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❝Porque sentía aquel extraño sentimiento burbujeante❞

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↳Efervescencia: burbujas en cualquier tipo de líquido.

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Jimin hacía pucheros mientras tenía su paleta de cereza dentro de su boca, saboreando así ésta mientras que sus mechones eran acariciados suavemente.

También miraba la efervescencia que se presentaba en la botella de agua del mayor.

—¿Debería? —susurraba para sí mismo con sus ojos fijos en el agua y Chanyeol sólo lo miraba expectante, ignorante a lo que murmuraba el chico de cabellos rubios y cuan raro se veía que le esté hablando a una botella—, mhh..., es que... ¡Que vergüenza! —chilló y el mayor sólo podía reír ante lo que decía el chico.

—¿Qué murmuras Jimin-ssi? —interrogó con curiosidad, dejando de acariciar la cabellera del muchacho.

—Es que le tengo que hablar a un chico y estoy imaginandome cómo me puedo acercar —contestó con su labio inferior abultado, el chico de cabellos violetas soltó una fuerte carcajada.

—Simplemente acércate Jimin-ssi, de seguro el chico no debe morder —trató de aconsejar el muchacho y Jimin quedó pensativo con su pequeña mano bajo su mentón.

—Pero los conejitos sí muerden —murmuró y Chan ladeó su cabeza extrañado.

—¿Eh? —el chico sólo rió por la situación.

—Iré ahora —se levantó de golpe del césped del patio de la escuela con aquel brillo determinante en sus ojos y sus manos empuñadas—, ¡Deseame suerte Hyung! —vociferó el bajito mientras se alejaba del lugar.

—¡Suerte!

El rubio caminaba por los pasillos a paso rápido, tenía que encontrar a Jungkook, mientras que abría paso entre los estudiantes en su mente se iba retratando varios escenarios diferentes en donde le hablaba al chico.

El primer lugar en donde buscaría sería: El salón del Centro Estudiantil.

Y para su suerte, cuando abrió sólo un poco la puerta, pudo ver a su objetivo sentado completamente solo frente a una mesa a un lado de una mucho más grande (la mesa del presidente del centro, su escritorio).

Jungkook parecía escribir algo en un papel.

El rubio abrió lentamente la puerta, llamando la atención del pelinegro y simplemente se sonrojó al ser descubierto.

—¡Oh! Hola rubiecito —Jimin notó como el contrario guardaba el papel discretamente mientras le sonreía.

—Hola Jungkook —hizo una pequeña reverencia aún con su rostro colorado.

—¿Qué te trae por aquí? ¿Te haz metido en problemas? —arqueó su ceja torpemente y le arrebató una tierna risa al más bajo.

—¡Claro que no! —infló sus mejillas rosadas y Jungkook sólo negó con su cabeza mientras reía.

—Ya, ya, ya entendí, ¿entonces por qué te encuentras aquí?

—Bueno... —Jimin bajó su mirada y jugó con sus pies— venía a pedirte un gran favor y que no le digas a nadie.

Jimin estaba apostando de una forma peligrosa.

—Continúa —el chico de cabellos azabaches se mostró interesado por las palabras del chico y apoyó su mandíbula en la palma de su mano.

—Bueno..., quería pedirte si puedes conseguirme un pequeño archivo sin valor... —mentira, una vil mentira.

—¿Qué clase de archivo? —interrogó frunciendo su ceño y ahora cruzándose de brazos, poniendo mucho más nervioso al muchacho.

—Es uno que no puedo conseguir yo, que escuché que sólo tiene acceso las autoridades de la escuela y el presidente y vice-presidente del Centro Estudiantil —explicó y podía sentir la mirada de Jungkook quemarle—... la lista.

Un silencio sepulcral se instaló dentro de aquellas cuatro paredes, y entonces una risa estridente robotó por todas las paredes hasta llegar a los oídos de Jimin.

Éste observó con confusión al más alto.

—Ay rubiecito, tuviste que haber empezado desde ahí —comentó el chico y toda la atención que abarcaba el cuerpo de Jimin se esfumó en un suspiro—, claro que lo haré, no es complicado, puedo decir que voy a buscar un archivo menos complejo para evitar el interrogatorio y ya —se alzó de hombros—, ¿de qué día necesitas? O sea, la fecha.

«Espera, ¿así de fácil me ayudará? Wow»

Jimin tardó en responder ya que tenía miedo que el muchacho rechace su propuesta al escuchar la fecha.

—2 de Junio... —musitó y nuevamente el silencio se asomó en el ambiente, pero a los segundos el azabache respondió;

—Claro —ahora Jimin quedó pensativo: ¿tan fácil fue eso?—, pero...

«Oh, ‘pero’ ¿¡Pero qué!? Sabía que estaba saliendo todo espectacular»

—¿Pero...? —trató de que continuara.

—Necesitarás devolverme el favor luego —una sonrisa se asomó por aquellos labios rosados y Jimin ladeó la cabeza.

—¿Qué quieres? Haré cualquier cosa.

A veces deberíamos saber medir nuestras palabras.

—Emm... —Jungkook fingió que lo pensaba pero luego terminó por mostrarle su dentadura al chico— lo sabrás cuando sea el momento —Jimin separó sus labios por la impresión pero no dijo nada—. Descuida, no miraré el contenido del archivo si es lo que quieres.

Jimin asintió e hizo una reverencia.

—Muchas gracias Jungkook.

Jimin caminó hacia la Biblioteca, estaba emocionado de ver a Yoongi así que cuando entró rápidamente comenzó a buscar al muchacho.

—Hola Yoongi hyung —lo saludó al encontrarlo y rápidamente se sentó frente a él.

—Hola Jimin —contestó sin apartar su vista de su lectura, el rubio sonrió y sacó el libro que dejó anteriormente de su mochila.

—Por cierto Hyung, terminé de leer “Extraños” —informó con orgullo y al fin provocando que el peligris desvíe su vista del libro.

—Oh y..., ¿qué te pareció? —preguntó el mayor mordiéndose los labios, Jimin se acomodó en su lugar para preparse a hablar.

—¡Me encantó! La forma en la que está narrada, la trama, aish, simplemente quedé fascinado —aquel brillo en sus ojos se dejó notar—, pero...

—Pero —repitió el peligris al mismo tiempo que ladeaba su cabeza discretamente.

—No me gusta la poca veracidad de la enfermedad que se le da al concluir la historia, ya que si lo comparamos con la vida real no tiene sentido, pero igual, es en lo único que se equivocó la autora —apretó sus labios al ver como la expresión del contrario cambió.

Pensó que se enojó, pero pudo ver como las comisuras de sus labios se deslizaron hacia arriba levemente, causando el rubor en las mejillas de Jimin al haber presenciado tan minúsculo pero hermoso gesto.

—Que bien que te hayas dado cuenta de ese detalle, eso demuestra que estás al tanto de la lectura, pero pequeños errores así, creo yo, que no deberían afectar a toda la historia en sí —comentó y el rubio asintió con exageración, moviendo sus mechones de un lado a otro con sus labios curvados en una hermosa y tierna sonrisa.

—Gracias Hyung —contestó con su corazón palpitando con fuerza al haber escuchado esa voz tan compleja que tiene su Hyung, que pena que nadie se resigne a conocerlo mejor.

Nicxnita©