Encendí el móvil y miré la hora. Habían pasado cinco minutos desde la hora acordada. La siesta se alargó, pero ¿Y qué culpa tengo yo de ello?
Toqué el timbre y no tardó mucho en abrir la puerta. Me llevé una sorpresa agradable pero calurosa al verlo. Solo llevaba unos pantalones de chándal grises algo bajados que dejaban ver la goma de su ropa interior. Nada más. Su torso estaba al descubierto, completamente.

Simon: Llegas un poco tarde, ¿No te parece?

Tú: Lo bueno se hace esperar- pasé y él cerró la puerta tras de sí.

Simon: Por eso mismo llegué tarde la otra vez. Anda, vamos a mi estudio de música-me puso la mano en la espalda y me llevó a dicho sitio. Entonces se sentó en una de las dos sillas que estaban frente al escritorio- Bien, ¿Has traído algo de letra?

Tú: Sí, tengo algo. No es mucho, ya que me has avisado algo tarde. Pero bueno... Añadiré o mejoraré cosas según vayamos componiendo- me fuí a sentar pero en vez de sentarme en la silla de al lado me senté en su regazo.

Simon: Hay otra silla, eh

Tú: Aquí estoy bien

Simon: Ya, ya sé. Bueno, antes de ir con la melodía, mejor miremos las letras. Empieza tú

Tú: Vale- saqué mi móvil y empecé a recitar-
"Muerde mis labios,
quiero recostarte en la cama, quiero hacerlo.
Me estoy volviendo loca,
esta noche será nuestra propia fiesta
Puedo hacer lo que sea quieras.
Yo cambio cuando veo tu piel desnuda.
Mis manos no se pueden quedar quietas, sigo amando tu cuerpo"- apagué mi móvil y lo miré- Ya está, eso es todo

[Disclaimer: La letra está basada en la canción de multimedia "Ride me" de Jay Park]

Simon: Está bien. Me toca- buscó su móvil en su bolsillo y lo sacó. Dicho esto comenzó a recitar- "He esperado por este momento, te derretiré con mi lengua,
desataré tu sostén con mi boca.
Tu espalda es tan impresionante...
Te besaré de la cabeza a los pies.
Por aquí y y por allá.
Una vez no es suficiente, sigamos hasta el amanecer"

Ambos sabíamos que la letra era pensando el uno en el otro. Y según me recitaba aquello, mi mente trabajaba en letras y de repente un cúmulo de versos salieron de mí.

Tú: Se me ha ocurrido algo más sobre la marcha- volví a encender mi móvil y en notas empecé a plasmar todo lo que se me vino a la cabeza- Vete leyendo

Y escribí: "Dime lo mucho que te gusta. Cuánto has esperado por mí.
Te haré sentirlo.
Nene, te haré decir que me quieres"

Mientras escribía sus manos iban acariciando mi vientre. Apegué mi espalda en su pecho al sentirlo y él apoyó su barbilla en mi hombro.

Simon: Eso está muy bien. Oye, ¿Puedes ir escribiendo lo que te voy a decir? Es que se me han venido un par de cosas a la cabeza- asentí y comenzó a dictar- "Esto es solo el comienzo.
Date prisa y móntame.
Si comienza a ponerse difícil, dímelo, podemos cambiar posiciones.
Tu cuello- acercó su rostro a mi cuello- Tus piernas- rozó con la yema de sus dedos mis muslos- Tus senos y tu cuerpo- volvió a acariciar mi torso y está vez muy cerca de mis pechos- Esta noche está caliente.
No te preocupes, no me cansaré.
Puedo hacerlo toda la noche.
Sólo confía y sígueme.
Me estoy volviendo loco esta caliente noche"

Así sin más añadí: "No quiero que esto termine". De repente, él puso sus manos encima de las mías y comenzó a teclear: "Quédate siempre a mi lado".

Giré mi cabeza y me encontré con su rostro muy cerca del mío. Parecía que nos comunicábamos con la mirada. Apagué mi móvil y lo dejé encima del escritorio sin quitarle ojo de encima. Él envolvió mi cintura con un brazo. Su otra mano sujetaba mi mejilla. Bajé mi mirada a sus labios, los cuales al relamer y morder, despertó mis ganas de hacerle yo lo mismo.
Sé de sobra que los dos estábamos reprimiendo los impulsos por puro orgullo.

Simon: A quien quiero engañar- vi que él acercó el rostro y yo seguidamente y por inercia hice lo mismo.

Y al final, ocurrió... Nos besamos apasionadamente ya desde el principio. Todo lo que nos habíamos reprimido hasta ese momento salió a flote y de qué manera... Lo que pudo ser una simple llama, al acumular tanto el calor, ha estallado y ha creado un incendio tan abrasador como el mismo infierno.
Me di la vuelta y quedé cara a cara con él. Lo tomé de la mandíbula para profundizar el beso aún más. Pero lentamente mis manos empezaron a bajar hacia su cuello, después los hombros, la clavícula y finalmente en el pecho y el abdomen.
Pasaba mis manos repetidamente por esa zona. Mientras que él simplemente apretó mis muslos. De repente, comenzó a besar mi cuello. Apreté sus hombros del gusto que me dieron sus besos. No los recordaba tan placenteros la otra vez. Cuando terminó apoyó su frente con la mía y me tomó de la mejilla.

Simon: Al final he conseguido lo que quería...

Tú: -solté una carcajada- Si lo he hecho es porque me apetece. Pero aún estoy a tiempo de largarme

Simon: Nena, no me has dejado terminar... -sonrió- He conseguido lo que me propuse en un principio... Pero... No me ha salido como esperaba. Ahora deseo más. Enamorarme no estaba en mis planes- mordió mi labio y procedió a hablar- Ahora no sólo deseo follarte y ya... Quiero hacerlo todos los días. Deseo tenerte...

Tú: ¿Me estás pidiendo salir? -dije en un tono coqueto.

Simon: Veo que lo has pillado

Tú: -sonreí de medio lado y solté una carcajada. Acto seguido, le di un besazo de los buenos en los labios- Si me regalas una de las mejores noche de mi vida, quizá

Simon: Estás jugando con fuego y te vas a quemar

Tú: A eso estoy esperando. Empieza encendiendo el fuego y a ver a donde llegas

Simon: Esta noche arde Troya

Tú: -reí- ¿Seguro?

Atacó mis labios con énfasis, y bajó sus manos a mi cintura. Después, metió una de sus manos por debajo de mi ancha sudadera. Subió hacia uno de mis pechos.

Simon: ¿No traes nada más que ropa interior debajo de la sudadera?

Tú: ¿Tú qué crees?

No dijo nada. Sólo me miró pícaro con su ya típica sonrisa de medio lado. Se mordió el labio y volvió a besarme de nuevo. Ahora bajó su mano de nuevo a mi cintura pero la metió por debajo de la tira del tanga. Puse una de mis manos en su nuca y comencé a mover mis caderas al sentir que su amiguito despertó. Me estimulaba de tal manera que empecé a sentir un calor muy fuerte en el vientre. Le besé el cuello consiguiéndole sacar suspiros. Justo cuando sintió una succión se levantó conmigo en plan koala y salimos del estudio. Recorrió el salón hasta llegar a su habitación. Una vez allí, me tiró a la cama, pero él se quedó de pie. Algo estaba buscando en su móvil.

Simon: Toda buena sesión de sexo tiene música de fondo, o por lo menos para mí- conectó su móvil a unos pequeños altavoces y puso el volumen bajito pero que oyeramos de sobra.

Tú:-Me levanté de la cama y me acerqué a él. Rodeé su torso con mis brazos- Bien, bien... Así puedo bailarte mejor -puso sus manos en mis caderas las cuales ya había empezado a contonear.

Nos mecíamos sensualmente mientras calentábamos el asunto más y más con un beso. Sus manos descendieron hasta mis glúteos los cuales apretaba por encima de la sudadera. Hasta que cogió y me la quitó. Evidentemente, quedé en ropa interior. Un conjunto lencero bien bonito que me compré hace poco, de hecho. Yo di punto y final al beso y cogí sus manos para que abriera sus brazos. Me giré haciendo que mi espalda se apoyara en su torso e hice que me abrazara. Era consciente de que mis glúteos rozaban su miembro. Por eso mismo movía mis caderas haciendo un lento y sensual baile al son de la música. Muy pegadita a él.
Apoyó su cabeza en mi hombro y hundió su rostro en mi cuello.

Simon: Qué bien te queda el burgundy-susurró en mi oído y besó mi cuello- Espero poder verte más así de aquí en adelante

Tú: Según como lo hagas esta noche, ya sabes

Comenzó a sonar otra canción. "I do" De Cardi B. Entonces me di la vuelta e hice que se sentara en la orilla de la cama. Me puse encima y me sumí en un lap dance muy sensual. Lento, lleno de caricias y besos por doquier. Nos mirábamos fijamente a los ojos, yo con una sonrisa picaresca y él se mordía y se relamía los labios constantemente. Algún que otro beso caía, y es que era inevitable. Parecía que tuvieran necesidad de estar constantemente en contacto. Lo que más me gustaba era que a momentos me abrazaba, y ponía su cabeza en mi hombro, entonces acercaba sus labios a mi oído y me susurraba incoherencias con la voz ronca entre suspiros y jadeos. Me ponía la piel de gallina...
Nos volvimos a besar con pasión de nuevo. Sus manos agarraban mis glúteos y en un momento de estos apretó más y me apegó a él fuertemente.
Yo mordí su labio inferior ante ese acto, y jugué un poco con este succionándolo. Después él sonrió, e hizo que me diera la vuelta para tumbarme en la cama. Se colocó entre mis piernas como lo había hecho antes. Se quitó el pantalón y lo tiró al suelo, entonces se incorporó poniendo ambas manos apoyadas en la cama, al lado de mis hombros. Y quedamos cara a cara.
Me miraba con una sonrisa entre sensual y romántica. Me apartó algunos mechones de la cara y me dio un fugaz beso en los labios. Su cabeza descendió hasta mi pecho. Paso su lengua por mi canalillo, de abajo hacia arriba, y terminó en mis pechos. Repartía besos en ellos y eso me provocaba cosquillas. A causa de esos agradables cosquilleos no pude evitar soltar unas risitas.

Simon: Conque a la nena le gusta que le hagan esto... Levántate un poco, anda- alcé levemente mi torso y él llevó sus manos hacia mi espalda, al broche del sujetador, lo desabrochó y me lo quitó. Lo echó por algún lugar de la habitación sin siquiera mirar y me volví a recostar- Mucho mejor así- atacó mis pechos de nuevo y no sólo con su boca. También con sus manos.

Poco después subió sus besos de nuevo haciendo un camino hasta mi cuello. Alzó su cabeza y acercó su rostro al mío haciendo que nuestras narices rozaran. Se llevó sus dedos a la boca y acto seguido me dijo que hiciera lo mismo. Y sólo con ese acto sabía qué iba a hacer.
Bajó su mano a mi entrepierna y metió la mano por debajo de mi ropa interior. Nada más sentir su tacto ahí solté un gemido.
Comenzó estimulando mi centro haciendo suaves círculos. Después con caricias y toquecitos. Y lo mejor empezó cuando fue más fuerte. Hizo todo lo anterior más rápido y con más fuerza.

Tú: S-Simon... Por fa... Me-mete...

Simon: ¿Qué dices que quieres? -acercó sus labios a mi frente y dejó un beso en esta- ¿Esto? -metió su dedo corazón en mí mientras con el pulgar seguía masajeando el botón. Yo asentí jadeante. -Espera, esto nos está molestando creo yo- me bajó el tanga hasta las rodillas y siguió- así mejor

Puse mi mano en su mejilla y lo atraje para besarlo. No quería ser una escandalosa, así que para ahogar los gemidos lo besé.
Me estremecí al sentir otro dedo meterse en mí. Por un momento ví las estrellas. Y más las ví cuando aumentó la velocidad.
Llegué a un pequeño orgasmo después de unos cuantos toques. Cuando Simon sintió mis escalofríos apartó su mano. Separó el beso para repartir estos en mi cuerpo. Cada vez más abajo, y más, y más, y más...
Terminó en uno de mis muslos, un poco más arriba de la rodilla, donde se encontraba una de las tiras de mi ropa Interior. Tomó esta con los dientes y fue descendiendo hasta quitarmelo por completo. Entonces, sin ningún vacile, lamió mi contra muslo hasta llegar a la entrepierna. Siendo sincera, este era el momento más esperado para mí. Siempre he querido saber cómo hace orales.
Y me da rabia admitirlo, pero es buenísimo el hijo de puta. De los mejores orales que he recibido en mi vida, y no voy de coña.
El control en su lengua, los besos, las succiones... Eso era lo mejor.
La sensación era tan gustosa y tan placentera que mi objetivo de no ser escandalosa se fue a la mierda y eso que acababamos de empezar. Hasta los ojos se pusieron en blanco en dos ocasiones.
Cuando sentí que iba a llegar, cerré mis ojos y agarré con fuerza la sábana. Mis caderas ya se movían por sí solas y poco tardaron en llegar los espasmos. Ahí fue donde terminé. Él ascendió hasta ponerse en la posición de antes.

Simon: Qué, ¿He estado bien?

Tú: Mmm... No ha estado mal

Simon: A juzgar por tus grititos, creo que he estado de puta madre. ¿Mmh?

Tú: -Sonreí y le di un piquito- Es mi turno... -hice que se diera la vuelta, haciendo que se tumbase y yo quedase encima- Ahora tomo yo las riendas

Simon: Estoy expectante. A ver si lo haces igual de bien que yo- besó mi mejilla.

Tú: Lo haré mejor que tú-solté una leve carcajada. Con la yema de mis dedos acariciaba su pecho y sus abdominales, y fuí bajando hasta su entrepierna. Toqueteé por encima de la tela y apreté dándole un mordisco en el cuello. Soltó un quejido que me puso la piel de gallina.

Al fin metí mi mano por debajo de su boxer, pasé mi mano a lo largo de su miembro y lo saqué completamente. No es por echarme flores, pero ya me temía que eso que escondían sus pantalones no era para nada pequeño. Moví mi mano por toda su longitud y así repetidamente, y cada vez más rápido. Su voz ronca entre gruñidos y quejidos provocaban una sensación muy gustosa en mí. No me quiero imaginar cuando se ponga a gemir...
Mientras mimaba su miembro, dejaba besos en su pecho y su abdomen. Lamí la línea central que dibujaba su marcado abdomen. Ahí aproveché para quitarle los bóxers por completo. Me posicioné ante su entrepierna. Hice un movimento coqueto con las caderas y lo miré pícara mordiendo y relamiendo mis labios, como si tuviera delante un exquisito manjar que estaba a punto de degustar. Y, bueno, así iba a ser.
Pasé mi lengua por su longitud para humedecerla y jugué un poco con ella en la parte de arriba. Y es que me encantaba verlo retorcerse a cada acto que yo hacía.
Ya cuando estaba lo suficientemente húmedo, me lo metí en la boca. No era trabajo fácil, ya que, como he dicho antes, la tiene un tanto grande. Por eso procuraba ir algo suave.
Mi cabeza subía y bajaba levemente. Pero él pedía más.

Simon: Dale más rápido- se retenía los gemidos y le salía la voz ronca y ahogada.

Comencé a ir más rápido. Nada más hacerlo, finalmente, soltó un gemido sónoro. Sonó como un gruñido. Echó su cabeza hacia atrás y apretó las sábanas con fuerza. Eso era señal de que lo estaba disfrutando y mucho.
Por eso quise darle más. Quise llevarlo al éxtasis. Metí mi mano en el acto para acompañar, hacía movimientos con la lengua que sabía que para él eran matadores, succionaba ligeramente...
Hasta me atreví a hacer garganta profunda.
Los sonidos que salían de su boca los disfrutaba como si de mi canción favorita se tratase. Menuda manera de gruñir, gemir y jadear...
Sentí que llegaba por los tembleques que comenzó a tener. Así que, después de dos succiones finales, lo saqué de mi boca y seguí con la mano hasta que terminó.
Sonriéndole, me puse encima suyo, acerqué mi rostro al suyo y le di un piquito.

Tú: Qué. A que he estado mejor

Simon: Mmm... No sé yo, eh

Tú: A juzgar por tus berridos, creo que he estado no de puta madre. Sino de putísima madre

Simon: No puedo negar lo evidente-sonrió y me besó.

Recordé algo que es muy común de Simon en cuanto a tema chicas. Sé que se ha acostado con bastantes, y que a todas les ha marcado con un chupetón pero él nunca se ha dejado. Jamás.
¿Qué pasaría si yo rompiera eso?

Tú: Va cierra los ojos que te voy a hacer una cosita

Simon: ¿Ah sí? -cerró los ojos sonriente- ¿Qué cosita es?

Tú: Ahora lo verás

Di pequeños y húmedos besos en el cuello, después succioné haciéndole un chupetón. Que se vea. De repente, me empujó levemente y me miró a los ojos con expresión de sorpresa. Me miró de arriba hacia abajo y tomó aire.

Simon: Hazme uno más en la clavícula, y que sea grande- dicho y hecho. Hice todo lo que me dijo incluso más- Pero ahora, me toca a mí

Acercó sus labios a mi cuello e imitó lo que hice. Igualmente en la clavícula y en el comienzo de uno de mis senos. Ví que fue bajando con la lengua y me incitó a ponerme de rodillas. Mi vientre quedó a la altura de su cabeza y este paró succionando de nuevo para marcarme ahí.

Simon: Mmm... Qué rica estás- dio repetidos besos en mi vientre.

Tú: Simon... Hazme otro

Simon: ¿Otro chupetón?

Tú: No- miré hacia abajo dándole su entender lo que quería.

Simon: Aaaah-rió con picardía- Te ha gustado mucho, eh- acarició mi espalda hasta llegar a mis glúteos. Sus besos fueron bajando hasta llegar a mí entrepierna.

Y volvió a empezar lo de antes. Es cierto, me había gustado esa sensación. He de admitir que lo hacía demasiado bien.
Y ya que estaba, por qué no repetir.
Nada más notar pasar su lengua, tuve que coger aire porque me estaba quedando sin.
Sabía bien dónde hacer más presión con la lengua y dónde no. Dónde ir más suave y dónde más fuerte. Dónde relajar la lengua y dónde tensarla más. Cuando ir más lento y cuando más rápido. El punto justo donde debía succionar...
Mis piernas flaqueaban, mi piel se erizó, y mi cuerpo se estremecía a momentos. Perdí un poco el balance y tuve que apoyar mis manos en el respaldo de la cama.
Cerré los ojos mientras gemía y suspiraba.
Perdí la noción del tiempo y no sé cuanto tiempo estuvimos así. Una punzada en el vientre me avisaba que ya estaba llegando. Y después de unos segundos llegué al clímax.
Se deslizó pasando por debajo de mis piernas y se posicionó detrás de mí. Separó un poco más mis piernas y puso ambas manos en mis glúteos, haciendo que lo ponga en pompa.
Dejó besos en mi espalda hasta llegar a mis hombros. Después se acercó a la mesilla de noche y de un cajón sacó un condón. Lo abrió y se lo puso.
Escuché cómo su respiración aumentaba, se volvía más temblorosa y parecía que su pulso iba a mil por hora. Se notaba de lejos lo ansioso que estaba.
Me cogió del pelo y levemente, para no hacerme daño, me llevó hacia atrás apegandome a él. Sentía todo su caliente cuerpo por detrás. Me besó con más ansia que antes y me apretó fuerte los pechos.
Llevé mi mano a su hombría y la puse en mi entrada. En ese momento, juro que pude escuchar el retumbo extasiado de su corazón. Entonces con cierta lentitud la metí en mí.

Simon: Joder... -Apoyó su frente en mi hombro y respiró hondo.

Me moví un poco para estimular, gruñó de una forma muy sensual y me empujó hacia delante quedando a gatas. Comenzó  moviendo su cadera y embistiendo con bastante fuerza. Lo hacía con una rudeza que a mí me hacía delirar. Era incapaz de callar mis gemidos, pues el placer que me estaba brindando era inmenso. Salvaje. Arrollador. Poco a poco fue acelerando la velocidad y subiendo la intensidad. Tenía los dedos hundidos en mis nalgas como de un águila con su presa se trataste. Me apretaba fuerte, tanto que creo que dejaría marca. Pero a mí eso no me dolía en absoluto. Ese dolor era reemplazado por el placer completamente.
Mis brazos empezaron a flaquear y perdí el balance. Alargué los brazos mientras sujetaba las sábanas y apoyé mi frente en el colchón. Simon siguió embistiéndome cuando pasó su mano por mi espalda hasta llegar a mi hombro, el cual sujetó.

Simon: Sí, joder... Sí... -Gruñía. Su otra mano acarició mi glúteo y, seguidamente, me dio una nalgada. A lo que yo respondí gimoteando- ¿Te gusta?

Tú: Sí- dije en un medio susurro. Y no mentía. No soy masoca, pero eso me pone bastante. Las cosas como son.

Simon: De puta madre... - Me dio otra. Y después otra más. La segunda creo que se sobró.

Tú: ¡Ay! ¡Hostia! Ahí te has flipado bastante

Simon: Perdón- lo dijo con un tono un tanto tierno y arrepentido. Salió de mí y dejó un beso en el glúteo dado. Fue subiendo los besos hasta mi hombro y susurró en mi oído- Es que me pones tanto...

Giré mi cabeza encontrándome con la suya a muy poca distancia y lo besé apasionada y extasiadamente. Duró poco, porque me di la vuelta y me senté para incorporarme.

Tú: Ahora quiero mandar yo-le dije seductora.

Simon: ¿Ah sí? ¿Y qué quieres que haga?-me besaba el cuello de mientras.

Tú: Túmbate- le empujé levemente para que lo hiciera. Yo, me puse encima.

Simon: O sea que me vas a montar, ¿Hmm? Muy bien- me cogió de la cintura y me sentó con fuerza en su miembro- Adelante, cowgirl

Mordí mi labio en una sonrisa y empecé a mover mis caderas con un control cual bailarina de belly dance. Rasguñaba suavemente su pecho mientras me movía.

Simon: Estás buenísima- dijo mientras subía y bajaba sus manos por todo mi cuerpo.

Con un sensual movimiento, llevé mi pelo hacia un lado y llevé mi torso hacia delante con coqueteo. Le di un fugaz beso en los labios y otro en el cuello. Pero en este último dejé un regalo, un morado bien notorio. Volví a incorporarme de nuevo y comencé a dar botecitos, sintiendo toda su hombría dentro de mí.

Tú: Ay, Dios... -solté un suspiro desesperado llevando mi cabeza hacia atrás. Mordí dos de mis dedos mientras soltaba gemidos- ¡Ay, Dios! -gemí al sentir su agarre en mis glúteos más fuerte y sus embestidas.

Simon: Más rápido, _____. ¡Más! ¡Rápido!- su voz sonaba temblorosa, pero tan ronca y sexy... Se notaba que estaba en un momento de embeleso.

Mis botecitos se hicieron más abundantes y rápidos. Nuestros cuerpos hacían un sonido muy placentero al chocar. Y, siendo sincera, ese sonido me ponía a cien muchísimo. Él con su cadera acompañaba los movimientos y las embestidas y las hacía más rápidas y profundas.
Comenzó a gemir y a gruñir más fuerte. Su cabeza se ladeó y ví como sus mandíbula se tensaba y algunas de sus venas del cuello se hacían notorias. De repente, estiró de mí brazo haciendo que todo mí torso cayera encima del suyo. Apoyé mí frente con la suya. Incorporó sus piernas doblándolas apoyando sus pies en el colchón para que la movilidad de sus caderas sean más precisas. Y comenzó a ir como si hubieran pulsado un botón de "Turbo" en él. Su cuerpo comenzó a temblar, como si estuviera a punto de entrar en erupción.
Ya estaba casi en su punto. Justo cuando comencé a sentirlo yo también, hizo un movimiento raro y soltó su último aliento en un sónoro gruñido. Ya había llegado al orgasmo. Y a mí me faltaba muy poco.
Me incorporé sujetándome en su pecho y moví mis caderas rápidamente hacia delante y hacia atrás buscando más profundidad. Tenía los ojos cerrados con fuerza y algo hizo que los abriera de golpe por unos segundos y los cerrara aún más fuerte. Simon llevó su mano a mí entrepierna y comenzó a masajear el núcleo con énfasis.

Tú: ¡Joder Simon!

Simon: ¿Se siente bien?- yo asentí con la cabeza gacha- Mírame- me daba cosa ya que si abría los ojos y lo miraba, estaba segura de que, por el gusto, pondría mis ojos en blanco- Vamos, ____. Quiero ver que te gusta lo que hago- alcé mi rostro e intenté poner la cara más sensual posible. Tuve que morderme el labio para no dejar escapar esa cara de orgasmo. Él soltó una carcajada juguetona- Qué linda- llevó la otra mano a mi mejilla y la acarició.

De repente, comenzó a hacer lo de antes. A embestirme con fuerza y rapidez. Entonces perdí nuevamente el balance de mis brazos y opté por hundir mi cara en su cuello. Sus dedos, hundidos en mis glúteos, apretaban hasta dejar marcas. Los míos, arañaban sus hombros. Unas embestidas más tarde vino de nuevo la punzada en el vientre. Pero aún más fuerte. Empecé a moverme más rápido. Sin control alguno. Gimiendo y suspirando en su oído hasta el pecado más grande. Mordí su hombro al sentir mí cuerpo temblar. Un temblor tan grande que parecía casi una convulsión. Donde mis músculos se contraían y me quedaba sin aire. Sólo podía soltar un grito ahogado.
Ese momento paradisíaco sólo duró unos instantes. Pero fueron de los mejores de mi vida. Hacía mucho tiempo que no fingía un orgasmo.
Al terminar, me dejé caer intentando recuperar el pulso y el aliento. Sentía su pecho subir y bajar continuamente en busca de la serenidad. Cuando finalmente repuse fuerzas, salí de él y me tumbé a su lado en la cama. Él se quitó el condón y lo tiró a la papelera que había a pocos metros de distancia. Se dejó caer a mi lado. Y ahí estábamos, mirándonos con detención el uno al otro.

Simon: -acercó su mano a mi mejilla y la acarició- Si antes me gustabas, ahora es que me encantas. Acabas de enamorarme aún más

Tú: Lo dices en serio o es tu típica frase de picaflor que dices a todas después de llevártelas a la cama

Simon: -soltó una carcajada de "ofendido"- Mira la niña esta... A ver, ¿Tú te crees que yo a cualquiera le diría que estoy enamorado así por así? Tía, lo de antes iba en serio

Tú: -Lo miré con detención con mueca de indiferencia- Mmm... Buenas noches, Simon- me dispuse a dormir abrazándome a él y apoyando mi cabeza en su pecho

Simon: ¿Y ya está? Oye, creo que te he dado una muy buena noche...

Tú: ¿Qué te esperas? ¿Un "Buenas noches, mi amor"? ¿"Dulces sueños, cielito"? Man, yo no soy de ponerle apodos cursis a mi pareja

Simon: ¿Tu pareja? ¿Eso es que estamos ya saliendo?

Tú: ¡Halaaaa! ¡Misterio!

Simon: De puta madre- dijo con júbilo y me abrazó con más fuerza- Entonces... Buenas noches, nena- besó mi cabeza.

Fin del flashback

Simon: Pffff... Menuda noche

Tú: Y que lo digas. Al final fue verdad que me regalaste una de las mejores noches de mi vida

Simon: Nena, ahí te regalé el comienzo de las mejores noches de tu vida

Tú: Tampoco te flipes- bromeé y reí- Oye, Si

Simon: ¿Hmm?

Tú: Todo esto de recordar esa noche... Me ha encendido bastante

Simon: A mí también- Nos miramos con una sonrisa cómplice.

Tú: Qué, ¿Vamos a por la segunda?

Simon: Hostias que sí. Pero esta vez- se posicionó encima mío- Mando yo

Tú: Está bien- reí. Acto seguido, comenzamos con la segunda ronda.

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Hi Signoriles! 🌹

¿Cómo estáis? Espero que muy bien🥰
Como habréis podido notar, he Estado bastante ausente por Watteau. Digamos que me he tomado un pequeño hiatus. Y es que entre el tema este de la pandemia y las clases online que me tenían frita, después las vacaciones que estoy que si acampadas con amigos, que si quedar, que si con la familia..., también la hípica ha cogido mucho tiempo mío ya que tengo a una yegua pupilada (y tengo examen de Galope 5 este domingo, wish me luck ✌🏻) ... No doy a basto en wattpad. Pero bueno, estoy ready para seguir subiendo cositas (de eso no voy a parar. Estoy segura de ello) so... Estos días intentaré subir los pedidos pendientes y a ver si me viene la inspiración para uno pensado por mí.
Well, como habréis podido ver, cada vez me extiendo más. Sorry about that😂
Pero intento que los lemons sean lo más explícitos posibles porque... Para qué engañarnos, el lemon explícito es vida. O por lo menos para mí (Yas, soy de esas y bien orgullosa, loko). En fin qué espero que os haya gustado (más que nada porque Simon es un papi rico y se lo merece) y que este One Shot fue pedido por...

🥀Nute_Vlogs🥀

Espero que te (y os) haya gustado y que sorry por tardar tanto🥺
So, no tengo nada más que añadir, así que,  as always... BYE! 🖤