"Hay un pasado detrás de cada persona, puede ser bueno o malo. Nadie lo sabrá hasta escuchar la historia completa"

Sin previo aviso Royakan escupe por su boca a una manada completa de lobos hambrientos, los cuales rodearon por completo al daiyoukai, a la miko y al kitsune. Entonces se abalanzaron contra los tres.

-¿¡Qué demonios te pasa Royakan!?- interroga Inuyasha mientras que con sus garras destruía a tanto lobo se acercaba.

-¡Fuego mágico!- exclama Shippo incinerando a unos.

-¡Agáchate Shippo!- advierte Aome tomando una rama y con misma golpea a varios lobos que fueron hacia ellos.

Pero mientras más lobos exterminaban Royakan escupia más y más, lo cual comenzó a fastidiar a Inuyasha. Así fue como terminó por arrancar un árbol de raíz y se lo aventó al youkai directamente a la boca. Los lobos que los atacaban se hicieron humo inmediatamente y a causa del impacto del ataque cuatro fragmentos exactamente cayeron al piso.

-En verdad eres lamentable Royakan, yo que te abrí las puertas a mis territorios y me traicionas de ésta manera...- dice el daiyoukai verdaderamente molesto.

-Lo-Lo lamento mu-mucho Inuyasha-sama, es-esque yo...- trata de explicar con temor.

-No le hagas nada Inuyasha, parece que solo estaba bajo el efecto de los fragmentos- le detiene Aome mostrándole los pedazos de cristal.

-¡Si! Eso mismo, en verdad lo siento. Todo fue culpa de sujeto de traje de mandril...- explica.

-¡Traje de mandril!- le regresa a ver Inuyasha- habla de una maldita vez Royakan.

-Decía llamarse Naraku, él me incrustó a la fuerza esos fragmentos y por alguna razón quería que lo atacara Inuyasha-sama- le hace saber y el daiyoukai se queda en silencio analizando esas palabras.

<<¿Será acaso que ese tal Naraku fue el mismo que nos atacó a Inuyasha y a mi la otra ocasión? Por la descripción podría tratarse de la misma persona>> piensa Aome.

-Bien, ya puedes irte- ordena el peliplateado y el youkai asiente alejándose a toda prisa de ahí.

De pronto un crujido en medio del bosque se hace presente alarmando a los tres. Efectivamente alguien en especial los observa con detenimiento, sobretodo a Aome. Todo el lugar se quedó en silencio por unos segundos hasta que por fin ese sujeto se dignó a hablar.

-Éstos juegos están comenzando a aburrirme...- dice el ser en medio de todo, captando la atención de los demás.

<<Aunque debo admitir que esa mujer es idéntica a Kikyo ¿Acaso ella es su reencarnación?>> se pregunta el sujeto de traje de mandril sin quitar la vista de la azabache.

Inuyasha logra escuchar otro crujido y para cuando se giró vió una enorme lanza de madera salir del bosque con dirección hacia la miko del futuro. Inmediatamente él va hacia ella destruyendo con sus garras el objeto.

-¿Estás bien Aome?- pregunta Shippo subiéndose a su hombro con preocupación.

-S-Si pero... ¿Qué fue éso?- pregunta aún impactada por ocurrido recién.

-Ese tal Naraku seguramente debe estar aquí- asegura Inuyasha frunciendo el ceño.

~o~

El monje, la exterminadora y su acompañante neko-youkai vagaban por el bosque en búsqueda de más fragmentos de Shikon, por ahora tenían como cinco fragmentos en total pero mil son los que debían reunir antes que Inuyasha. Así fue como terminaron en esa parte de la región.

-Excelencia ¿Y qué planea hacer con respecto a la maldición de su mano?- pregunta la castaña.

-Eso es difícil de saber mi querida Sango, mi prioridad ahora es juntar lo antes posible todos los fragmentos. Después si sigo con vida, tal vez me encargue de buscar a Naraku- explica.

-Ese sujeto llamado Naraku tiene la habilidad de cambiar de forma ¿No?- interroga.

Miroku asiente.

-Ese es el principal problema por el cual no puedo localizarlo, no tengo idea de que forma tenga ahora- suelta un suspiro de cansancio.

-Ya veo...- agacha la cabeza.

En eso varios árboles comienzan a caer al suelo frente a ellos producto de algún objeto que los partió con facilidad por la mitad. Kirara gruñó e inmediatamente se transforma protegiéndo a sus acompañantes pero en una fracción de segundo, Sango logra ver a una silueta conocida a lo lejos.

-No puede ser- abre los los ojos como platos al reconocerlo- ¡Kohaku!- exclama y sin previo aviso corre tras el ignorando los constantes llamados por parte de Miroku.

-¡Sango! ¡Espera!- fue muy tarde pues ella ya se había ido.- vamos Kirara.

La neko-youkai asiente y ambos van tras la exterminadora. Sango por otro lado corría a toda velocidad tratando de seguir el pasó a quién sospechaba que era su hermano menor, fallecido supuestamente. Al ver que éste no tenía la intención de detenerse, ella inmediatamente utiliza su boomerang para derribar varios árboles y así bloquearle el paso.

-Eres Kohaku ¿Verdad?- pregunta con una luz de esperanza en sus ojos y para cuando él se volteó sus preguntas fueron respondidas. Era su hermano pero su alegría no duró mucho pues él con ayuda de su arma la ataca de pronto, haciéndole una profunda cortadura en su pierna.

Se encontraba en una situación similar a la que ya había vivido, nuevamente Kohaku la atacaba mostrando esa fría mirada en su rostro. Ni siquiera la reconocía por lo visto.

-Ko-Kohaku- trata de avanzar hacia él pero nuevamente fue herida de gravedad pero ahora en el brazo.- ¿Po-Por qué haces ésto...?

No recibió respuesta y el menor simplemente se fue a toda velocidad hacia un punto en específico. Aún así Sango estaba dispuesta a seguirlo y con dificultad se puso nuevamente de pie apoyándose en hiraikotsu.

-¡Sango!- grita Miroku corriendo hacia ella pero fueron separados por una multitud de youkai que pasaron en ese momento justo antes de él pudiera alcanzarla. Entonces supo que no quedaba de otra- ¡Agujero negro!

Los absorbió con rapidez pero varios insectos venenosos llegaron el sitio, sin querer los absorbió siendo víctima de su veneno y no tuvo más opción que cerrar su mano.

-¡Arg! ¡Kirara protege a Sango!- ordena y la neko-youkai corre hacia ella acatando la orden.

~o~

Inuyasha corría a toda velocidad siguendo el olor de Naraku mientras Aome y Shippo lo seguían también luchando por no quedarse atrás. El daiyoukai podía sentirlo cerca, definitivamente se trataba del mismo que los atacó la vez pasada, su olor lo delataba. Solo fue cuestión de segundos para terminar frente a frente con el sujeto de traje de mandril.

-Nos volvemos a ver Inuyasha...- inicia Naraku.

-Tú de nuevo maldito, dime ¿Qué pretendes?- frunce el ceño.

-Deberías darme las gracias, de no ser por mi no tendrías esos magníficos nuevos poderes y tu nuevo estatus- ríe con malicia.

-¿¡De qué hablas?!- interroga.

En medio de la conversación llegan la miko y el kitsune. Naraku posó su vista en ella, sabía que no podía ser Kikyo, pues ella falleció hace cincuenta años pero probablemente esa mujer sea su reencarnación como muchos lo afirman.

-Te recomiendo que protegas a esa mujer, o podría ocurrirte lo mismo que hace cincuenta años- advierte.

<<¿Hace cincuenta años? ¿Pero qué fue lo que pasó?>> se preguntó Aome mirándolos atentamente.

-¿Qué tienes que ver conmigo? ¡Habla bastado!- exige desenvainando a Tessaiga.

-Muy pronto lo sabrás- asegura y de pronto llega a toda velocidad un niño de cabello castaño con traje de exterminador, parándose junto a Naraku.- buen trabajo Kohaku.

-¡Espera por favor, Kohaku!- grita Sango llegando a la escena pero fue muy tarde, una nueve de polvo negro aparece y para cuando ésta se desvanece, no había rastro del youkai ni del niño.- Kohaku...- cae al suelo inconsciente.

-¡Maldición!- exclama el daiyoukai sin entender las palabras del youkai Naraku.

<<Juró que encontraré a ese maldito y lo haré hablar por la fuerza>> piensa con determinación Inuyasha.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Inuyasha, Aome y Shippo son atacados por Royakan pero resulta que todo fue plan de Naraku. Por otro lado Sango es atacada por su hermano Kohaku y Miroku absorbió el veneno de los insectos ¿Quién podrá ayudarlos?

¿Inuyasha los ayudará?

¿La verdad de hace cincuenta años se sabrá?

¿Qué planes tiene Naraku?

¿Aome podrá descifrar la verdad?

Esto y más en "Inuyasha y Aome: El deseo correcto" 🤯🤯🤯