❪𝟲𝟱❫ ; 𝗵𝗼𝗹𝗱𝗶𝗻𝗴.

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ARC THREE; DEMONS
*╔═══❖•ೋ°🔥°ೋ•❖═══╗*

CAPÍTULO SESENTA Y CINCO:
TENENCIA
❛detrás de su mirada❜

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©Shanxlabyx
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SUS OJOS MIRABAN CONSTANTEMENTE EL SUELO, ESTOS se veían totalmente opacos y sombríos, como si tuviera una mirada muerta. Lo más sorprendente era que mantenía sus ojos abiertos, ya no tenía sangre derramada en su rostro pero si varios rasguños por los previos enfrentamientos que tuvo antes de llegar allí, viéndose aún más demacrada. Sólo podía pensar en situaciones al azar que pasaban por su mente, pensando en la decepcionante actualidad  en la que se encontraba en esos momentos. Parecía no importarle mucho en sí donde estaba o con quien estaba, pero sólo había una razón por la que se mantenía lo suficientemente lúcida como para no cerrar los ojos por completo.

Aunque, por algún motivo, la cabeza no le dolía tanto como antes, pero a pesar de sentirse demasiado agotada, hacía todo su esfuerzo para mantenerse despierta.

—Sigue pareciéndome curioso que no esté muerta ya. —escucha una voz grave y a su vez masculina, no le prestó atención aunque era inevitable para ella no mirar en ocasiones hacia él.

—¡Es impresionante, con tremendo golpe en la cabeza es capaz de seguir despierta! —dice otro hombre de manera animada y fuerte—. ¿¡Por qué rayos eso es posible!? Es ilógico. —ahora su tono era serio y formal. Alguien demasiado extraño, cambia de actitud cada tanto.

—¡Ella es demasiado linda! ¡Me gusta, sobre todo llena de heridas! —chilla emocionada una voz femenina, Hatsulin eleva a duras penas sus ojos hacia la chica que habló, pensando que era rara y curiosa al mismo tiempo.

Entrecerró su mirada ligeramente, sintiendo pesados sus ojos, tenía una gran necesidad de cerrarlos y dejar que su mente descansara, y literalmente hablando, que su cabeza descansara. se sentía demasiado desorientada en esos momentos, pero mentalmente no se sentía tranquila, no podía cerrar los ojos, mucho menos ahora a pesar del horrible sentimiento que sentía, sólo podía mirar a algún punto o hacia la persona que la mantenía un tanto cuerda.

Bakugō por su parte lo único que podía hacer era mirar hacia su compañera prácticamente amordazada, por alguna razón no parecía tener la misma precaución como con él, aunque tampoco era como si estar encadenada y hasta con un bozal fuera a significar que no tuvieran la misma precaución, parecía un poco más... extraña, no quería preguntarse el por qué de que estuviera así, pero al mismo tiempo sentía bastante rabia.

❛¿Por qué diablos la tienen aquí?❜ fue lo que pensó el cenizo mientras apretaba su mandibula, sin quitarle la mirada de encima, algo en su interior se revolvía por verla asi, odiaba esa sensación pero no tanto como la que le fastidiaba al verla así. 

«—Ahora vean un video de disculpa de la U.A. que acaba de ser enviado

Alzó inmediatamente su mirada hacia la dirección de la televisión que tenían en aquella especie de bar, manteniendo su ceño fruncido; luego alzó ligeramente sus cejas cuando notó quienes eran las personas que estaban en la pantalla. Hatsulin no evitó alzar de igual manera sus ojos hacia aquella dirección hasta alzar un poco más su rostro, mirando a su maestro Aizawa junto con Sekijirō y con el director Nezu, viéndose a ellos tres con la cabeza agachada en una reverencia.

—¿Sensei...? —murmuró la del quirk de Hell Fire después de tanto estar callada, apenas escuchándose el eco de su voz por el metal del bozal. Sus ojos estaban fijos en el rostro de su maestro, era la primera vez que lo veía tan arreglado, incluso, si sus ojos no la engañaban, estaba afeitado.

«—Nos disculpamos por el incidente que dejó que veintisiete chicos de primer año resultarán lastimados. —comenzó a decir Aizawa Shōta con una expresión seria, mirando directamente la cámara—. Nos disculpamos por perturbar a la sociedad y por nuestra negligencia para detener un área de aprendizaje. —prosiguió luego a hacer una reverencia junto con Vlad King y Nezu—. Lo sentimos mucho

Estrechó levemente sus párpados por ver aquella escena, recordaba muy bien que a su maestro le disgustaba mucho la prensa al querer mantener su privacidad y tranquilidad, ahora estando en una situación en donde se estaba disculpando de manera pública, probablemente por todo el pais. Comenzó a sentir un enorme peso caer en su espalda por hacer pasar a sus maestros por aquello, sentía su corazón estrujarse por la culpa sólo pensando en una cosa; si no hubiera sido débil, nada de esto estuviera pasando.

«—Soy de YomiuriTV. —habló ahora otra persona, siendo un reportero de la misma vía en donde se estaba transmitiendo aquel vídeo—. Desde principios de año, los estudiantes han encontrado a villanos en cuatro ocasiones. Esta vez, incluso hubo heridos. ¿Cómo se explican con sus familias y que medidas específicas tomarán?

Aumentaremos la vigilancia del área y repasaremos la seguridad de la escuela, asegurando la seguridad con una fuerte posición. —respondió Nezu.»

Desvió la mirada hacia abajo con sus cejas algo temblorosas, sintiendo una gran impotencia en su interior mientras continuaba escuchando la voz de su maestro hablando en aquella entrevista. Tenía ganas de llorar y a su vez de gritar, de golpear algo; sintió como unas flamas surgían en sus manos siendo rodeadas aún por aquellos guantes de metal que retenían el uso de su quirk, unos que ya había usado hace muchísimo tiempo con la diferencia de que eran más para su tamaño. Su mirada por un momento se volvió borrosa, ahora viendo un suelo sucio y los mismos grilletes que tenía, pero de menor tamaño, viendo sus pequeños brazos de niña en ese entonces.

—Qué raro... —salió de su deja vu cuando escuchó la voz de Shigaraki, alzando ligeramente su mirada—. ¿Por qué critican a los héroes? Sólo trataron con las cosas un poco mal. ¿Es por qué su trabajo es proteger? Todos cometen uno o dos errores. ¿No es así, Hatsulin-chan? —gira su rostro hacia su dirección, la aludida lo único que hace es mirar hacia abajo—. ¿Se supone que sean perfectos? Los héroes de hoy son demasiado rectos. ¿No crees, Bakugō-kun? —ahora se dirige hacia el rubio quien por su parte lo miraba con molestia.

Lo siguió con la mirada cuando lo vió caminar hacia la dirección de la pelirroja, no siendo muy lejos de él, prácticamente a su lado, aunque sentada en el suelo, por alguna razón estando en el suelo en vez de una silla, aunque estar prácticamente encadenada no significaba que estuviera diferente a su compañero.

Nee, Hatsulin-chan. —llama Tomura, sin recibir respuesta; la de orbes azules sólo elevó su mirada hacia él—. ¿Crees que los héroes deban ser perfectos? Siempre buscan hacer las cosas bien, sin error alguno. ¿No crees que es normal cometer errores? —Hatsulin sólo lo mira fijamente aunque su mirada continuaba viéndose apagada, Bakugō observaba directamente a Shigaraki—. ¿Eso no es lo que te dice tu querida abuela? ¿Qué seas perfecta en todo?

El cuerpo de la Tsubomi se tensa ligeramente provocando un sonido en las cadenas que tenían juntos sus brazos, el peliazul ladea un poco su cabeza al notar aquella reacción, sus ojos detrás de la mano que cubría su rostro se entrecerraron con interés, la mirada de la chica cambió ligeramente, ahora lo miró con una expresión atenta y a su vez un poco inquieta.

Hum, ¿es así? —suelta con un poco de diversión el villano, quedando enfrente de ella—. Después de todo ella es la que te obliga a ser perfecta, de una curiosa manera... —Hatsulin vuelve a tensarse cuando el chico se agachó, inevitablemente mira hacia Katsuki quien estaba fijo en ellos. Vuelve a mirar al peliazul—. Te obliga a muchas cosas, ¿verdad? Cosas bastante... mmm, ¿como decirlo? —hace una pequeña pausa como si estuviera pensando—... cuestionables, viniendo de una mujer como ella.

Las pupilas de la Tsubomi se reducieron ligeramente por la alteración que comenzó a sentir en su cuerpo por las palabras que se estaba atreviendo a decir, comenzaba a alarmarse, sabiendo a donde se dirigía. Nuevamente miró hacia Bakugō que continuaba en silencio y casi atento a lo que hablaba Shigaraki Tomura, aunque cuando lo miró, él no tardó en dirigirle tambien la mirada a ella; el chico mostró cierto desconcierto por la mirada que le estaba lanzando, una que no descifraba, parecía nerviosa y a su vez afligida.

—¿Por qué miras tanto a Bakugō-kun cuando hablo? Es de mala educación no ver a la gente cuando habla. —Tomura toma con dos de sus dedos su mentón, o al menos, la zona del mentón cubierta por el bozal, haciéndola girar su rostro a él—. ¿Acaso tienes miedo de lo que estoy hablando y que él lo escuche?

La chica no dijo nada en respuesta, sólo mirándolo; el peliazul por un momento pareció ver algún tipo de rabia en sus ojos, casi como si lo amenazara o le dijera algo, parecía una clase de amenaza pero a su vez una súplica, pero fue un destello tan breve que no pudo verlo lo suficiente como para confirmarlo, pero había algo en su mirada, algo que llamó su atención, entrecerrando sus ojos una vez más, interesado. Atrajo su rostro hacia él, inclinándose a ella lo suficientemente cerca como para escuchar su respiración agitada contra el metal.

—Tu mirada tiene algo detrás, puedo verlo claramente —dijo el villano con el quirk de deterioro, hizo contacto visual con los orbes azulados de la chica, de alguna manera sus miradas parecieron ser idénticas por unos instantes—. ¿Qué es lo que realmente ocultas, maldita heroína?

❛¿De qué mierda habla este tipo?❜ pensaba de manera tensa Katsuki sin quitarle la mirada a la espalda del de ojos rojizos, miró sobre su hombro el rostro de la pelirroja; algo se apretujo con fuerza dentro de él por ver su expresión haciendo que sus hombros se tensaran más de lo que por si ya estaban. Frunció más el ceño cuando la pelirroja pareció mirarlo de reojo de manera temblorosa, una mirada que ya había visto antes. Endureció más su mirada, sintiendo una de sus cejas temblar.

—Meinu parece guardar muchos secretos. —miró hacia la dirección de Iyassu, aquel tipo que ya había visto en el ataque a U.S.J. y nuevamente allí, apretó su mandíbula por la manera en la que la llamaba, sintiendo molestia. Él tenía una mirada socarrona en sus ojos, mirando lo que parecía ser una carpeta—. Vaya, vaya... Que curioso ver esto aquí considerando que estás aspirando a ser una heroína, ¿no crees, Keizuke? —mira de reojo hacia el albino que estaba sentado de espaldas en el bar, sin mirar a los adolescentes. 

Hatsulin miró inmediatamente hacia el chico al que nombraron, aún teniendo sus pupilas reducidas y temblorosas en sus escleróticas, miraba casi de manera borrosa la espalda del chico de cabello blanco y algo alborotado, bebiendo un refresco cualquiera, apenas observando su rostro. Sintió algo atascarse en su garganta por todo lo que comenzaba a suceder, observó como ahora Iyassu se levantaba aún con una carpeta en su mano y caminaba hacia la puerta no sin antes mirarla sobre su hombro con una sonrisa.

—¿Puedes decir los nombres que están aquí, Flash? —canturrea nuevamente el de cabello rosáceo lanzando la carpeta por la mesa del bar, cayendo justo al lado del brazo del chico al momento que abrió la puerta—. Yo tengo que resolver unos asuntos con Asahi-sama. Más te vale, Meinu, que no hagas nada imprudente. —la mira una vez más para cerrar la puerta detrás de sí, la pelirroja seguía mirando hacia el albino fijamente.

Una sombra apareció en medio de los ojos de la pelirroja al escuchar aquel singular apodo con el cual llamó a aquel chico que permaneció casi en la misma postura el tiempo en el que ha estado allí amordazada, viéndolo irse en ocasiones y casi volver a las horas, no mirándolo con atención. No obstante, desde hace rato algo la llamaba, su presencia se le hacía demasiado familiar; ahora parecía comprender el por qué.

El albino dio un ligero sorbo a la lata de refresco de limón, dejando la boquilla unos segundos rozando sus labios para volver a dejar la lata en la mesa, sin mirar hacia el expediente.

Aikari Shū, diecisiete años, internado tres meses en el hospital Fukuoka debido a multiples heridas de gravedad. Estuvo en coma por dos semanas. —el cuerpo de Hatsulin comenzó a temblar por escuchar aquel nombre, sin dejar de mirar hacia el de cabellera blanca y multiples cicatrices—. Itō Tomeo, dieciocho años, internado en el mismo hospital de Fukuoka; con heridas igual de graves que el paciente Aikari, estuvo un mes en coma. —la respiración de Tsubomi se volvía cada vez más y más irregular por aquellos nombres, sintiendo que no podía respirar—. Kim Doyun, veintiseis años, llegó al hospital de Shibuya con ambas piernas rotas y un estado crítico, ya fue dado de alta con varias repercusiones.

—Que información más interesante. —habla de manera pensativa Shigaraki mientras se levantaba, mirando hacia la pelirroja que parecía tener algún ataque de pánico; Bakugō miraba ahora a la pelirroja con un poco de desconcierto, aunque manteniendo discreción en su expresión—. Hasta ahora, esas son las personas que más dejaste en un estado grave, Hatsulin-chan, las otras son un poco más... inofensivas. —enfatiza con un poco de diversión—. ¿Cómo puede ser que aspires a ser una heroína con tantas personas que lastimaste en el pasado, Hatsulin-chan? ¿No se supone que los héroes deben ser buenos y perfectos? 

Nuevamente la pelirroja no respondió, pero ahora más que no querer responder, no podía; sentía que le estaba dando una punzada directamente al corazón, a los pulmones, al estómago, todo le estaba doliendo. No podía respirar, soltaba resoplidos que lograban salir justo entre las rejillas de aquel bozal, viéndose claramente el aire que soltaba, vapor era lo que se veía; parecía ida y a su vez alterada, pudo verse igualmente como en sus hombros apareció una ligera bruma de fuego que trataba de alzarse demostrando así que realmente estaba alterada.

Oi, oi. Mantén la calma. —alguien pasa un brazo justo encima de sus hombros, casi apaciguando sus flamas, aunque continuaban aún alli; Hatsulin miró inmediatamente hacia la persona que hizo eso, viendo a aquel chico lleno de cicatrices—. Estás en confianza, no te preocupes. —Hatsulin miraba aún alterada hacia el chico que parecía de veintitantos años, tenía ojos azules; miró un momentos estos y de alguna forma se calmó, al menos su flamas, pero por el desconcierto que sintió cuando miró sus ojos, unos ojos que vio antes—. Es algo que tú abuela te dijo que hiciera, ¿no? Desquitar tu enojo. Un enojo que deberías desquitar hacia Tsubomi Atsuko porque... sientes enojo hacia ella, ¿no?

Definitivamente eso no hizo que se sintiera más tranquila, aunque parecía menos histérica pero a su vez atenta por la voz y los ojos del chico de cabello negro y varios parches morados en su piel, parecían quemaduras. El chico continua mirándola con un deje confianzudo con su mirada entrecerrada, mostrándose casi aburrido y pareciendo amistoso; comenzó a percibir un peculiar aroma a quemado con un atisbo nauseabundo, algo se activó en ella por recordar ese olor, alzando un poco sus cejas.

—El enojo es un sentimiento inevitable para todos, sobre todo cuando nos obligan a hacer algo como lo que hace tú abuela. Debes sentir mucha rabia, lo noto en tu mirada. —Shigaraki vuelve a tomar la palabra, apoya ligeramente su mentón en la palma de su mano, evitando que todos sus dedos toquen su piel—. ¿No te gustaría desquitar esa rabia? ¿No te gustaría vengarte? De todo lo que te hizo tu querida abuela... sobre todo a tus brazos, por eso usas mangas constantemente, ¿no?

El cuerpo de la pelirroja nuevamente vuelve a tensarse por aquellas palabras, su mirada se veía intranquila, principalmente por aquella información.

—Es normal querer desquitar el enojo, es mejor hacer eso a retenerlo. —vuelve a decir Shigaraki, la pelirroja volvió a mirarlo rápidamente al escucharlo hablar—. Es algo que los héroes deberían hacer, eso hace daño; retener el dolor o la rabia. Es mucho más sano desahogarlo. Aunque es curioso que una mujer como Tsubomi Atsuko mande a su propia familia a hacer tales actos, se supone que ella fue heroína en algun momento. —el peliazul se sienta con tranquilidad como si hablara de un tema cualquiera—. Aunque desde siempre se vio que era una heroína interesada en el poder y el dinero, bueno, ¿a quien no le gusta cualquiera de esos dos?

El ceño de la Tsubomi se frunce ligeramente al escuchar sus palabras para mirar hacia abajo aún sintiendo el relajado agarre del villano de cicatrices en ella, le comenzaba a doler la cabeza con todo lo que estaban hablando en esos momentos; la situación de por si la hacía doler la cabeza, su mirada estaba perdida en algún punto y ahora temía volver a mirar hacia Bakugō. Cerró sus ojos con fuerza al recordar vagamente la expresión que él tenía en aquel sueño, siendo un recuerdo fugaz.

—Cuando reciben compensación para proteger a la gente, los héroes dejan de serlo. —comenzó a hablar el hombre con apariencia de reptil, recostado en la pared. Hatsulin ahora sólo miraba al suelo aún con aquella mirada abatida en sus ojos—. Es lo que Stain enseñaba.

—El extraño sistema de transformar a la gente en dinero o gloria... —murmura el chico que decía ser el lider de la Liga de Villanos, ladeando su cabeza—. La sociedad que se apega a esas reglas... Los ciudadanos que culpan a los perdedores en vez de alentarlos... —continua hablando de manera casi enigmatica—. Peleamos para preguntar; ¿Qué es un héroe? ¿Qué es la justicia? ¿Esta sociedad de verdad es justa? —la del quirk de fuego parece elevar ligeramente sus pupilas al escuchar aquellas palabras, sintiendo su atención ir a lo que comentaba el villano—. Haremos que todos lo piensen. Pensamos ganar. También te gusta ganar, ¿verdad, Bakugō-kun?

❛Qué es ser un héroe...❜ repite de manera inconsciente Hatsulin con su mirada aún perdida en el suelo, elevándola hacia el villano peliazul quien miraba ahora con atención hacia el cenizo, este mismo sólo abultó sus labios en una mueca molesta, mirando fijamente al villano. ❛No sé para que me pregunto eso... si yo no soy digna de ser un héroe...❜ alza su mirada hacia la dirección en donde continuaba sentado de espaldas Keizuke, estrechó su mirada haciendo una mueca debajo del bozal.

—Dabi, suelta sus amarras. —señala el de piel enfermiza, apuntando con su dedo al cenizo. El de ojos azules aún al lado de la pelirroja mira hacia él con atención, casi incrédulo.

—¿Hah? Va a pelear. —dice con cierta obviedad.

—Está bien. Lo trataremos como igual, ya que lo reclutamos. Además, en esta situación sabes si puedes ganar o no, ¿verdad, estudiante? —suelta de forma algo amigable y a su vez divertida, alzando sus manos; luego hace un ligero ademán hacia la pelirroja que seguía rodeada por su brazo—. También suelta sus cadenas, después de todo ella será reclutada. Asahi-sensei está con nosotros, no tendrá problema con eso. —asiente ligeramente mientras la pelirroja parece tensarse nuevamente.

—Ella buscara pelear también.

—No te preocupes, estoy seguro que Hatsulin-chan no buscaría hacer una tontería. Es muy precavida con la gente que aprecia. —Tomura mira hacia la pelirroja que miraba consternada el suelo—. Oh, ¿Qué tal si mejor Keizuke-kun suelta a Hatsulin-chan? Son viejos amigos después de todo. ¿Qué te parece? —se dirige hacia la pelirroja mientras esta alzaba la mirada de manera perdida, mirando por inercia al albino—. Keizuke-kun, ve a soltar a Hatsulin-chan. Y tú, Dabi, ve con Bakugō-kun.

El azabache se queda en silencio por unos momentos en lo que se levantada del lado de Hatsulin, finalmente soltándola; Hideaki de igual manera se había levantado de su asiento mientras dejaba su refresco con Toga quien lo recibió encantada y emocionada, siguiendo al chico de cicatrices con la mirada y un sonrojo en sus mejillas para comenzar a beber bastante contenta.

—Twice, hazlo tú. —fue lo que dijo Dabi mientras el aludido se sobresaltó algo incrédulo.

—¿Yo? Qué va. —agita una de sus manos en negación—. ¿Por qué no mejor suelto a la chica? Ella tiene cara de que no me va a golpear, además, ¡huele rico! —se queja el enmascarado en un reproche, Dabi lo mira varios segundos.

—Hazlo.

—Rayos... —bufa de manera resignada, caminando hacia el cenizo.

—Me disculpo por usar métodos tan bruscos, ni siquiera apruebo por completo que una dama sea tratada así. —comenzó a hablar el trajeado con máscara girando su rostro hacia la pelirroja sentada en el suelo, prácticamente como un perro encadenado—. Pero entiendan que no somos una turba queriendo cometer crímenes. No los raptamos por accidente.

Hatsulin miraba hacia la escena de manera atenta y a su vez desolada, toda la situación de por sí la hacía estar con la mente en otro lado, pero al mismo tiempo hundida en el presente. Sentía su corazón palpitar de manera dolorosa mientras veía en su campo de visión como Hideaki Keizuke se acercaba a ella a paso calmado, no podía quitarle la mirada de encima, quería pensar que en realidad no se trataba de la misma persona que creía. Quería pensar eso, pero a pesar de tener mala memoria para un par de cosas, pudo darse de cuenta al reconocer singulares características cuando el albino se agachó enfrente de ella, sin mirarla. Sus orbes azulados continuaban en un tono opaco mientras analizaba su rostro, observaba como tenía varias cicatrices en este mismo, incluso en su cuello y su pecho al alcanzar a ver por los botones sueltos de lo que casi parecía un uniforme negro, teniendo una chaqueta encima. Miró unos segundos sus brazos cuando comenzó a quitar las cadenas de sus tobillos, también estaba lleno de cicatrices allí.

Continuó mirándolo en silencio mientras se escuchaba el sonido del metal de los grilletes y cadenas, aún poseía una sombra oscura y triste en sus ojos mientras lo miraba. Keizuke parecía casi evadir su mirada o hacer lo posible para no verla fijamente, aún así alcanzó a ver sus ojos de un color amatista con una mirada opaca, apagada, sin brillo alguno. Entrecerró sus ojos con cierta aflicción, sin dejar de mirarlo.

¿Por qué...? —su voz se escuchó a duras penas ante el metal del bozal que restringía su boca, el albino casi de inmediato se detuvo por alcanzar a oír su voz ante la cercanía—. Keizuke-kun.... ¿por qué haces esto? —su voz se oía desanimada, se podía escuchar triste.

El adolescente continuó en completo silencio al momento que había llegado a los grilletes de sus manos, apenas acercando las suyas al metal. El de cabellera blanquecina miraba el metal opaco de los guanteletes unidos por unas cadenas evitando que ella pudiera extender los brazos al buscar defenderse en algún momento, pero ella casi parecía rendirse a la situación. El chico no dijo nada ni hizo gesto alguno de inquietud, pero su cuerpo se había tensado ligeramente, con su mirada baja.

—Sólo sigo ordenes. —fue su respuesta en un murmuro bajo, aquello sólo confirmó de alguna manera que si era Hideaki Keizuke.

—Tenemos situaciones diferentes, pero a todos nos restringieron y sufrimos, por la gente... —Shigaraki comenzó a hablar mientras caminaba por la sala, dirigiéndose hacia Katsuki, Hatsulin miraba aún con aflicción hacia Keizuke apretando sus labios—, las reglas y los héroes... —sintió comenzaba a quitar las cadenas en su cuello, pareciendo dejar a lo último las de sus brazos, sólo podía sentir un horrible dolor y aflicción en su pecho—. Seguro que tú tambien...

Y bang... Se escuchó un fuerte golpe.

La pelirroja tuvo que cerrar sus ojos y girar su rostro hacia un lado cuando escuchó dos explosiones, alejando su vista del humo de esto mismo; primero había escuchado un golpe para luego escuchar una explosión, seguida de otra casi justo encima de su rostro. Trató de esperar a que el humo se disipara, sintiendo el calor de este. Abrió uno de sus ojos con precaución y a su vez pesadez, luego abrió ambos cuando notó una persona justo enfrente de ella, pareciendo que se estaba reincorporando. Se enderezó ligeramente por aquello, viéndose sorprendida.

—Te escuché hablar sin parar... —comenzó a escuchar su voz en un tono grave y áspero mientras aún veía algo de humo a su alrededor, sintió su respiración acelerarse ligeramente conmocionada—. Los idiotas no se hacen esperar y hablan mucho tiempo. Hablándome de cosas que no me interesan, lo que haya hecho la pirómana antes no es asunto mío. —chasquea la lengua, aún con su mirada baja—. Básicamente dicen que quieren molestar y que se les unan, ¿verdad? —alza su mirada aún en una postura alerta, sus ojos reflejaban una mezcla de rabia y molestia, directamente dirigida hacia el peliazul—. Olvidenlo.

❛Bakugō-kun...❜ pensó aún conmocionada la pelirroja mientras veía la espalda del chico del quirk de explosiones estar enfrente de ella, pareciendo protegerla de alguna manera. Miró hacia donde estaba Keizuke quien esquivó por poco la explosión que le lanzó el rubio a comparación de Shigaraki quien si recibió de lleno una explosión, lanzando hacia otro lado lo que era la mano que cubría su rostro.

—Quiero ganar como All Might. —volvió a hablar Bakugō Katsuki mientras sonreía de manera molesta y amenazante, aún en una postura alerta—. ¡No importa lo que nadie diga, eso nunca cambiará!

El corazón de la pelirroja de alguna manera se aceleró por escuchar sus palabras, por un momento sus ojos picaron como si quisieran lagrimear en esos momentos, como si quisiera llorar con una mezcla de alivio y a su vez miedo de que le pasara algo, sintiendo incluso una rabia hacia si misma por el estado en el que estaba, se sentía como un perro encadenado, hablando literalmente, pero de alguna forma... ver a Katsuki allí enfrente suyo, le dio algún sentimiento de paz a su pecho. 

Sintió aquella singular reacción en sus manos por su quirk, aunque debido a los grilletes que cubría hasta sus antebrazos no se notaba, pero ella sintió aquel calor.

Se sobresaltó muy ligeramente cuando vio como el cenizo retrocedía sin quitarles la mirada de encima a los villanos, lo único que hizo fue seguirlo con la mirada; él se agachó a su lado con una expresión aún arisca y amenazante hacia los villanos que tenían enfrente, continuó mirándolo al rostro con atención, analizando sus facciones por unos segundos hasta que sintió como de manera sencilla abría los guanteletes de las cadenas, dejando ir sus brazos. Alzó sus cejas sorprendida al ver eso sintiendo como luego quitaba la cadena que quedó a medias alrededor de su cuello casi en un abrir y cerrar de ojos, lanzando estas mismas con brusquedad hacia otro lado. Le recordaba cuando picaba verduras, teniendo su vista a otro lado mientras su manos hacían otra cosa.

Pestañeó algo sorprendida cuando de un movimiento brusco, aunque no precisamente bruto, bajó el bozal que cubría su boca. Lo siguió con la mirada cuando volvió a levantarse alerta, aún semi cubriéndola, sin dirigirle la palabra. De alguna manera sintió una amargura por eso y desvió la mirada al suelo.

No pudo mover ningún musculo, sólo podía pensar y permanecer consternada por el hecho de que a pesar de todo lo que había escuchado de ella, aún así la ayudó, trató de fijarse un momento en que era lo que sentía por medio de su calor corporal; sintió inquietud y a su vez molestia y determinación, aunque no parecía ser dirigida hacia ella, al menos eso quería creer. Agachó sus ojos hacia sus brazos anteriormente cubiertos, viendo sus manos algo sucias por tanto tiempo en una sola posición se limpiarse, echaban un poco de vapor.

Oi. —alzó nuevamente la mirada cuando escuchó aquel llamado, aún con sus pupilas sombrías por el enorme remordimiento que sentía; no obstante, una mirada curiosa se instaló en sus ojos cuando Bakugō Katsuki movió su brazo ligeramente hacia atrás, como si le extendiera la mano, abriendo su palma en un gesto de que la tomara—. Si aún puedes levantarte, hazlo. 

Hatsulin lo mira aún consternada, observando su mano. Estaba confundida de ver ese gesto venir de él, realmente pensó que por escuchar las personas que lastimó de manera tan grave e incluso la mención de otros, la dejaría allí, pensaría que ella es igual de mala como los villanos presentes ya que ella se sentía así, se veía a si misma como un monstruo a pesar de que no lo demostrara. 

Ella creía que Katsuki la miraría como un villano más...

—Ya lo dije, no es asunto mío la mierda que hayas hecho antes y no me importa. —dice como si hubiera leído sus pensamientos, aún estaba con su mirada fija hacia los villanos, escuchando la voz del director en el fondo por la tv encendida—. No me interesa lo que me digan estos extras, yo seguiré pensando lo mismo, que eres un maldito sol andante que quiere ser un héroe y punto. Ahora levantate, pirómana.

«—Busca ser el mejor héroe, siendo el más fuerte de todos. —decía su maestro Aizawa Shōta en la televisión, hablando de Bakugō Katsuki—. Si los villanos lo consideran una oportunidad, me parece que no son suficientemente precavidos

Apretó sus labios de manera temblorosa mientras finalmente, en todo el tiempo que han estado allí, su mirada optaba un pequeño brillo aún mirando la mano ligeramente extendida del chico, sentía incluso su corazón acelerarse y apretujarse, teniendo la sensación de querer llorar en esos momentos. Frotó levemente su mejilla ante la tensión que sentía en su mandibula por el bozal y luego extendió su mano, tomándola la de Katsuki, él inmediatamente cerró su palma, apretando el agarre. No tardó en levantarse y ponerse a su par, aún mirándolo.

Miró hacia enfrente, finalmente encarando a los villanos que ahora estaban alertas por la rebelión de parte de su amigo, sintiendo su fuerte agarre en su mano; miró unos segundos hacia Keizuke quien la miraba aún con aquel rostro sombrío y hasta cierto punto triste, luego desviando la mirada al suelo. Apretó sus labios nuevamente en una mueca temblorosa, afianzando el agarre del rubio al sentir nuevamente aquel dolor en su pecho, sintiendo una fuerte culpa al mismo tiempo.

«—¿Y que me dicen de su estudiante Tsubomi Hatsulin? sigue sin conocerse con exactitud la razón de su posible secuestro. —vuelve a hablar el reportero con una mueca en sus labios—. ¿Saben que ella en su infancia presenció la muerte de un héroe querido para su época y terminó en una situación similar a la actual? No se supo su paradero hasta años después. ¿Creen que eso tenga que ver con su desapareción actual

Siente nuevamente algo apretujarse en su interior por escuchar eso, su mano comienza a calentarse al sentirse conmocionada de que hablaran de aquello en televisión, comenzó a ser hundida por el pánico, la poca tranquilidad que llegó a sentir trató de ser cruelmente empujada de ella por el remordimiento, abatimiento, por la culpa, por el miedo de que supieran aquello de ella. Su cabeza comenzaba a doler a horrores por el simple estrés que le generaba absolutamente todo.

«—¿No creen que su actitud violenta y para nada piadosa a la hora de pelear venga de su desaparición de hace años? Se nota que no tiene tacto o cuidado en el Festival Deportivo en las peleas, se dice que casi lastima de gravedad a uno de sus contrincantes. —continuó hablando aquel tipo sin pelos en la lengua, mirando fijamente hacia EraserHead quien no doblegaba en su expresión—. Podría ser que los villanos tengan la idea de reclutarla al igual que el otro joven por esa razón y el hecho de que muy probablemente ella ya haya tenido relación con ellos antes, ¿no creen eso?

Todos comenzaron a murmurar en la sala ante la intriga que les provocaba las suposiciones del hombre, hablando entre ellos. Vlad miraba con ciertos nervios hacia Eraser al notar como la tensión que tenía antes parecía haber aumentado, notándose la vena que se marcaba en su garganta; su manzana de adán subió y bajó en su cuello cuando tragó de manera seca, reteniendo un suspiro. EraserHead, Aizawa Shōta, el maestro de la clase A de la academia U.A. mostró una expresión seria y firme, dispuesto a responder a lo necesario.

El pasado no define el presente o el futuro. —comenzó a hablar de manera firme—. Tsubomi decidió por si misma tomar el camino de un héroe, es una joven dispuesta a seguir adelante y proteger a otros con una sonrisa, a pesar del pasado. Busca levantarse siempre y ayudar a los demás a hacerlo. Está determinada a ser un héroe sin importar cuantas caídas o tropezones tenga. —frunce levemente su ceño, tomando un pequeño respiro—. Si los villanos creen que ella podría estar de su lado por su pasado, es lo mismo que con Bakugō; no son precavidos

Sus ojos estaban cristalizados, tenía unas enormes ganas de llorar por escuchar aquellas palabras de su maestro, incluso su respiración se había vuelto temblorosa, casi dejando salir un sollozo. Su corazón volvía a palpitar con rapidez en su pecho con un enorme brillo en sus ojos que querían desbordar en lágrimas. La misma sensación de conmoción que le provocó Bakugō al momento que la ayudó e incitó a que se levantara era la misma que le provocó su maestro quien no doblegó a la hora de hablar sobre ella y la suposición del reportero, incluso considerando la reacción de Eraser, sin importar de saber lo que pasó en su infancia, defendió su punto.

—Aizawa-sensei... —susurró de manera temblorosa aún mirando desde su lugar la pantalla de la tv, apretando ligeramente la mano de su compañero.

«—No estamos de brazos cruzados. Colaboramos con la policia en la investigación. —hablaba Nezu de manera seria—. Sin duda recuperaremos a nuestros estudiantes

Estrechó sus ojos casi como si suplicara y deseara que aquello sucediera lo más pronto posible, realmente deseaba que los ayudaran, que los salvaran y sacarán de aquel lugar donde sentía una enorme tensión como en el infierno que alguna vez ella vivió sin tener dos digitos de edad. Bakugō simplemente sonrió y rio al escuchar igualmente el reportaje de su maestro y el director.

—Eso es, sensei y U.A.... —murmura de manera burlona, aún sonriendo—. ¡Ahí lo tienen, liga estupida! —Hatsulin lo mira con atención y aún sus ojos un tanto cristalizados, observaba su sonrisa ladeada mientras miraba fijamente hacia los villanos enfrente de ellos, apretando su mano con ligera fuerza. Miró dicha extremidad, sintiendo un ligero calor venir de ella.

❛Está dispuesto a pelear...❜ fue lo que pensó la chica mientras veía el ligero gesto amenazante del chico con una de sus manos como si fuera a activar su quirk en cualquier momento, miró un momento su mano que aún se mantenía en un fuerte agarre. Hatsulin frunció un poco su ceño al sentirse estúpida en esos momentos, sintiendo que no tenía la misma disposición y determinación que él. Sentía que ella contradecía a las palabras de su maestro, se desanimó por aquello, moviendo con parsimonia su mano para zafarse, no obstante, la fuerza que usó el chico para sostener su mano con fuerza le evitó aquello.

Miró con consternación el perfil de su rostro, aún continuaba con aquella sonrisa amenazante en sus labios. Sintió su pulso acelerarse nuevamente con conmoción, abultando un poco sus labios. Volvió a dirigir la mirada hacia los villanos, fijándola principalmente en Keizuke para luego ver hacia Shigaraki quien continuaba con su rostro volteado hacia un lado, mirando fijamente hacia algún punto en el suelo. Continuó mirándolo, notando un pesado sentimiento venir de él.

Apretó su otra mano contra su pecho en donde sentía su corazón palpitando con rapidez y fuerza, tomó una pequeña respiración ahora colocando una mirada más determinada que antes. Aún se sentía demasiado abrumada en esos momentos, pero iba a esforzarse y fijarse en la realidad de que estaban rodeados de villanos.

 —¡Para que sepan, aún tenemos permitido pelear! —brama de manera amenazante y tosca el cenizo, Hatsulin ahora miraba con su ceño algo fruncido hacia los villanos asintiendo ligeramente ante las palabras de su compañero, hasta cierto punto su mirada mostraba advertencia.

—No dudaremos en ir contra ustedes. —habló con firmeza la pelirroja, su tono de voz era algo aspecto y seco más que nada por prácticamente no hablar en mucho tiempo, pero se mostraba más dispuesta.

—Saben en qué posición están. Son muy listos. —decía Magne con inquietud y ciertos nervios, veía a traves de los cristales de sus gafas a la chica quien les mandaba una mirada indescifrable pero a su vez amenazante—. Además, la chica de un momento a otro me está colocando de los nervios... —murmura casi para si mismo.

—No, son unos idiotas. —aclara el villano de ojos azules, frunciendo su ceño.

—Les pegaré. —declara la rubia de orbes dorados, dando una aplauso bastante sonriente.

—Aunque no se nos unieran, debieron fingir que los convenciamos. —dice con cierta decepción Mister Compress, largando un suspiro—. La jovencita hasta cierto punto parecía mostrar resignación, debió mantener aquella fachada al igual que el chico. Fue un error.

—No haré nada que no quiera aunque sea mentira. —responde aún de manera amenazante y airada el cenizo—. Y no quiero estar en un lugar tan molesto por mucho tiempo. Sé claramente que la pirómana tampoco quiere estar en este lugar de mierda. —declara mientras finalmente soltaba su mano para que ambos pudieran usar las dos manos y defenderse bien.

Hatsulin emite un muy bajo sonido mientras tensaba sus hombros, aunque era más bien para prepararse para atacar en cualquier momento o al menos, defenderse. Por un instante se cercioró de que podía usar su quirk debido a la alteración que sentía, unas pequeñas flamas salieron de su mano izquierda, cerró su palma en puño confirmando que su quirk hasta ahora trabajaba bien, así que podía hacer uso de su quirk para pelear y defenderse, sobre todo, defender a Katsuki.

—¡No, Shigaraki Tomura! ¡Cálmate!

Alzó su mirada inmediatamente de manera alerta cuando escuchó aquella advertencia del hombre neblina que estaba detrás del bar, por un segundo un escalofrio recorrió su cuerpo cuando notó la amenazante e inquietante mirada que les lanzaba Tomura finalmente luego de estar viendo la mano en el suelo que antes cubría su rostro. A comparación de Katsuki quien colocó una expresión tensa, Hatsulin achicó sus ojos casi en amenaza, manteniéndose alerta por las alarmas que se encendieron en ella por su mirada. Aunque para su sorpresa, alzó luego una de sus manos para que ninguno se acercara.

—Que nadie los toque. —dice aún en aquel tono vago de siempre, la pelirroja siguió cada uno de sus movimiento cuando se agachó a tomar la mano que cayó de su rostro, colocándola lentamente en su lugar—. Estos dos... son piezas valiosas.

❛Es persistente...❜ una de las cejas de la chica temblar ligeramente al ver lo insistente que estaba el peliazul con su decisión, aún así, eso no le daba nada de tranquilidad. De por sí todo lo que llegaba a percibir de él no le daba nada de tranquilidad.

—Quisiera que me hubieran escuchado más... —continua hablando de aquella forma tan escalofriante y a su vez enigmatica—. Pensé que pondríamos entendernos.

—¿Entendernos? —repite con cierta confusión, luego coloca una sonrisa ladeada en su rostro—. Qué va.

—Que remedio. —dice Shigaraki luego de un momento en silencio—. Los héroes dijeron que seguirían investigándonos. No hay tiempo para hablar con calma. —Hatsulin vuelve a fruncir el ceño por la inquietud que comenzó a generarle ese chico, lo miró con curiosidad y de manera alerta cuando se giró hacia atrás, viendo una pantalla—. Sensei. —llama, para su sorpresa—. Dame tú poder.

—¿Qué...? —murmura con confusión la pelirroja, alzando sus cejas.

—¿Sensei...? ¿No eres el jefe aquí? Que aburrido. —escupe aún el cenizo con una sonrisa, aunque se notaba aún inquieto y a su vez alerta.

—Kurogiri, Compress, haganlo dormir de nuevo. —el peliazul hace un gesto con la mano, dirigiéndose hacia el cenizo—. Y vuelvan a encadenarla para llevarla con Asahi-sensei, al parecer la requiere personalmente. Si se resiste, duermanla tambien o que Keizuke-kun le de un choque para desorientarla. —vuelve a hacer el mismo gesto provocando tensión a ambos estudiantes.

Hatsulin resolla ligeramente por escuchar esas palabras, sobre todo de la persona a la que se refirió, miró con cierta alarma hacia el albino quien continuaba cabizbajo y casi perdido. Sin embargo, volvió a sentir el ligero jalón en su mano y el movimiento que provocó Bakugō Katsuki cuando la tomó de la mano y esta vez la apegó ligeramente a él, colocándola detrás. Lo miró sorprendida por su gesto, no viniéndolo venir.

—Se atreven a colocarle un dedo encima y juro que los haré pedazos. 

Sus ojos azules lo miraron de manera atenta, con un atisbo de sorpresa y a su vez ensimismación, sus manos volvieron a emitir calor y en la zona del dorso de una de ellas, siendo la que él no sostenía, apareció aquella singular bruma de fuego que aparecía de vez en cuando. Continuó mirándolo por varios segundos hasta que el sonido de unos pasos robó su atención, mirando hacia allí.

Mister Compress había dejado salir un suspiro lleno de pesadez, comenzando a caminar hacia ellos. —No puedo creer que no escuchen. Hasta es impresionante. —decía con un poco de decepción, Hatsulin inmediatamente se tensó y colocó alerta al ver su cercanía y Bakugō no fue la excepción.

—¡Si quieren que escuche, arrodillénse y muéranse! —amenaza con su mano libre abierta en forma de garra, listo para atacar al tipo enmascarado que comenzaba a acercarse hacia ellos. Volvió a apretar la mano de la pelirroja, sintiendo su calidez. Miró a esta misma de reojo observando su expresión seria e inquieta, volvió a mirar hacia enfrente, acentuando su ceño fruncido.

❛Quiero hacerlos volar con todo mi poder, pero el de la puerta estorba❜ pensaba el cenizo mientras su expresión se volvía tensa, apretando con un poco más de fuerza la mano de la pelirroja que había comenzado a colocarse más caliente, sintiendo un vapor ligero chocar con su mano, y a pesar de eso, no le ardía de manera dolorosa❛Piensa... Debo hacer una oportunidad e irnos por atrás...❜ aprieta su mandibula, mirando de reojo a la puerta que ambos tenían por atrás. Hatsulin miraba fijamente hacia los villanos con una expresión seria aunque inquieta.

—Keizuke-kun... —escucha el susurro de la pelirroja, uno que apenas pudo distinguir al tenerla cerca. La miró de reojo unos segundos y luego mira inevitablemente al chico llamado así, observaba como este misma los observaba fijamente. Afiló de nueva cuenta su mirada hacia él al momento que tuvieron contacto visual; Bakugō apretó una vez más su mandibula, apretando de igual manera la mano de la chica, listo para atacar y defenderse.

No obstante, de la nada, la puerta de atrás de los aspirantes a héroes fue golpeada provocando que la atención de todos los presentes fuera hacia allí, escuchándose de repente una voz. —Hola. Soy de Pizza-La, de Kamino.

❛¿Pizza...? Tengo ganas de una pizza justo ahora, sinceramente❜ pensó la pelirroja en medio de todo el silencio que se había presentado, luego miró hacia un lado con una pequeña mueca dudosa. ❛¿Cuando fue la última vez que comí...?❜ se pregunta al fijarse en el hambre que tenía.

—¡¡SMASH!!

Y un fuerte estruendo se escuchó. Una de las paredes fue destruída con un certero golpe que terminó por dispersar a los villanos, Hatsulin cubrió ligeramente sus ojos con una de sus manos ante los escombros que salieron volando de un lado a otro, Bakugō cerró uno de sus ojos con fuerza mientras colocaba detrás de él a la más baja. Todos estaban más que sorprendidos por la repentina intervención y en shock por ver como la pared era atravesada. En un abrir y cerrar los ojos, ante la orden de Shigaraki Tomura hacia Kurogiri, los villanos fueron atrapados entre las ramas de lo que parecía ser un arbol. 

❛¡Ah, ¿qué pasa!?❜ pensó Hatsulin de manera alarmada cuando veía todo lo que pasaba enfrente de sus ojos, demasiado rápido como para poder distinguirlo al mismo tiempo en el que pasaba; escuchaba los golpes, observando de la nada como una mancha amarilla iba contra el villano del quirk de las flamas azules, golpeándolo tan rápido que sólo pudo ver como este caía inconsciente.

—Digno del más competentes de los nuevos, Kamui Woods. —fue poco a poco fijando su mirada hacia los recien llegados, mostrando asombro; observaba al mismo héroe con el quirk de Enramada en medio del gran agujero que abrieron en la pared, se da de cuenta que había también un señor de avanzada edad, siendo al que apenas alcanzó a ver por la velocidad que usó—. Y el veterano más rápido, Gran Torino.

Su respiración comenzó a acelerarse considerablemente cuando notó la figura de ambos héroes en el lugar logrando capturar a los villanos que anteriormente los amenazaban con capturarlos nuevamente, su pulso comenzaba a ir mucho más rápido mientras un desesperado brillo se instalaba en sus ojos, portando una mirada mucho más viva. Miró hacia la gran figura que estaba cerca de ellos y había sido la causante de la pared destruída, sus ojos brillaron aún más al observar su enorme sonrisa, tallando uno de sus ojos para poder confirmar que todo eso estaba sucediendo realmente.

—No pueden escapar, Liga de Villanos. —decía el enorme héroe con cabello rubio, sus ojos azules resplandecían de manera amenazante y a su vez determinada, el porte de un héroe—. ¿Por qué? —dice mientras alzaba su rostro, portando aquella gran sonrisa que portaba sólo un héroe, que sólo portaba el simbolo de la paz—. ¡Porque estamos aquí!

❛¡All Might...!❜ una temblorosa sonrisa aparece en sus labios cuando distinguió a su maestro justo enfrente de sus ojos, sintiendo aquella emoción y alivio en su corazón, el alivio de que realmente tuviera a un héroe justo enfrente.

Prepárense, por qué se vienE

Si o no que este fue el plan de la emboscada 🙊.

¡Empezamos el arco de Redada al escondite! Sinceramente he estado demasiado emocionada con este arco en general, lo amo mucho, sobre todo pq hay mas traumas para Hatsu 😈

¿Que opinan de la información que contó Keizuke? ¿Qué creen que sucedió con esas tres personas en particular?

Leo teorías 👀

→S H A N X L A B Y X←

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