❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓔𝐈𝐆𝐇𝐓 ❜
𝗛𝗔𝗟𝗟𝗢𝗪𝗘𝗘𝗡 𝗙𝗨𝗖𝗞𝗘𝗥𝗬 𝗧𝗢 𝗘𝗩𝗘𝗥𝗬𝗢𝗡𝗘! 🎃🪓
𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐒...

༉‧₊˚. ♯ 𝗝𝗮𝘀𝗼𝗻's recording

Y dime, ¿qué fue lo que sentiste?

N. de la A. ❨Cuando veáis este emoji 👻
reproducid la música del vídeo que está al principio del capítulo.
Así la escena será mucho más real y más fácil de imaginar❩

👻

━━━ 𝐍𝐎 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐎 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐈𝐑 𝐇𝐀𝐂𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐅𝐀𝐂𝐄 —confesó Ethan quitándose la careta con un suspiro, habíamos llegado al patio delantero de la casa de su compañero Jason—. En serio, no me gusta nada disfrazarme del asesino que nos quiere muertos.

—¡Oh! —exclamé con sarcasmo—: ¡pues yo... seguiré siendo Michael Myers solo un poquito!

Era Halloween.

—Psicópata... —murmuró él por lo bajo.

—Aguafiestas... —le seguí yo.

La puerta de la casa estaba abierta, miré de reojo a Ethan pero pareció no importarle al fin y al cabo era Halloween y muchos dejaban sus hogares abiertos durante un corto periodo de tiempo para que los niños cogieran las chuches de la entrada.

Pero a medida que nos adentrábamos, Jason le mandó un vídeo a Landry. Nos paramos junto a la entrada.

—Qué raro —dijo este, parándose en seco y observando el chat.

—Reproduce el vídeo.

Al reproducirlo se vio el salón de Jason, este estaba sentado en un sillón mientras hablaba con alguien por su móvil. El vídeo era una grabación de la casa hace unas horas.

Ethan subió el audio. Ambos pegamos la cara al móvil para poder escuchar mejor mientras estábamos en alerta por todo.

👻

—Tío, deja ya de usar el puto modulador de voz —dijo Jason durante la grabación.

—Quiero ensayar la voz —dijo la otra persona. Jason había puesto la llamada en voz alta. Ethan y yo nos miramos extrañados. Era exactamente la misma voz que tenía Ghostface y... Jason, ¿lo conocía?—. Y dime, ¿qué fue lo que sentiste?

¿En qué estaba metido el amigo de Ethan?

—Fue incluso mejor de lo que podiamos haber imaginado —continuó Jason, asombrado—. Cuando le metí el cuchillo fue como si ella ya no fuera un ser humano sino, un animal y con cada apuñalada que le daba, dejaba de ser una humana. Luego, fue solo carne.

Se oían gritos de dolor femeninos en la TV. Jason estaba contemplando una película de slasher mientras hablaba. Inmerso en la situación.

¿Era un maldito psicópata ese tipo o estaba actuando?

—Se me hace que Jason es un buen actor. ¿Estará interpretando a Jason Voorhees en la película?

Ethan me miró, estupefacto.

Jason Voorhees no usa cuchillos, Evelyn, tonta. Sin embargo, el asombro de Landry era debido a otra cosa. Otra cosa que no quería imaginar.

—Jason no hacía ningún papel, Evelyn —Mal vamos, cuando Ethan me llamaba por mi nombre completo es que estaba realmente muy serio o quizá, asustado.

—Pero no era solamente carne, Jason —continuó Ghostface—. Era una persona, nuestra profesora de cine.

—¿Qué...? ¿Laura Crane? —susurró Ethan, espantado—. ¿Qué le han hecho...?

—Tranquilízate, seguro que todo tiene una explicación —le calmé. Puse mi mano buena sobre la suya para enderezar el móvil que empezaba a temblar por el nerviosismo de mi mejor amigo.

No sé si quiero saber esa explicación.

—Sí y me da igual —continuó Jason, levantándose del sillón con expresión indignada—. Me puso un puto cinco en el trabajo. Un maldito suficiente.

—¿Por eso la mataste? ¿Quién sigue ahora, eh? ¿El subdirector de la escuela de primaria? —La voz de Ghostface denotaba ira. Estaba enfadado.

—Ya sabes quién sigue, ¿por que estás actuando así, Greg? —preguntó Jason. Su mueca dejaba entrever confusión—. ¿Desde cuándo nos conocemos?

Algo me hacía ver que realmente ese Ghostface no era su amigo Greg pero también sabía que ninguno de los dos eran inocentes.

—Ocho años, nos conocimos en la secundaria, en Atlanta. Solo quiero que me digas por qué haces esto. Con tus propias palabras —contestó Ghostface. Jason se alivió por la respuesta, había acertado en todo.

—Ethan... —susurré pero él no me escuchaba, miraba el vídeo con tristeza. No podía creer lo que veía y sobre todo, lo que oía.

Al fin y al cabo no todos los días se descubre que dos de tus amigos son unos malditos chiflados asesinos. Si me pasara a mí, no sé ni lo qué haría.

—Para acabar la peli de Richie —Jason se dirigió a la cocina. La cámara seguía grabando.

—Exacto, para matar a Tara y a Sam.

—¿Por qué me estás jodiendo? —preguntó Jason. Se notaba la tensión en el ambiente—. ¿Por qué no me dices dónde estás?

—¿Por qué me sigues preguntando eso? Ya te lo dije —contestó Ghostface—. Aquí estoy. Juguemos a un juego. ¿Qué tal frío y caliente? ¿Sí? —No hubo respuesta—. ¿Te parece? Y luego si quieres vamos a destripar a las hermanas Carpenter.

—¿¡Estás usando las cámaras!? —exclamó Jason mirando para la cámara al mismo tiempo que le hacía una mueca grosera con su dedo corazón. Parecía que nos lo hacía a nosotros.

—Y honestamente, estás muy pero que muy frío. —Ghostface lo ignoró.

En ese momento el vídeo se cortó, Ethan y yo nos quedamos viendo nuestros reflejos en la pantalla negra. Cuando nos recuperamos del estado de confusión, nuestras miradas se cruzaron en el interior del pasillo de la casa. No había nadie. Me adelanté pero Ethan me agarró de la muñeca.

—Espera... ¿y si Jason y Greg son...?

—Vamos a descubrirlo —le dije sujetando con firmeza el pomo del martillo. Espero que esta vez pudiera usarlo pero algo me decía que un suceso malo les ocurrió a esos dos. El ambiente estaba tenso. Lo notaba, era una sensación extraña.

—Eve... —murmuró Ethan sin soltarme—. Regresemos, por favor. Esto no me gusta. No quiero que te pase nada, demos la vuelta, pongámonos las caretas, ¿vale? Haré lo que sea pero por favor, no entremos ahí. Podremos camuflarnos entre la juventud, ir a la fiesta y avisar...

—No —le corté y me zafé de él—. Yo voy a entrar. Quiero descubrir de una vez por todas todo lo que está pasando. No me pasará nada. No te pasará nada. Hemos sobrevivido hasta aquí, no lo dejemos a medias.

Ethan asintió a duras penas con la cabeza gacha, siguiéndome los pasos.

—Está bien... entonces, entraré contigo.

—No te sientas obligado.

—Si vas tú, voy yo —me dijo él.

Finalmente entramos.

Me quité la careta para respirar mejor, el aire estaba tenso.

—¿Jason...? —exclamó Ethan pero lo mandé a callar para que no hiciera ruido, si bien amablemente —Ethan le daba muchas vueltas a la cabeza si alguien le gritaba o le insultaba al igual que yo—. Su móvil sonó. Esta vez no era ningún mensaje ni ningún vídeo con grabaciones. Era una llamada. El que llamaba tenía de nombre...

Jason

¿Entonces es él el del jueguito de las llamadas siniestras?

—¡Pero miren a quiénes tenemos aquí, si es el dúo feliz! —respondió una voz que ya conocíamos muy bien. Desgraciadamente, demasiado bien. Era Ghostface.

—¿Jason? —pregunté, quitándole el móvil a Ethan—. ¿Greg? Quién seas, ya nos hemos cansado. Déjanos en paz.

Oímos una risa ronca, mi vello se erizó. Su voz retumbó en las paredes silenciosas.

—Casi pero no y parece que es verdad que os habéis cansado pero seguís siendo un par de ingenuos y la fiesta solo acaba de empezar. No habéis aprendido las reglas. Quiero que las enumeréis. Enumerad las reglas de las películas de slasher, todas y cada una de ellas.

Maldito aficionado.

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