su compañero sobre los suyos, aún si no era un beso meramente real.

«Vamos, no te emociones!». Se ánimo Bennett para sus adentros, pues había estado que echaba humo por la cabeza de los nervios, quería abrir los ojos, responder, como si fuera la primera vez «Sólo son besos superficiales ¡siquiera son reales! Y aún así me cuesta calmarme».

Mientras, Ben posaba sus labios sobre los de su compañero aún sin unirlos en un verdadero beso, a penas los movía para simular, lento, por encima de su labio inferior y a un lateral de su comisura, constantemente. Estaba contando los segundos, tratando de no alterarse ni separarse antes. Un cierto grado de incomodidad se apoderaba de él. Movió sus labios de una manera más brusca pues ya llevaban diez segundo con la escena del beso, las cuales ya de por si, siempre terminaban siendo bastante largas, a pesar de no haber mucho que mostrar.

El pelicían ncesitaba seguir hasta que acabase el momento, no era demasiado, pero se sentía una eternidad hacer el mismo papel. Tener a ese colega suyo tan cerca y manchar su dura imagen con una personalidad tan diferente y con contactos tan íntimos.

Sólo faltaban diez segundos más y esto terminaría. Ben sabía que aún no se salvarían de un beso real en algún momento: ya varias escenas implicaban un beso y uno que otro toqueteo y movimiento subido de tono; no le extrañaba algún día cometer un error y acabar con algo que le haga arrepentirse de haber aceptado el papel y de estar seguro de hacerlo.

A veces era difícil fingir, y era complicado no dejarse llevar ante el calor del momento, pero no iba a demostrarlo, por supuesto que no.

—Creo que ya llevan así mas de veinte segundos así ¿no? —pregunto en un susurro la albina de mechón rosa, cruzada de brazos sentada en la silla de maya atrás de las cámaras. Ella leía su guión, pero ojeaba algunos otros de tanto en tanto.

—Sí, se han pasado un poco. Está siendo muy larga y silenciosa. —comentó una mujer rubia, de lentillas color amatista; Camila, actriz de Ann Chica, quien apoyada en la pared observaba con detenimiento las cámaras alrededor de los actores, captando cada pequeño detalle— Aunque supongo que eso es más emocionante, es mejor un beso más largo ¿o no?

—Humm, supongo que tienes razón. —respondía Margaret, la actriz de Meg, con su peluca albina encima, alzando una ceja al dedicar una larga mirada al frente.

—Uhh, es una suerte que no eres celosa.

—No podría, el trabajo es trabajo. Es actuación.

─▪「Volvieron a sus posiciones, Bonnie cortó el beso al responder con brusquedad. No estuvo mal, pero no soportaba la idea de que haya sido Bon quien le besara. De que la mayoría de sus besos hayan sido con él, y que no haya podido reaccionar sino hasta que todo ocurría de pronto.

—¡No vuelvas a besarme! —Bonnie lo empujó, llevándose una mano hasta los labios— Bien, ya tienes lo que querías ¡ahora no me molestes! —apretó los puños y se dio media vuelta, para marcharse lo antes posible.

—Bonnie... —suspiró Bon, resignado y calmado— ¡Hey, Bonnie! —. El mencionado no hizo caso, pero lo escuchó—. Bueno de todos modos, ten ¡agarralas!  —. Y luego sacó de su bolsillo un llavero, sonriendo. Le tiró las llaves al mayor, cayendo estas sobre su cabeza, y por reflejo el pelimorado las atrapó en el aire cuando rebotaron— Cuida más tus cosas, estaban tiradas a la entrada.

—¡Hah! Como sea... g-gracias —Bonnie se mordió el labio mientras guardaba las llaves en su bolsillo para seguir caminando con prisa, ahora con una mueca de molestia y vergüenza— Adiós. Espero no verte a la salida, ni nunca.」▪─

—¡Perfecto! ¡corte! —felicitó Mike— Bien chicos, tomen un descanso.

—Eso es bueno. —habló el moreno de cabellos celestinos, tocando su frente y echando su cabello hacia atrás, para respirar hondo y más liberado— Ya comenzaba a marearme de tanta idiotez amorosa, hah.

—Sí, a mi ya me estaba dando hambre. —mencionó Bennett, este amarró su cabello para sentir algo de aire en la nuca. Luciendo contento.

—Hey, Bonnie... —el peli-turquesa se sentó en el lugar donde estaba su novia antes, quien acudió al llamado para comenzar a grabar. A Ben le encantaba verla en acción, con su lentilla oscura en el ojo cubierto por el cabello de la peluca— ¿quieres una menta? Digo, para que te quites el mal sabor de boca, compañero.

—S-sí, gracias. —aceptó el menor, llevando la recién recibida mentita a su boca. Y luego Bennett sólo se hallaba allí, a un lado del moreno, achicándose de hombros mientras saboreaba con lentitud aquella fresca menta en su boca.

—Vaya, tus muecas cada vez me resultan más extrañas. Vamos, hombre —Ben colocó una mano en el hombro del oji-rojo, tratando de sonar amigable con él—. Saca la fiera que tienes dentro y consiguete una chica, parece que necesitas desestresarte haha.

—Eso... creo. —Bennett desvío la mirada apenado ante el comentario. No necesitaba a una chica, aunque quisiera, no quería una mujer como pareja, ni a nadie por el momento, no sintiendo que aquel fuerte apego por su compañero era más grande de lo que creía—. Bueno, si me llaman estaré practicando con la guitarra. Creo que eso es lo que necesito ahora.

Y dicho eso se fue rápido, evitando contacto con sus compañeros de trabajo que le miraban algo extrañados, pues iba haciendo un puchero demasiado infantil para su edad. Aún así nadie le criticaba nada, era el más jovencito del set, con una personalidad animosa, pero con una madurez interna muy comprensible.

Solían llevarse bien entre todos, como una pequeña amistosa familia de compañeros para el tiempo que llevaban compartiendo elenco. Bennett podría era el más joven, pero el más querido por los mismos.

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