Capitulo cincuenta y siete: Recupere la Memoria.

Miro el reloj, miro mi libro. No puedo concentrarme.

—Las veo después —digo a Hannah y Susan.

Se supone que nos habíamos juntado para estudiar porque los exámenes más importantes ya estaban a la vuelta de la esquina.

Sali disparada hacia mi sala común para dejar mis libros. Sabía que faltaba como unas horas antes de encontrarme con Harry en el segundo piso, pero mis ansias me comían por dentro que era imposible mantenerme quita. El y yo pasamos la semana de vacaciones de pascua tratando de averiguar como entrar a la oficina de Umbridge sin ser atrapados, para nuestra suerte los gemelos habian planeado una excelente broma que serviria de distracción y así Harry podria hablar con su padrino.

Baje las escaleras al siguiente piso pero lo primero que me encuentro al bajar es a Hermione de brazos cruzados con tono de desaprobación en su cara.

—¡Ah, Hermione! —exclame cuando llegue a ella —¿Cuanto tiempo llevas ahí?

—Es una tontería lo que Harry quiere hacer —habla sin sonreír.

—Ya te enteraste.

—Por supuesto —se quejo —Ron lo está apoyando pero yo no y creo que deberías hacer lo mismo ¿Cómo lo animaste? ¿Sabes lo peligroso que puede ser?

—Si —asenti caminando hacia otro lado —No me mires así, yo se lo advertí desde el principio. Por supuesto.

—Lo hubieras presionado un poco. Hace caso a todo lo que dices —dice con total seguridad y un poco de molestia.

—Ya sabes cómo es el, por mucho que lo hubiera prometido terminaría haciéndolo. 

—Si, a veces es un tonto pero ¡Tu! ¡Crei que serías más sensata! 

—Soy sensata —me detuve en seco —Escucha, en verdad intenté que dejara atrás el tema, busque otras alternativas pero solo esa se mantuvo en su cabeza. El no es un niño, sabe lo que hace y será su decisión por mucho que me meta. Debo apoyarlo.

—¡Si pero no haciendo tontería que puedan expulsarlo!

—Esta dispuesto a correr el riesgo ¿De acuerdo? Ya está suficientemente grande.

—Ambos se equivocan.

—Tranquilizate, por favor.

—Crei que el estar contigo lo haría centrarse un poco, sin embargo me di cuenta que fue al revés y te está corrompiendo.

—¡Claro que no! —conteste un poco enfadada.

—Ellie, si atrapa a Harry te meterá en problemas a ti también. No porque él te delate, jamás lo hará. Pero Umbridge juega sucio. Les está dando veritaserum a cualquier en quien sospeche. Se podrá enterar.

Estaba por responder otra cosa cuando veo a lo lejos una cabellera pelirroja.

Leah corre a nosotras.

—Una coincidencia encontrarlas a las dos —Leah recupera el aliento —¡No adivinaran!

—¿Que pasa? 

—Jake Jackson llegó a la escuela. Está aquí.

—¿Que? ¿Por qué?

—Es lo que trataba de averiguar —se alza de hombros —lo ví en el jardín principal. Muchas chicas dicen que se quedará aquí en el castillo indefinidamente.

—¿Vendrá a estudiar?

—Eso es imposible estamos a mediados de los exámenes finales —regaña la castaña —estara muy retrasado.

—Hermione, dudo bastante que vaya a convertirse en alumno, sin embargo creo que esto es obra de Umbridge.

—¿Y para qué querría Umbridge traer a Jackson? —me cruce de brazos —Solo es un modelo que hace propaganda falsa a el ministerio y el profeta.

—Bueno, tengo muchas teorías. Aunque será mejor preguntarle en persona.

—No harás eso.

—¡Oh, por supuesto! ¡Será sencillo! —habla Smith decidida —es más, hagámoslo ahora.

La pelirroja se voltea de repente para comenzar su viaje directo a Jake Jackson. Hermione y yo nos miramos un segundo, vasilando, aunque terminamos siguiéndola.

Nos asomamos por la ventana para ver si seguía en el jardín principal pero solamente se encontraban alumnos del colegio estudiando. Luego subimos a los pisos cerca de la casa de Gryffindor, hasta que nos encontramos en el hala oeste donde quedaba la oficina de Umbridge. Sonreí por la conciencia.

—¡Ahí está! —señala la pelirroja a un joven demasiado alto con un traje hecho a medida y el cabello bien peinado —¡Jake Jackson!

El joven mencionado voltea con curiosidad y sonríe al vernos o bueno, al ver a Leah. Supongo que entre guapos se gustan.

—Oh, Leah Smith. Estaba ansioso de volver a verte pero no pensé que sería tan pronto —dijo acercándose —Me hubieras permitido ir a buscarte, para más misterio.

—Lo que menos quiero es místerio, mejor dime ¿Que haces aquí? 

Jake sonrie como lo hace en esas fotos, tan espléndido... ¡Por Merlin, tengo novio!

—No me dejas ni siquiera saludar —dice el ofreciendo su mano —Prewett un gusto volver a verte y a ti no te conozco.

Hermione quita la cara molesta y pone una sonrisa.

—Hermione Granger.

—Un placer linda.

—Listo, ahora sí ya terminaste con tu coqueteo por favor responde.

—¿No lo sabes? —alza las cejas —Soy el nuevo asistente en jefe de la suma inquisidora y directora de Hogwarts, Umbridge.

—Pero que porquería.

—¿Disculpa? Umbridge no puede hacer eso, eres ajeno al instituto —inquiere Granger con fuerza.

—Pues ya lo hizo —dijo mostrando una insignia —Descuiden, será de manera indefinida. Solo hasta que se acaben los exámenes finales. Al parecer el colegio necesita mucha disciplina.

—¿Es una broma?

—Tranquilas, recuerdo haberles mencionado que estoy de parte de Dumbledore.

—¿El ya sabía que vendrías? —pregunte.

—De alguna manera, si. Es lo que él hubiera esperado. Necesita ojos en todas partes.

—Los maestros están para eso —dijo la castaña —. Supongo que lo tuyo es...

—¿Innecesario? Lo pensé también. Aunque una ventaja de venir aquí, es que puedo apoyarlos en lo que sea con Umbridge.

—¿Lo que sea? —dije pensando.

—Olvidalo. No confio en tí.

—Ya vas con eso —refunfuña Jake —. De acuerdo, señorita Smith, no te voy a convencer de nada. Solo te pido de la manera más amable que no intervengas con mi trabajo de ninguna de las partes. Si necesitan algo las apoyaré con mucho gusto. 
La Orden está atenta a cualquier cosa.

El castaño inclina la cabeza como despedida y se vuelve a meter al cuarto vacío que permanece detrás de él. 

—¿Es un chiste? La Orden está atenta a cuál cosa... ¡Cómo si fuera importante!

—Mejor vámonos ya, tenemos una clase —manda Hermione —faltan cinco minutos.

Me volteo rápidamente.

—¿Que hora es?

—Las dos de la tarde —contesta viendo su reloj Muggle de bolsillo —¿Por qué? Oh... No.

Me regrese al cuarto del chico para tocar la puerta desesperadamente. Hermione trato de evitarlo pero fue demasiado tarde porque justo salió Jake Jackson el guapo modelo miembro de la Orden del Fenix y aparte asistente en jefe de La suma inquisidora Umbridge.

—¿Que sucede?

—Eh... Creo que deberías ir al hala oeste del colegio.

—¿Sucedió algo?

—Escuche a niños decir que había un caos grande ahí y no cualquiera... Te refiero a uno ¡Enorme!

El castaño frunce el ceño un poco asustado pero regresa por su varita y sale corriendo al otro lado del colegio. Se trago enterito mi cuento.

Bien no estaba planeado pero ahorraría más tiempo a Harry para la distracción de Umbridge. En el momento que ella salga de su despacho Harry ya habrá entrado.

Hermione niega la cabeza con desaprobación pero no dice nada y yo menos. Así que me apresuró para ir al lugar de encuentro con Harry que estaba tan cerca. Mi corazón late por la adrenalina y estoy tan distraída que empujó sin querer a los otros compañeros que lucen de lo más tranquilos.

Pero entonces las cosas en mi vida, caen en picada, las soluciones, las mentiras e incluso mi vida actual, desaparecian lentamente.

Antes de llegar al salón de Defensa contra las Artes oscuras, alguien me detiene. Ese alguien es Cedric Diggory, mi Cedric Diggory, el Verdadero.

—¡Ellie! —grita mi nombre con el tono de costumbre.

—Ahora no, Cedric —dije aún sin percatarme —Voy tarde a un lugar.

Me volteo pensando que me dejara ir.

Sin embargo el pasado a veces vuelve y si no lo sueltas, te sujeta por los tobillos, haciéndote caer.

—Ellie —vuelve a llamar —Recupere la Memoria.

Es él.

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