—— IS STILES THE NOGITSUNE? ——

—Ahora está durmiendo.— Dijo el Sheriff acercándose a Scott y a Serena. —Se encuentra bien. No recuerda demasiado, ha sido como un sueño para él.— Añadió mientras los mellizos respiraban algo aliviados. —Gracias.— Terminó de decir Noah mirando a Rafael.

—Fue ese repelente que rociamos en la guarida del coyote para alejar a otros animales. No podía acercarme a ella sin que me lloraran los ojos. Ha sido bueno que lo mencionara.— Alegó Rafael restándole importancia al asunto, pero para Noah y los mellizos había sido mucho más que eso.

—Ha sido más que eso. Gracias.— Aseguró el Sheriff sabiendo que si perdía a Stiles no le quedaría nada.

—Ha sido una suerte.— Insistió Rafael haciendo que sus hijos pusieran los ojos en blanco.

—McCall, ¿puede callarse por favor y aceptar mi más sincera gratitud?— Pidió Stilinski intentándo hacer entender que lo que había hecho no había sido salvar a un chico, sino salvar a su hijo.

—Aceptada.— Sonrió Rafael mientras ambos agentes estrechaban sus manos.

—Vosotros tenéis clase en seis horas, id a casa a dormir.— Pidió Melissa a sus hijos.

—Vale, mamá.— Murmuró Serena mientras abrazaba a su madre y se marchaba junto a Scott.

—¿Qué te pasa?— Preguntó Scott sabiendo que algo le sucedía a su melliza.

—Nada...— Murmuró Serena sin saber si debía o no decir lo que había descubierto.

—Te ocurre algo. Venga dímelo.— Pidió Scott queriendo saber que la estaba pasando.

—Creo que será mejor que lo veas por ti mismo...— Murmuró Serena mientras salían fuera del hospital y se encaminaban hasta la reserva. Una vez en su interior Serena le llevó hasta la cabaña, haciendo que el Alfa viera los cuerpos.

—¿Lo has descubierto antes?— Preguntó Scott sin ser consciente de que hubiera sido su hermana.

—Scott, yo he hecho esto.— Admitió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. —Desde que he vuelto estoy teniendo descontroles, pero no me acuerdo de ellos. Suceden mientras duermo, mató a personas, me las como. Y a la mañana siguiente me despierto con las manos manchadas de sangre. Hoy..., buscando a Stiles he encontrado este lugar y ha sido cuando he empezado a recordar.— Explicó Serena mientras se apoyaba en la pared sin mirar los cuerpos de sus víctimas.

—Buscaremos una solución, S. Te lo prometo. Te prometo que descubriremos porque pierdes el control.— Aseguró Scott sabiendo que Serena había dado un paso hacia atrás con el control, había vuelto al miedo. —Pero ahora necesitamos dormir, los dos.— Añadió mientras sacaba a su hermana de la cabaña y cerraba la puerta.

—No.— Negó Serena separándose de su hermano. —Si duermo haré daño a más personas.— Garantizó la chica sabiendo lo que terminaría sucediendo.

—No va a suceder nada. Te lo prometo.— Insistió Scott creyendo que las cosas eran igual de simples que cuando ambos entraron en el mundo sobrenatural, pero no era así. Ya no.

—Esta vez no, Scott. Todos los días sucede, y hoy sucederá. Pierdo el control y estoy empezando a hacer matanzas.— Alegó Serena sabiendo que aquello no iba a mejorar sino a empeorar, siempre empeoraba.

—Encontraremos la forma, no te preocupes. Hablaremos con Kenna o con Moira.— Sugirió creyendo que si pedían ayuda todo sería mucho mejor, pero Serena no quería esa ayuda.

—¡No!— Negó.

—¿No quieres que ellas te ayuden? Te han ayudado.— Alegó Scott sin entender porque no quería que Moira y Kenna supieran la verdad.

—Si se enteran tendré que volver y no quiero volver Scott, no quiero ver como el clan espera que haga algo que no puedo hacer, no tengo esa ayuda ya, Scott. ¿Lo recuerdas? Si me vuelvo a enfrentar a él me matará, lo viste aquella noche. Es más fuerte que yo.— Sentenció Serena mostrando que por una vez era egoísta. Por supuesto entendía que tenía una responsabilidad, pero odiaba tener un destino, odiaba muchas cosas, y ahora que tenía la oportunidad de huir..., lo haría hasta que su destino la alcanzara.

—Tu nunca tiras la toalla.— Alegó Scott preocupado por lo que estaba sucediendo con su hermana.

—Pues esta vez lo hago.— Afirmó sabiendo que había llegado el momento de rendirse, alguna vez iba a llegar ese momento, y lo había hecho.

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Serena miró la hora en su teléfono, observando que era demasiado tarde como para ir a clase, pero además tenía un mensaje de Scott diciendola que no había pasado nada, que no había salido de casa y que la había dejado dormir porque lo necesitaba. Aunque Serena agradecía que su hermano se preocupara de aquella forma por ella, algo en su interior la advertía de que sí había pasado algo, la pregunta era ¿el qué? La mestiza se frotó la cara con ambas manos y se puso de pies y se metió en el baño, hasta que se puso delante del lavabo y le miró sorprendida. Alguien o algo había escrito «asesina» con sangre en el espejo.

La mestiza inspiró aire intentando calmarse, cuando de pronto se dio cuenta de que era su letra. Ella había escrito aquello, ¿pero por qué? ¿Por qué iba a escribir algo así?

—¡S, soy Willa! ¿Dónde estás?— La voz de Willa resonó por toda la casa, pero aún así la mestiza no reacciono, se quedó mirando el espejo fijamente. La sangre era fresca, no tenía más de una o dos horas, pero en sus manos no había rastro de sangre, ¿que demonios estaba pasando? ¿Qué la estaba pasando? —Hola... ¿Qué ha pasado aquí?— Preguntó la mujer lobo viendo el espejo.

—No lo se.— Murmuró Serena sin apartar la mirada del espejo.

—¿No lo sabes? Es tu letra.— Alegó la mujer lobo, haciendo que Serena cerrará con fuerza una de sus manos, ya que tenía la esperanza de que Willa no reconociera su letra.

—No recuerdo haberlo escrito Willa. No recuerdo lo que hago por las noches, me duermo y cuando despierto lo hago llena de sangre o dejándome mensajes.— Admitió finalmente Serena mientras se daba cuenta de que tenía una terrible suerte, el único secreto que había intentando mantener junto a Scott iba a terminar siendo conocido para todos, y le darían más prioridad a los descontroles de una criatura que era insaciable a lo que suponía el Nogitsune.

—¿Pierdes el control?— Preguntó Willa, aunque la respuesta era bastante evidente, teniendo en cuenta lo que tenían enfrente.

—No lo se, Will. Creo que no lo hago por voluntad.— Admitió Serena, creyendo que alguien la estaba obligando a matar y a hacer aquellas cosas.

—La única criatura que te podía controlar era Jordan, y dejó de hacerlo cuando te transformaste en un Zilant.— Alegó Willa, dando a entender que no tenía sentido que alguien la controlara, porque el único era Jordan y ya no podia; y la otra criatura era Serena, y evidentemente no se podía controlar a si misma, menos aún para hacer aquellas cosas.

—Creo que hay algo más. No de forma física.— Explicó Serena mientras cogía una toalla y la mojaba en agua para empezar a limpiar la sangre del espejo, prefería que ninguno de sus padres viera aquello.

—¿Crees que algo te controla o te ha poseído? Pasaste la prueba, no eres el Nogitsune.— Dijo Willa dando a entender que aquello era completamente imposible, sobretodo porque Serena seguía teniendo la marca detrás de su oído.

—No me refiero a que sea el Nogitsune, sino que algo me obliga a hacer cosas encontra de mi voluntad, y me obliga cuando estoy dormida y nadie me vigila. Scott se ha quedado toda la noche despierto vigilando que no hiciera nada, y esto lleva hecho dos horas como máximo, cuando he estado sola.— Explicó Serena justamente cuando conseguía quitar la palabra, ahora quedaba quitar todos los restos de sangre que quedaban.

—Encontraremos una solución, te lo prometo.— Alegó Willa, haciendo que Serena la abrazara mientras se daba cuenta de que la pasaba algo a la mujer lobo.

—¿Qué te pasa?— Preguntó Serena preocupada por su mejor amiga.

—Desde la muerte de mi hermana mayor, en esta ciudad no ha ocurrido nada normal.— Murmuró la mujer lobo en señal de que todo lo que estaba pasando comenzaba a cansarla, ya que un sobrenatural no se esperaba estar siempre metido en aquella clase de problemas.

—Y ahora menos, Beacon es un faro para lo sobrenatural, seguramente el Nogitsune sea el inicio de todo.— Comentó Serena dando a entender que, posiblemente, nunca tendrían un respiro.

—Pues espero que sea más fácil que un espíritu, porque... empiezo a considerar hacer un exorcismo, algo aprendí de los Winchester por tu culpa.— Bromeó la menor de los Hale, haciendo reír a Serena por la referencia que había hecho, haciendo que la mestiza se diera cuenta de lo mucho que habían cambiado las cosas desde que ella y Scott entraron en el mundo sobrenatural hasta aquel momento, parecía todo tan lejano..., pero no era así. Apenas había transcurrido un año y era como si todo fuera de otro mundo.

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Serena se apoyo en la cama en la que Stiles estaba sentado, los tres adolescentes estaban en completo silencio, cada uno pensando en diferentes cosas. Pero estaba claro que algo sucedía, sobretodo por las miradas que ella y Scott intercambiaban, en las que se decían que debían de hacer algo. ¿El qué? Ni ellos lo sabían aun, pero debían de hacerlo.

—Stiles, para que lo sepas, vas a escuchar un montón de ruido. Es debido a impulsos eléctricos que van a través de bobinas de metal. Si quieres podemos darte unos tapones o unos auriculares.— Explicó el doctor, mientras Scott y Serena mantenían sus cabezas agachadas, sintiendo la importancia de no poder hacer nada.

—No, no necesito nada.— Negó Stiles mientras volvía a agachar su cabeza.

—Oye, estaremos al otro lado de esa ventana, ¿vale?— Le apoyo su padre intentando parecer fuerte por su hijo, pero estaba igual de preocupado y afectado que él, porque ambos sabían lo que podía estar pasando.

—¿Sabéis lo que buscan, verdad?— Preguntó Stiles a sus dos amigos una vez que el doctor, Melissa y Noah se marcharon. —Se llama demencia francotemporal. Áreas del cerebro que comienzan a encogerse, lo tenía mi madre. Es la única forma de demencia que afecta a adolescentes. Y no hay cura.— Explicó el pocoso haciendo que Serena cerrará con fuerza sus puños, sabiendo que debían de hacer algo. Scott y ella harían algo.

—Stiles si tienes eso ya haremos algo.— Alegó Scott mirando a Stiles, mientras ambos miraban a Serena, la cual estaba más callada de lo normal.

—Nosotros dos haremos algo.— Sentenció la mestiza dando a entender de qué a Stiles no le iba a pasar nada, pero también sabiendo que el Nogitsune la estaba escuchando, y sabia que aquel mensaje iba con una doble señal. —Los tres entramos juntos y los tres salimos juntos, ¿lo recordáis?— Añadió Serena justamente antes de que los tres se dieran un fuerte abrazo.

—¿Estas bien?— Scott miró a su hermana preocupado, sabiendo que algo la ocurría.

—Sí, solo necesito salir fuera. Sabes que no me gustan estos lugares.— Respondió la mestiza mientras se marchaba por las escaleras, y se salía fuera del hospital para sentarse en uno de los bancos.

—¿Qué tal todo, hermanita?— Preguntó Moira, mientras Serena subía las piernas en el banco.

—Estoy volviendo a perder el control, Moira. Estoy descontrolada, y lo peor es que solo me pasa de noche, cuando estoy dormida.— Dijo de golpe y sin decir nada más. Había llegado el momento de pedir ayuda a la única persona que la había enseñado el control.

—Oye, no te preocupes, ¿sí? Todo va a salir bien.— La intento tranquilizar Moira sin saber muy bien que hacer, ya que lo que la estaba diciendo era algo muy serio.

—Moira, no me mientas. Se que pasa algo conmigo y lo se, porque se que no soy yo quien hace esas cosas. Algo toma el control y tengo miedo.— Explicó Serena dando a entender que había algo que fallaba, y tenía miedo, pero no hacía si misma, sino a lo que aquella cosa podía obligarla a hacer.

—¿Cómo? ¿No pierdes el control?— Preguntó Moira creyendo que todo se debía a que perdía el control, no a que alguna criatura la estuviera controlando.

—Le pierdo pero porque algo me controla, se que hay algo en mi cabeza, que busca hacerse con el control. Y se que no es el Nogitsune, porque está en el cuerpo de Stiles, le está haciendo creer que tiene la misma enfermedad que tenía su madre.— Explicó Serena pensando que hubiera preferido mil vez ser ella el Nogitsune, así, por lo menos, podría hacer lo que ninguno de ellos podría hacerle a Stiles.

—Intentaré solucionar todo lo que sucede aquí cuanto antes, para ir a ayudarte. ¿Alguien sabe de esto?— Alegó Moira dándose cuenta de la gravedad de los acontecimientos.

—A Scott le enseñe lo de la cabaña, y Willa esta mañana vio que tenía un mensaje en el que me llamaba asesina escrito en el espejo de mi baño con sangre.— Resumió Serena, dando a entender que nadie más lo sabía, porque ella tenía miedo de pedir ayuda, pero también porque había un problema que era, también, bastante grave.

—Deben de saberlo, entiendo que ahora estarán centrados en lo que le sucede a Stiles y es lógico, pero debes de decirles lo que sucede para que te intenten vigilar.— Dijo Moira creyendo que si Serena era vigilada por las noches, sabrían donde iba y que hacía y, tal vez, cual era la criatura que estaba tomando el control de sus actos.

—No servirá de nada, eso toma el control cuando no hay nadie. Scott se quedó vigilandome toda la noche y no hice nada, lo hice cuando se fue. Lo que sea que me controla sabe cuando me están observando y cuando no.— Explicó Serena mientras bajaba las piernas del banco y observaba como la gente pasaba delante de ella ajena a todo lo que sucedía, cosa que la daba muchísima envidia.

—No te tengas miedo, Serena. O sino, esa cosa se hará más fuerte, busca debilidades, puntos débiles donde atacar para conseguir un pleno control. Si sigues con ese miedo hacia ti misma..., terminarás perdiendote.— La pidió Moira sabiendo que como siguiera así perderían a Serena, ya la daba igual si podía o no cumplir con su destino, lo último que quería era que la única familia que había tenido en siglos terminara perdiendo el control de su cuerpo y de sus actos y, tal vez, en una especie de limbo del que sólo saldría si aquel nuevo huésped decidía abandonar el cuerpo.

—Te voy llamando, creo que esta pasando algo.— Comentó Serena mientras se ponía de pies y observaba como los cables de la azotea estallaban, mostrando que estaba sucediendo algo o, tal vez, apuntó de suceder.

★★★

No voy a negar que es un capitulo un tanto, wow.

Aunque sí es cierto, Serena tiene problemas de control y el mensaje se le ha dejado su otro yo, en modo de buscar una especie de debilidad. ¿Me explico?

Bueno, finalmente el próximo capítulo tendrá lugar una de las escenas que más me encantan. Además del gif, es... tan perfecto que no tengo palabras.

Al margen de ello, hay que admitir que el Nogitsune fue inteligente al usar la enfermedad de Claudia en contra de Stiles, pero también cruel.

Me pregunto que importancia tendrán en la película los Oni, pero solo queda esperar. Aunque no niego que tengo por ahí alguna que otra idea perdida.

Y bueno, la escena de Willa, Admito que la vamos a echar de menos en Pure Blood, pero que se lo va a hacer. No me interesa que esté en esa parte, Derek sí, XD.

Y ya para rematar las escenas de Serena con sus hermanos, con Scott me parece una relación tan bonita que en cierto sentido les tengo envidia. Y con Moira..., entenderéis porque tiene miedo de volver con el clan en la temporada 4, lo siento pero os voy a dejar un poquito con la duda.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️