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Una vez que JiMin terminó la clase de anatomía, revisó en su teléfono el horario  digital que había descargado y se levantó de la silla cogiendo su bolso para ir a su próxima clase.

—Uh, JiMin. ¿Vamos juntos? —le preguntó TaeHyung acercándose a él.

—¿Tienes clase de Biología? —él asintió. —¿Sabes en qué salón es?

—307. Casi al final del pasillo. —contestó.

—Bien, vamos. —se adelantó JiMin para caminar, mientras TaeHyung lo seguía.

—Aún quedan 20 minutos para entrar a la próxima clase. ¿Te gustaría ir a la cafetería? Está en el quinto piso. —convidó TaeHyung al pelinegro una vez que salieron del salón.  —Eres prácticamente nuevo, te daré un corto recorrido. ¿Te parece? —este se acomodó su bolso en la espalda y le sonrió.

JiMin, asintió y siguió a TaeHyung hacia los ascensores.

—En el primer piso se encuentran las oficinas, consultorios jurídicos y prácticas de ingeniería. En segundo piso se encuentran juntas la facultad de derecho y comunicación. Cuarto piso, ingería química, ingería de sistemas, facultad de psicología y administración. —comentó este a JiMin. Pidió el ascensor y este abrió las puertas de inmediato dándoles paso. —Quinto piso, áreas sociales, cafetería y cancha de futbol. Último piso, biblioteca y área de sistemas.

Era un edificio bastante grande y eso  explicaba el por qué de tantas facultades. TaeHyung, presionó el botón que tenía el número 5 una vez que entraron al ascensor y este cerró sus puertas de inmediato.

—Tendré que procesar todo lo que me dijiste lentamente. —dijo JiMin haciendo reír a TaeHyung.

—Escuché que retomaste estudios. ¿Qué te había pasado?

JiMin, bajó la mirada.

—Oh, lo siento. Quizás sea un tema bastante personal. —se rascó la incómodo.

—Bueno, en general pasaron muchas cosas conmigo. Pero, lo bueno es que estudiaré. —sonrió.

El ascensor sonó la campana haciéndoles saber que habían llegado a su destino. Las puertas se abrieron, dándoles paso y estos dos salieron caminando hacia lo que vieron a primera vista; la cafetería.

TaeHyung, se adelantó para pedir algo, mientras que JiMin observaba el lugar con curiosidad.

—JiMin, ¿Tomarás algo? —le preguntó TaeHyung, captando su atención.

—Un té helado. —respondió JiMin.

TaeHyung volvió la mirada a la chica que tomaba su pedido y le indicó lo que quería.

El pelinegro soltó un suspiro y caminó hacia una mesa vacía en donde esperó a TaeHyung con lo que había pedido. Este no demoró en llegar a la mesa con dos té helados.

—Te lo pagaré una vez que lo termine. —le dijo JiMin.

—No te preocupes, yo invito. —contestó TaeHyung con una sonrisa, tomando asiento frente a JiMin. —De igual si te invito, en un futuro deberás invitarme a mí algo.

JiMin, río y agarró el té llevándose el pitillo a los labios para tomar.

—Háblame de ti. —pidió TaeHyung.

—¿Qué quieres saber? —cuestionó el pelinegro.

—Lo que sea. Lo principal, quién eres, edad, qué te gusta hacer. ¿Por qué estudias medicina? —TaeHyung, le dio un sorbo a su té.

—Ya conoces mi nombre. Tengo 23... —sonrió algo incómodo. ¿Qué más le podía decir? —Me gusta ¿Dormir? —TaeHyung río. —Y estudio medicina porque me gusta, no tengo aún un sueño a futuro para decirte. 

—Comprendo.  —JiMin, acomodó su bolso en el suelo. —Bueno, yo nací aquí en Seúl. Tengo tu misma edad. Me gusta divertirme y... estudio medicina porque quiero especializarme en medicina forense.

—¿Qué eso no se estudia diferente a la medicina?

—Prácticamente... Pero, doy las mismas materias tuyas. —sonrió de nuevo. —Puede que nos llevemos bien.

Luego de una charla bastante amigable. Los dos volvieron al salón para dar su próxima clase y así JiMin culminara su día estudiantil bastante agotado.

Una vez que este terminó todas sus clases, se despidió de TaeHyung en la parada de autobuses mientras esperaba el bus que lo regresaría a casa. Eran casi las 5 de la tarde por lo cual el cielo aún estaba bastante azul, clima un poco caluroso, pero agradable.

El autobús sonó la bocina anunciando su llegada y JiMin subió pagando su pasaje. Buscó un asiento libre en el autobús semi-vacío y caminó a uno que quedaba al fondo. Se sentó del lado de la ventanilla y dejó su bolso encima de su regazo.

Un chico de sudadera negra y cabello rojizo se subió al bus captando la mirada del pelinegro. Este también se dirigió a los últimos asientos del autobús y tomó puesto en la misma fila en la que estaba JiMin, pero a tres sillas de diferencia.

JiMin, sintió que este lo miraba y se sintió incomodo. Por lo cual, miró de reojo encontrándose con los ojos cafés de este. El pelinegro apartó la mirada y escuchó una risita venir del chico. Tragó duro y trató de ignorar la presencia de este mirando por la ventana.

Minutos más tarde, cuando en el autobús sólo quedaban él y JiMin, el pelinegro entró en pánico. ¿Por qué no se había bajado en alguna de las estaciones? La última estación que quedaba era la que estaba por la casa de YoonGi.

Fue entonces, cuando el autobús llegó a la parada. JiMin agarró su mochila y se levantó de la silla evitando la mirada del pelirrojo. Se bajó del autobús y se dispuso a caminar rápido para llegar a la casa. Pero, para su sorpresa, sintió la presencia de alguien caminando detrás de él.

Nervioso, miró por encima del hombro encontrándose de nuevo con el chico de sudadera oscura. Traía puesto unos audífonos grandes e iba moviendo las manos a cada paso que daba. JiMin, aceleró el paso. Faltan dos cuadras para llegar a la casa, así que se apresuró.

Sacó su teléfono del bolsillo por si necesitaba llamar a emergencias si le pasaba algo. Pero notó que entre más rápido era su paso, los del chico estaban sincronizados con los de él. El pelinegro, dobló por una esquina y apretó su bolso sintiendo un nudo en la garganta. Volvió aa mirar por encima del hombro observando el rostro del pelirrojo que al aparecer lo estaba siguiendo.

<Mierda, mierda. Me está siguiendo..., puedo morir esta noche si me detengo. Aún falta para llegar a la casa.>

Este lo miraba con intensidad y caminaba a la par de JiMin, pero unos centímetros detrás de él. El pelinegro miró hacia el frente y vio la casa de YoonGi a lo lejos. Sintió un poco de alivio y se  dejó de caminar. El pelirrojo también se detuvo y se metió las manos en los bolsillos sacando su teléfono para revisarlo.

JiMin, aprovechó el momento y empezó a correr hacia la casa de YoonGi. Sintió el corazón golpearle las costillas por el miedo que tenía al saber que el chico lo estaba siguiendo. Llegó a la puerta agitado y respirando con dificultad. Tomó una bocanada de aire y llamó al timbre. Miró hacia atrás y se tranquilizó al no ver aa nadie. 

Soltó un suspiro y se pasó una mano por la frente secándose el sudor. En ese momento a su lado apareció el chico pelirrojo con una sonrisa. JiMin, retrocedió asustado.

—¡¿POR QUÉ ME ESTÁS SIGUIENDO?! —lo señaló asustado.

—¿Disculpa? —habló el pelirrojo.  —Vivo aquí. —hizo una mueca y la puerta fue abierta dejando ver a NamJoon, de nuevo, sin camisa.

—Por fin te veo el rostro. —le dijo NamJoon.  —¿JiMin? ¿Por qué traes esa cara? Parece que hubieras visto un fantasma.

—Creyó que lo estaba siguiendo. —dijo el pelirrojo abriéndose paso para entrar. —Espero y hayas cocinado, tengo muchísima hambre.

JiMin, se quedó atónito por lo que había visto y escuchado. ¿Él vivía ahí? No, la pregunta era: ¿Era este el otro integrante de la casa?

—¿No vas a entrar? —preguntó NamJoon cruzándose de brazos.

—Sí, ya voy... —JiMin caminó hacia la puerta y entró tratando de controlar su respiración y su agitado corazón.

Escuchó la puerta cerrada detrás de él y soltó un suspiro.

—Veo que en serio te asustó. —se burló NamJoon. —Él es JungKook. Suele dar miedo cuando  quiere, pero es buen chico.

JiMin, había conocido al último chico con el compartiría casa. Lastimosamente, lo conoció de una manera bastante desagradable.

—¿Ya llegó? —la voz de YoonGi, llegó a sus oídos y este de inmediato apareció frente a él con los brazos cruzados y una sonrisa torcida. —¿Cómo te fue, joven Park? — levantó una ceja haciendo que JiMin se pusiera nervioso.

—Bien... Eso creo... —se lamió los labios. —Yo iré a... Descansar... —dijo este caminando hacia las escaleras sin  dejar de mirar a YoonGi quien lo intimidaba con la mirada.

—Está bien. Cenaremos a las 8... —ladeó la cabeza el rubio al ver a JiMin subir las escaleras. —Tenemos mucho de que hablar.









A huevo, el jk le gusta asustar jejee

Espero y les haya gustado mucho este capitulo. Agradezco mucho los votos, ya son 1k, lloro :(

NamJoon mi señor 🍥

Ya se viene la acción :D

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