Namjin.

Todos miraron a los recién casados irse de la fiesta.

Los invitados después de despedirlos siguieron disfrutando de la celebración.

—Señor Kim —Namjoon llegó hasta él.

Seokjin dejó de charlar con Hoseok, Taehyung y Jungkook, para mirar a Namjoon.

—Ya es hora de ir al hotel así que vine a despedirme —sonrió.

Seokjin asintió, despidiéndose de todos ellos, los chicos los miraron comprensivos, sabían que ellos dos eran muy unidos, casi mejores amigos así que sin más los dejaron ir.

El auto ya los esperaba en la entrada. Ambos subieron, el chofer comenzó el trayecto mientras ellos dos charlaban de la magnífica boda de sus amigos.

Pronto llegaron al hotel en Busan, unos de los hoteles de Namjoon. Los trabajadores los saludaron con reverencias mientras los miraban pasar.

Subieron al elevador, su charla ahora era más amena y alegre, Seokjin se reía por las tonterías que decía el moreno.

La suite royal. Namjoon miró a Seokjin con una sonrisa antes de abrir y ambos pasar.

—Nam... ¿Tú también lo recordaste? —Seokjin preguntó mientras se sentaba en uno de los sillones de la habitación.

El moreno se quitó el sacó negro que llevaba, quedando solo con su camisa de mangas largas, blanca. Caminó hasta el mayor para sentarse a su lado.

—Lo hice —sonrió.

—Me hubiera gustado invitar a todos nuestros amigos, pero teníamos tanto miedo en ese momento... —suspiró triste.

—Hey, tranquilo, amor —besó sus labios—. Ellos lo entenderán.

—Pero ni siquiera saben que somos pareja, se sentirán molestos por ello y también porque les escondemos nuestro matrimonio, todos piensan que solo somos amigos.

—Pues que lo sigan pensando, si en verdad son nuestros amigos lo entenderán y si no... Cariño, yo estoy muy bien disfrutando de ti en secreto —sonrió coqueto.

Namjoon y Seokjin mantenían una relación secreta, se conocieron cuando apenas tenían 15 y 17 años, desde ese momento había crecido una gran conexión. Se conocieron por primera vez en una junta dirigida por el padre de Yoongi, sus empresas al fin se unirían, ahí ambos chicos conocieron a Yoongi, Taehyung y al pequeño Jungkook.

Los tres primeros mantuvieron una relación muy cercana, con Yoongi eran casi hermanos, prácticamente crecieron juntos hasta tomar por completo las empresas de sus padres y aun así siguieron juntos. La relación con Jungkook y Taehyung era extraña, ellos también trataban de unirse a su grupo de amigos, pero siempre terminaban de lado por culpa del señor Kim, el padre de ambos.

Hubo un momento donde Seokjin y Namjoon pasaban más tiempo juntos, luego todo tomó un giro extraño. El padre de Seokjin lo había comprometido con una mujer, pero él no quería, en el pasaba hubiera aceptado lo que el hombre le daba, pero ahora no, de solo pensar en el corazón roto de Namjoon le causaba dolor.

Pero... ¿Por qué le tendría que doler? Ah, sí, ambos habían pasado año nuevo juntos, pensaban que era normal, eran muy buenos amigos hasta que ese día al sonar la última campanada sus labios se habían unido en un torpe e inexperto beso.

—¡Lo siento!

Ambos gritaron al mismo tiempo mientras se miraban con pánico y los ojos llorosos.

—¿Qué fue eso, Namjoon? —Seokjin lo miró asustado.

—No... No lo se. Perdón, Seokjin hyung —sus lágrimas mojaban sus mejillas.

Eran tan jóvenes e ingenuos para comprender lo que pasaba. Habían vivido tan encerrados entre contratos y números que nunca se interesaron en alguien más hasta ese momento donde solo se habían mirado con complicidad y al tocar la última campana que anunciaba el inicio del nuevo año, sus labios se habían unido como si de imanes se tratarán, ahí comprendieron que cosas nuevas llegarían, un nuevo amor y nuevos comienzos.

Era por eso que cuando su padre le presentó a aquella chica, Seokjin solo pudo salir corriendo de casa, no le importó todavía vestir ese traje negro costoso, solo quería esconderse, desaparecer y aparecer entre los brazos de Namjoon porque se sentía triste, sus padres lo estaban comprometiendo con una mujer sin pensar en sus sentimientos o en su sexualidad. Aunque eso para él también era un misterio, antes de conocer a Namjoon se consideraba heterosexual ¿Pero ahora? No sabía cómo sentirse, se sentía tan atraído por ese torpe chico y no había dejado de pensar en ese beso.

No supo cómo llegó hasta la casa del moreno. Logró escabullirse hasta llegar a la ventana del menor. Tomó algunas piedritas y las lanzó hasta hacer que el chico se levantara de su cama al escuchar los pequeños impactos en su ventana. Ahí lo miró, Seokjin estaba empapado con la lluvia mientras lo miraba con tristeza.

Namjoon corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron, hasta llegar a la planta baja. Daba gracias que sus padres no se encontraban o si no le iría mal. Salió envuelto con una toalla para llegar al mayor.

Seokjin estaba tan roto, nunca lo había visto así, siempre fue tan alegre y ocurrente pero ahora solo era un pobre y mojado chico con el corazón roto.

Namjoon lo abrazó tan fuerte como sus brazos pudieron, no le importó mojarse, ambos cayeron de rodillas mientras se abrazaban fuerte. Seokjin estaba llorando alto, pero casi no escuchaban sus lamentos debido a la fuerte tormenta.

No les importó estar entre lodo, mojando su traje costoso y su pijama de seda, solo buscaban que parara de doler.

El moreno reaccionó primero al mirar el rostro de ambos iluminarse debido al rayo que había encendido el cielo. Logró ayudarlo a ponerse de pie, la tela que lo cubría ahora cubría la cabeza y espalda del mayor.

Entraron a casa, los dos temblando y llorando. Namjoon rápidamente corrió por toallas, tomando la mano del mayor para llevarlo hasta la chimenea. Se quedaron en silencio mientras trataban de calentarse.

Una de sus manos se mantenía entrelazadas dándose un poco de calor corporal. Cuando estuvieron lo suficientemente secos subieron las escaleras hasta la habitación del moreno. Namjoon corrió a la ducha para comenzar a llenar la tina de agua caliente para el mayor. No sabía cuánto tiempo estuvo en la lluvia y no quería que enfermara.

Cuando esta estuvo lista lo llevó hasta la ducha, Seokjin estaba inerte mientras seguía llorando. El moreno lo desvistió y lo ayudó a entrar a la tina. Los huesos de Seokjin casi crujieron al sentirse nuevamente calientes.

Fue una noche pesada. Después de ambos tomar una ducha y estar dentro de la cama, Seokjin no parecía querer hablar hasta que lo hizo.

—Perdón —soltó llorando.

Namjoon lo miró sin entender. Su corazón se encogió al mirarlo tan destrozado. Tuvo miedo, miedo porque le haya pasado algo malo a ese chico tan precioso.

—No sé lo que sucede ¿Puedes explicarme? —su mano temblorosa se dirigió a su cabeza donde apartó algunos cabellos que cubrían sus preciosos ojos

La mirada de Seokjin se encontró con la de Namjoon. El moreno pudo notar todo el dolor que estos transmitían.

—Mi padre... Me comprometió...

La boca de Namjoon se abrió grande. Limpió su nariz mientras apartaba la mirada del mayor. Una lágrima salió de su ojo derecho, recorriendo su mejilla y perdiéndose en su mentón.

—No quiero —su voz sonaba cortada—. No quiero casarme, no con ella —lloró—. No puedo permitirme vivir en una mentira, no quiero casarme con alguien a quien no conozco, mucho menos que no amo... Nam, yo amo a otra persona...

Namjoon lo miró ahora con los ojos rojos y llorosos. Seokjin llevó una mano a su rostro, limpiando una nueva lágrima que había bajado sin Namjoon notarlo.

—No sé qué me hiciste —sollozó—. No quiero a nadie más que no seas tú, escapé de casa porque no quería romper tú corazón, no podría, no quiero... Siempre soñé con manejar la empresa de papá, llegando a casa después del trabajo, siendo recibido por tres de mis hijos y mi esposa con la cena lista, pero... Solo quiero que seas tú, no comprendo cuando pasó, solo sé que fue amor a primera vista, ese beso en año nuevo me hizo notar cuanto me gustas.

Namjoon lo abrazó mientras besaba la coronilla de su cabeza. Lloró al pensar que Seokjin pudo haberse casado sin importarle sus sentimientos, que, aunque no se había confesado como se debía, Namjoon estaba loco por ese chico desde el primer día que sus miradas se encontraron, desde ese momento algo dentro de él se encendió.

—Prometo que algún día nos casaremos, te lo prometo Seokjin hyung... Muchas gracias por no casarte... Ahora, quiero... Quiero hacer las cosas bien —suspiró mientras dejaba un último beso en su coronilla—. Ahora tenemos dieciocho y veinte, prometo que el año que vine tú y yo nos casaremos, pero antes permíteme ser tu novio.

Seokjin sonrió mientras asentía. Sí, tal vez era muy apresurado, pero estaban enamorados y era real, su amor era tan real como la luna y las estrellas, no necesitaban de mucho para casarse.

Ese día durmieron acurrucados después de darse algunos cuantos dulces e inocentes besos.

Al día siguiente los padres de Seokjin llegaron a la casa del moreno, tenían la esperanza de que su hijo estuviera ahí y si no era así, estaban perdidos, tenían miedo de no volver a ver a su hijo.

Namjoon y Seokjin se encontraban todavía en cama, el mayor descansaba en el pecho del moreno mientras charlaban de cualquier cosa que los haga pasar el rato hasta el desayuno. Fueron interrumpidos por una de las sirvientas, ella decía que requerían de la presencia de Namjoon en la sala y que si Seokjin estaba con él era mejor que bajara ya que sus padres estaban ahí.

Nuevamente Namjoon notó como su chico volvía a cambiar su estado de ánimo, ahora a uno triste. Sus manos se entrelazaron, salieron de la habitación en pijama. Antes de bajar las escaleras sus manos se soltaron lentamente.

Los padres de Seokjin al mirarlo bajar junto al moreno corrieron a él, la mujer lloraba y el hombre le pedía perdón.

—Lo siento hijo, olvídate de esa boda —ella lloró en sus brazos.

—Perdón por comprometerte sin desearlo, no sé en qué pensaba... Eres nuestro único hijo, no queremos perderte.

Seokjin los abrazó mientras lloraba feliz. Namjoon los miró con una sonrisa, al parecer la boda de su chico estaba cancelada.

Tiempo después todo estuvo bien, Seokjin les dijo a sus padres no estar nunca listo para casarse, aunque claro, eso era mentira.

El año pasó tan rápido, ambos chicos estaban completamente enamorados, se miraban a escondidas de sus padres, dándose todo el amor que tenían para dar, disfrutando de la compañía del otro hasta que el día llegó.

Namjoon cumplió su promesa, le había pedido matrimonio. No esperarían tanto, podrían tranquilamente casarse, eran millonarios, ambas empresas eran suyas ahora, no se preocupaban por el dinero.

Ahora era turno de contarles a sus padres. Claro, como en toda buena historia, algo malo pasaría. Ellos se mostraron de lo más homofóbicos antes de que los chicos siquiera les contaran sobre sus sentimientos.

Seokjin lloró por días, estaba por terminar su relación, pero tuvo una mejor idea. Casarse a escondidas, ambos tenían miedo, pero querían un futuro juntos.

Viajaron a un lugar donde los podían casar, no necesitaron de mucho, solo unos primos de ambos que estaban de acuerdo con la boda, y que serían sus testigos.

Esta se llevó a cabo, aún ambos muriendo de miedo lograron casarse y a partir de ese momento una nueva aventura comenzó.

Para ese entonces ya no vivían con sus padres y fue más fácil mudarse juntos sin que ellos lo supieran. Comenzaron su vida de casados entre tropiezos, no sabían que casarse era algo aún más grande que un noviazgo, pero pudieron salir ilesos, ahora eran felizmente un matrimonio. Sabían cómo era el otro y sabían cómo ser felices, en verdad no necesitaban mostrarle al mundo que se amaban y que estaban casados.

Seokjin se apartó de los labios de Namjoon mientras sonreía. El moreno besó su frente, era el menor, sí, pero siempre amó ser tan grande para Seokjin, cuidándolo y protegiéndolo de todo, era su bebé. Su amor no había cambiado ni en esos cinco años de matrimonio.

—Nam... Creo que es hora de que ellos lo sepan —susurró en sus labios.

—¿Eso quieres? —preguntó sonriente—. Hagámoslo.

Y el mayor se lanzó a sus brazos feliz. Namjoon cayó en el sillón mientras su esposo repartía varios besitos en su rostro. Eran una linda pareja.

—Gracias Nam, lo mejor de todo es que dentro de un mes tendremos nuestro sexto aniversario ¿No estás feliz?

Namjoon abrazó la cintura de su chico mientras lo miraba con amor. Seokjin era precioso, amaba como podía ser un hijo de puta en la empresa, pero estando ellos dos solos era una bolita de amor que solo necesitaba mimos de su esposo para ser feliz.

—Yo soy el hombre más feliz desde que nos besamos por primera vez. Cuando te beso lo siento, es como si fuera la primera vez... Cariño, al recordar que estamos por cumplir seis hermosos años no me lo creo, todavía no me creo que estoy casado con el amor de mi vida, claro que estoy feliz. A pesar de casarnos muy jóvenes, ambos supimos cómo manejar nuestro matrimonio, por eso somos quien somos ahora y si hay algo que me hace malditamente feliz eres tú y lo que tenemos.

El mayor se rio enamorado, amaba demasiado a Namjoon, si fuera por él regresaría al tiempo atrás para repetir ese momento cuando se conocieron, su primer beso, incluso por los momentos difíciles que los volvieron más fuertes en el futuro. Sin duda, había escogido muy bien al no casarse con esa chica y esperar por Namjoon.

El moreno dejó un último beso en los labios de su esposo para cargarlo y llevarlo a la cama, al día siguiente tendrían una reunión con los chicos para festejar de la semana de vacaciones que habían tomado por la boda de Jimin y Yoongi.

[♡]

—Les daré pistas —Seokjin se rio con ternura.

—Bien, yo también lo haré.

Ambos chicos se miraron cómplices para dejar un beso en sus labios y ahora bajar del auto manteniendo una distancia prudente.

Entraron al lugar, ahí estaban sus amigos riendo mientras esperaban por ellos dos.

—¡Chicos! —Seokjin llegó alegrando el momento.

Todos los saludaron, el ambiente ya era bueno y al llegar ellos dos, ya estaba completo.

Los esposos tomaron lugar mientras ordenaban lo que querían beber. Namjoon charlaba con Taehyung y Jungkook mientras Seokjin con Hoseok y Alec, el guapo italiano que iba acompañando a Jungkook.

—¿Cómo siguió la celebración después que nos fuimos? —preguntó Seokjin mientras le daba un sorbo a su bebida que acababa de llegar.

—La verdad es que no tardamos tanto, pero estuvo bien, la madre de Yoongi y Jimin dieron un discurso por haber asistido al casamiento de sus hijos y fue todo —Hoseok le respondió con una sonrisa.

—Se nos olvidaba... Todos nos juntamos en la orilla de la playa para soltar globos de papel, fue muy hermoso y divertido —el chico dijo con su lindo acento italiano, un poco tímido por decir alguna palabra incorrecta en coreano.

—Me hubiera gustado quedarme más tiempo, pero ya estábamos cansados, solo llegamos a la habitación y Nam y yo caímos rendidos.

—¿Compartieron habitación? Que genial.

—Sí, nos gusta más así —sonrió.

Seokjin miró a su pareja, concentrándose un poco en lo que ellos charlaban.

—Son lindos juntos, los mejores amigos. Jimin es mi mejor amigo así que sí, se lo que se siente tener esa confianza hasta para dormir juntos —Taehyung decía sonriente.

—Tú lo has dicho. Seokjin y yo nos complementamos muy bien, desde que nos conocimos nació algo hermoso entre nosotros y desde ese entonces supimos que teníamos un futuro juntos —sonrió.

—Hyung, suenas como si fueran novios —Jungkook rio con ternura, arrugado su nariz, dándole un aspecto de bebé aun cuando era todo un hombre.

—Lo sé y no me molesta serlo.

Ambos Kim no entendieron así que dieron por terminada esa charla para ahora hablar sobre sus respectivas empresas.

[♡]

Un mes después, a una semana de su sexto aniversario de bodas.

Namjoon se miró al espejo, arreglando su saco. Perfeccionó su peinado y se giró para caminar hasta la puerta de su habitación. Seokjin ya lo esperaba en la planta baja de su mansión.

Ese día tendrían una cena con sus amigos, Namjoon estaba a punto de cometer una locura, pero tenía la confianza de que todo iría bien.

Se subieron al auto para pronto Namjoon conducir con destino al restaurante donde habían sido citados. Llegaron y los dirigieron a su mesa. Todos estaban ahí, Jimin y Yoongi, Taehyung y Hoseok, Jungkook y su al fin novio Alec, tomando un vino mientras ellos llegaban.

La cena estuvo bien, charlaban sobre la vida y sus relaciones hasta que el momento llegó. Namjoon tragó duro mientras se ponía de pie con su copa de vino en mano y un tenedor.

Dio unos cuantos golpecitos a su copa para llamar la atención de todos, sus amigos los miraron y Seokjin también, sin saber que pasaba.

—Chicos... Todos ustedes forman parte de nuestra familia, con algunos de ustedes hemos pasado tantas cosas juntos desde que prácticamente éramos unos niños —sonrió—. Lo digo por ti, Jungkook —los chicos rieron al recordar la edad de Jungkook cuando había comenzado junto con Taehyung—. Y me siento mal de no haberles dicho esto antes... Perdón, nos sentimos mal —miró a Seokjin rápidamente—. Nuestra historia comenzó desde el primer día que nos conocimos, al mirarlo supe que había encontrado lo que no sabía que necesitaba hasta ese momento, para él también fue lo mismo... Pasamos mucho tiempo juntos, nuestros padres eran buenos amigos, lo siguen siendo. Y eso tuvo mucha importancia en nuestro crecimiento. Fuimos mejores amigos, no notábamos lo que en verdad pasaba hasta que nos besamos por primera vez, de algún modo yo sabía que era todo lo que quería, al amor de mi vida... Y sí, pasamos por momentos difíciles, nuestra relación nunca fue fácil por diferentes motivos, pero aun así comprendimos nuestro amor y siendo demasiado jóvenes e inexpertos en el amor, tomamos la mejor decisión en nuestras vidas —sonrió. Los chicos no entendían lo que sucedía, pero estaban felices por ver todo el amor que Namjoon transmitía al hablar de esa persona especial—. Al año de ser novios cumplí mi promesa, la más loca y apresurada que he hecho, pero de la cual no me arrepiento y puedo decir con certeza que es la mejor decisión que tomé en la vida... Le pedí matrimonio, lo sé, era muy apresurado, pero para el amor verdadero nada de eso existe. Nos casamos a escondidas de nuestros padres y amigos porque a pesar de estar completamente de acuerdo con nuestra boda, teníamos miedo, miedo a fallar, a no ser lo que la sociedad quería que fuéramos... ¿Pero saben qué? Aprendimos a mandar a la mierda a la sociedad, yo no necesitaba el permiso ni la aprobación de ellos para ser quien soy y amar a quien amo —hizo una pausa mientras miraba el rostro de sus amigos—. Los engañamos por cinco años, casi seis, pero hoy... Hoy quiero que esto sea diferente, quiero que conozcan mi relación, me acostumbré a esconderla que esto es prácticamente nuevo para nosotros, pero no más, a partir de hoy quiero hacer las cosas diferentes, el pequeño Namjoon asustadizo ya no existe, ahora solo existe el Namjoon que está malditamente enamorado de Kim Seokjin.

Todos abrieron la boca grande al escuchar de quien se trataba. Nadie se lo esperaba, pero estaban realmente felices por sus amigos, porque siempre notaron esa química que existía en ambos.

—Por eso hoy a una semana de nuestro sexto aniversario quiero hacerlo bien, sin miedo a la sociedad y es por eso que... —se puso de rodillas ante Seokjin—. ¿Quieres volver a casarte conmigo? Esta vez será diferente amor, te lo prometo.

Y Seokjin se lanzó a sus brazos mientras asentía unas mil veces. A pesar de estar casados ya, una segunda boda sería de lo más bonito, se volverían a casar y a Namjoon no le importaría casarse unas diez veces más, solo si era con él. Con el amor de su vida, Kim Seokjin.

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