015. traitor

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CHAPTER FIFTEEN
❝traidora❞
one piece season 1 | act. one










LUFFY ABRIÓ LAS PUERTAS del Baratie con el ceño fruncido.

—¿Quién de ustedes es Arlong?

—¿Quién pregunta? —dijo una voz por entre las mesas.

—Soy Monkey D. Luffy —contestó—. Me dijeron que me buscas.

—Pues sí, así es —dijo mientras la tripulación bajaba por las escaleras siguiendo a su capitán—. ¿Este es el pirata del que tanto hablan? Esperaba a alguien más... grande.

—Lo mismo digo —dijo Luffy con una sonrisa.

—¿Sabes quién soy, niño? Arlong, la Sierra. Hasta la marina huye al ver mi bandera.

—No me suena —negó el de sombrero—. ¿Cómo me encontraste?

—Un viejo amigo me ayudó a ubicarte.

Arlong hizo un sonido con la boca y uno de sus compañeros sacó la cabeza de Buggy de una mochila.

—¡Hola, Sombrero de Paja! ¿Me extrañaste?

—¿Burpi? —preguntó Luffy—. ¿Qué haces aquí?

—Créeme, yo tampoco quería venir —dijo el payaso—. Pero estos amables hombres pez me convencieron de señalarles el camino, aunque no es fácil sin manos.

—¿Y cómo supiste dónde estaba?

—Te lo dije, tengo ojos y oídos en todas partes —una oreja salió volando de el sombrero de Luffy y volvió a unirse a la cabeza del payaso. Sanji observó con confusión a la tripulación y Arabella puso una mueca de asco—. ¡Estéreo!

—¿Nos espiaste todo este tiempo? —preguntó Luffy preocupado. No tanto por sus planes si no porque había escuchado cosas de Arabella que había contado en confianza—. ¿Oíste todo?

—Todo —sonrió Buggy—. Y fue aburridísimo. No tienen idea de lo que hacen, idiotas. Y esa chica de allá necesita un psicólogo. ¡Oye, labios! ¿Qué tal si me rascas la oreja?

—Lo siento, nene —contestó uno de los compañeros de Arlong.

—¡Por favor! Dale una mano a este pobre payaso... —el hombre pez tomó la cabeza—. ¡No, espera! ¡A la bolsa no! Está muy oscuro, húmedo y arenoso.

Su voz se disipó cuando la bolsa fue cerrada y Usopp puso su mano en el hombro de la pelirroja que tenía los puños apretados.

—Escucha —dijo Arlong—. Quiero mi mapa. Y la mitad de lo que saquees, me lo darás como tributo. Y si te inclinas ante mí, tal vez te deje servir en mi reino.

—No me inclino ante ningún hombre.

—No soy un hombre.

—O pez —Arlong gruñó—. Y tú no eres ningún rey.

—Lo seré —contestó el pez—. Con el mapa a la Gran Ruta.

—En ese caso... tendrás que pelear conmigo.

—Pues cuanto antes, mejor.

Se escuchó una explosión y una bala cayó al piso, totalmente aplastada. Zeff y Arlong hicieron contacto visual por un segundo antes de que uno de los hombres pez rompiera su pata de palo y el de bigote cayera al suelo. Zeff recibió un golpe en el pecho que lo sacó volando hacia atrás.

—¡Zeff! —gritó Sanji corriendo hacía el y golpeando un par de peces en medio.

—Pelea muy bien —asintió Luffy.

Uno de los hombres pez bloqueó una patada de Sanji y lo sacó volando hacia una mes al otro lado del salón que se dio vuelta y mostró a Usopp escondido, en posición fetal.

¿Cuando se había ido?

—Pistola... ¡Goma Goma!

Arlong tomó la muñeca de Luffy y el moreno voló hasta los brazos del hombre pez que lo lanzó hasta un pilar.

—Un día de estos voy a suicidarme —dijo Arabella hablando sola mientras sacaba sus dagas por si acaso.

No iba a pelear con uno de ellos por voluntad propia, le agradaba su vida.

—¡Levántate! —gritó Arlong.

Luffy se levantó y propinó cuatro puñetazos a Arlong que no se movió ni un centímetro.

—Nada mal para un humano —Luffy trató de golpearlo de nuevo pero Arlong tomó sus puños y Luffy se arrastró hasta el—. Metiste la pata. Ahora tendré que poner el ejemplo contigo.

Lo siguiente que supo Arabella fue que Arlong rompió la puerta del restaurante con el cuerpo de Luffy.

Arlong seguía golpeando a Luffy sin piedad alguna.

—No sé que te ven de especial, niño.

—¿Por qué no vienes a averiguarlo?

Uno de los hombres pez tomó a Arabella, inmovilizándola al ver que iba a meterse a la pelea, cuando Arlong dejó a Luffy en el suelo. La pelirroja trató de forcejear pero no sirvió de nada pues eran mucho más fuerte que ella.

—¡Suéltame, maldito imbécil! —gritó mientras le quitaban las dagas—. ¡Luffy!

—¡Quítale las manos de encima! —gritó Luffy apretando los puños.

Intentó levantarse pero Arlong le dio una patada que lo sacó volando hacía atrás. Arlong le dió un puñetazo que llevó a Luffy a caer sobre un velero completamente adolorido.

Aún así, se levantó completamente decidido.

—¿Eso es todo lo que tienes?

Luffy golpeó tres veces a Arlong en la nariz antes de que cayera de rodillas.

—¿Qué tal un trago?

El hombre pez metió su mano en el agua y empapó a Luffy con esta. El adolescente cayó de espaldas en el muelle.

Arabella empezó a forcejear más fuerte al ver como Arlong tomaba a Luffy se la camisa y casi le muerde el cuello.

—¡Arlong, espera! —gritó Nami—. Aquí está. Tengo el mapa. Para ti, como te lo prometí.

—¿Nami? —preguntó Luffy—. ¿Qué haces?

—Intenté decírtelo, Luffy —dijo la pelinaranja—. Nunca fui parte de tu tripulación. Solo me uní a ti para robarte el mapa.

—No te creo —negó el moreno.

—Porque solo crees lo que quieres creer. Eso no lo hace realidad.

—La hermana Nami es miembro leal de los Piratas de Arlong —dijo el hombre pez—. Desde hace años.

—Tenemos el mapa, Arlong —dijo Nami—. Vámonos.

—No hasta que termine mi comida.

—¿Por qué perder el tiempo matando a un devorador de Fruta del Diablo? —insistió Nami evitando la mirada da Arabella que la observaba sin expresión desde lejos—. Que el mar lo haga por ti.

—¡Nami eres una puta traidora! —gritó Arabella viendo como su mejor amiga se alejaba sin siquiera una mirada.

Arlong lanzó a Luffy al agua y los hombres pez se fueron. Sanji y Usopp salieron del restaurante y el rubio se quitó la camisa y se lanzó al agua.

—¡Luffy!

Arabella y Usopp corrieron hasta donde los dos chicos y ayudaron a Sanji a subir a Luffy al muelle.

Arabella lo abrazó cuando Luffy tosió agua y con voz temblorosa dijo:

—¿Donde esta Nami?

—Se fue —dijo Usopp—. Es de la tripulación de Arlong.

—No —dijo Luffy agotado—. No puede ser.

Bella apretó los puños hasta que sus nudillos quedaron blancos, con su mejilla apoyada contra el cabello mojado del chico que temblaba entre sus brazos.

Y con los pocos ánimos que le quedaban, Luffy se aferró a los brazos de la pelirroja.



























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