♡❜ Capítulo tres.

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- Riki de mantuvo todo el camino en silencio, se recargo en el hombro del alfa y no pudo evitar oler el aroma del mayor.

Su lobo pedía ser tocado por un alfa, pero tenía que pensar claramente, no lo conocía, era apuesto y tenía un aroma que le encantaba, pero solo era un extraño.

Mientras Nishimura tenía una batalla mental para convencer a su lobo de que no se dejará llevar, SungHoon trataba de mantener a su amiguito tranquilo, estaba teniendo una erección en ese momento.

El aroma a vainilla del menor le gustaba y no solo a él si no que a su lobo también, quería hacerlo suyo en ese momento, pero se resignaba.

Ambos tenían que aguantar no tirarse encima del otro, el alfa temía entrar en celo por culpa del menor, si eso pasaba no sabía de lo que sería capaz.

Pasaron unos minutos cuando finalmente llegaron a una casa grande color blanca.

— A-aquí vivo... — dijo Riki tratando de sonar lo más tranquilo posible.

SungHoon estaba en su propia batalla con su lobo por lo que no dijo nada y bajo con cuidado al menor.

Su cordura termino cuando sin querer el cuerpo del Omega hizo fricción con su dura erección, ambos al sentirse gimieron a la vez.

Nishimura tapo su boca con sus manitas, pero el mayor ya lo había escuchado, sintió como unos brazos fuertes lo tomaban de la cadera.

— Se que necesitas de un alfa... Yo necesito de un Omega — susurro SungHoon con voz ronca en el oído del castaño.

El menor se estremeció con sus palabras, era verdad estaba mal pensar así en esos momentos.

— N-no nos c-conocemos — tartamudeó Riki.

— Soy Park SungHoon— dijo el alfa acariciando la cadera ancha del menor — ¿Y tú?

— N-nishimura Riki — susurro el castaño mordiendo su labio para no gemir.

Park busco en los bolsillos traseros del Omega las llaves de la casa aprovechando para acariciar el bonito trasero de Nishimura.

Abrió la puerta y jalo al castaño apegándolo a él, la cerró y lo estampó en la misma a Riki.

Quito lentamente el cubrebocas que tenía el castaño sonriendo al ver la carita sonrojada del menor, sin pensarlo dos veces juntó sus labios en un beso salvaje robándose así el primer beso del Omega.

El menor no supo cómo reaccionar, quiso alejarlo, pero se sentía demasiado bien por lo que intento seguirle el paso con sus labios inexpertos.

Park empezó a frotar su pene con el menor haciendo fricción, Nishimura jadeo al sentirlo y SungHoon metió su lengua en la cavidad del Omega, mordiendo sus labios y lengua mientras con sus manos acariciaba el buen cuerpo de Ni-Ki.

— Para... — pidió el castaño al darse cuenta de lo que estaba pasando, la poca cordura que tenía la estaba usando.

— Me necesitas y yo a ti... — dijo SungHoon metiendo sus manos debajo de la ropa de Ni-Ki acariciándolo.

Eso termino con la poca cordura del menor, cuando sintió la mano del alfa tocar su pene se permitió gemir.

— ¿Me vas a ... hacer el amor? — Riki lo miro con el rostro completamente sonrojado.

— No, yo te voy a follar... Y fuerte — Park se aferró a la cadera del castaño besándolo más y brindándole caricias.

— Mi cuarto... Arriba — gimió Nishimura, SungHoon se había apoderado de sus cinco sentidos.

El alfa lo tomo de las piernas cargándolo, subió las escaleras mientras le quitaba la ropa a Riki, abrió la puerta de la habitación y lo acostó en la cama besándolo de nueva vez.

Riki siguió gimiendo ante el tacto del mayor, su lobo había dejado de doler y estaba más que feliz al sentir calor de un alfa.

Ambos fueron poseídos por sus propios lobos, ya no eran ellos mismos, ya no podían tener conciencia alguna solo seguir lo que su lobo mandaba.

Park termino de quitarle los pantalones y quito el bóxer dejando al Omega completamente desnudo.

Metió el primer dedo mientras masturbaba al menor.

— ¡Duele! — gimió el castaño doblando sus rodillas mientras apretaba las sábanas.

— No te concentres en el dolor... — dijo SungHoon succionando los pezones rozados de Nishimura.

Minutos después el dolor paso convirtiéndose en placer, Ni-Ki estaba gozando ya dos dedos dentro de él sintiendo una corriente eléctrica recorriendo su cuerpo.

Su vientre se contrajo y segundos después se liberó en la mano del alfa quien lamió la misma dándole un aspecto más morboso del que ya era.

SungHoon quito sus prendas rápido liberando su erección que dolía al estar apretado bajo la atenta mirada del castaño quien se lo comía con la mirada.

Se abrió paso entre las piernas del menor lamiendo y besando la entrada del Omega quien ya era un mar después de tantas caricias.

— ¿Listo? — pregunto el mayor.

— ¿Me va a doler? — Riki intento cerrar sus piernas, pero SungHoon se lo impidió.

— Al principio solamente.

— Es mi primera vez... No sé hacerlo — Respondió el Omega preocupado.

— Solo déjate llevar — el cenizo entro lentamente sintiendo lo apretado que Nishimura estaba.

Cuando estuvo completamente dentro Riki arqueó su espalda debido al dolor.

— Ya pasará — SungHoon lo acostó de nuevo dejando chupetones por toda la piel blanca del menor.

Una vez que sintió al Omega moverse, empezó a dar estocadas lentas mientras besaba a Yang.

— M-mas — gimió Riki acariciando el abdomen bien trabajado del alfa.

Gimió más fuerte al sentir como SungHoon le follaba con brusquedad, el aroma a chocolate amargado volvía loco a su lobo y pedía más de él.

— Te sientes demasiado bien — gimió el cenizo moviéndose con más fuerza.

— Sigue... Y no pares — dijo el castaño clavando sus uñas en la espalda de Park ante el placer.

La cama chocaba con fuerza en la pared dejando pequeñas marcas en el muro debido a la fuerza con la que la misma chocaba.

— ¡SungHoon! — Nishimura gimió al sentir que iba a correrse de nuevo.

— Solo déjalo salir... — susurro Park quien estaba besando los pezones del Omega.

Nishimura hizo caso y se corrió en cuestión de segundos.

— Lo haces sentir demasiado bien — gimió el alfa saliendo del menor para ponerlo en cuatro.

Entro con fuerza pegándose más al cuerpo del menor chocando sus testículos con el culo del Omega.

Un sonido morboso acompañado de gemidos por parte de ambos más el fuerte chocar de la cama, era lo que Park amaba escuchar.

— E-es muy fuerte... — dijo el castaño entre lágrimas de placer.

— Pero te gusta... — SungHoon siguió haciendo sus estocadas más salvajes.

Nishimura asintió con la cabeza sintiendo como su interior se acoplaba al miembro de Park.

Le estaba follando el culo demasiado fuerte o tal vez así lo sentía por ser su primera vez.

— ¡SungHoon! — grito Ni-Ki al sentir que el pene del alfa tocaba su punto débil, ese punto que lo hizo delirar.

El lobo de SungHoon estaba demasiado feliz de sentir al Omega, lo quería para el solamente, pedía a gruñidos marcarlo de una vez por todas.

El pelinegro lamió el cuello de Nishimura haciendo que este gimiera más, el alfa lo tomo fuerte de la cadera moviéndose cada vez más fuerte.

— SungHoon me duele... Recuerda que es mi primera vez — gimió el menor.

— Lo siento, pero... Me voy a correr — el mayor se recostó en la espalda de Ni-Ki sin dejar de moverse obligándolo a bajar su pecho, lamió su cuello y afiló sus colmillos.

Cuando llegó al punto más alto de placer los clavo en el cuello de Nishimura liberándose en su interior creando así el nudo.

El castaño dio un chillido de dolor al sentir los colmillos de SungHoon y el nudo dentro de él, era incómodo y doloroso, se quedó quieto sintiendo la sangre mojar su cuello.

Cuando SungHoon empezó a lamer la sangre del menor, este aprovecho se giró teniendo cuidado de no auto lastimarse para morder el cuello del mayor con sus colmillos más pequeños que los del alfa.

Ambos se habían marcado, pero estaban tan extasiados que no lo notaron, cuando Park salió de su interior noto como el semen salió del menor acompañado de un poco de sangre.

Al ser la primera vez de Ni-Ki era normal el sangrado y más por la rudeza en la que SungHoon lo follo era más que normal dando a entender que era virgen y nadie lo había tocado hasta ahora.

Ambos cayeron a la cama cansados, sus lobos estaban satisfechos, sabían que eran destinados y estaban felices de estar juntos.

Riki fue el primero en dormirse y a los minutos después SungHoon callo dormido de igual forma.

Los estaba enlazados ya, sin saber que esa noche marcaría un antes y un después en sus vidas...

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