𝟬𝟬𝟳━━ 𝗘𝘁𝗵𝗮𝗻 disfrazado de 𝗴𝗵𝗼𝘀𝘁𝗳𝗮𝗰𝗲

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓢𝐄𝐕𝐄𝐍 ❜
𝗛𝗔𝗟𝗟𝗢𝗪𝗘𝗘𝗡 𝗙𝗨𝗖𝗞𝗘𝗥𝗬 𝗧𝗢 𝗘𝗩𝗘𝗥𝗬𝗢𝗡𝗘! 🎃🪓
𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐒...

༉‧₊˚. ♯ 𝗘𝘁𝗵𝗮𝗻 dressed as 𝗴𝗵𝗼𝘀𝘁𝗳𝗮𝗰𝗲

I'm Michael Myers and you...
Ghostface...? Really...? 🔪

👻

                 ━━ ¿¡𝐐𝐔𝐄́ 𝐇𝐀𝐂𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐀𝐇𝐎𝐑𝐀!? 𝐓𝐄𝐍𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐃𝐎𝐍𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐀 𝐔𝐍 𝐀𝐒𝐄𝐒𝐈𝐍𝐎 𝐄𝐍𝐌𝐀𝐒𝐂𝐀𝐑𝐃𝐎 𝐘 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐃𝐀... ¡𝐎𝐇, 𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀! 𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐎 𝐀𝐒𝐄𝐒𝐈𝐍𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐀́𝐒𝐂𝐀𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐅𝐀𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎𝐒 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄 𝐇𝐄𝐂𝐇𝐎𝐒 𝐏𝐈𝐂𝐀𝐃𝐈𝐋𝐋𝐎𝐒 —exclamé. Ethan ya estaba mi lado y podía leer en su cara la frase que tanto me solía decir: «deja de ser tan explícita». Me di cuenta que llevaba un taladro mientras observaba los alrededores y detuvo su mirada en el martillo que reposaba en mi mano.

—Pero ahora tienes un martillo y un taladro —me explicó, entregándome el taladro en la mano que no tenía un gran agujero del tamaño de una bola de pin pon.

Tenemos —le rectifiqué mientras se lo daba de nuevo. Él lo rehusó sin ni siquiera disimular su espanto—. Tienes. —Tras varios intentos por devolvérselo finalmente cedió—. Yo no lo tengo ahora. Yo no sé usarlo —lo cual era verdad.

—¿Y... te crees que yo si? —lo cual sabía que también era otra verdad. Mucho más verdadera.

Genial, estábamos apañados.

—Has sido tú el que lo ha cogido para protegerte a ti mismo cuando justamente yo tenía un martillo. —Tuve que elevar un poquito mi voz —algo raro en mí— porque los golpes en la puerta del pasillo eran cada vez más fuertes. Seguramente el ghostface que nos atacó desde un principio había usado un extintor para distender el picaporte de cerradura.

—Pero para entregártelo a ti —se justificó él con nerviosismo en su voz—. ¡Tú eres la que ves películas de slasher, deberías de saber cómo usarlo par defenderte!

—Sí, claro. ¡Y de paso soy el mismísimo Rambo con tantas armas! —exclamé—. ¡Por Dios, Ethan! ¡Es un taladro percutor! Este a diferencia del otro es menos liviano y por eso lo gana en fuerza y persistencia, puede perforar superficies más duras en pocos segundos. En conclusión: si estás cerca de uno de los asesinos perfórale lo que sea antes de que te acuchille.

La mueca de sorpresa en la cara de Ethan era todo un poema. Seguramente me hubiera reído en otras circunstancias.

—Se suponía que no sabías...

—Bueno..., lo básico. ¿Hay por aquí una motosierra? —bromeé.

Ethan se horrorizó por la pregunta así que no le hizo mucho caso. El ghostface del exterior se había marchado porque no había ningún ruido aunque como eran traicioneros y sigilosos era mejor no fiarse demasiado. Miré a Landry y este a su vez me miró a mí. Sin comunicarnos con palabras ya sabíamos lo que había qué hacer. Y más ahora que la puerta de atrás se abrió con un sonoro golpe al chocar contra la pared y partir las estanterías.

—A la de una... —susurré.

—A la de dos... —continuó él.

Ghostface corría hacia nosotros con el cuchillo en alto.

—Creo que será mejor saltarnos el tres —le seguí yo—. Este es el momento en el que deberíamos dejar de contar y echarnos a correr.

Ethan asistió y fue el primero en adelantarse. Mis ojos al verlo marchar se volvieron como platos, no había visto si el otro asesino estaba allí todavía y temía que matara a mi amigo delante mía sin yo poder hacer nada pero por suerte no había nadie.

Bien, seguramente habrá ido a emergencias cuando le partí los dedos.

Me reí mentalmente.

Aunque no podía fiarme del todo, podría andar suelto por ahí esperando para el factor sorpresa.

Seguí a Landry. No optamos por las bicis porque había muchísimos adolescentes y niños por las calles disfrazados y pidiendo Trick or Treat como si nada, además la calle de Jason estaba en Hudson que nos pillaba muy cerca.

Ethan se paró en seco cuando llegamos a la acera. Lo miré extrañada y seguí la dirección en la que se dirigía su mirada, cuando me di cuenta de la causa de su impacto me fue inevitable no decir un taco.

Y de verdad os lo digo, no digo palabrotas pero la situación me superó.

—No me jodas...

¿En serio?

Toda la calle estaba llena de adolescentes disfrazados de ghostface. Con la vestimenta exactamente igual a la que llevaban los psicópatas que nos querían matar.

Ahora sí que estábamos bien apañados y además los dos reales habían desaparecido. De nuevo.

Bueno —murmuró Ethan—: supongo que ahora los podremos diferenciar porque los que nos quieren matar no paran de perseguirnos y asustarnos ¿no?

En ese momento ghostface nos asustó desde atrás. Gritamos y apreté el pomo del martillo. Lista para atacar.

—¡BOO!

¿BOO?

—¡No me mates o te perforo! —gritó Ethan levantando el taladro. Me sentí orgullosa de su gallardía hasta que me di cuenta que el taladro estaba al revés y el portabrocas estaba apuntando hacia él. También me di cuenta de que Landry tenía los ojos cerrados y estaba temblando.

Te quiero aunque a veces seas un auténtico idiota...

—¿Ethan? —lo miré extrañada.

—¿Qué? —preguntó con un hilo de voz, abriendo un ojo.

—El taladro lo tienes apuntando hacia ti.

Y por supuesto, también me había dado cuenta que ese ghostface tan solo era un aficionado y no ninguno de los dos asesinos. Sino, posiblemente ya estaríamos muertos.

—Ostras... —susurró observando la herramienta de lo que ahora era un arma—. Pues es verdad... —Lo colocó de nuevo pero esta vez bien y lo dirigió hacia el falso ghostface—: ¡No me mates o te perforo!

Puse los ojos en blanco mientras me apretujaba los párpados debido a la desesperación que intentaba controlar.

El disfrazado nos miraba con la cabeza ladeada, confuso. Posiblemente preguntándose si esto era una obra de teatro callejera o es que estamos locos de remate.

—¿Ethan? —Esta vez mi pregunta tomó cierto deje exclamativo en mi voz.

—¿Qué?

—No sé si te habrás dado cuenta pero seguimos vivos. Y eso significa que este ghostface no es el verdadero ghostface.

Joder. Qué putos flipados que sois, cabrones —dijo el falso ghostface quitándose la máscara. Se trataba de un chico de no más de diecisiete años. Tenía el ceño fruncido y los labios apretados, confundido—. No quiero ir a la puta cárcel tan temprano así que no gritéis como si os fuera a matar.

—A mi no me mires —le dije—. Ha sido él —continué señalando a Ethan.

—¿Yo? —me miró Landry, sorprendido—. Tú me has dicho «si estás cerca de uno de los asesinos perfórale lo que sea antes de que te acuchille».

El chico disfrazado me miró con el ceño todavía mucho más fruncido, si tal cosa era posible. Le sonreí con nerviosismo.

—A ver, técnicamente dije eso por si veías a un asesino. A un asesino de...

verdad...

—En esta noche todos nos disfrazamos de asesinos, puta psicópata —me interrumpió el chico pero como yo era tranquila no se lo discutí y así, evitar futuras discusiones. Por el rabillo del ojo vi cómo Ethan observaba al niño con una mirada que nunca antes había visto, desde que ese chico me insultó pude atisbar desprecio y algo más profundo como la ira en él, pero me lo habré imaginado, Ethan es alguien tranquilo y pacífico, demasiado inocente como para tener esas actitudes. Sin embargo, el grupo de amigos del crío con la lengua de arpía me distrajo y perdí el contacto con aquel pensamiento.

Uno iba con la máscara de Jason Voorhees, otro con la de Freddy Krueger y una chica con el cabello suelto pelirrojo llevaba puesta la de Michael Myers.

Michael Myers era mi personaje de terror favorito. Una pena que no esté debajo de la máscara un tío buenorro de veintitantos, alto, fuerte... y con una mirada llena de peligro.

—¿Evelyn? —me preguntó Ethan—. ¿Me has escuchado?

—¿Qué...? Ah... sí. —le contesté de forma automática pero mi cabeza había estado en otra parte.

—Entonces, ¿te parece bien mi idea?

—Claro que sí, me parece una idea estupenda —le mentí.

¿Qué otra cosa cosa podía decirle? ¿Qué estaba pensando en una versión sexy de Michael Myers?

Pero gracias a su supuesta idea yo también pude abrir mi imaginación y me vino una —aunque no sé si lo suficientemente buena— a la cabeza.

—¿Te puedo pedir prestada la careta? —le dije a la chica pelirroja—. Es cuestion de vida o muerte. El verdadero ghostface nos quiere matar.

—¿En serio? —preguntó Freddy Krueger— ¿Quién es el actor que lo interpretará esta noche en la fiesta del instituto?

Jaja, actor dice. Se pensaba que estaba de broma.

Eso no se sabe hasta el tercer acto y si quieres estar en él más vale que salgas corriendo —le expliqué.

Que salgamos cagando leches dice Jason Voorhees.

—¿En plan cagando leches como en las peliculas originales cuando ghostface hace acto de aparicion? —preguntó Michaela Myers, le gustó tanto la idea que hasta me dio su careta.

Sí, algo así —Ethan me siguió el rollo.

Éramos dos adultos dándole consejos a cuatro adolescentes. Sin embargo, el crío con la lengua de arpía se mostró reacio ante nuestras palabras y no tan amigable como sus compañeros asesinos.

Los chicos se fueron con las manos moviéndolas de arriba abajo, simulando un estado de terror mientras gritaban.

AAAAAAAAAAAAAAAA.

Idiotas adolescentes.

El mini ghostface se encaró con nosotros.

—Yo no voy a ser tan gilipollas como esos retrasados que tengo como amigos. No me podréis engañar.

Tan pequeño y tan diabólico.

—¿Por qué no te disfrazas de Chucky? —le pregunté a modo de sugerencia. Me respondió con un sutil dedo corazón.

—Cómeme esta, cabrona.

Otra vez vi esa mirada tan extraña en Ethan dirigida a ese crío cuando me faltaba el respeto.

—No, en serio... —imité una de mis mejores voces de puro terror acompañada de una mueca que espero que simulara todo el pavor que podía tener para engañarlo. Señalé hacia la parte atrás donde se encontraba el niño—. ¿Qué es...eso?

El niño esta vez si se lo creyó y aproveché ese momento para quitarle la máscara y salir corriendo. Ethan me siguió, estupefacto.

—¡Putos cabrones de mierda! ¡Que os follen! —gritó este pero no nos siguió, le dije a Ethan que se tapara los oídos, era demasiado inocente para oír las cosas que decía aquel crío con la lengua de arpía.

Pero no me hizo caso y me cortó el paso, aproveché para que eligiera una careta y podamos pasar algo más desapercibidos a ojos de aquellos dos psicópatas.

Aunque si miraban mi mano ya estábamos perdidos.

—¿De verdad, Eve? ¿Robar unas máscaras a unos pobres niños? —me reprochó. No me lo podía creer.

—¿Estás enfadado conmigo, tío? Era cuestión de vida o muerte. Anda, elige una máscara.

Sin apartar sus ojos de los míos, cogió una de mis manos, al alzar y con mala gana.

Le tocó ghostface.

—Entonces... ¿yo soy Michael Myers y tú...? ¿Ghostface...? ¿En serio...?

«Cuando tu seas ghostface, yo sere michael myers». Miré la careta que estaba en mis manos y recordé esa frase con las mismas palabras que había pronunciado momentos antes. Al final sucedió todo pero por suerte Ethan no era un asesino. No era el verdadero ghostface. Solo un imitador. Otro de los tantos imitadores.

Lo miré a él. Ethan ladeó la cabeza con la máscara puesta, interrogativo. Esa mueca me puso los pelos de punta.

—¿Qué... tal me sienta? —tartamudeó, incómodo.

—Te sienta de muerte —dije al instante, sin pensarlo pero lo intenté arreglar—. Es... decir... quería confesar que... te queda como si hayas salido de la muerte, es muy siniestro todo.

La verdad es que le quedaba muy bien la careta.

Era demasiado sexy.

Carraspeé quitando esos pensamientos oscuros y me puse la careta de Michael Myers.

—¿Qué tal me sienta ser la novia de Michael?

—Creo que te quedaría mejor ser la novia de ghostface —dijo entre risas—. Pero te queda genial la verdad.

—No me importaría ser la novia de algún ghostface —me sinceré refiriéndome a él mientras le guiñaba un ojo pero como mi cara estaba oculta, no lo vio.

—Jajaja, entonces ese ghostface debería de estar orgulloso.

Me refería a tu ghostface falso, tonto. Me refería a ti.

Aunque sigo pensando que mi idea era mejor.

—¿Qué idea? —Demasiado tarde me acordé de su idea. Aquella idea la cual no escuché.

—Sabía que no la habías escuchado. En fin, ya no importa —confesó mientras caminaba a paso ligero hacia la carretera de al lado—. Sígueme.

Quería preguntarle pero la verdad es que, como decía él, ya no importaba. Lo que importaba era llegar a casa de Jason a salvo.

💋🔪¡NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR SI TE HA GUSTADO ESTE CAPÍTULO! ¡ME AYUDARÁS MUCHO!🔪💋

También me puedes encontrar en Instagram como @misslefayy

‧₊˚. ¡ "👻" EN LOS COMENTARIOS PARA APOYARNOS!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro