𝟐𝟎

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ᴀʀᴄᴏ ᴅᴏs ——— ❛La próxima generación.❜
Película: El despertar de los héroes.
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Omnisciente.
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Los estudiantes de la clase 1A habían sido enviados a una cálida isla del sur de Japón para trabajar como héroes. No era la primera vez que trabajarían juntos—, pero esta vez estaban por su cuenta y necesitaban demostrar que eran capaces de trabajar con lo aprendido en la academia—. Kai portaba su uniforme de héroe, manteniéndose hidratada con varias botellas de agua que se mantenían en una temperatura fría para abonar a su don. Traía su cabello amarrado en una cometa y con eso, evitaba sentirse algo acalorada debido al día caluroso. De seguro encontrarían la manera de relajarse en dicha isla y de pasar el rato, pero ella estaba algo enfocada en querer cumplir con sus deberes y demostrarle a sus profesores que estaba apta para cumplir con más misiones. Quizás en el fondo no quería admitir que Kai quería probarse a sí misma que ella debía ser una heroína y que sus pensamientos que decían lo contrario solo eran falacias que querían atrasarla.

En donde se quedaban, llamadas y llamadas entraban. Habían ayudado a ancianos con sus compras del supermercado—, o resuelto algún problema técnico de su hogar—. Kai incluso bajó un gato de un árbol y creó cubos de hielo para que niños pasaran por su frente e evitaran que el calentón sofocará sus cuerpos. Estaban haciendo cosas básicas que les permitían acceder a las necesidades principales de las personas, era un campo abierto para explorar los sentimientos de otros y cuidarlos. Una tarea sencilla e infantil que los profesores les confiaron abiertamente para que anotaran todo lo que no sabían y trabajaran en ello. A Kai por alguna razón le gustaba ver a sus compañeros trabajar arduamente, la forma tan organizada en la que Tenya y Momo mantenían al grupo durante sus pequeñas misiones era algo que le agradaba, pues había un tipo de orden en las cosas y eso les facilitaba todo. Sin duda eran un dúo perfecto, el delegado y la sub delegada.

—¡Kai! ¿Has hecho algo interesante hoy?—le cuestionó Mina, cuando venía llegando con un grupo de los demás alumnos.

—No pasar calor.—comentó en un tono bufón, Ochaco se acercó a ella y le sonrió, saludándola de forma amigable.

—Me parece que quiere hacerle competencia a Bakugo, de quien hace menos cosas.—exclamó Eijiro, mientras que Katsuki a su lado iba cruzado de brazos y reacio; parecía aburrido.

—Yo creo que preferiría hacer menos cosas a estar de chismoso donde no debería.—indicó Kai, encogiéndose de brazos y haciendo que Eijiro perdiera gracia a su respuesta.

—¿Alguien dijo comer?—se preguntó Eijiro, por lo que Kai sonrió de lado y le guiñó el ojo, afirmando que solo es una broma entre ellos.

—Chicos, ¿no vienen?—les preguntó Ochaco, cuando noto como Izuku se detenía lentamente para ir acercándose a Kai.

—En un momento, Uraraka.—respondió Izuku, por lo que la castaña no tardó en asentir y adentrarse al lugar donde se estaban hospedando.

—¿Por qué siento tensión cuando ustedes dos están cerca?—se preguntó Kai con algo de curiosidad, refiriéndose a Izuku y Ochaco; creando en Izuku un gran sonrojo por eso.

—Kai, deberías entrar, hace algo de calor.—aconsejó Izuku con nerviosismo en su voz, él venía vestido con su traje de héroe y pareciera que estaba haciendo algo ajetreado.

—Estoy esperando que Yaoyorozu o Iida me dirijan a algún lugar que me necesiten.—respondió Kai de forma serena, mirando el amplio lugar.

—¡Por supuesto! Pero... podrías también explorar por tu cuenta e ir conociendo a los residentes de la Isla.—comentó él, queriendo animarla.

—Prefiero por el momento esperar instrucciones.—denegó ella, sin actitud, haciendo que Izuku notara algo de inseguridad en ella.

—¿Quieres ir conmigo a dar una vuelta? Algunos de los demás también han decidido salir por su cuenta.—le decía él, Kai lo miró un poco dudosa.

Ella se levantó del banco en donde estaba para acercarse a él y caminar juntos. Fue un factor grave el que Kai permaneciera en coma mientras Izuku continuaba con su vida diaria—, por un momento llegó incluso a sentirse solo sin la albina—. Y es que ambos de una forma u otra siempre se habían vinculado, fueron vecinos mucho tiempo y se cruzaban la mayor parte de los días donde volvían de la escuela o iban a ellas antes de entrar a la academia. Fue sorpresivo para Kai el toparse con él en una escuela para héroes debido a la falta de un don, pero cuando descubrió la verdad sintió admiración por él al sostener un don con peso del que no podía sostenerse. Ahora era diferente, Izuku había aprendido a manejar una parte del don que le otorgaron y Kai se sentía orgullosa de lo que él había logrado en la ausencia de ella. Aunque generaba un vacío por no haber estado ahí con su mejor amigo, lo recompensaba su esfuerzo y la forma en que Izuku buscaba pasar siempre algún tiempo con ella.

—Algunos se divierten.—comentó Kai, mirando a varios de sus compañeros pasar por otra calle con helado y riéndose.

—Ser un héroe es un trabajo consecutivo, pero siempre habrá tiempo para eso.—esclareció Izuku, observando a Kai de lado.

—¿Tú crees que realmente tenga la capacidad para ser una heroína?—le preguntó ella, sin mirarlo si quiera, como si sintiera vergüenza de preguntar.

—¡Claro que sí! Eres una persona estratégica y justa, tú don podría salvar a muchas personas, también ayudarlas.—respondió él.

—¿Solo eso?—musitó en un tono bajo, de forma cabizbaja miró sus manos e Izuku llegó al punto de quiebre y entendió.

—Si.—afirmó, tocándole sus manos para que ella levantara la mirada y lo viera, Kai se apenó y cruzó sus brazos mirando a otro lado.

—Tengo pesadillas continuamente y suelo escuchar la risa de aquel villano.—contó Kai, obteniendo la detenida atención de su amigo.

—¿All for One?—le preguntó Izuku, ella amargamente asintió y se recostó del muro de cemento que había allí.

—Se que esto es confuso, quizás All Might te ha hablado de ello, pero mi abuela materna estuvo vinculada con el One for All. Fue la que se lo traspasó a All Might.—contaba Kai, mientras Izuku la oía.—La cosa, es que All for One es el mayor rival de One for All. Sé que ya lo sabes, es que mi cabeza lo fragmenta de a poco, pero él mató a mi abuela, a la maestra de All Might y quizás por eso mi madre quedó huérfana, ¡pero no tiene sentido que haya trabajado con él!—exclamo, algo dudosa de lo que decía, muy dudosa.

—All for One es un don, no es como se llama él.—recitó Izuku, mirando a la nada.—Pero como dices, no tiene sentido que estén vinculados a él si les ha hecho daño, debe haber un por mayor del porque quería atarlos a su lado.—añadió.

—¿De verdad una persona puede ser tan mal, Deku?—preguntó Kai, quedando anonadada.—Mira lo que me hizo hacer, ¿cómo podría tener alguien corazón para eso? La culpa que cargo, todo esto se me acumula y cuando debería tomarlo como una fortaleza, solo veo que no estoy apta para seguir este camino por lo que permití que sucediera.—añadía, toda desilusionada.

—El hecho de que admitas cómo te sientes te hace ser más valiente, Kai.—irrumpió Izuku.—No te hace dar cuenta que estás apta, pero no es lo mismo a no estar preparada.—esclareció, mirando a su mejor amiga bajar la cabeza asintiendo.

—Yo quisiera tanto que las cosas fueran como antes.—confesó ella, mirando la playa en la lejanía y como algunas personas paseaban por allí.—Me gustaba salir de la academia e irnos a pie hasta los condominios, o qué tal vez mamá nos llevará en el auto.—contaba, melancólica.—Pero cuando decidió que deberíamos mudarnos, cuando no me quería decir la verdad... todo me consumió y en el momento en que desapareció, me di cuenta que no fui justa tampoco.—añadía, con honestidad.

—No puedes culparte por cosas de las que no tenías control, ahora tienes control de esto, de lo que eres y de lo que quieres hacer. No hay forma de revertir el pasado, quisiera poder haber hecho algo más por ti, pero el que estés aquí para mí es suficiente Kai, tienes que creer en ti.—dijo Izuku con suavidad en su voz, mirando a Kai.

—Es que, me siento sola y que nadie puede entenderme. Me veo como alguien que no debería estar aquí, no lo merezco.—explicaba en un tono lleno de desesperanza.

—No estás sola, nosotros creemos en ti y en que mereces estar aquí e intentarlo, cada día que no puedas vuelve a intentarlo.—pidió Izuku.—Yo estaré aquí para ti.—expreso, acercando su nudillo para chocar con el de Kai.

—Ya veo... —musitó Kai cuando miró como en la orilla de la playa se veía a Shoto, estaba inclinado y parecía recoger algunas cosas.

—Todoroki ha pasado mucho rato en la playa, parece que no iba a una hace tiempo.—comentó Izuku, notando como Kai lo miraba.

—Estoy enamorada de Shoto.—afirmó con seguridad en sus palabras, dejando a Izuku algo sonrojado por esa leve afirmación de Kai.

Lo había dicho tan serena y segura de lo que sentía, que el atardecer se plasmaba en las mejillas con un color carmesí que ambos tuvieron en común—, ella dejó que su coleta sintiera la brisa y se removiera de una manera genuina mientras veía a su compañero en la lejanía—. Jamás había estado tan segura del sentimiento que habitaba en ella, un sentimiento de amor y no una ilusión como la que vivían meses atrás. Ahora que estaban lejos, que no hablaban y no salían cruzarse con frecuencia había notado en ella el cambio, aquel donde su corazón le pedía a gritos que fuera tras él. Los celos por Momo, la inseguridad y la tristeza de no poder estar con él era la base de entender que no era un capricho, tampoco la ilusión de la que ya se habló, si no, que estaba enamorada y creía fielmente en ese sentimiento por como sus ojos deslumbraban un brillo cuando veía a Shoto. Incluso cuando niña, recordaba a los cinco años sentir una sensación de emoción por ir a su casa y verlo, estar con él y hacer como si no fuera interesante.

—¡Oye Midoriya! Te necesitamos un momento, ¡queremos mostrarte algo genial!—la voz de Denki se unió a la emoción de Mineta, hicieron que Izuku se distanciara de Kai y dudara.

—Puedes ir, estaré aquí o volveré sola.—indicó Kai, queriendo mostrarle algo de seguridad a Izuku con sus palabras quien no tardó en asentir.

—Si tardo regrésate, no te quedes sola.—pidió Izuku con un tono de protección que a Kai le parecía algo tierno y genuino de su parte.

Pero era evidente que ella no planeaba quedarse sola, de hecho, tan pronto Izuku desapareció con los demás, Kai empezó a bajar la colina de arena para ir a la playa. Sentía las palmas de sus manos sudar y lo tomó de excusa para detenerse—, decidió quitarse sus botas y medias, dejando que sus pies sintieran la arena que por el atardecer se sentía tibia. Ahí estaba él, serio y estoico, mirando algún detalle en la orilla que traía las leves olas. El sonido era pacífico y hacía que Kai se sintiera segura al querer acercarse. ¿Acaso fue desde que lo vio cuando niña? ¿O cuando Shoto pasó por su lado el primer día en la academia? No podía determinar en qué momento exacto su corazón latió a un ritmo diferente cuando ella vio su mirada por primera vez y sintió la necesidad de que su cuerpo siempre lo siguiera en forma de simbolizar ese amor que habitaba por él. ¿Se sentía él de la misma manera? Era inexplicable no tener esa duda, pero ella no sabía lo que Shoto veía cuando estaba cerca y era una aurora boreal que traspasaba cualquier universo, así se sentía él.

—Pareces estar muy entretenido.—le habló ella, por lo que Shoto se levantó de la orilla y se giró a verla, haciendo que su cabello se levantara por la brisa y Kai pudiera ver sus facciones mejor.

—Había un cangrejo.—señaló de forma inocente, como si eso le hubiera llamado la atención.—Ya no lo veo.—comentó, quedándose de pie.

—Se esconden, si sienten que serán presas, pueden hasta arrancarse una de sus patas y entregártelas para que los dejes ser libre.—contó Kai, sintiendo la tibia ola esconder sus pies.

—¿Lo viste
en algún artículo?—le preguntó curioso, como si le gustara oír más de lo que ella hablaba; Kai asintió y sonrió de lado.

—Es muy triste que quieran ofrecerte algo tan valioso solo para poder ser libres.—comentó ella, mirando sus pies y como Shoto se mantenía cerca.

—¿Tú qué ofrecerías para ser libre?—pregunto, mirando la puesta del sol y como se reflejaba en ellos como una luz deslumbrante.

—Mi corazón.—respondió ella, Shoto sonrió un poco y su cabello se levantaba aún más, por lo que Kai lo veía más atractivo.

—No soy muy bueno captando indirectas Kai, de verdad.—aceptó Shoto, para ella reír por lo bajo y alejarse cuando una ola se acercaba.

—Te ofrecería mi corazón, así puedo ser libre.—esclareció, mirándolo con detenimiento para él desvanecer su sonrisa y mirarla.

—Yo ya soy libre.—indicó, mirando el deslumbrante sol que reflejaba los tonos naranjales, donde Shoto aceptó su sentir y enamoramiento.

—No puedo, ahora... no puedo ofrecértelo.—aceptó Kai con gran tristeza en su voz, para ella no era fácil aceptarlo y menos admitirlo.

—Me basta con saber que quisieras ofrecérmelo a mi.—confesó Shoto, ella simplemente se acercó y se dejó caer en un fuerte abrazo.

—Quiero ir a un punto de partida donde estés ahí.—musitó ella, tendida en sus brazos mientras que él procesaba lo que le decía.

—Te encontraré.—afirmó con sutilidad, sintiendo aún así una presión en su pecho por volver a tenerla en un cálido abrazo.

Él quedó impresionado de que Kai lo abrazara, lo abrazara fuerte como si ella no quisiera soltarlo nunca más—, Shoto tardó en procesarlo pero accedió y la abrazo de una manera sutil, mientras que Kai sentía sus ojos humedecerse, sentía una calma en su corazón—. Porque en su interior la marea estaba alta y las olas querían ahogarla en sus pensamientos, en esas imágenes repetitivas que no se iban por más que lo añorará, ella seguía sintiéndose inaceptable y no veía la posibilidad de ser parte de los héroes con lo que hizo. Las pesadillas, las risas y la sangre que veía en su diario vivir como si viviera en esa noche, la hacía estar distorsionada y la única persona que la sacaba a flote era él, pero Kai no quería que él fuera su salva vidas, ella quería salvarse por sí misma. Se levantó en cuclillas y le dio un beso en la mejilla sumamente inesperada, creando un pacto de amor que creó ilusión en Shoto y en lo que sentía por ella.

Se sentía bien, el hecho de poder abrazarla con esa necesidad amorosa y ese vínculo que los unía de una forma u otra. Shoto se distanció de ella un poco para mirarla y saber que ella estaba cómoda con su cercanía, pero bajo la cabeza de inmediato cuando vio algo moverse entre la arena y no evitó sonreír cuando cautivó al cangrejo—, Kai se distanció y también observó al cangrejo que Shoto había estado buscando—. Se quedaron uno al lado del otro sin decir una sola palabra, como si él fuera capaz de entender que ella aún no estaba lista para retomar lo que tenían, pero que esperaba poder alcanzarlo en algún punto, donde Shoto pacíficamente aceptaba el hecho de su sentir y que él estaba dispuesto a proceder. Se inclinaron ambos y miraron como el cangrejo caminaba de forma lenta. Les pareció tierno y también entretenido. Kai sonrió genuinamente y Shoto solo la acompañó, en reflejo de la empatía hacia ella y su estado, afirmó una vez más que estaba enamorado.

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Próximo capítulo: La manera en la que te quiero.
DEBO admitir que amé demasiado este capítulo y que me inspiré mucho escribiendo esta cercanía entre Shoto y Kai. ¡Nos leemos pronto!

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