La semana siguiente, ni la próxima, ni la que le siguió para terminar el mes de julio, Jungkook asistió a la escuela. ¿Era extraño? Por supuesto, para todos. Pero tenía certificado medico, estaba enfermo y sus faltas no contaban.

Seokjin y Taehyung lo veían a diario. Por la tarde luego de clases. Iban intercalamdo el lugar de encuentro, nunca era el mismo; cualquiera de las casas de los Kim, algún parque a las afueras de la ciudad, el centro comercial, o el río. Kim mayor solía hornear pastel y brounies, mientras que el pequeño se había vuelto bueno con las galletas y con... algunas cosas que solo el y Jeon hacían cuando nadie les veía.

Unos golpes en su ventana despertaron a Taehyung, y al abrir para mirar hacia afuera, se encontró extrañamente con Jungkook. Vestía ropa corta por el calor que hacía aún si la luna brillaba en el manto azul, llevaba una mochila negra, anteojos, zapatillas y gorra del mismo color. Le hacía señas con las manos de que bajara, y aún medio dormido se calzó rápido y bajó en puntas de pie. Aunque su madre estaba lejos de despertarse puesto que sus ronquidos se oían desde la plata baja.

Cuando abrió la puerta y caminó hasta la calle, por donde podia ver la ventana de su habitación, el peli-negro le sonrió desde su lugar.

"¿Te molestaría si yo te diera un beso, Tae? Por que te juro que he estado pensado en tí todo el día"

—Hyung to-tonto—se rió, acercándose a él, y Jungkook aprovechó para rodear su cintura en un pequeño abrazo. A Kim le pareció que la ropa a Jeon le quedaba un tanto ancha, ¿por que se habría puesto prendas más grandes? pero no le hizo comentario alguno—, ¿cómo me molestaría eso, Jungkook?

Avergonzado, el mayor besó primero su nariz, el lunar que habia en ella, y sin romper el abrazo, ahí en medio de la calle y en medio de la noche, juntó sus labios con los del menor. Pero esta vez, no había sido un simple pico como todos los anteriores; sus bocas encajaron por que Kim hizo puntillas de pie y se aferró al cuello de la remera del mayor, y recordando una película, Jungkook ladeó más la cabeza y sintió el labio inferior de Kim entre los suyos. Taehyung también se había visto miles de películas románticas, claramente se hacía una idea de como debería ir la cosa, pero no quería abrir mas la boca por que pensó que de esa manera solo se besaban los mayores; terminó cediendo ante el insitinto.

Pero, por dios santo. Si así se besaban los mayores, Taehyung quería hacerlo cada día que Jeon viniera a verlo.

Se separaron, más no se alejaron demasiado el uno del otro. La luz de la luna sobre ellos, la calle vacía, y el calor en sus corazones. Taehyung no quería nada mas que eso, se sentía feliz.

Jungkook metió una de sus manos al bolsillo de su pantalón para sacar algo. Dos dijes con la forma de un corazón, cada uno con su respectiva cadena. Se alejó unos centímetros del menor y bajo su atenta mirada le colocó al cuello su collar e hizo lo mismo con la propia.

—Tú y... tú y yo—leyó las palabras grabadas con facilidad gracias a la luz de la luna, una vez encastró los dijes—. Muchas gracias, Kookie. Me encanta.

Besó su nariz, volviendo a abrazarlo por el cuello. Jeon lo apartó un poco con una sonrisa para sacar su libreta y escribir.

"No me agradezcas♡. Tengo que irme, TaeTae. No me extrañes, ¿si?"

—¿Volverás mañana? Seokjin dijo que tiene videojuegos para estrenar—bostezó, restregandose un ojo con el dorso de la mano.

"Yo siempre vuelvo, bonito. No me olvides", y con una sonrisa le entregó la libreta antes de marcharse loas rapido posible para no quebrarse en llanto ahí mismo. La mujer cerró las cortinas de su habitación en cuanto el peli-negro se perdió por la calle, sintiendo sus mejillas humedecerse.

Kim estaba más dormido que despierto, por lo que no notó lo extraño de eso hasta el dia siguiente donde solo él y el otro Kim pasaron la tarde jugando solos; de hecho no notó lo extraño de la desaparición de Jeon hasta un mes despues, donde finalmente dejó de finjir que no entendía lo que estaba ocurriendo.

Jungkook se había ido, y no tenía idea a dónde.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5