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Mitch había retado a Matt para ir al circuito de entrenamiento como si fuera su prueba. La pasó sin mucho esfuerzo, y al terminar celebró guiñando un ojo a Alexia y soltando un grito, Mitch se acercó al ver la interacción entre ellos dos y le propuso su propio entrenamiento para poder llamarle por su nombre. 

Cómo era costumbre, nadie le ganó en las pruebas. Eran de levantar cosas muy pesadas y Matt no pudo con ello sin estar preparado previamente. Estuvieron hablando un rato sobre dosificar la energía, hasta que escucharon como una madre, junto a sus hijos, se iban al mar directos. 

—¡El muelle, Torre Uno!— gritó Mitch y me subí detrás de él en la moto de playa, mientras Casey y Steph se fueron juntas en otra. 

Al subirse a la moto se agarró de las asas que había detrás, ya que no quería tocar a Mitch en absoluto. Pudo ver cómo Matt venía corriendo, pero Mitch aceleró y se fue de camino a la orilla del mar, en donde se encontraban los niños y su madre. 

Cuando aparcó pudo ver cómo estaba ya Matt en el agua y las chicas se fueron directas al mar sin pensarlo, mientras Mitch esperaba en la orilla viendo si tenían alguna complicación para intervenir. Casey se fue para ayudar a Matt y Alexia se fue con la adolescente y Steph con el chico. Todos salieron y Alexia tuvo que reanimar a la chica ya que no respiraba, al hacerlo empezó a consolarla hasta que le preguntaron. 

—Alexia ¿Está bien?— asentí en su dirección y tuve que levantarme para ayudar a la chica.

Horas después Alexia preparaba los trajes nuevos para los que han pasado la prueba y Mitch hacía un discurso para los que no hayan pasado. Stephanie puso la pizarra con los nombres de los ganadores y Alexia sonrió a lo grande al ver los nombres, cuando se acercó Summer con una sonrisa no pudo evitar abrazarla y felicitarla, realizó lo mismo con Ronnie al verlo tan contento. 

—¡Bien, escuchad! — todos giraron la mirada a Mitch al escucharlo hablar y Alexia se sentó encima de la mesa para poder ver mejor. —La formación empieza a las seis zero zero. ¡Bienvenidos a Baywatch!

Alexia se fue a hablar con Matt sobre la moto que requisó, al parecer la chica se enteró mucho después sobre la moto que robó para poder llegar antes que ellos. Su rescate fue un fracaso e intentó hablarle un poco sobre las reglas básicas que tenían en su grupo. 

—Hola chicos. — una voz tranquila y despreocupada salió junto al sonido de un coche, todos se acercaron al ver a la mujer, incluida Alexia. 

Alexia tenía una mala sensación sobre la nueva propietaria del Huntley, Victoria Leeds. No sería la primera que la había visto viendo en su dirección, analizando a todos los socorristas y siempre aparecía droga cerca del club. Hace tiempo avisó a Mitch sobre sus sospechas, pero este no le creyó del todo. 

Victoria le dijo a Matt que había hecho un rescate impresionante. Mitch la presentó para los nuevos y después siguió la mujer.

—Venía a invitaros a todos al Huntley. Mañana hacemos puertas abiertas, para conocer a los vecinos y así...— Alexia miró con una ceja alzada como no se movía ni un milímetro para que no se caiga del altillo que le habían puesto y así no mancharse de arena. —Se que es un poco pijo, tal vez para vosotros, pero estaríamos encantados de poder recibiros. 

La mujer habló un poco más y se despidió de todos, se fueron en el mismo coche y el turno para estar algún tiempo de la noche era para Casey, por ello se fue a su casa tranquila. 



A las seis de la mañana estaba junto a Ronnie nadando, le tocaba a ella una parte de su formación. Nadaron alrededor del muelle y volvieron a la Torre uno para su siguiente clase, que eran primeros auxilios. Lo dejó solo al ya haber un profesor allí y se fue a ver cómo iban los demás. 

Pudo ver cómo Matt estaba corriendo hacía ella con algo en la mano, al ver lo que llevaba dio un paso atrás y él se rió de su reacción, aunque el chico estaba más asustado que ella. 

—Un erizo del diablo. — habló ella viendo como estaba agarrándolo sin lastimarse. —Son lo peor. 

—Supongo que sí. — el chico la miró, hoy llevaba un bikini diferente del de ayer. Este tenía en la parte de los pechos una cremallera y al ver que estaba casi toda abierta dejando ver la mayoría de los pechos de la chica. 

—¿Estas bien?— Alexia se confundió al ver cómo se había quedado callado. Al ver que no apartaba la mirada de una parte no  dudo en seguir su mirada y verle divertida. — Oh ¿estas viendo esto?— la chica hizo unos pequeños saltos y Matt se avergonzó tanto que se fue de allí con el erizo en mano. 

Alexia se fue riendo a la Torre uno, en donde también iba Matt. El chico dejó el erizo a cargo de Steph y se fue con los binoculares, Alexia entró segundos después viendo divertida a Matt cuando puso los binoculares en ella. 

Alexia entró a la Torre y vio como Mitch estaba haciendo algo de papeleó dentro, como era costumbre en ella se sentó encima de la mesa y miró al mar ignorando a Mitch. El hombre al verla entrar no pudo apartar la mirada, pero lo hizo al ver cómo Matt, desde afuera, apuntaba los binoculares en la dirección de Alexia, este salió enfadado. 

Alexia no lo escuchó salir, ni tampoco la discusión que tuvieron allí afuera por ella, pero si escuchó la radio. Alguien pedía ayuda. 

—¿Hola? ¿Hay alguien? — Alexia se bajó muy deprisa de la mesa y contestó a la llamada de radio. 

—Centro de vigilancia, ¿que sucede?— pudo sentir la presencia de Mitch detrás de ella, pero de igual manera siguió a lo suyo. 

—¡Oh menos mal! —exclamaron por el otro lado y Alexia preguntó si sabía su localización. — ¿Qué? Pues estoy en el mar, porfavor, que alguien venga ¡todo esta el llamas!

—¡Steph!— Alexia llamó a la chica que estaba afuera. — Llama a los guardacostas. Tenemos un 10-73. 

Todos se fueron corriendo a las lanchas, Mitch fue el primero junto a Matt y pudo ver cómo Alexia traía otra. 

—¿No vas con las demás?— preguntó Matt viendo a la chica arrancando el motor. 

—¡Los mejores van delante!— exclamó ella para que la oyera mejor, ya que se había ido con la lancha a donde salía el fuego. 

La chica estuvo manejando viendo las llamas a lo lejos, Alexia se sorprendió mucho al ver un yate rodeado de llamas, tuvo que parar al estar a nada de tocarlas y se tiró al agua antes de que llegaran Mitch y Matt. Está se subió al yate y al encontró a una chica.

—¡Oh dios mio!— la chica corrió hacia ella y la abrazó cómo pudo, después subió la cabeza para mirarla a los ojos. —Eres mi heroína. 

—Si, bueno, agarra esto. — Alexia le tendió el salvavidas que siempre tenía colgando y al ver cómo Mitch llegaba por fin le saludó y empujó a la chica al mar.

—¡CJ! — llamó a su compañera Casey para que se ocupara de ella, la vio tirarse de cabeza y sumergirse por debajo de las llamas. Pero dejó de prestar atención cuando oyeron un grito. 

Alexia fue la primera en entrar, aun por la llamas, Alexia tenía una complexión delgada y era algo baja y elástica por lo que no tenía problema en sumergirse entre ellas para poder llegar a donde los gritos. Mitch estuvo detrás de ella viendo cómo se adentraba al peligro y oyó su grito alto y claro. 

—¡Mitch, por la proa!

El teniente no dudo ni un segundo en subirse y hacerle una señal a Stephanie para que supiera por donde ir. Mitch pudo escuchar el grito de Alexia, algo había explotado cerca de ellas y eso provocó que teniente corriera para sacarla de allí lo más rápido posible. Al llegar a la proa del yate, este arrancó una escotilla y se encontró con Alexia protegiendo con su cuerpo a la chica desconocida. 

—Dame la mano. — le dijo Mitch a Alexia, pero esta lo ignoró e hizo que la chica le diera la mano para que la suba, Mitch avisó a Casey sobre que tiraría a otra mujer y se giró para sacar a Alexia, pero esta ya estaba de pie en la proa y subiendo a la cubierta. 

Cómo dije, Alexia era muy elástica y atlética por lo que mientras Mitch ayudaba a la mujer, esta se impulsó para salir sin la ayuda de su teniente. Mitch tuvo que mirar a donde iba y empezó a gritarle de que iría él, pero Alexia era la que más cerca estaba del supuesto hombre desmayado. 

—¡Alexia, sal ya!— escuchó la voz de Mitch, pero está agarró al hombre por los hombros y se tiró al agua desde arriba. 

Alexia pudo llevar al hombre hasta el barco de los socorristas, pero en el último segundo pudo notar cómo alguien le arrebataba el cuerpo y pudo nadar sin esfuerzos. 

—Es demasiado pesado, dejamelo a mi. —Mitch sin ninguna dificultad pudo llevar al hombre hasta el barco y después ayudar a Alexia a subirse, esta vez ella sí aceptó la ayuda por lo cansada que estaba. 

Casey le pasó la mascarilla de oxígeno, ella había estado también inhalando humo, por lo que necesitaba todo el oxígeno posible. Alexia le agradeció y vio cómo todos los demás intentaban reanimar al hombre, pero Alexia había notado su fría piel al agarrarlo y sabía que llevaba muerto más de lo necesario. 

Minutos después la ambulancia ya había llegado junto a la policía y Alexia estaba en la ambulancia con la mascara de oxígeno, le habían recomendado tenerla un poco más para asegurarse de que estaba bien. 

Alexia pudo ver cómo Mitch estaba dando otra clase sobre el cadáver, ella se había dado cuenta de que era el concejal. Tuvo que tapar su oído al escuchar cómo el policía que más manía le tenía Alexia llegaba gritando. 

—¡Ey, ey! ¡No me contaminéis el escenario del crimen!— el hombre se bajó de la moto y se acercó a Mitch. 

—¿Qué tal Ellerbee?— preguntó la chica, se había quitado la mascara y había ido junto a Summer para poder protegerlos de lo que sucediera. 

Los socorristas siempre utilizaban a Alexia para Ellerbee, ya que era su amor no correspondido y siempre que ella le hablaba él se ponía tonto y así se podrían librar de él y de sus burlas. 

—Hola Alexia...— el hombre se le quedó mirando y fue la oportunidad que hizo Mitch para alejarse con los demás y así se pasó unos minutos más hasta que Ellerbee se fue a regañadientes por una llamada por la radio. 

Llegó la hora de comer y todos se fueron a la cafetería de la playa para poder comer mientras otros estaban de guardia. Estaban todos sentados en una mesa, Alexia se había sentado al frente de todos, presidiendo la mesa. 

—Alexia. — la mencionada giró su cabeza para ver a Casey a su lado con un bloc de notas. —¿Qué quieres comer?

—Espaguetis a la carbonara. —Casey asintió y se fue a las duchas, en donde estaba Ronnie, ya que el chico se había llenado de arena al caerse varias veces en los entrenamientos. 

Al llegar la comida Ronnie ya estaba con ellas y con una ensalada al frente, este les miró a todos frunciendo el ceño. Se había pedido una ensalada pensando que todos harían lo mismo, pero todos los demás tenían carbohidratos en los platos. 

—Quizá por eso perdemos a tantos reclutas. — habló Steph al escuchar que Matt había hablado sobre que había muerto alguien. — No lo soportan. 

—Pues deberían. — Alexia no solía hablar mientras comía, no era nada del otro mundo, pero le molestaba hablar cuando tenía comida en frente. Por ello, los que la conocían de hace tiempo la miraron con asombro. —Si se presentan para las pruebas y luego no aguantan que se muera alguien en su guardia, es que no están listos. 

Todos asintieron y Matt se quedó pensando en ello un poco hasta que Mitch volvió a hablar. 

—Si quieres dejarlo lo entendemos. — habló él. — Pero si decides quedar, este es el precio. Esto es un estilo de vida, no solo un trabajo. 

—¿Solo como ensalada yo?— preguntó de repente Ronnie, provocando que Alexia fijara su mirada en él. No se había dado cuenta de ello. 

—Hay una cosa que no entiendo.—Alexia fijó ahora su mirada en Matt y frunció el ceño. —Hay un muerto. Es una tragedia. Pero eso no significa que esté pasando algo siniestro ¿vale? Y aunque así fuera, no es nuestro trabajo. — Alexia ahora dejó el tenedor en el plato para escuchar, Casey la miró, sabía que si él seguía por ese camino acabaría mal. —Somos socorristas, no nos incumbe. 

—Creía que había que hacer dieta para estar cómo vosotros. — la chica soltó una carcajada que animó un poco el ambiente. 

—¿Que crees que hacemos los socorristas entonces?— preguntó Casey ignorando a Ronnie, quería llegar al fondo del asunto. 

—Evitamos que la gente se queme  al sol y, a veces, la salvamos de ahogarse. 

—¿Eso crees que hacemos?— preguntó Alexia limpiando sus manos en la servilletas, ni siquiera lo estaba mirando. 

—Si, no veo que más podríamos hacer. 

—Ah, bueno, no sé. — se encogió de hombros la chica y ahora fijo su mirada en él. Matt tuvo un escalofrío, la mirada de Alexia era tan intensa que costaba mantener la mirada. — Un banco de manta rayas en la orilla ¿qué harías tú?

—¿Llamar a control de animales...?

—Pero mientras llegan..—le cortó Alexia. —...las manta rayas saltan, pican a alguien el el pecho y mueren. 

—¿Y los ratoneros de la playa que timan a la gente?— Alexia levantó el tenedor y señaló a Casey dándole la razón y siguió comiendo, no quería meterse más. 




Alexia llegó al club y se reunió con todos, al llegar a donde ellos estaban Matt apartó la mirada deprisa al igual que los otros dos hombres. Las mujeres no paraban de alagarla. 

Alexia había elegido un vestido que dejaba ver todo su abdomen y gran parte sus piernas bien trabajadas. Tenía un escote que no dejaba mucho a la imaginación y lo único que dijo fue: 

—O lo doy todo o no doy nada. — dijo ella encogiéndose de hombros y yendo a la entrada para por fin pasar al club. 

Todos ellos iban en fila para poder acaparar más terreno, Alexia no tenía ninguna misión en especial pero ella estaba mirando a todos lados por si necesitaban de su ayuda. Se encontró a Victoria y ella se acercó a la chica al verla con ese vestido. 

—¡Oh Alexia! Que bien te queda ese vestido.— su voz tan calmada le transmitió varias nauseas. No es que la odiara, si no que desde la droga que encontró hace meses no le daba buena espina y no quería acercarse demasiado. —Deja que te sea sincera. Pensé que yo sería la única con algo tan provocativo. 

Victoria llevaba un vestido largo verde pálido con una abertura en la pierna y un escote pronuncia. Ha decir verdad las únicas que llevaban algo así eran ellas dos y Alexia estaba segura de que Victoria se había puesto ese vestido solo para llamar la atención, cualquiera diría lo mismo de Alexia, pero solo un tonto llevaría algo formal a un club con ese calor. Alexia odiaba el calor y por ello siempre vestía cosas que la hicieran pasar algo de frío si era posible. 

—No es necesario. — Victoria le había quitado la copa de vino que estaba bebiendo y le pidió al camarero que le pusiera un chupito. 

—Claro que sí, este se llama Orgasmo. —Alexia conocía ese alcohol, al fin y al cabo era una gran fiestera en años pasados, pero al meterse en el cuerpo de socorristas dejó esa vida atrás para meterse de lleno en el trabajo. 

Las dos mujeres bebieron al mismo tiempo, Victoria hizo una mueca por el dulzor y el alcohol en su paladar, pero Alexia solo asintió cómo diciéndole al camarero de que estaba bueno, no era el mejor pero estaba bueno. 

—Me gusta tu actitud Alexia. — habló ella. — ¿Puedo llamarte Alex?

—No, solo Alexia. — la chica bebió de un cóctel que le fue entregado otra vez por parte de Victoria. 

—Sabes, creo que Mitch se siente amenazado. — Alexia giró su mirada a Victoria y ella se señaló con el dedo con una ceja alzada. —Sí, a ti. He visto tu historial, tienes más experiencia y entrenamiento que Mitch y muchos más salvamentos. 

—Lo sé. — la chica se encogió de hombros y volvió a beber otro sorbo despreocupada. Sabía lo que estaba intentando hacer Victoria y lo confirmó con sus siguientes palabras. 

—Yo podría hablar con vuestro jefe.—Victoria pasó un dedo por el brazo descubierto de la mujer, está la miró sin comprender ese movimiento. — Para que te asciendan. 

—¿Y tener más trabajo?— preguntó ella retóricamente. — Paso, con mi trabajo me sirve y me sobra. 

—No creo que te paguen suficiente. 

—Me pagan lo necesario. —esta vez Alexia se giró del todo para mirar a Victoria, esta ya había conseguido su atención y sonrió por ello. 

—No lo parece. —de repente, la mujer de verde se metió una mano entre los pechos y sacó una tarjeta que metió en los pechos de la contraría. —Llámame si cambias de opinión, también te podría ayudar con otras cosas. 

Victoria pasó un dedo por el contorno del pecho izquierdo de Alexia, está se estremeció al sentir sus manos frías, pero no mostró nada en el rostro hasta que se fue. La chica soltó un suspiro pesado, había sido muy intenso el momento y estaba segura de que si tenía un bajón la llamaría para su segunda opción. 

Pudo ver cómo Victoria se daba un poco la vuelta para mirarla mientras se iba con Matt, por ello bebió lo que quedaba de su cóctel y se fue a buscar a sus amigos. No deberían de estar tan lejos. 

—Alexia, Alexia. — la chica se dio la vuelta y se encontró con Mitch, este estaba corriendo para ponerse delante suyo. — He encontrado un acceso. 

—Oh, bien. ¿Y Steph?— Alexía miró a los lados, se suponía que ellos dos eran los que hacían equipo, ella había llegado un poco tarde y cuando se repartieron las tareas ella no estaba metida en el mismo bote por lo que iba por libre. 

—No lo sé. No la he visto. — la chica asintió y señaló a Summer. 

—Allí está Summer, creo que ha perdido a los gorilas también. 

Alexia se giró para seguir su camino a la pista de baile, era un club y ella quería bailar. Mitch se volvió a poner enfrente suyo y la chica resoplo y se quejó en voz alta de querer irse de allí. 

—Necesito tu ayuda Alex. — la mujer en frente de él se quedó de piedra. Le había dicho a Victoria que no la llamara así porque solo él lo hacía, y desde hace mucho no escuchó ese apodo. 

—A ver ¿Qué necesitas?

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