𝐈𝐕

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☾︎─── ∙ ~ε☆з~ ∙ ───☽︎

Jungkook avanzó, yendo directamende a la cocina, donde Taehyung se encontraba sacando el pie de manzana del horno, cuando lo vió le sonrió y presumió su obra como solía hacer en el pasado.

—Huele delicioso— Halagó el mayor devolviéndole la sonrisa.

—Ya lo sé— Dijo con suficiencia, soltando una cacajada —Es broma, gracias, me esforce mucho haciendo este pie, probé el rellenó y puedo asegurar que está delicioso. Esperemos se enfríe un poco y cortaré unos pedazos para ambos.

—Está bien— Se acercó y se sentó en la mesa, inmediatamente se escuchó la tela del sueter rasgarse.

—Uy! Al parecer te quedó más pequeño de lo que imaginé.

—Sí, pero está bien, no te preocupes... Ah! Te iba a decir que mi uniforme lo saqué del baño y lo doblé, pero no sabía excatamente dónde colocarlo así que lo dejé encima del mueble frente a la cama, si me permites mañana lo puedo lavar y secar aquí... ya sabes, aunque no sé si me permitas quedarme aquí contigo...— Pronunció lo último un poco bajo, realmente no quería pensar mucho en eso, el castaño no fue grosero en ningun momento, todo lo contrario, fue fantástico y amable como siempre, pero, aún se sentía como un intruso, llegando a la vida del menor como si de un resfriado se tratase, pero, sinceramente Jungkook a, aparte de el castaño, no tenía a más nadie.

—No Kook, no pienses que no te voy a permitir usar mis cosas, ni mucho menos que te voy a echar. Dios no, eso jamás va a pasar— Se movió detrás de él, colocando sus manos en los anchos hombros del mayor, dando ligeros masajes, hasta que se dejó deslizar, rodeando con sus brazos el cuello de Jungkook, dándole un abrazo desde atrás, sus labios rozaron la mejilla cicatrizada, antes de susurrar suavemente —Eres y siempre serás recibido en mi casa, puedes quedarte todo el tiempo que quieras, eres... eres mi Kook, Jungkook. Siempre lo serás.

El azabache tomó una de las manos que lo rodeaban y le dio un casto beso.

—Gracias Taehyung... Tú también eres mi Taetae.

—Oh por Dios... han pasado años desde que alguien me llamaba así —Soltó una risotada, sin poder contener la vergüenza de ser llamado de aquella manera tan tierna e infantil—No lo puedo creer.

—Por supuesto que sí... si ese derecho solo lo tengo yo— Pronunció Jungkook con severidad, alzando la mirada y topándola con la del castaño, quien cesó su risa en el instante que sus ojos conectaron.

—S-si claro—Bufó soltando una risa, sintiéndose incluso aún más nervioso.

—No estoy bromeando cielo.

—Y-yo... eh... Creo que el pie ya enfrió—Se safó nuevamente de los brazos del mayor, ignorando aquellas mariposas que revoloteaban en su interior. Fue a la alacena tomó dos platos pequeños y un cuchillo, volviendo a la encimera, donde se encontraba el pie ya mucho más frío y listo para degustar —Deseas un pedazo pequeño o te sirvo uno un poco más, ya sabes... más grande.

—Como desees está bien para mi, cariño.

—Está bien, uno pequeño será— Sonrió maliciosamente, cortando el pastel, dándole al contrario un trozo que a decir verdad era bastante aceptable —Aquí tienes.

—Muchas gracias— Sonrió, tomó el cubierto y cortó un pedazo llevándoselo a la boca... Por supuesto que no le iba a defraudar, estaba malditamente exquisito —Esto es... increíble. De verdad tienes mucho talento en tus manos Taehyung.

—No es nada, pero igual gracias. Me alegra que alguien más también disfrute de mis comida, a veces yo solo me emocionaba cuando un plato me quedaba delicioso— Comentó, mientras se sentaba del lado contrario al mayor, corto un pedazo de pie de igual manera y lo degustó, suspirando complacido por el sabor —De verdad que soy muy bueno.

—Sí lo eres— Le dijo de vuelta Jungkook, observando la tierna sonrisa del otro hombre —Tae... Yo quería preguntarte algo.

—Claro, adelante.

—¿Por qué... Por qué no búscate a alguien?—Soltó al fin, observando como el menor se atragantaba con un pedazo de pie, obligándose a tragarlo de manera casi inhumana, soltando una tos después.

—Wow... disculpa, es que... no esperaba esa pregunta—Dijo con voz un poco rasposa debido al anterior ahogamiento—B-bueno... sinceramente, nadie pudo ocupar tu lugar, sé que nunca acordamos ser algo oficialmente en el pasado, pero igual ambos sabíamos que no era necesario ponerle etiqueta a lo que teníamos. Tú... tú fuiste una persona muy especial para mi, robaste mi corazón de una forma, que Dios, ni yo sé cómo describirlo y simplemente me enamoré, caí rendido ante ti y tu forma de ser, tus chistes malos y tus ocurrencias. Dios, fue tan fuerte que cuando dejé de saber de ti, pensé que ya nunca más te volvería a ver, quedé destrosado, pero me obligué a continuar con mi vida. Sin embargo, en cada persona que conocía me encontraba buscándote, buscaba así sea algún rasgo que se asemejara a ti, porque no podía imaginarme una vida si no era contigo a mi lado. Así que me rendí, y simplemente decidí continuar con mi vida, pero supe que mejor me iba estando solo.

Jungkook, sintió su vista arder, de verdad no podía creer lo que salió de los labios del menor, sintió su corazón detenerse y rápidamente se levantó, caminó decididamente hacia el contrario, acunó su hermoso rostro que le miraba perplejo entre sus callosas manos, lo observó con fascinación, su hermosa piel, sus risueños ojos café, su singular boca y labios carnosos, joder lo amaba, así que se inclinó y lo besó, tan profundo, tan fuerte, tratando de saciar aquel sentimiento de agonía y deseo que florecía en su interior. Los chasquidos y jadeos no se hicieron esperar, el ambiente se tornó caliente y simplemente existían ellos dos.

J-jung-mhm~... J-jungkookJadeó el castaño apenas tuvo la aportunidad, sus manos se aferraron a la camiseta que vestía el mayor, buscando soporte de algún tipo. Su mirada buscó la del contrario, ambos estaban agitados y sonrojados, sus labios rojos e hinchados y la tensión era palpable en el ambiente.

—T-tae... amor~ Suspiró Jungkook, volviendo a capturar los labios del menor, esta vez el beso era más dulce, Taehyung abrió sus labios y dejó pasar la lengua del contrario, la misma saqueó su boca sin vacilar, enroscando sus lenguas en una grotesca lucha por quién dominaba a quien, Jungkook tomó ventaja, al acariciar el pecho del castaño, rozando su sensible pezón, haciendo a este soltar un gemido en medio del beso.

Jungkook ahora mandando en el beso, paseó sus manos por todo el menudo cuerpo debajo de él, sintiendo a este estremecerse, bajó sus manos hasta el trasero cubierto del castaño, dejándo una caricia para seguido pasar hacia la parte interior de los regordetes muslos, tomándolos fuerte y alzándolos, agradeciendo la increíble fuerza que ganó en el ejército, pues sin mucho esfuerzo levantó al castaño y lo colocó sobre la encimera.

El beso aún continuaba, y las manos del mayor seguían en su tarea de exploración, colándose debajo del sueter que cargaba Taehyung, esta vez teniendo contado piel con piel, sintiendo aquella cremosa y canela piel cálida contra sus manos ásperas, le recorrió la espalda con lujuria, enrollando sus brazos alrededor de aquella delgada cintura, juntando y apretando sus cuerpos.

Taehyung no tardó en llevar sus brazos al cuello del mayor, de igual forma apresándolo entre ellos, subiendo la intensidad del beso. Taehyung en un momento abrió sus piernas, acomodando la cintura de Jungkook entre ellas, sus pelvis se pegaron y un delicioso roce comenzó entre ambos.

Taehyung desenrroscó sus brazos del cuello del azabache, y con intensidad llevó sus manos hacia aquellos duros y firmes glúteos que se resguardaban bajo la tela de aquel pantalón ajustado, los apretó con sus delgadas manos y después los jaló hacia sí, instándolos a seguir con él delicioso vaivén. Sus erecciones no tardaron en aparecer, frotándose tan exquisitamente. Dios, ambos estaban al límite, años sin tener a alguien tan cerca en la intimidad, que simplemente, ya no soportaban más.

Se separaron del beso para llenar sus pulmones de aire, ambos estaban más que agitados, parecían que habían corrido un maratón de diez mil kilómetros sin descanso. De los labios de Jungkook roncos y eróticos gemidos comenzaron a fluir, sus manos fueron al sedoso cabello del menor, empuñándolo y jalando hacia atrás, llevando consigo la cabeza de este, ocasionándole al menor un jadeo sorprendido. Jungkook le veía desde arriba, con una mirada que sólo se podía definir como de deseo puro y crudo, sus cejas tupidas fruncidas y su cincelada mandíbula apretada en tensión, sus labios entre abiertos, sin poder contener el placer que le brindaba el acto.

Ah~... J-jungkook...—Gimió Taehyung entrecerrando sus ojos y dejándose llevar por el momento, sus manos seguían apretando y jalando las caderas del mayor, necesitaba más apretado, más cerca —M-más~... P-por f-favor...

Rogó a su mayor, este le sonrió y volvió a capturar sus labios, esta vez dando estocadas más fuertes, el roce de la ropa acompañándolos y orillándolos más a la liberación tan esperada. Taehyung aumento sus gemidos, sintiendo un nudo formarse en su vientre. Dios, se sentía desfallecer, sin embargo cuando pensó que al fin se correría, Jungkook freno sus caderas. Su respiración irregular y el bulto inmenso atrapado entre sus pantalones.

Se separó del beso, observando a su bonito y sonrojado Taehyung, quien le veía con confusión y deseo, dejó un casto beso en su labios y volvió a sujetarlo de los muslos, levantándolo nuevamente, sin esfuerzo alguno. El castaño inmediatamente enroscó sus piernas alrededor de la cadera del mayor, al igual que sus brazos buscaron soporte rodeando el cuello del azabache. Sus rostros estaban a centímetros de distancia, llevándolo a la tentación nuevamente de besarlo.

Jungkook comenzó a caminar, con el menor encima, ya se sabía de memoria la casa por lo que avanzar por la cocina no fue tarea difícil.

—Mi cielo... Te voy a llevar a tu habitación—Pronunció meloso el azabache entre empalagosos besos fugaces—Y... Te voy hacer el amor como te lo mereces—Esto último, lo musitó en un suave susurró que acarició de forma casi obscena la oreja contraria, Taehyung soltó un suspiro y reafirmó su agarre en Jungkook, apegando aún más su cuerpo al del mayor.

Avanzaron entre besos hasta la alcoba, la cama con sábanas blancas les esperaba y sin más preámbulos Jungkook despositó al menor sobre el colchón, inmediatamente comenzó a despojarlo de su ropaje, deshaciéndose de aquella camisa que le impedía admirar a su amado, hasta que por fin el torzo del menor salió a la luz. Jungkook juraría que su corazón se detuvo por un segundo.

No supo qué milagro hizo en su vida pasada para tener el honor de tener a este hermoso hombre, a esta increíble persona como su enamorado. Dios, él era hermoso. El pecho canela y suave lo recibió, sus pequeños pezones se encontraban erectos y un poco oscuros debido a la fricción a la cual anteriormente los había sometido, aquel lechoso abdomen subía y bajaba siguiendo la respiración frenética del castaño.

—Te amo Taehyung... Dios no tienes idea de cuánto te amo—Soltó Jungkook, su rostro se desfiguró en una mueca de sufrimiento, el sufrimiento de no saber cómo expresar lo que sentía en ese momento —Me vuelves loco... eras la única razón por la que luchaba día a día en aquel campo de batalla, te veía todos los días, todas las noches eras la luz de mis sueños y el calvario de mis pesadillas. Imploré todos los días por volverte a ver... Por volverte a tocar, deseaba con todas mis ansias sentir tu cálida piel contra la mía y ahogarnos juntos en el mar de pasión que me atormentaba.

Sus palabras salían con tanta intensidad, con tanta sinceridad que Taehyung sintió las lágrimas picar sus ojos, en un momento se encontró sollozando en los brazos de Jungkook.

—Y-yo también te amo Jungkook... Te amo tanto.

El azabache lo arrulló entre sus brazos, besando sus rojizas mejillas húmedas por las lágrimas, sus labios acariciaron y besaron todo el rostro del menor, buscando de alguna forma poder expresar su amor, capturó nuevamente los regordetes labios y un nuevo beso arraigó.

Sus manos prácticamente arrancaron aguel pantalón suelto, seguido de la ropa interior del castaño, cuando por fin estuvo desnudo y bonito frente a sus ojos. Su pene estaba erecto y apuntando hacia su abdomen y... oh por Dios... aquellas largas y gruesas piernas que fantaseaba por enrollar alrededor de su cintura y que apretaran tanto como quisieran, él estaría más que encantado.

Sus manos tomaron la pierna derecha, sujetando el pie de la misma, con delicadeza dejó un casto beso sobre la planta del susodicho, el cálido cuerpo debajo suyo se estremeció, y Taehyung le miró con sus ojos entrecerrados y cristalinos, su rostro reflejando placer a la vez que un dulce jadeo dejaban sus labios, sus brazos estaban estirados a lado de su cabeza, abiertos, dejándolo totalmente expuesto.

—Mi amor~—El azabache arrastró dulcemente su boca sobre la piel acaramelada de aquella pierna, fue avanzando hasta que su rostro quedó frente al miembro del menor, incluso aquel pedazo de carne era hermoso. Sin pensarlo dos veces, tomó el órgano y le dio una larga y pesada lamida, Tae se retorció contra su boca, soltando un fuerte gemido que vibró por toda habitación.

Inmediatamente, este separó sus piernas, dándole completo acceso al pelinegro entre ellas, colocó sus pies de punta contra el colchón sintiendo olas de placer recorrerle el cuerpo entero, sus manos inquietas comenzaron a manosear su propio cuerpo, tocando sus erectos pezones y acariciando su sensible vientre, en un momento Jungkook introdujo todo su miembro a su boca, dejándolo sin aliento, llevó su pulgar izquierdo a su boca y sensualmente le dio un mordisco, sin poder soportar tanto placer, soltándo a su vez otro alto y agudo gemido.

Jungkook terminó con su pene segundos después, dando un último beso al sobrestimulado glande, sus grandes manos ahora tomaban los muslos del castaño y nuevamente lo alzó, inclinándolo hacia atrás, dejando expuesto ahora el trasero firme del castaño.

Jungkook soltó un jadeo, observando detenidamente aquella hendidura fruncida en medio de aquellas dos masas de carne suaves y blandas. Al parecer su apetito volvió, pues su boca literalmente ahora era prácticamente agua.

Tragó y seguidamente acercó sus labios hacia aquella apertura, que apenas y era un pequeño punto, su lengua fue la primera en contactar, dio una pesada lamida al lugar, escuchando a su amado gemir, eso era bueno.

Volvió a lamer, pero esta vez se detuvo unos momentos sobre aquel cerrado agujero y con la punta de su lengua dio pequeños remolinos, forzando al orificio a dilatarse. Taehyung gemía desesperado, sus piernas se apoyaron en los hombros del mayor y sus muslos rodearon su cuello e inconscientemente comenzaron a apretar.

Oh~... Oh D-dios... M-m gusta... Me gusta Jungkook~ah... mhm~ Gemía totalmente fuera de sí Taehyung, sus muslos se apretadan y aflojaban alrededor del cuello del mayor, mientras este ni se inmutaba, siguiendo con su labor de preparar al castaño.

Jungkook ubicó sus manos sobre los muslos del menor, brindándose soporte, su lengua trabajaba duramente contra aquel agujero, babeaba por todas partes y respiraba pesadamente contra el trasero ajeno.

En un momento se separó, echándole un vistazo a su trabajo, quizás no era un artista como el menor, pero estaba totalmente seguro de que aquello era una obra de arte. Dios lo bendiga, aquel orificio ya no era más solo un punto cerrado y fruncido, ahora era una grotesca escena de un agujero bien dilatado y lubricado, rojo por las orillas y rosado y suave por dentro, listo para recibir cualquier cosa que le ofrezcan. Y por supuesto que él tenía mucho que ofrecerle.

Recolectó saliva y con descaro escupió justo en el lugar, sé llevo sus dos dedos centrales de su mano derecha a la boca y los chupó con ansias, para seguido llevarlos al agujero y masajear junto a su saliva los alrededores de la grieta, persuadiendola, incitándola a querer sus largos y callosos dedos dentro de ella.

No tardó mucho, cuando Taehyung comenzó a mendigar por algo, no especificaba exactamente qué quería, sólo eran gemidos arrastrados acompañados de "por favor", pero Jungkook sabía más que nadie que era lo que su amado deseaba.

La entrada comenzó a palpitar bajo sus dedos y con cuidado él introdujo su dedo central, siguiendo todo el largo del dedo hasta que tocó fondo, Taehyung jadeó ahogado, revolviendo sus cabellos castaños como loco.

Jungkook sonrió, comenzando un pequeño vaivén con su dedo, tanteando las paredes curioso, pronto aumentó el ritmo, siendo acompañado por los movimientos de cadera que daba el menor, por lo que decidió agregar el segundo dedo. Tae gimió, Jungkook bombeó sus dedos como un desquiciado, acariciando la sensibles paredes anales de su compañero, buscando, hasta que finalmente rozó un pequeño bulto, el castaño reaccionó al momento, estirando sus piernas y prácticamente ahorcando al mayor con ellas.

Jungkook gruñó, sujetando con fuerza la cadera del menor, con su brazo izquierdo, mientras el otro seguía taladrando aquel lugar sin compasión. Alzó la mirada y sus ojos se encontraron con el rostro desfigurado de placer de Taehyung, sus labios rojos e hinchados, mordidos por sus dientes, sus mejillas húmedas y sonrojadas, su sedoso cabello estaba hecho un desastre, revuelto y enredado entre las sábanas, sus ojos estaban prácticamente en los cielos, rodando hacia atrás, dejándolos en blanco. Otra obra de arte que pudo presenciar ese día.

Cuando sintió que el castaño estaba a nada de correrse sacó sus dedos de un tirón, inmediatamente Taehyung se quejó, prácticamente llorando, lo había orillado y expuesto tanto al límite del placer, para después arrebatarselo de aquella forma tan cruel.

—Shh~ Tranquilo amor... pronto te sentirás mejor, te lo prometo— Consoló Jungkook, desenrroscando las piernas del menor de su cuello e inclinándose hasta dejar un tierno beso sobre la cien del contrario.

Seguidamente se enderezó, despojándose con dificultad de aquel diminuto sueter, rindiéndose segundos después y rasgándolo por la mitad sin paciencia, se puso de pie, haciendo lo mismo con su pantalón y ropa interior, quedando divinamente desnudo frente a su menor.

Quien solo le observó atónito, tragando saliva al observarlo, todo musculo duro, piel dorada y aquel mastil entre las piernas del pelinegro, completamente erecto y listo para darle placer. No lo recordaba tan grande.

Jungkook volvió a la cama, besando nuevamente sus labios y sonriéndole con cariño, transmitienndole confianza. Con cuidado el azabache le ayudó a voltearse, quedando boca abajo contra el colchón. Taehyung giró su cabeza hacia la derecha, curioso y deseoso de seguir contemplando al mayor, observó como este se masturbaba perezosamente, a la vez que con su mano derecha abría sus piernas.

De un momento a otro ya este estaba cubriéndolo con su pesado y fuerte cuerpo, Taehyung se volvió dócil debajo de él, el brazo derecho de Jungkook se incrustó a un lado de la cabeza de Taehyung, sirviéndole de apoyo, mientras el otro guiada su miembro hasta el orificio dilatado del menor.

Taehyung abrió sus ojos apenas sintió algo duro y romo ubicarse entre sus nalgas, el cuerpo se le erizó, Jungkook quitó un instante su pene, inclinándose a un lado un momento, lamiendo nuevamente dos dedos, esta vez de su mano izquierda y llevándolos al agujero.

Masajeó alrededor de la misma, antes de volver a introducirlos de una sola embestida, el castaño jadeó, Jungkook bombeó rápidamente sus dedos, sobrestimulando la ya expandida entrada, para seguido sacarlos, volvió a cubrir el cuerpo del menor con el suyo y sujetó en nueva cuenta su miembro, guiándolo al orificio del menor.

Se ayudó con sus dedos, ubicó la punta de su glande justo en el agujero y comenzó a empujar, guió de igual manera su brazo izquierdo al otro lado de la cabeza del castaño, ahora teniendo un equilibrio parejo. Jungkook miró hacia abajo, donde sus cuerpo se conectaban, salió un poquito, para acomodar mejor sus piernas, pero al momento siguió introduciéndose, apretó la mandíbula y dirigió su mirada dura al rostro dócil de su compañero.

Taehyung soltó un gemido agudo, caundo sintió la cabeza de aquel pene violar su esfínter, sus manos se sujetaron de las muñecas a sus lados, arañando las mismas con sus uñas.

Oh~D-dios... Ah~..mhm...

Jungkook fue introduciéndose cada vez más, hasta que quedó por completo dentro del menor, suavemente dejó caer su torzo, aplastando con su cuerpo al castaño, pegando su pecho contra la espada contaría. Soltó un satisfactorio suspiro.

Sus piernas se entrelazaron con las de su amado y sus manos se metieron debajo de aquel pecho acariciando sus pezones y abdomen, mientras sus caderas permanecían pegadas, esperando a que el menor se acostumbrará a su tamaño.

Su mano izquierda llegó hacia la cabellera castaña, acariciando el cuero cabelludo antes de despejar un poco el rostro del menor. Jungkook se acercó, dejando castos besos por su cuello y mejilla derecha, sacando su lengua y dibujando la silueta interna de la oreja contraria, Taehyung no hacía más que gemir y suspirar gustoso. Jungkook jadeó en su oído, enviándole miles de escalofríos por el cuerpo.

—¿Estás bien?...—Cuestionó, su voz baja y ronca, cargada de placer —¿Te duele todavía?— Volvió a preguntar, su mirada fulminante y atenta sobre el pequeño Taehyung, quien sentía que en cualquier momento se iba a desmayar.

Con un suave movimiento de cabeza, el menor negó, mordiendo su labio inferior y mirando de soslayo con su ojo derecho a Jungkook, el cual inclinó su rostro y le beso en los labios, comenzando un vaivén de caderas lento.

Taehyung jadeó, aquel miembro le rozaba todos sus puntos sensibles ahí adentro, se estaba volviendo loco, muy pronto los empujes aumentaron, eran cortos, pero rápidos y certeros.

Ah~.. mhm.. Jung... Kook~... Ah~ Kook~ Soltaba el castaño, sus voz sin aliento y sus ojos se llenaron de lágrimas de placer.

M-mi amor... Agh~.. Es fantástico... eres fantástico... T-te-Gruño Jungkook, no mucho mejor que el menor, sus caderas implantaron un ritmo frenético y descontrolado, sin poder manejar el movimiento —Te sientes tan bien... J-joder~

El pelinegro se inclinó, nuevamente, besando el rostro sudoroso y caliente de Taehyung, sus manos acariciaban y manoseaban aquel menudo cuerpo con deseo, por un momento, en la habitación solo resonaban el ruido de su pieles chocar y sus incesantes gemidos, la atmósfera era pasión pura.

Sus embistes frenaron y en un movimiento Jungkook los obligó cambiar de posición, los colocó de lado, sosteniendo la pierna izquierda de Taehyung con su brazo izquierdo, manteniendo a esta siempre abierta, llevó su pierna derecha debajo de la pierna derecha contraida y retomó sus estocada, esta vez más suave y profundo.

Acercó su rotro por el lado izquierdo de su compañero, pegando su mejilla derecha contra la mejilla izquierda contraria, jadeando y gimiendo roncamente, incapaz de contener su placer, el placer que compartía junto al amor de su vida.

—¿Te gusta... Tae?... ¿T-te gusta cómo te hago el amor, cariño?—Musitó con severidad el mayor en la mejilla húmeda del contrario, su vista perdida en el rostro de placer puro de su amado.

Taehyung borracho de placer alzó la mirada, tratando de enfocar su vista en el hombre fuerte y guapo detrás de él, su boca dejaba salir un hilo de gemidos bajos pero agudos, jadeos y suspiros.

El castaño guió su mano izquierda hacia la cabellera azabache, y empuñó las hebras de cabello que logró tomar con su mano, el mayor siguió embistiendo en él, tan profundo y lento, que hasta dolía. Jaló de los mechones y conectó su boca con la del mayor.

M-m encan-mhm~... Aigh~..—Gimió entre el beso desordenado que se comenzaron a dar—M-me gusta m-mucho Jungkook-ah~... T-te amo... T-te amo K-kook~

—También te amo cielo... te amo mucho, me encantas.. eres hermoso... precioso... la cosita más linda que visto jamás— Murmuró Jungkook en respuesta, sonando totalmente ido,  un nudo se alojaba en el interior de su vientre, muy cerca de su libreación.

Rápidamente volvió a cambiar de posición, quedando frente a frente con Taehyung, acomodando aquellas firmes piernas alrededor de su cintura, volvió a introducirse en él esta vez sin menos cuidado, ambos gimieron y los embistes retomaron su velocidad.

Ahora pudo apreciar mejor las expresiones de placer de su Taehyung, todo bonito y sonrojado, sus ojos parecían totalmente fuera de sí, revoloteando hacia todas partes, dejándolos en blanco. Sus manos inquietas no sabían de dónde agarrarse, maltratando sus delicados pezones de tantos jalones que les había propinado, aquel cuello perlado brilloso en sudor y aún así, apetitoso.

Jungkook rugió, hundiéndose en éĺ, sacando su lengua lamiendo la zona con devoción, abrió su boca y sus dientes no dudaron en morder y marcar, dejándo hematomas rojos y vivos por todo el largo del cuello.

Sus estocadas perdieron ritmo, pero no fuerza, ambos estaban al límite, Taehyung literalmente estaba viendo estrellas, su vista nublada y su cuerpo levitando de placer, enrolló sus brazos alrededor del cuello de Jungkook, a la vez que afirmó el agarre de sus piernas en la cintura del mismo, gimió justo en el oído contrario, sintiendo que estaba a punto de explotar.

Agh~... ¡Jungkook-ah~!... mhm~...

Y así, aferrado al cuerpo bronceado del pelinegro, Taehyung llegó a su orgasmo, convulsionado en puras réplicas de placer, mientras chorros y chorros de semen abandonaban su cuerpo, sus dedos se enredaban y jalaban del cabello contrario, tratado de cabalgar aquella ráfaga de placer. Su agujero también, comenzó a succionar aquel pene dentro de él como una ventosa.

Jungkook gruñó y cerró fuerte sus ojos, abrazó al hombre que caía rendido en sus brazos, réplicas y olas de placer le inundaron, aquella abertura ordeñaba su miembro con profundas caladas de semen, bañando aquellas virginales paredes anales en pintorescas y blanquecinas obras de arte.

Agh~... ah~ M-mierda~... Taehyung...

Suspiró Jungkook al final, totalmente extasiado y saciado, sus pulmones trabajan fuerte en busca de aire y las réplicas del orgasmo seguían recorriendole el cuerpo, sus caderas aún seguían empujando débilmente dentro del castaño, bombeando cada gota de su semilla dentro de él.

☾︎─── ∙ ~ε☆з~ ∙ ───☽︎

™Taetae_de_Jeon•㈥

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