Extra 3.

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Jungkook y Alec.

Después de que Taehyung dejó la empresa de su padre, esta pasó a manos de Jungkook. Tan enfadado e intentando castigar a su hijo mayor, la empresa completa fue cedida al menor de los Kim, sin su padre saber que Jungkook no era cien por ciento heterosexual como tantas veces los amenazó con el mismo tema, pero ya no había mucho por hacer, la empresa era suya y él ya no podía quitársela. Claramente Jungkook no quiso quedarse con ella, Taehyung había luchado tanto por mantener esa empresa donde estaba y se sentía incómodo de aprovecharse de la renuncia de su hermano, pero después de hablarlo con Taehyung, el mayor le había dicho que no había resentimientos y si alguien debía llevar la empresa familiar ese debería ser Jungkook, por primera vez se llevaron bien, sin peleas de por medio, solo dos hermanos que se querían.

Jungkook tomó la empresa para ayudar a "Colors" y su economía, ese era su principal propósito, pero no sabía que ahí conocería a un chico que lo haría cambiar la perspectiva del amor y le daría todas las fuerzas para ser libre.

Él era Alec, un chico italiano que vivía en Corea hace apenas unos cuantos años. Era pelicastaño, unos centímetros más bajo que él y muy bonito, Jungkook quedó flechado desde el primer momento.

Alec se volvió su secretario, iban juntos a todos lados, reuniones, juntas, viajes al extranjero, incluso habían ido a Italia, donde él lo llevó a recorrer su lugar de nacimiento.

Ese día había ganado un contrato importante con una empresa y también el corazón de cierto chico con acento tierno y hermoso.

Alec a pesar de ser el chico más precioso que Jungkook jamás había visto, tenía tantas inseguridades. Él miraba a Jungkook y era como mirar toda una galaxia, la más preciosa de todos los millones de millones de galaxias en el universo y luego estaba él, una simple estrella que no merecía estar en ese hermoso firmamento, pero lo que no sabía es que, a pesar de existir cientos y cientos de estrellas, Jungkook lo había escogido a él para brillar juntos.

Estaba completamente enamorado de ese hombre, porque ¿Cómo no estarlo? Podía tener un perfil tan varonil, todo un hombre hecho y derecho, pero lo que más amaba en secreto era la preciosa persona que era Jungkook cuando no estaba bajo la mirada de los demás. Era tan gentil y educado, un poco torpe y risueño, era la clase de chico que querías como tu mejor amigo, de los que te envían un vídeo de ellos mismos bailando una buena canción solo para hacerte reír, o que te escuchan por horas para después darte los mejores consejos. Pero Alec no lo quería como su amigo y ese era el problema.

Sabía que esa relación no podría ser, empezando porque ambos eran hombres y porque sabía que en Corea eran muy reservados con el tema, para no llamarlos homofóbicos. Después, Jungkook estaba muy arriba y él muy abajo, Jungkook pertenecía a la realeza y él solo era un plebeyo como su cabeza le hacía pensar. Ni que decir de sus diferentes nacionalidades, sabía que los hijos mayores tenían prohibido casarse o formar una familia con extranjeros, y aunque Jungkook fuera el segundo hijo y pudiera salir con un coreano o un extranjero, no sabía cómo reaccionaría la sociedad, o el odio que recibiría Jungkook por mirar a un extranjero de una forma lejana a una relación amistosa o de trabajo.

Pero claro, Alec no sabía lo que Jungkook pensaba. Para él, Alec era el único hombre que existía a su alrededor, no le interesaba nadie más que no fuera él, se sentía poca cosa comparado con ese hermoso hombre... Dos bobos que no notaban lo que pasaba.

Alec, cancela todo lo que tenga para hoy en la empresa lo miró después de apartar la mirada de su computadora.

Él asintió rápidamente mientras se ponía de pie. Jungkook no dejó de mirarlo, era tan hermoso.

¿Qué tengo que decir? ¿Qué tiene una reunión importante y no podrá cumplir con las tareas?

No, solo diles que la reunión será para mañana y las demás tareas cancélalas, si te piden más información diles que es información privada.

Lo haré ahora señor Kim terminó de escribir en su libreta de apuntes para hacer reverencia y salir de la oficina.

Suspiró, se sentía tan estancado ahí y en su vida en general. Tenía a Alec todo el día en su oficina, no era malo y tampoco le molestaba, al contrario, le encantaba tenerlo en su oficina porque podía admirar su belleza cada que quería, pero en ese momento se sentía sin salida, le gustaría hablarle más, llevarlo a cenar sin poner de excusa que era su secretario y que tenía que seguirlo a donde él vaya como siempre hacía. Le gustaría tomar su mano y entrelazar sus dedos mientras caminaba por el río Han, admirando las estrellas, aunque ninguna se comparara con ese precioso chico... Necesitaba salir, necesitaba escapar un momento para calmar su acelerado corazón que se agitaba cuando llegaba o cuando lo escuchaba reír o hablar. Porque ante la mirada de todos, eso estaba mal, era terrible que pensara en ser libre y feliz cuando la persona con la que quería compartir esos momentos y esa libertad, era un precioso hombre italiano. Había mil motivos para sentir que todo estaba mal, ni siquiera tenía el valor de afrontar su amor y confesarle a su padre que nunca podría ser el hombre perfecto y mujeriego que deseaba con desesperación. 

Pero entonces lo miraba y se sentía con todo el valor del mundo para gritar a los cuatro vientos sobre su amor prohibido, sobre el chico que vivía en su corazón y cabeza sin pagar renta.

¿Pero qué le había hecho? Estaba malditamente enamorado de él. Dejó su cabeza caer en su escritorio mientras cerraba sus ojos. Alec pasó después de llamar a la puerta dos veces. Al mirar al mayor de esa forma enseguida pensó que algo le había ocurrido, tuvo miedo de que fuera algo malo. Con el corazón latiendo con fuerza y su estómago revuelto por el miedo, corrió hasta él.

Lo tomó de su saco para sacudirlo un poco y poder obtener alguna reacción de su parte, Jungkook escuchó la desesperación en su voz, incluso había comenzado a gritar en italiano, sin siquiera ser consciente, había sido presa del miedo por imaginarse un escenario donde Jungkook resultara herido. El chico se aferraba a su saco negro, listo para cargarlo en su espalda y correr a un hospital, pero Jungkook elevó la mirada, ambos conectando y mirándose profundo.

Algo se encendió en su pecho ese día. Primero que todo; odiaba ver la preocupación en su mirada y segundo; una pizca de esperanza se sembró en su corazón. Esperanza porque Alec sintiera lo mismo que Jungkook sentía por él.

El mayor no dijo nada, pronto lo atrajo a su pecho, ambos respirando el perfume varonil que desprendían, combinándose hasta formar un aroma tan adictivo. Alec ahora sabía que Jungkook estaba bien, pero se había llevado un gran susto. Si que estaba muy asustado y enamorado.

 Lo siento tanto señor Kim dijo bajito y sin salir de su pecho—. Pensé que le había ocurrido algo malo y tuve mucho miedo su voz era amortiguada por el saco negro del castaño.

Estoy bien, Alec. Me alegra mucho saber que te preocupas por mi dejó un besito en sus cabellos para separarlo de su cuerpo lentamente.

Sus mejillas estaban muy rojas, lo podía sentir, su corazón latía demasiado fuerte y esperaba que con ese abrazo no se haya delatado. Tal vez el abrazo por parte de Jungkook fue algo así como de amigos y él ya se imaginaba durmiendo en sus brazos todas las noches. No podía dejar que Jungkook lo viera tan avergonzado y drenando corazones de sus ojos, sería vergonzoso.

¿Puedo ir al baño?

No, quédate un poco más entre mis brazos susurró en su oído mientras lo volvía a refugiar en su pecho.

Los ojos de Alec se abrieron grandes al escucharlo, su corazón había comenzado a bombear con fuerza ¿Estaría mal ilusionarse un poquito?

Borró sus pensamientos para sentir el cálido cuerpo de Kim abrazándolo. Se sintió tan feliz, la vergüenza se había disfrazado por puros sentimientos de confianza.

La puerta de la oficina sonó, Jungkook no lo soltó, aunque estaba luchando contra él mismo, si ser libre o seguir escondiendo sus sentimientos. Él decidió por Jungkook, alejándose y parándose lo suficientemente lejos de él, en espera de quien estaba detrás de la puerta.

¿Estás, Kook? escuchó la voz de Taehyung.

Jungkook maldijo, dándole una rápida mirada a Alec antes de salir de la oficina. Nadie sabía sobre los verdaderos gustos de Jungkook (bueno, solo Jimin, pero con él tenía una confianza enorme). Tenía miedo de poner en peligro a Alec porque él mismo vio cuando su padre rechazó a Taehyung y a Hoseok casi lo asesino por "enfermar" a su hijo. Estaba cansado de seguir teniendo miedo, siempre haciéndose al fuerte. Pero seguía teniendo tanto miedo, solo quería confesar sus sentimientos y amar a Alec libremente. Necesitaba tanto de Taehyung, saber que al menos él lo apoyaría.

Alec se quedó ahí de pie procesando lo que había sucedido. Recordó el perfume de Jungkook, con esa calidez de sus fuertes brazos. Sonrió para después suspirar ¿En qué momento se había enamorado tanto de ese chico?

Jungkook regresó a la oficina después de unos minutos, Alec se encontraba de espaldas a él.

Alec lo llamó.

Él giró lentamente. Lo miró, pero no pudo mantener tanto la mirada, se sentía idiota por actuar de esa forma, pero su miedo a perderlo había sido más fuerte que no pensó en lo avergonzado que estaría si resultaba que no era nada malo.

Toma tus cosas, te llevaré a casa.

Pero todavía no termino mi jornada ¿Estoy despedido? sus ojitos lo miraron con temor.

No, tengo una reservación en un restaurante, al parecer mi hermano tiene que darme una noticia.

De cuerdo señor, me arreglaré para el trabajo apartó la mirada de él para comenzar a recoger sus cosas.

No, hoy no irás como mi secretario Alec, esto no es por trabajo lo miró con seguridad y cariño.

Al parecer la charla que había tenido con Taehyung lo había hecho caer en cuenta de muchas cosas, como que no importaba que le gustara un chico o que estuviera tan enamorado de él, tenía que ser valiente y afrontar ese amor para ser feliz.

Pero yo solo voy con usted cuando se trata de trabajo...

Por favor, permíteme ir contigo ¿Puedes hacerlo? lo miró con esperanza.

Él se sonrojó de solo mirarlo a los ojos. Esos ojos preciosos que lo volvían loco.

Sonrió mientras asentía. Jungkook estiró su mano en dirección a él. Su mirada le decía que podía tomarla. Así lo hizo, tomó la mano del mayor sintiendo una corriente recorrer su cuerpo. Jungkook también la sintió, sonrió ante eso. No podía más, necesitaba confesar sus sentimientos cuanto antes.

Salieron de la oficina sonrientes y con sus manos entrelazadas. Todos los miraban sin creerlo, otros tan horrorizados, algunas chicas y chicos celosos porque él había elegido a Alec, porque todo el mundo parecía notar lo tanto que estaban enamorados, solo ellos no.

Llegaron hasta el auto de Jungkook, el hermoso Ferrari rojo los esperaba. Él lo dejo entrar y después cerró su puerta. Entró para mirarlo con una sonrisa, esa sonrisa que enamoraba a cualquiera.

Pronto el deportivo se puso en marcha junto con un sonido realmente espectacular. Lo llevó por varios lugares de Seúl solo para verlo maravillado con su entorno. Comenzaba a anochecer, todas las luces se encendían dándole un aspecto más bonito a todos los lugares. Sus ojos brillaban ante la hermosura de Corea. Jungkook no podía borrar su sonrisa, lo miraba de reojo. Diablos, realmente lo quería.

El auto paró en casa de Jungkook, Alec lo miró sin entender, pero este solo pudo sonreír, transmitiéndole confianza. Él sonrió también.

El mayor se apresuró a bajar para abrirle su puerta. Tendió su mano, Alec la tomó con mejillas sonrojadas.

Jungkook no lo soltó, entraron en casa con sus manos entrelazadas.

Alec le sonrió al chico, este lo soltó para decirle que en un momento regresaría. Lo miró subir las escaleras, pronto se quedó mirando todo a su alrededor, observando cada detalle y cada fotografía, porque se sentía tan cálido estando rodeado por todo lo que gritaba "Jungkook". 

Jungkook no tardó tanto, cuando regresó trajo consigo una caja con el nombre de una marca exclusiva y fina. Alec no entendía lo que pasaba.

Iba a dártelo para tu aniversario en la empresa le entregó la caja.

Tomo la caja y la dejó sobre la mesa de la sala para abrir y mirar su contenido. Negó rápidamente mientras la volvía a cerrar.

No puedo señor Kim negó.

Alec, tómalo por favor pidió sonriente.

Pero, señor... Eso es muy costoso, no puedo aceptarlo.

Jungkook le sonrió, apartando algunos cabellos que cubrían sus ojos. ¿Era cosa suya o Jungkook parecía coquetear con él?

Tómalo por favor, lo compré para ti, porque eres el chico más lindo que han visto mis ojos y, por lo tanto, eres el único que le puede hacerle justicia.

Pero...

Por favor suplicó con un puchero.

Alec le sonrió. Aunque estaba por morir de diabetes, tiempo atrás juraba que Jungkook era hetero, pero ahora parecía todo lo contrario, incluso había alagado su belleza y a pesar de lo que diría la sociedad al ver a dos hombres como algo más que amigos, lo había invitado como su acompañante a esa cena con su hermano. Al final terminó aceptando. Jungkook le regaló una sonrisa preciosa y acordaron ducharse por separado. 

Terminaron al mismo tiempo. Jungkook llamó a su puerta sonriente, quería verlo. Alec caminó hasta la puerta, guardando la calma.

La puerta se abrió y Jungkook lo miró con ojos brillando. Por el cielo, estaba precioso.

Él vestía un traje gris elegante marca Boggi Milano, exclusivamente traído de Italia solo para el chico más bonito que lo miraba con ojos felices por el gran detalle de escoger una marca Italia.

—bell'uomo (Hombre hermoso) dijo bajito mientras admiraba su belleza.

Alec se sonrojó al instante, sonriendo un poco. Intentó con todas sus fuerzas no lanzarse a sus brazos y besar sus labios, Jungkook le había dicho lo hermoso que era y lo mejor de todo era que lo había dicho en italiano, con un acento muy lindo y a la vez sexi. Kim le tendió su mano, este la tomó para pronto bajar las escaleras.

Jungkook vestía un traje negro, haciéndolo ver muy guapo, este era diferente a los que siempre llevaba a la empresa. Sus cabellos largos y mojados caían en su frente haciéndolo ver tan varonil y guapo.

Al llegar al lugar un chico tomó las llaves para llevar el deportivo al aparcamiento del restaurante. Jungkook a pesar de tener miedo, le dio su mano, él la tomó y entraron al lugar. La música clásica se hizo presente, una chica los llevó hasta su mesa donde ya los esperaban Taehyung y su secretario Hoseok.

Tomaron lugar, ordenaron su cena y se dispusieron a charlar. Alec lo hacía con Hoseok, él era un buen chico y las veces que le había tocado tratar con él, el chico se portaba muy bien, incluso podía decir que eran amigos.

La cena llegó y ellos comieron entre risas, admitía que estando con ellos se sentía tranquilo, por primera vez sentía que pertenecía en un lugar, era querido y Taehyung y Hoseok no dejaban que se sienta fuera de ese bonito y alegre círculo familiar.

Kim mayor les confesó que estaba en una relación con el chico a su lado, claro que ellos dos se sintieron felices por ellos. Después de eso la cena siguió tranquila, charlaron por horas hasta que todo terminó.

Jungkook dejó a Alec en la puerta de su casa, él se giró para mirarlo, agradecerle y despedirse. Jungkook lo miraba sonriente, nunca se cansaría de mirarlo, así eso estuviera muy mal para toda Corea o Italia.

Muchas gracias señor Kim sonrió.

A partir de hoy solo llámame Jungkook se acercó un poco—. Creo que ambos sentimos algo por el otro y no podemos ignorar este sentimiento... No importa que seamos chicos.

¿A qué se refiere con eso, señ... Jungkook? lo miró, perdiéndose en esa mirada tan profunda y cálida.

Tengamos una cita soltó de la nada, sin apartar su mirada de los ojos de Alec.

Alec se sintió morir ¿De verdad Jungkook le estaba pidiendo una cita después de casi confesarle que sentía lo mismo que él? Si estaba soñando era el mejor sueño que había tenido en años.

Por primera vez se permitió olvidar el hecho de que eran dos hombres y con mejillas sonrojadas asintió lentamente, apartando la mirada para abrir la puerta del deportivo.

Buenas noches, Jungkook sonrió para él.

Buenas noches Alec, no te olvides de nuestra cita y espera por mí que pasaré a recogerte por la mañana.

El chico asintió. Estaba dispuesto a salir del auto cuando sintió los labios de Jungkook sobre los suyos.

Desde ese momento no hubo vuelta atrás.

Dicho y hecho, Jungkook cumplió su palabra, había ido por él en la mañana, Alec estaba un poco avergonzado, pero al pasar la tarde con el chico logró sobrellevarlo, disfrutando de Jungkook siendo tan descarado y coqueto.

Después de eso tuvieron su primera cita, ambos decidieron dejar los prejuicios atrás y conocerse más para después de unas cuantas citas dejar en claro que era lo que sentían. Meses después Jungkook le pidió ser su novio.

Alec se encontraba recibiendo unos papeles para Jungkook, cuando se los entregaron se retiró con destino a unos nuevos contratos que tenía que firmar con respecto a nuevos accionistas y una invitación de "Colors" para un evento de caridad.

El chico iba apresurado, se había olvidado de los demás papeles por estar pensando en Jungkook y en su última cita donde prácticamente le pidió comenzar una relación, aunque le había prometido pedírselo de una mejor forma, pero ahora estaban en algo.

Al llegar a recepción se encontró con dos chicas y un chico, se podría decir que estos lo odiaban, desde el primer momento que pisó la empresa le comenzaron a odiar sin razón aparente, solo por ser extranjero, y siendo tan vulnerable y desconfiado de él mismo, más de una vez terminó llorando por sus comentarios.

Era el típico grupito de los bonitos, altos, piernas largas, cuerpos de envidia, rostros hermosos y sin ninguna imperfección, Alec se sentía nada a su lado, prefería evitarles a toda costa. Estuvo por marcharse cuando escuchó lo que decían.

¿Puede seguir siendo tan tonto? una de ellas habló mientras los demás se reían ante el comentario.

Mejor que se regrese a Italia, no pertenece aquí, además, es un hombre ¿Qué dirá la gente o el señor Kim si se enteran de que el perfecto Jungkook sale con un hombre? Solo nos hace querer vomitar de lo asquerosos y vulgares que son.

Alec sintió las lágrimas acumuladas en sus ojos. Claro que sí, una relación de hombres está mal.

Qué vergüenza que el señor Kim vaya con él de la mano por toda la empresa sin sentir pena por todos nosotros que tenemos que mirar ese acto tan asqueroso. Me hace sentir tan incomodo ver a mi mismo sexo de la mano como si fueran una relación normal de hombre y mujer.

El chico dijo, demostrando solo repulsión en sus palabras. Las otras dos rieron.

La primera lágrima bajó de uno de sus ojos. ¿De verdad era tan malo ser hombre y tener una relación con Jungkook? ¿Eso pensaba la demás gente? No podría comenzar una relación con Jungkook si solo daría una mala imagen para él. Sus lágrimas mojaban sus mejillas, seguía de espalda a ellos, no era tan fuerte para darles la cara.

Seguramente lo hace por pena, se sabe que el señor Kim es muy caritativo. Además, el señor Taehyung inició una campaña sobre gays, lo de Jungkook es solo publicidad gratis para su hermano, cuando Alec no le sirva lo desechará después de escupirle en la cara por el asco que le da.

Ustedes tres están despedidos una voz tan masculina y ruda se escuchó.

Alec sabía de quien se trataba. Su rostro se elevó para poder visualizar el cuerpo de Jungkook a unos pasos enfrente a él.

Señor... el único hombre entre ellas habló.

No permito que hagan este tipo de comentarios en mi empresa su voz sonaba furiosa—. Siempre es el mismo problema con ustedes, son unos homofóbicos y unos groseros, no es la primera vez que discriminan a personas pertenecientes a la comunidad homosexual, a personas con discapacidades o extranjeros. No los quiero más aquí, márchense de mi empresa y discúlpense por todo lo que dijeron.

No tenemos porque discúlpanos con él, solo mírelo, es un maldito extranjero homosexual, no pertenece aquí, seguramente ni siquiera entiende lo que está pasando... una de ellas dijo irónica.

Dije que se disculpen con mi novio su voz fue más ruda.

Las chicas y el chico lo miraron atónito, incluso Alec, la recepcionista y algunas personas que pasaban por el lugar.

¿S-su novio?

Eso dije, ahora hagan lo que les ordené, discúlpense con mi novio y espero que usen sus cabezas huecas para algo mejor que denigrar a todas las personas "diferentes" a ustedes  hizo comillas con los dedos—. Y espero que esto le quede como lección a cada una de las personas que comparten pensamientos con ellos y si quieren renunciar por mi sexualidad, espero sus cartas de renuncia en mi oficina y la puerta de salida está muy grande para que puedan largarse sin problema alguno.

Corrieron lejos del problema en cuanto Jungkook terminó de hablar. El italiano se quedó llorando con Kim enfrente de él.

Las miradas estaban en ellos. Jungkook suspiró para acortar la distancia y refugiarlo en sus brazos. El chico lo abrazó con todas sus fuerzas, todos abrieron la boca grande, era real, ellos estaban saliendo.

Rápidamente toda la empresa se enteró, incluso el señor Kim. No le gustó para nada que su segundo hijo fuera un "maricón" como le había gritado cuando Jungkook aceptó todos los rumores y lo enamorado que estaba de Alec.

Él pronto sacó a Jungkook de su herencia, pero era algo que no le importaba, porque había ganado algo mejor que ese dinero. Si tenía que perder a Alec para quedarse con ese dinero, entonces no tenían valor alguno porque él valía más que toda la herencia de su padre.

Habían pasado por demasiado, eran corazones enamorados que tenían miedo de aceptar su verdadera naturaleza, pero al hacerlo pudieron ser completamente libres y felices, viviendo su vida de la mejor manera, viviendo de verdad, sin tener que esconderse detrás de algo que no eran.

Jungkook lo miró, Alec miraba su traje blanco con felicidad. Él lo llamó bajito, Alec sonrió. Estaba demasiado feliz con Jungkook, era tan perfecto y hermoso, después de pasar tantos años y cosas juntos ahora estaban frente al altar, recién terminando sus votos para ahora proceder con el beso que terminaría la pequeña ceremonia.

Kim lo tomó de su delgada cintura para lentamente acerarlo a su cuerpo y reclamar sus labios en un beso lleno de felicidad. El futuro le deparaba muchas cosas buenas al matrimonio Kim.

Ellos serían felices por mucho tiempo, sin prejuicios, sin importar si eran dos hombres amándose con intensidad.

El fin.

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¡Hola!

¿Qué tal?

¿Qué les pareció?

Espero que les haya gustado

Se que el nombre Alec no es italiano pero me gusta mucho ✌

Disculpen si se me escapó algún Jeon, recuerde que aquí Jk es hermano de Tae, entonces llevan el apellido Kim pero seguramente se me habrá escapado ese detalle 😂😂

Voten y comenten mucho ❤

Nos leemos en el próximo extra 

¡Adiós!

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