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Capítulo dedicado a: IronicallyMurderer

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Cuando era pequeño, Yoongi leía novelas de misterio y le fascinaba lo genial que se veía –en su imaginación– un oficial a punto de resolver el enigma; encerrando al culpable con sus preguntas hasta que la confesión se liberara al fin. En su ingenua mentalidad, creía que siempre los que se sentaban en una sala de interrogación ocultaban algo; un lado malo y secretos, muchos secretos inimaginables y que probablemente se llevarían a la tumba con tal de evadir la verdad. Sin embargo, él no ocultaba nada. El miedo se veía en sus dedos, el sudor y las miles de probabilidades de decir algo erróneo y terminar de definir su destino: siendo acusado de algo que jamás hizo o que nunca pensó.

Es por ello que estaba respirando con pesadez y moviendo sus piernas en un repetitivo tic nervioso. El mero pensamiento de decir algo mal podía condenarlo y eso lo aterraba: podría pasar el resto de su vida tras las rejas, arruinando su futuro y reduciendo sus sueños a cenizas. No quería eso, tampoco sabía qué hacer o qué decir.

No creyó que él sería el tan nombrado "sospechoso" de los libros de misterio que robaba de la biblioteca de sus padres. 

Ahora intentaba regular el aire que entraba por sus pulmones para estabilizar su pulso.

Estaba dentro de una sala vacía. Solamente estaba él junto a una mesa con una silla disponible frente a él. La iluminación no era la de una ciudad pero tampoco la de un bosque: no había nada verdaderamente interesante a su alrededor más que la nada misma y la compañía de sus propios pensamientos que intentaba limitar para no agregar más peso sobre sus hombros. ¿Qué diría? ¿Cómo reaccionaría? ¿Habría un oficial bueno y un oficial malo? ¿Serían hosco con él? ¿Cómo pudo verse envuelto en todo esto…?

Jimin. Jimin no estaba con él. Si estuviera allí, sería una distracción, así que estaba la posibilidad de que estuviera afuera en la nieve o aún en la comisaría paseando por allí. De lo que estaba completamente seguro era de que sus padres estaban nerviosos en la sala de espera; ninguno de ellos estaba muy contento con la situación y Yoongi pudo verlo en sus expresiones, creía que la insinuación de que su único hijo fuera parte de algún delito los molestaba. Esperaba no preocuparlos mucho, esperaba que no duden de él… Esperaba que le crean.

Su cabeza se calló cuando la puerta fue abierta y fue como desactivar el oxígeno: se le fue el aire de lo ansioso que estaba al ser consciente de que la presencia del oficial, comenzaría formalmente las verdaderas preguntas.

La puerta fue cerrada junto al bullicio de la comisaría. Quedaron en completo silencio; observaba al hombre –de alrededor de cincuenta años– caminar hasta su asiento con unos papeles en su mano acompañado de una libreta. El señor tenía una camisa blanca un poco desaliñada, llevaba sobre ella un abrigo café; visualizó unos vellos en su mandíbula y grandes ojeras bajo sus grises ojos; sus labios estaban un poco lastimados y supuso que también se mordía mucho los labios o solo era efecto del invierno. Se preguntó si su amabilidad era mejor que su apariencia. El nerviosismo volvió a sus piernas y trató de detenerlo, fue en vano.

El oficial por fin le dirigió la mirada y le regaló una amable mirada antes de abrir unos documentos.

—Soy el agente Lee —se presentó y Yoongi lo recordó: era el hombre delgado que fue a la escuela—. ¿Cómo se encuentra? Supongo que nervioso.

Yoongi no dijo nada porque era obvia la respuesta. Las vibraciones producidas por el movimiento de sus piernas se plasmaba en la mesa.

»—¿Cómo lo han tratado en la comisaría? —Apoyó sus manos sobre la mesa, enlazando sus dedos con una expresión amable que lentamente hizo que no estuviera tan tenso como antes.

—Bien, fueron amables… —respondió apretando sus manos sobre su pantalón.

—Muy bien. —Acto después el agente tocó los papeles sobre la mesa, echándole un breve vistazo—. Usted es Min Yoongi, ¿es así?

—Sí.

—Nació en este pueblo, Gyeong, en 1943, ¿correcto?

—Correcto.

—Tus padres son: Min Yeongji y Min Gyeonghui, ¿está bien?

—Sí. —Apretó sus labios.

—Es estudiante de tercer año y delegado de su clase, ¿está bien?

—Sí, este es mi último año y luego iré a la ciudad a terminar mis estudios —comentó y quiso golpearse la cabeza. ¿Al oficial qué le importaba qué hacía con su futuro?

—Oh, ya veo. ¿Qué carrera piensa estudiar? —preguntó y Yoongi se impresionó ligeramente.

—Aún no lo pensé —contestó. Realmente no sabía, aunque tenía varias opciones en mente: medicina forense, psicología y entre otros que aún está analizando. El hombre asintió y luego de hacerle un par de preguntas más, fue cuando lentamente, comenzó a adentrarse a las aguas profundas.

—¿Sabes por qué está aquí el día de hoy? —Yoongi estuvo a punto de negar pero se detuvo, cambiando la dirección a uno confuso.

—Me hago una idea.

—Le ha dicho al Sheriff Kang que fue el último en hablar con el desaparecido. ¿Entiende la relevancia de esta información? Eres nuestro único sospechoso. —Inclinó su cabeza hacia adelante con lentitud y temor, no estaba muy seguro de sí mismo; no estaba seguro de entender su posición, o si tenía en mente que el mundo probablemente se derrumbe sobre él. Hace unos días, despertaba en su cama y asistía a clases como normalmente hacía: escuchaba los comentarios de Sangyoon y luego estaba Park Jimin, intacto en su asiento, hablando con algún amigo y sonriendo ante las bromas. Sano y a salvo… Y lentamente esa sonrisa se degradó a una línea constante que hacía compañía a una inexpresiva mirada. ¿Cómo terminaron todas las cosas así? Si tan solo hubiera detenido a Park aquel día, si tan solo hubiera hecho un cambio…

Si tan solo hubiera reaccionado a la situación.

El agente Lee le explicaba un par de cosas y él intentaba con todas sus fuerzas concentrarse en sus palabras: algo de antecedentes, derechos y varias cosas mal que se obligaba a escuchar con atención, mas, su mente tenía como único foco a un chico de expresión gélida parado debajo de la nieve; con sus suaves cabellos miel haciendo hincapié con el frío ambiente. Esperaba que todo fuera una equivocación o que aún cabía la probabilidad de que estuviera durmiendo en su cama y que al despertar, todo volvería a la normalidad. Le parecía extraño que antes de todo esto, jamás creyó tener una conversación extensa con el chico de tersas facciones; ni que este desapareciera; ni que fuera parte de un caso de desaparición de alguien que conocía, eso era lo peor, lo conocía.

»—..esta conversación será registrada en audio. —Dicho eso, en la mesa se colocó una grabadora que Yoongi recién notó. No se sobresaltó demasiado y siguió intentando calmarse mientras que sus ojos se dirigían en el huesudo dedo del hombre que, viajaba hacia la grabadora sobre la mesa—. La grabación comenzará ahora.

El botón se hundió y el mecanismo se puso en marcha. Fue entonces cuando Yoongi sintió un cosquilleo en su espalda y lengua. El oficial aclaró su garganta llamando la atención del menor.

»—Hoy es 10 de Febrero de 1959. Soy el jefe a cargo del caso de Park Jimin, Lee Seongjin y la persona que entrevistaré es el joven Min Yoongi —habló en alto sin llegar a gritar ni intimidar al estudiante frente a él—. Antes de proseguir, necesito que tenga en cuenta los siguientes puntos de ahora en adelante: no puede editar lo dicho conforme lo comunique a pesar de que lo considere irrelevante para la investigación. Debe concentrarse porque recuperar los recuerdos puede ser complicado. Tiene la libertad de expresar lo que piensa cuando no entienda alguna pregunta o le pregunte algo cuya respuesta desconoce o malinterprete sus palabras; también si formulo alguna pregunta inapropiada —explicó mirando a Yoongi, este reconsideró todas sus palabras—. ¿Me puede decir si ha entendido todo?

—Lo he entendido —respondió.

—Bueno, si no tiene preguntas sobre el proceso de la entrevista, me gustaría conocer su respuesta a los cargos que se le acusa. Según costa en el expediente, usted le dijo al oficial de policía que realizó la detención que habló con la víctima antes de su desaparición. Me gustaría conocer ahora su declaración detallada de lo sucedido. Es importante que incluya todos los detalles. No omita nada. Lo que a usted pueda parecerle irrelevante, puede ser de importancia en la investigación. Tómese el tiempo que necesita. No lo interrumpiré. Cuando esté listo, por favor describa con exactitud y detalle lo sucedido en la fecha de los hechos. Cuénteme todo.

Yoongi tardó en hablar. No sabía por dónde empezar y era demasiada información que digerir.

—Hace dos días… El 7 de Febrero, en la escuela se realizó una reunión del Centro Estudiantil para preparar la "feria de invierno". Necesitábamos organizar los preparativos entre los estudiantes y docentes, entonces por ese día, se cancelaron los clubes y las clases de apoyo. Obligatoriamente los miembros del Centro Estudiantil debíamos asistir y los docentes a cargo del evento, junto a los estudiantes que se registraron como voluntarios. La reunión era hasta las 7:00 p.m en el salón principal, pero me fui un poco más temprano, y allí fue cuando me encontré con Park Jimin —se detuvo y esperó que el oficial le insistiera proseguir, mas, tal como dijo, solo estaba escuchando todo con atención—. Él estaba actuando raro, también tenía el cabello mojado y la mirada pérdida. Honestamente no intercambiamos muchas palabras porque él se mantuvo en silencio en ese minuto. Me despedí de él, diciéndole que solo vaya a casa. No noté nada demasiado alarmante en ese momento. Luego tomé el sendero a casa donde me recibieron mis padres. Es todo.

Sus labios estaban sellados, en serio no quería decir ni una palabra innecesaria y se notó en su corto relato. Entonces vio al agente tomar en mano los papeles y a continuación propinándole una mirada que no revelaba mucho.

—Usted nombró que había estudiantes y docentes. Por favor, explique con precisión dónde se encontraban esas personas en el momento de su relato.

—Todos se encontraban en el salón principal porque los pasillos son decorados un día antes del evento, por ello no había nadie afuera.

—Usted dijo que solo estaban presentes los docentes a cargo del evento, los miembros del centro de estudiantes y los voluntarios. Cuénteme en detalle cómo se organizaron para registrar a los que asistieron a la reunión.

—Bueno… Los docentes a cargo llevaban una lista donde estaban los nombres de los miembros del centro de estudiantes, contando a todos los delegados de cada clase y luego la presidenta del centro traía una lista donde estaban los nombres y apellidos junto a la clase y división de las personas voluntarias. Los miembros del centro de estudiantes no podíamos ausentarnos sin justificación o procedían a realizar una amonestación ante la falta.

—Usted mencionó que se fue a casa más temprano, explique por favor.

—Ese día me sentía cansado e irritado, además me dolía la cabeza y se lo expliqué a la docente más cercana que me dejó ir casa. —Y era verdad, esa tarde, toda su frente y la zona posterior a sus ojos, dolía y ardía como el fuego. Estuvo de malhumor y pidió retirarse temprano para no agravar su malestar.

—Describa a la docente que lo dejó ir.

—Es la profesora Kwag, enseña formación cívica a todas las divisiones de tercer año y probablemente su edad sea alrededor de cuarenta años. Tiene el cabello negro hasta sus hombros y siempre trae un fuerte labial rojo.

—Bien. —Lo vio anotar cosas en una libreta y se preguntó si estaba yendo bien: si no ha dicho nada raro que haga que las sospechas aumenten, quería probar su inocencia, solo que no sabe cómo— Dijiste que te encontraste con Park Jimin cuando te retirabas, describa su apariencia y en dónde se encontraban.

—Fue en la entrada principal y no había nadie. Él estaba… Muy vacilante y perdido. Miraba a las afueras a través de las ventanas y llevaba el cabello húmedo, umh, creo que su piel también estaba en la misma situación pero no se encontraba agitado; estaba extrañamente tranquilo. No actuaba como regularmente lo hacía: él es tranquilo pero no hasta el punto de estar en completo silencio…

El hombre se removió y sacó un papel de su folio, el cual deslizó sobre la lisa madera para ponerla en frente de Yoongi. Su corazón se aceleró al ver una foto de Jimin con su uniforme y una sonrisa en su rostro; seguramente fue sacada hace años porque tenía el cabello más corto y se veía más pequeño. Su expresión era despreocupada… Le dio una opresión en el pecho al verlo, al pensar en todo lo que estaban pasando sus padres al no tener noticias de su hijo.

—Los padres de Park afirmaron que su hijo salió la mañana de 7 de Febrero con el uniforme. —El oficial iba a proseguir pero Yoongi se acercó a la fotografía con un gesto confuso en su rostro que dibujaba una gran interrogante en su piel.

—Él no llevaba este uniforme la última vez que lo vi.

—Describa su apariencia nuevamente por favor.

—Llevaba el uniforme de Educación Física y su saco negro. El uniforme de Educación Física es de color marrón con líneas blancas en los costados de las mangas y pantalanes. Me pareció raro porque ese día no teníamos que usar el uniforme porque sencillamente no nos tocaba esa clase —afirmó y un ápice de sorpresa se mostró en el viejo rostro del oficial. Al parecer consiguieron una pista muy importante.

La fotografía fue retirada y guardada con cuidado nuevamente.

—Usted mencionó una pequeña conversación con Park Jimin, exponga lo dicho por favor.

Yoongi quedó en blanco en ese momento. Justamente los diálogos era lo que le causaba más ruido de todo lo que vivió hasta ahora: decirle al oficial una mentira… ¿Sería un delito? ¿Y si era descubierto? No, no quería arriesgarse y no importaba si el oficial lo miraba como un bicho raro.

—Antes de decirle: "solo ve a casa, nos vemos luego". —Su voz se quebró, tal como el fino hielo en la corteza de los árboles. Porque ese "nos vemos luego" se esfumó en el aire— Él me dijo…

…"Yoongi, oigo voces".

Y lo repitió exactamente igual como fue pronunciado aquel frío día.

Jamás olvidaría sus palabras y mirada...

Porque después sería un copo de nieve en invierno.

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Holaaaaa, perdón por la espera. Espero que hayan disfrutado del capítulo 🐥💛

©mysverse