Capitulo 8

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Un nuevo día empezaba, la noche anterior había sido un alboroto en el reino, entre encontrar a la princesa y mantener la calma en el pueblo, las cosas se habían salido de las manos de lo que los reyes podían controlar.
Mientras tanto el rubio oji-verde había salido temprano del castillo a ver si la princesa llegaba a ser vista en las fronteras del reino, pero como siempre no había pista de ella, volvió al castillo Dupain-cheng, en el cual llevaba hospedandose desde la desaparición de Marinette, el príncipe Carlos volvió a su reino hace unos días, pero el no se movería de hay hasta que ella apareciera.

Entro para reportarle a los reyes el resultado de su búsqueda, odiaba dar el las malas noticias, pero se armó de valor para entrar en el salón donde los reyes tomaban el almuerzo.

- Adrien, ¿Hay señales de mi hija - Pregunto la reina, con una pequeña esperenza en sus ojos, pero desaparecio al ver qué el rubio tenía un rostro serio
- Aún no Alteza... Lo lamento.
- Desde que ocurrió el anuncio a la nobleza de su compromiso no hemos sabido nada de ella
- Eso fue hace más un mes... ¿Ya hablaron con la bruja que ocasiono todo? - interrumpió el padre de la chica.
- No... Ella también sigue desaparecida
- Seis semanas, esos incompententes no se han esforzado, deben tener tratos con los Graham, si Marinette sigue desaparecida tres meses más ellos gobernaran
- ¡¿Qué?! Pero, ustedes son los reyes - exclamó el rubio con un tono claro de sorpresa y confusión.
- Teníamos las esperanzas de que Marinette se casará con alguno de ustedes para poder gobernar antes de ese tiempo
- Acompañaré a los guardias, voy a ayudar en la búsqueda
- Agradezco tu ayuda Adrien, pero eso implicaría arrastrarte a una posible muerte
- No me importa, daría mi vida por la de Marinette si tuviera que hacerlo
- Eres un noble muchacho, Francia te agradecerá siempre la intención al igual que mi hija... Si aún podemos encontrarla.
- Con su permiso alteza, juro que regresaré a su hija a casa
- Lo dejamos en tus manos Adrien.

El chico ensillo uno de los mejores caballos y salió al recorrido que la guardia real hacía recurrentemente desde que Marinette despareció; decidieron separarse para cubrir más terreno. Adrien se había adentrado a un oscuro bosque, donde encontró a quien buscaba.

- ¿Qué hace un príncipe como tú en un bosque como esté? - la voz fría de la mujer hizo que el caballo se asustara, descontrolandose y amenazando con derribar a su ginete.
- Te exijo que liberes a la princesa Marinette Dupain-cheng.
- Prefiero discutir este tipo de temas en otro lugar... ¿Me acompañas?
- Yo no caeré en tu juego - el rubio bajo cauteloso del caballo, mientras le apuntaba con su espada.
- Tranquilo alteza, no encuentro necesidad de apuntarme con tu espada, te llevaré a otro lugar.

La bruja chasqueo sus dedos para invocar a la bruma negra que los transportaba a su biblioteca en el medio del bosque; el chico estaba atónito, tomo su espada y la volvió a señalar con ella.

- Dime que razón hay para que me apuntes con tu espada - ella no era tonta, así que levanto sus manos en son de paz.
- Yo te diré una... Tú tienes magia
- ¿Y qué? Tú amiga también tiene magia y a ella no la toman como amenaza
- ¿De que hablas? - pregunto confundido ante la afirmación de la bruja.
- Marinette, ella es como yo, la única diferencia entre ambas es que ella usa una tiara y llevaba sangre real.
- Eso es una mentira
- Puedes pregúntale a sus padres... Tú no eres muy distinto de nosotras
- Estás loca - volvió a levantar su arma, está vez aún más cerca del pecho de la mujer - ,yo no tengo magia ni jamás la tendré... Marinette tampoco tiene esa maldición, así que te exijo que me digas dónde está ella
- Si quieres ir con ella... Firma esto - ella se giro y le dio un pergamino idéntico al que le había dado a Marinette.
- ¿Esta en blanco? Acaso intentas engañarme.
- Está no es ninguna trampa... Puedo ver en tus ojos que estás dispuesto a hacerlo por ella
- ¿Cómo tengo garantía de que esto no es una trampa?
- ¿Mi palabra no te parece suficiente garantía?
- La palabra de una bruja no vale nada
- Revelare lo que dice si eso te da suficiente garantía.

Ella hizo un gesto con la mano y la tinta comenzó a revelar las palabras, el contrato estipula que él iría al mismo lugar en el que estaba Marinette, y si quería regresar debía acatar una condición, algo que dejó al príncipe intrigado.

- ¿Aquí no dice cuál es la condición?
- Debes descubrirla por ti mismo
- ¿Cómo estaré seguro de qué no es una trampa tuya?
- Mira Adrien...
- ¿Cómo sabes mi nombre? - interrumpiendola.
- Los ojos son la ventana del alma y si los miras bien, revelas desde el más oscuro deseo hasta la más pura esperanza
- Puedes seguir... - el chico bajo su arma y la bruja disimulo una sonrisa, pero volvió a su semblante serio.
- Verás Adrien, mis contratos solo cumplen lo que la gente quiere; Marinette quería salvar a su pueblo, pero más importante quería salvarse a sí misma.
- ¿A qué te refieres?
- Quería salvarse de su sacrificio... El casarse contigo o con su mejor amigo, pero ahora tu la quieres traer de vuelta a una situación de la que apenas escapó.
- No puedo creer en tus palabras, yo conozco a Marinette y se que esto lo hace por salvar a Francia de ti
- Puedo explicártelo mil veces, pero no comprenderlo por ti...
- No nesesito comprender nada y puedo demostrartelo de cualquier forma - mientras leía detenidamente el contrato - Y lo haré a cambio de que tú hagas algo por mi en cuanto traiga de vuelta a Marinette.
- Tenemos un trato - dándole la pluma para firmar.

El chico tomo la pluma, anoto el favor que debía hacer cuando Marinette volviera y firmo el contrato, la bruja invoco las brumas que lo transportaron al lugar donde estaba Marinette; pero cuando se dispersaron estaba a la mitad de un bosque, busco los alrededores y no podía ver a Marinette.

Camino un poco y encontró a alguien tirado en el piso, una mujer de cabello rubio con un mechón de color rosado; el se acerco para ayudarla, estaba muy pálida y parecía no estar respirando, cuando trato de levantarla la mujer en un ágil movimiento logro golpearlo con tal fuerza para desmayarlo; ella miro su ropa, especialmente una insignia que tenía en su uniforme, al reconocerla lo cargo sobre su hombro, levanto la compuerta del suelo y ambos entraron por ella.

Cuando el chico despertó estaba atado de manos y piernas, con una luz brillante alumbrando su cara, dejando a oscuras a el resto de la habitación; trato de identificar cuál era el lugar en el que estaba, pero no encontró ningún aspecto familiar, mientras buscaba encontró a una chica con un traje amarillo con rayas negras que lo vigilaba; pero cuando le pregunto que era ese lugar no recibio respuesta, una de las puertas de la tienda se abrió y de ella entro otra mujer de traje rojo con puntos negros acompañada de un hombre de traje verde azulado.

- Tenía esto entre sus pertenencias - dijo la de amarillo mientas le entregaba su espada y la insignia que tenia en el pecho - Esto me hace creer que el es a quien buscamos.
- Buen trabajo Vesperia
- ¿Quienes son? - dijo el prisionero algo temeroso.
- Aún está consiente Vesperia - reclamo el chico de traje verde, ignorando al chico.
- El estaba inconciente cuando lo traje Viperion, si no hubieran tardado tanto aún pudieron haberlo encontrado inconsciente
- Nos sirve mejor consiente chicos - finalmente la moteada hablo, se había mantenido al margen, mirando al prisionero - .Vesperia, necesito que tú y tu grupo hagan un perímetro en el bosque, si el es quien creemos pronto vendrán por el.
- A la orden Ladybug.

La chica con traje similar al de una abeja salió de la tienda, dejando a los tres chicos sólos.

- ¿Quienes son? - pregunto intentando sonar amenazante
- Nosotros haremos la preguntas... ¿Tu quien eres?
- Soy... - al intentar decir su nombre algo impidió que lo dijera
- Harás esto más difícil si no nos dices quien eres - el de verde se acercaba más, algo que asustaba al rubio.
- Les juro que no puedo decirles quién soy
- ¿Reconoces esto? - mostrándole su insignia.
- Claro... Es la insignia de mi reino
- Tenebris Haze ¿A qué te recuerda ese nombre? - cuestionó la moteada, después de que los ojos del oji-verde se acostumbraran a la luz, pudo llegar a notar el color del cabello de ella, era azulado poco maltratado.
- A una bruja, con ojos oscuros como la brea, con magia oscura y que utiliza un collar con forma de luna menguante.
- La conoce...
- No podemos asegurar nada.
- Vanessa Dupain - soltó el chico, sin siquiera pensarlo.
- Estás loco Viperion
- Vanessa Dupain ¿La conoces? - sabía que era un peligro, pero era algo que los quitaría de dudas.
- No conozco ese nombre... Pero si el apellido
- Trae el resto de sus cosas. - ordenó la moteada.
- Por supuesto

Viperion salió de la carpa, dejando al prisionero confundido frente a la chica misteriosa que lo interogaba.

- ¿Enserio no puedes decir tu nombre?
- No... Hay algo que me lo impide
- ¿Sabes dónde estás?
- No... No tengo ni la menor idea
- Esas eran todas sus pertenencias - dijo Viperion al entrar a la tienda
- Esto tiene demasiados cabos sueltos, solo nos queda una alternativa - ella urgaba entre las cosas, no encontrando nada útil.
- ¿Alternativa sobre qué?
- Félix Graham de Vanily... ¿Conoces personalmente a ese tipo?
- Si... Mucho mejor de lo que me gustaría, teníamos una hermandad pero el hizo cosas terribles.
- Tengo suficiente - a punto de irse del lugar.
- ¿Qué hacemos con el? - cuestiono Viperion
- Está con el... Encierrenlo.

La mujer salió de la tienda y el hombre lo libero de las ataduras para llevarlo a una celda, esa celda era parte de una de las raíces que le daban estructura al lugar, pero la madera era muy fuerte y no tuvo más escapatoria que quedarse hay y esperar que esos tipos no lo mataran o peor, que ya hubieran acabado con Marinette.

- Despierta - exigió la chica golpeando las raíces con una flecha.
- ¿Donde está ella? - despertando alarmado
- La falta de comida te tiene alucinando... Toma - dándole un plato de comida - ,eso te mantendra con fuerzas
- Gracias - el rubio tomo el plato y lo devoró como si no hubiera probado alimento en su vida

Entre mordida y morfina notaba ahora con mejor claridad a la chica, era medianamente joven, el cabello amarrado en una coleta alta, tenía algunas cicatrices en la cara , unas más marcadas que otras, a demás un cuerpo envidiable aún más notorio por el traje rojo moteado; finalmente terminó su comida y le entrego el recipiente a la mujer, la cuál le ofreció un vaso con agua.

- No podemos dejar que mueras de hambre... Créeme si te digo que nos sirves más vivo que muerto.
- ¿Por qué estoy aquí?
- Porque tú te lo buscaste...
- Eso ya lo sé
- Aún puedes hacer algo por tu vida... Dijiste que conoces a Félix Graham
- El es un maldito... Ni siquiera se merece lo que tiene
- En eso estamos de acuerdo... Pero tú ahora solo puedes obligarlo a venír y entregarlo, después de eso consideraré dejarte vivir
- ¿A cuánta gente has matado para llegar a el? - pregunto nervioso cuando la mujer lo miro con una sonrisa demasiado sospecha.
- Jamás preguntes algo de lo que te aterra saber la respuesta
- No puedo creer lo que estoy dispuesto a hacer por ella...
- ¿Ella? - cuestiono la moteada.
- Si, una chica muy importante para mi, desparecio hace seis semanas y nadie sabe decir dónde está, esperaba encontrar respuestas aquí.
- Nosotros jamás hemos incluido a nadie a nuestras líneas que no haya decidido hacerlo... ¿Odiaba al rey?
- No... De hecho lo quería, aún que su padre no lo demostraba
- ¡¿Padre?! - la mujer dejó caer el recipiente ante la sorpresa.
- Si... Ella era la princesa y heredaria el reino al retirarse sus padres
- ¿Sabes quién es su madre? - cuestiono intrigada
- La Reina.

La chica salió corriendo del calabozo donde estaba hacia donde estaban Viperion y Vesperia, los llevo rápidamente a su tienda.

- ¿Porque la urgencia Ladybug?
- ¿El prisionero dijo algo útil?
- Si... Dijo que había una chica pérdida hace seis semanas, que quería al rey, pero no un amor por el poder... Si no un amor hacia su padre.
- Eso significa...
- Exacto, Félix Graham tiene una hija y eso no es lo mejor.... Su madre es la reina
- Pero el dijo que no la conocía. - dijo Vesperia igual de impactada que sus compañeros
- Tal vez no por su nombre, pero ahora sabemos la debilidad de ambos.
- Espera... ¿No crees que sí el tuviera una hija ya la hubieras conocido? - Viperion tenía un punto importan, en el tiempo que han ido al castillo, jamás habían visto o oído nada sobre una niña.
- Tal vez sea una bebe... Y si es eso, será aún fácil traerla.
- No podemos asegurar nada... Mañana debemos volver al pueblo y tratar de conseguir información.
- Si lo conseguimos será finalmente la ruina de esos dos... Deberán cumplir lo que les pidamos, que mejor manera que teniendo en nuestro poder a la hija de Félix Graham y Tenebris Haze.

Hola hola chicxs
¿Que tal el frío por dónde sea que estén?
La verdad casi me congelo escribiendo pero valió la pena
¿Felix y Tenebris tienen una hija o Ladybug no podría estar más equivocada?
¿Porque Adrien no podía decir su nombre?

Ustedes díganme acá bajo en los comentarios.
En otras noticias, estaba limpiando mi computadora y encontré varios vídeos de cuando era bebé, en serio era muy tierna.
¿Que anécdotas de la infancia tienen ustedes?
Yo... Me comí una esfera de vidrio pensando que era una manzana, pero solo fueron cortes leves con mucha sangre.

Recomienden canciones en ingles del tipo de baile escolar cursi o algo así, es para una tarea llamada "Escribir un capítulo de una historia que algún día publicare"

Sin mas que decir. Hasta la próxima y los leo en los comentarios.

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