Mi mente es mi poder

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que a todo el mundo le invade la perplejidad, el pánico y la duda existencial. Pero es aterrador tener esa sensación de incertidumbre todos los días.

Mi psiquiatra me había hablado de la psicosíntesis, decía que necesitaba sintetizar los múltiples aspectos del «Yo», para poder sentirme mas poderoso conmigo mismo. Obviamente no acepté esa pseudo-terapia experimental. No me interesaba en lo más mínimo, lo holístico del programa.

No necesitaba de momento, ponerme al día con mi alma y mi espíritu. Porque siempre me sentí superior que los demás y no preciso, ni precisé un análisis de mis  subpersonalidades, en el caso que las tuviese.

Si creí, creo y seguiré creyendo en Sigmund freud, porque a pesar de todo, era un investigador y un científico, al que le importaban los sueños. Siempre me agradó el estudio de ellos y quisiera saber si son parte de mi subconsciente.

Por pura intuición decidí negarme al tratamiento. También existía la posibilidad de que mi psiquiatra haya querido desistir de mí como paciente, ya que en las últimas sesiones le había comentado que toda esa charla quincenal, no me proporcionaba alivio, ya que siempre mi estado emocional era distinto cada día.

Pero el especialista solía repetir, como si fuese un loro, que había que explorar mi inconsciente inferior, donde se albergan los secretos pasados que me avergüenzan y que me estaría negando a darlos a conocer.

La verdad, nunca creí que la terapia resolvería algo. Yo acepto desde siempre ser un hombre diferente al resto. No soy el clásico joven empático que se caracteriza por tener afinidades y coincidencias con las personas.

Simplemente dejo volar mi mente y no me importa si hago el bien o si hago el mal, porque todo me igual. Soy un tipo que sueña, pero no tengo aspiraciones, porque todos los planes que hice en esta vida, se han roto como el cristal.

Entonces digo lo que pienso, no me importa lo que digan de mí. Sé que algunos me temen por ser un ex convicto y me señalan con el dedo. Nada de eso es importante, porque «No soy el cuerpo, soy la mente».

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