14: Volveré pronto, ¿si?

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Nunca bajar la mirada.

Atacar sin pensar.

Muertos levantándose por sus rencores.

Jalar el gatillo sin importar el objetivo.

Ojos destellantes a pesar del infierno.

Observar más allá para leer el alma.

Nunca dejar de pelear antes de intentar.

•••

Jimin seguía temblando aunque fuera rodeado por los brazos del mayor.

—Ya, ya pasó ¿si? —jugó con los mechones del menor que aún tenía el corazón en la boca por el susto que tuvo segundos atrás.

Aunque la atención ahora la tenía Nayeon que se encontraba en los asientos delante de ellos. En un momento, la chica volteó para mirar a ese par, pero sólo se topó con los ojos gatunos del peligris quien le sonrió aún cuando posaba su mandíbula en la cabellera rosada del chico.

Sus mejillas ardieron por un momento pero se limitó a devolver el mismo gesto amable, regresó a su postura inicial dejando un suspiro atrás. El autobús se movía con calma, los miembros por un momento se permitieron descansar, dejándole el trabajo de estar alerta a Hoseok y Changkyun. La tristeza se olía en el aire, la sangre persistía en sus pieles aunque se hubieran dado una ducha y que por un segundo, pudieron disfrutar de la agradable sensación del agua tibia chocar contra sus cuerpos. El líquido cristalino barriendo la suciedad y borrando los rastros de su batalla. Ah, querían otro baño.

—Hey... —llamó Soonyoung a la nueva quien parpadeó un par de veces, el chico se había volteado sobre su asiento delante de ella— ¿Cómo sobreviviste? —preguntó con cautela para no parecer brusco y asustarla.

—Bueno... —todos los presentes le prestaron atención ya que también querían saber, hasta Yoongi que se acomodó mejor y Jimin— soy estudiante de medicina, estaba en mis prácticas cuando la supervisora entró y llamó a los alumnos más dedicados en la clase... Entre ellos estaba yo y juro que..., por primera vez quise que no fuera así —sus manos comenzaron a temblar al recordar las cosas que tuvo que hacer—. Nos dijeron que no había mucho personal en el hospital más cercano pero habían demasiados heridos con síntomas graves... Al llegar al hospital, estuvimos ayudando por unas horas pero...

—¿Pero...? —interrogó confuso Jaebum cuando la mujer se quedó callada, los demás ya estaban suponiendo lo que iba a decir... Que vivió un verdadero infierno.

—D-de repente, los cadáveres de las p-personas comenzaron a revivir y-y atacaron a mis compañeros, yo..., yo —lágrimas comenzaron a derramarse por su rostro, empapando sus mejillas, temblando de a poco con sólo recordar aquellos dientes sucios despedazar los cuerpos, la sangre brotando y cómo el aire abandonada su cuerpo, todo tan rápido y confuso— no sabía qué hacer, con unos amigos logramos escapar porque justo mi hermano llegó con su auto para gritarme como loco que todo se había salido de control en su trabajo... Él... Él era policía y-y —más gotas saladas y Yoongi no pudo evitar sobar su cabeza para calmar los sollozos, para la chica el toque fue como una dosis de anestesia, pero aún así no podía dejar de pensar en lo que vivió.

—Lo mismo sucedió conmigo —habló de repente Namjoon y Nayeon se volteó para mirarlo.

—¿Tú también estudias medic-

—No, no —negó antes que pueda terminar con su pregunta—. Hablo sobre que a mí tampoco me informaron de nada, sólo nos mandaron a una misión sin conocimiento alguno del problema —suspiró, era extraño, pensó que quizás sólo era el único que se sumergía en aquella duda.

—¿Por qué lanzan a las personas al peligro así sin más? —preguntó Daehyun sentado en la fila contraria a unos asientos adelantes.

—Quizás no querían esparcir el pánico... No lo sé —comentó Sana a un lado de Chaeyoung que le dio la razón al asentir con la cabeza.

—O tal vez... —Yoongi se acomodó en su asiento y a Jimin a su lado que lo miraba curioso al igual que todos— Ni siquiera ellos sabían qué sucedía.

El espacio quedó en completo silencio, entonces... Si el peligris tenía razón... El Gobierno no los ayudará, ¿no había lugar al cual ir?

—Chicos. —La voz de Hoseok rompió aquel silencio formado y todos prestaron atención al exterior del bus. El peli-violeta estaba mirando a través de la ventana de la puerta hacia su objetivo.

—¡Llegamos! —vociferó no tan alto Jaebum teniendo la misma posición que Hoseok al informar.

Yoongi infló su pecho y cerró sus ojos, sabía que tenía que hacer. Soltó el aire y miró a Jimin que mantenía su cabeza reposada en su torso y ahora lo miraba. Le sonrió mostrando sus encías para transmitirle calma, aunque Jimin sabía lo que iba a hacer, llevó sus largos dedos hasta la cabellera rosada y la acarició.

—Volveré pronto, ¿si? —Se levantó de su asiento y el menor había forcejeado un poco para que se quedé pero perdió la batalla, quedándose en su lugar con ojos suplicantes y vidriosos. ¿Y si esta vez su hyung no logra salirse con la suya? No quería, no quería quedarse solo de nuevo y su hermano era tan terco con su manera de lanzarse al peligro. Yoongi se ofreció con precipitación porque lo hacía por Jimin, quería conseguirle un lugar donde pueda estar seguro –aunque sea temporal– y respire y duerma sin preocupaciones.

—Bueno, las mismas personas de siempre tendremos que inspeccionar —Changkyun dijo tomando su bate—. Ahora también vendrá Namjoon con nosotros —comentó mirando ahora a Yoongi quien asintió de acuerdo por ahora tener un poco más de ayuda. Tampoco podían confiar la seguridad de sus compañeros a un desconocido y Min ni loco dejaría a su hermano allí. Aún no conocían al militar.

Cuando se dio la vuelta, un sonoro sollozo llamó su atención detendiéndolo al reconocer quién era el dueño. Giró para encontrarse con los ojos de su hermano inundados en lágrimas que se deslizaban por sus mejillas rojas y su labio inferior arqueado hacia arriba en un movimiento tembloroso.

No tuvo que pensarlo mucho cuando se acercó para envolver el cuerpo del chico entre sus brazos, murmurando palabras de consuelo que solo él podría escuchar, su mano grande y pálida se movía por su cabello repartiendo caricias en un desesperado intento de calmarlo.

—Ya, ya, ya, te prometo que volveré, ¿si? No llores, Jimin. —Hundió su nariz en los cabellos y el nombrado escondió su rostro en su pecho buscando cariño.

Y algo que tomó por sorpresa al menor fue sentir algo calido y suave posarse sobre su frente y luego en su cabellera... Su hyung le había dado besitos. Levantó la mirada para conectar sus ojos con el peligris buscando un ápice de desagrado o algún sentimiento negativo pero... No encontró nada.

Yoongi deshizo el agarre y caminó hacia donde los esperaban los demás, Seokjin abrió la puerta dejando salir a los chicos y luego cerrarla.

Cuando éstos desaparecieron, todos mirada a un Jimin con una mirada perdida y un leve rubor en sus mofletes. Al percatarse que todos lo observaban incluso Hoseok, el leve rosado en su rostro tomó color expandiéndose hasta sus orejas.

—Ya, déjenlo. —Fue lo que clamó Hoseok custodiando la puerta y a los segundos Sana se sentó a un lado del peli-rosa para tratar de calmarlo, ahora reemplazando a Yoongi para acompañarlo. Jungkook se había ido a sentar con Chaeyoung al no sentirse muy bienvenido.

Nayeon miraba aún al chico, tenía varias interrogantes en su mente, de todas las personas que estaban allí, el pelirosa era quien más llamaba su atención y luego Yoongi...

Yoongi miró la reja abierta y la sangre en el suelo. Era una mansión de tres pisos, era muy grande y se encontraba en un barrio de casas lujosas. Tenía rejas rodeando el espacioso patio con un jardín que prontamente moriría si no eran cuidadas debidamente. Inspeccionaron la superficie y no vieron trasportes cerca. Abrieron el portón con cuidado y caminaron con cautela hasta el porche y notaron que las puertas estaban semiabiertas. Apretó el bate entre sus manos y se adentraron al lugar cuando Changkyun empujó con cuidado la madera. Una mano se posó en su pecho deteniéndolo, Namjoon parecía percibir algo dentro.

—Iré yo adelante, ustedes quédense atrás. —El alto llevaba un cinturón donde resguardaba una pistola con un silenciador como tenía Hoseok en el bus y en su mano mantenía una cuchilla.

Changkyun empuña el cuchillo que traía y se abrieron paso, observando que no hubiera nada detrás de ellos y para su suerte, no habían mordedores  cerca. Namjoon con señas les advirtió que guardaran silencio y pateó con fuerza la puerta emitiendo un sonido, así cerciorándose si tenían compañia, aunque todo estaba sumido en un aterrador silencio que no dejaba en claro que era lo siguiente que pasaría. Era de día, por lo tanto se podía ver un poco del interior, no mas, apareció un mordedor que se abalanzó dispuesto a devorar a Namjoon pero fue más rápido y –para no gastar balas– empuñó su cuchillo para clavarlo en el cráneo dejando que el líquido carmín cayera y su mano se embarre de sangre.

Yoongi siguió su paso y miró temeroso por la aparición de otro, entonces sintió un escalofrío cuando una de esas cosas apareció por la puerta –de lo que parece la sala– y caminó hasta él. El peli-gris elevó su bate y con toda la fuerza que podía ejercer para explotar la cabeza de esa cosa, lo golpeó hasta matarlo del todo.

Changkyun junto a Soonyoung se adelantaron y dividieron el paso para  ir por los diferentes ambientes de la primera planta del lugar.

—Nosotros arriba —le comentó Namjoon a Yoongi para ambos comenzar a subir sin pisar del todo la plantilla de sus zapatos para disminuir el ruido proporcionado. Para ambos era algo intrigante que casi estuvieran en penumbras y con cada puerta abierta sea una sorpresa, no sabían si podrían estar vacía o todo lo contrario, un pequeño misterio que se guardaban para ellos.

Yoongi abrió con cuidado otra puerta y sus ojos se expandieron cuando un mordedor se encontraba en medio de la habitación junto a otro que estaba en el suelo, retrocedió unos pasos cuando estos se dieron cuenta de su presencia y no dudaron un segundo en atacarlo.

El peligris interpuso la madera entre ambos para que haya espacio y sintió una mano aferrarse a su tobillo, bajo la mirada por un corto lapso de tiempo para ver al mordedor en el suelo tratando de morderlo.

Namjoon se encontraba revisando la otra ala y sería riesgoso gritar.

Se las tenía que ingeniar el solo. Empujó el cuerpo que retrocedió y aprovechó aquello para —con su pie derecho— pisar la cabeza de aquel mordedor con el agarre en su tobillo con gran fuerza. Ahora solo faltaba ese que se balanceaba de nuevo contra él y no le dio tiempo para tomar su bate que cayó al suelo. Las manos enfermizas estaban sobre sus hombros ejerciendo bastante fuerza, posó su mano en la frente del mordedor que lo tenía aprisionado en la pared y con sus dientes cerca, trataba de alejarlo pero esa mierda lo tenía arrinconado y su bate no estaba a su alcance.

Sus brazos comenzaron a temblar cuando estaba a punto de perder el forcejeo.

Soltó un quejido y ya no sentía la presión en sus hombros, expandió sus ojos cuando vio el cuerpo inerte del mordedor con un cuchillo en la frente y luego como una mano morena apartaba el objeto sangriento.

—No deberías darte por vencido tan fácil —la voz de Namjoon sonó poderosa mientras lo observaba con regaño.

—Pero...

—Siempre debes buscar el espacio de escape, cualquier cosa puede servir para salvarte, niño —suspiró y Yoongi asintió por las palabras sabias que le dio el hombre, no teniendo tiempo de reflexionar cuando un cuchillo se le fue entregado—. Úsala, aún debemos limpiar esta ala.





















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Holaaa, ¡Esta historia llegó a las 4.02k! Que hermoso (╥ω╥') ¡Muchas gracias! ❤

Perdón por la espera y espero que comenten mucho porque me encanta leer sus comentarios 🤧💜

©mysverse.

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