❁Cαρíтυℓσ 35❁

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El precio de una venganza

Ya no había niebla por ningún lado, solo silencio y un verde campo rodeándola, estaba confundida, su cabeza le daba vueltas, avanzó con cautela y a lo lejos pudo divisar algo, su madre, ahí estaba. Ella le saludaba animadamente y le pedía que se acercara más, algo que no dudo en hacer.

-¡Mamá!- gritó con alegría la hanyou, pero paró en seco al ver una sombra atrás de su progenitora, ahí estaba Ryūkamanari y sujetaba firmemente una filosa espada, con la intención de matarla, tal como hizo la vez pasada.- ¡Cuidado!

Corrió con todas sus fuerzas, lágrimas caían y cuando por fin estuvo cerca de llegar para socorrerla, alguien la agarra con fuerza de la muñeca, obligándola a detener su apresurado andar.

-Yukanna- esa firme voz, obviamente conocida, la hizo voltearse con velocidad y ahí pudo ver a su padre y como si ubiese despertado de un trance, todo el escenario que supuestamente la rodeaba desaparece. Nuevamente miró hacia el frente, dándose cuenta de que estuvo a punto de caer en una fosa profunda, hecha en el piso de cemento de la mansión.- Ryūkamanari puede leer tus miedos, si dices que eres fuerte, entonces demuéstralo y no te dejes doblegar por él

-Si, lo siento- recordó que alguien más iba con ella antes de la aparición de esa ilusión y lo buscó por todas partes con la mirada, en verdad estaba preocupada por ese niño, lo llamó un par de veces por su nombre y por suerte, finalmente lo encontró, pero estaba inconsciente en el suelo.- ¡Oh Sota, vamos despierta! No es hora de dormir.

Lo sacudió y unos segundos después, éste despierta, era un alivio, parece que no le habían hecho nada y sólo se había desmayado por el efecto sofocante de la bruma de hace poco. Continuaron avanzando, escuchando cerca de ahí otras voces masculinas y parecían alterados.

Sin previo aviso, una explosión se hizo presente desde una de la habitaciones y dos youkai conocidos salieron de ahí con dos sirvientes enemigos persiguiéndolos, pero fueron fácilmente derrotados, aunque todos se veían algo agotados, todo ésto había resultado más difícil de lo que pensaron.

-¡Shippo! ¿Estás bien?- preguntaba con angustia evidente la peliplateada y lo abrazó sin esperar respuesta, provocando un sonrojo en su novio.- etto y-yo... ¡No me asustes así, tonto!

-Yo también estoy bien, gracias- habló con sacarcasmo el ōkami ignorado y una vez resuelta la pequeña pelea de pareja, el grupo subió las miles de escaleras que llevaban al sitio exacto donde provenía el olor de Ryūkamanari.

Cruzaron un pasillo muy poco ilumido, que curioso, por fuera la Mansión Himura parecía elegante y minuciosamente decorada, pero por dentro, era otra historia, todo lleno de polvo, mezclado con un detestable olor a cadáveres y sangre humana. Cada habitación estaba desordenada, varias ventanas rotas, cortinas desgarradas, hoyos en el piso de madera y una fría ventisca no podían faltar, ésto era como sacado de una película de terror.

-Los estaba esperando- con solo oír esas palabras, se tensaron y no demoraron ni dos segundos en sacar sus armas correspondientes, ese sujeto estaba aquí, su olor lo delataba.- ¿Les suena el tema "evolución"? Seguramente ¿No? Como saben, a lo largo de historia, la humanidad ha ido evolucionando y nuestra especie también, ambos por separado. Nos ocultamos y vivimos entre débiles humanos ¿Por qué? No tiene sentido, yo estoy aquí para cambiar eso, por fin daré paso a la era de los youkai y los seres inferiores, serán destruidos.

Un niño de facciones similares a las del líder de la tribu Ryū, apareció entonces, Arashi, ese es su nombre y les mostró una sonrisa confiada, dibujada en su rostro, el infante ni siquiera portaba un arma, cualquiera pensaría que estaba loco por aparecer así frente al enemigo, pero la realidad es otra.

-Estoy de buen humor hoy y solo les preguntaré ésto una sola vez- hace una corta pausa.- ¿No les gustaría unirse a mí? ¿Unirse al cambio? Podemos tener nuestras diferencias, pero hay algo que nos une, somos youkai, la sangre que corre por nuestras venas lo demuestra ¿Qué dicen?

Mansión Himura

Del otro lado

El efecto de ese veneno pasó un poco, pero no del todo, aún seguía aturdido y veía más o menos borroso, hace poco pudo vencer a unos soldados que custodiaban ésta parte del lugar, parecía que ocultaban algo... O a alguien. Lo presentía, estaba cerca y de una patada, abrió la gran puerta de un cuatro oscuro, no había luz por ningún lado.

El olor de Kagome estaba aquí, pero no podía verla, caminó en círculos por varios minutos y repentinamente, una luz se prendió, sus ojos se abrieron de par a par al reconocerla, su amada estaba atada de manos y pies contra una silla, pero estaba ilesa ¡La había encontrado!

-¡Kagome!- sin persarlo dos veces, llegó hasta ella, abrazándola y la mencionada se despertó de golpe, al reconocer su voz, pero el rostro de la chica no se veía para nada aliviado, al contrario, parecía asustada.- tonta ¿Tienes idea de lo preocupado que me tenías? Ahora mismo te sacaré de aquí.

-¡No! ¡Inuyasha, tienes que irte de aquí!- exclama con temor, su secuestrador le contó sobre su plan y ella temía por la vida de su amado, si él no se iba cuanto antes, algo grave ocurrirá.- por favor, déjame aquí ¡Tienes que irte o Ryūkamanari...!

-¡Deja de decir tonterías! Kagome, yo vine aquí para salvarte y es justamente lo que voy a hacer, quieras o no ¿Por qué otra razón crees que vine?- la mencionada iba a objetar, pero se paralizó al ver una figura amenazante atrás del hanyou y antes de que ella pudiera advertirle, su verdadero temor se cumplió.

-¡Inuyasha!- ve como él recibe un fuerte golpe en la cara, mandándolo varios metros hacia atrás y el responsable se carcajeó, desenvainando su katana y la misma la colocó inesperadamente cerca del cuello de la miko.- ¡Ryūkamanari, deja en paz a Inuyasha!

-Que valiente eres humana y solo por eso, tendrás el privilegio de ver en primera fila, como mis queridos soldados acaban con su vida- ríe nuevamente.

-Ryūkamanari ¡Eres un maldito cobarde! Te lo advierto, si le llegas a hacer algo a Kagome, me las pagarás muy caro ¿Qué esperas? Atácame si no tienes miedo a perder, idiota- frunce el ceño, no le importaba cuán herido saliera del enfrentamiento, recuperaría a la mujer que ama.

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Sesshomaru, Yukanna, Shippo, Koga y Sota están frente a Arashi ¿Podrán derrotarlo?

¿Inuyasha podrá derrotar a Ryūkamanari?

¿Saldrá con vida del enfrentamiento?

¿Dónde está Rin?

¿Kagome podrá salvarse?

¿Qué desenlace tendrá ésta batalla?

Esto y más en "Inuyasha y Kagome: Sentimientos a través del tiempo" 😄😄😄

‼️ÚLTIMOS CAPÍTULOS‼️
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EN LOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS DE "SENTIMIENTOS A TRAVÉS DEL TIEMPO"

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-¡Inuyasha, por favor! ¡Tienes que salir de aquí!- exclama la secuestrada, con lágrimas bajando por sus mejillas.

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-Está muerta- declaró con la voz apagada y su mirada dorada oculta tras su flequillo.

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-Felicidades, completaste tu entrenamiento, Yukanna- una voz femenina atrás de ellos intervino, tomándolos por sorpresa y se sorprendieron al ver a otra daiyoukai, con características similares a las de Sesshomaru.

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Antes de salir, le dedicó una última mirada y luego salió, sin antes susurrar un "Te amo".

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¡No se lo pierdan! 👍🏻😁😁😁

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