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— No puede ser, no puede estar pasando esto - la voz rota de Emma la hizo bajar la mirada, sintiéndose aún más mal al escuchar los sollozos de dolor de la rubia.

— ¿Paro cardíaco? - susurro Yamagishi, notando de reojo como su amiga apretaba sus puños lastimados.

-Por favor, prepárense para lo peor-

— Tengo tanto miedo, Hina - confesó, recargando su cabeza en el hombro de su nueva amiga. Hina suspiro sin saber que decir, no había nada que hacer más que esperar.

-Ella está sufriendo por mi irresponsabilidad, Emma-chan, perdoname-

— ¡Takemitchy! - rápidamente volteo topando con un par de expresiones angustiadas.

— Mitsuya, Pehyan - susurro al verlos más cerca de ella.

— ¿Dónde está Draken? - cuestióno Mitsuya - ¿El está bien?

Sus ojos azules dejaron de mirarlos, acción que terminó de alarmar a ambos miembro de ToMan. Rápidamente llegaron a su lado, notando a la tan conocida rubia de ojos dorados llorar desconsolada.

— El perdió mucha sangre - habló Hanagaki, todos la miraron - En la ambulancia sufrió un paro cardíaco, no tenía pulso alguno.

— No puede ser - pauso el castaño, se veía molesto - Maldito Kiyomasa.

— Carajo - exclamó el pelilila, golpeando la pared con una mueca en sus labios.

Sus ojos grisáceos pasaron hacia la chica, notando el estado de esta. Sus ropas rotas y mojadas, su piel con manchas que seguramente eran moretones y con su rostro lastimado, aunque lo que más lo alteró fue ver la sangre en la mano vendada de la ojiazul.

— Takemitchy, será mejor que - fue interrumpido por una serie de pasos que los hicieron detenerse.

— Mitchy, ¿Qué mierda te paso? - hablaron en la entrada de aquel pasillo. Takemichi y Mitsuya rápidamente voltearon topando con los ojos negros e inexpresivos de Mikey.

— Mikey - susurro, ambos coincidieron miradas, en donde el chico bufo algo molesto al ver que su pregunta había sido ignorada.

La teñida camino hacia el rubio de coleta, quien la esperaba con sus manos en los bolsillo de su corto pantalón. Mikey podía sentir como estaba a nada de perder la cabeza, viendo cada vez más de cerca a la chica y sabiendo que su amigo del alma estaba muriendo.

La ojidorada al escuchar la voz del presidente de ToMan se separó de su amiga para mirarlo. Ambos coincidieron miradas, en donde los ojos de Emma se aguaron aún más.

— Mikey - lo nombró, el chico sintió el nudo en su garganta al ver aquella expresión en la femenina, estaba tan  destrozada.

— Draken esta en urgencia - informó la Hanagaki sin mirarlo directamente, no tenia la cara, no cuando le prometió protegerlo.

— Lose, escuche cuando lo dijiste - la miró, esperando volver a ver los orbes de la chica aunque esta evadia aquel contacto - ¿Dónde está la sala de espera?

— ¡Mikey! - grito Mitsuya, acercándose a su capitán seguido de Pehyan.

— ¡Mikey yo!

— Todos callense - ordenó Mikey, comenzando a caminar hacia los sillones de aquella sala. Todos los siguieron de cerca, esperando que su capitán hablara.

Mikey al sentarse mantuvo su cabeza estaba algo baja, mirando los pies descalzos de la chica. Takemichi camino hasta estar más cerca del Sano, quien miró hacia arriba intentando tranquilizarse y tranquilizar a sus amigos.

— Es un hospital, así que hay que estar callados - comentó el rubio, sus amigos asintieron algo avergonzados, su comportamiento no era apto en aquel momento.

— Perdón, Mikey tienes razón - susurro Mitsuya, el mencionado ni siquiera lo miró, manteniendo aquella expresión inmutable.

La chica miró hacia un lado, topando con la brillante luz roja de aquel letrero que mantenía la frase "Operación en progreso", provocando que sus nervios se intensificarán.

— Ken-chin - comenzó a hablar el ojinegro - Siempre fue alguien que mantiene su palabra - recordó - El siempre cumple. El no se va a morir aquí, no haría algo tan deshonroso - levantó la mirada, coincidiendo porfin con los ojos de la chica - Porque prometió que juntos dominariamos todo el país - sonrió cerrando sus ojos por escasos segundos  - Así que, Emma, Mitsuya, Peyhan y Mitchy - los miró a todos - Crean en Ken-chin.

Sin notarlo, los nervios y frustración desaparecieron del cuerpo de Takemichi ante las palabras del chico, palabras que la llenaron de paz tanto a ella como a cada uno de los chicos, quienes sin ssberlo pedían a gritos que los tranquilizaran aunque les mintieran.

-El aún que todo se vaya a la mierda sigue calmado, sabe que no resolverá nada si cae en la desesperación. Mikey, eres increíble-

Decir que sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde la llegada de Mikey sería mentir con descaro. Los nervios y el miedo a lo que podría pasar era lo único que se podía percibir en el cuerpo de aquellos adolescentes, aunque estas emociones eran aún más fuertes en dos rubios.

— Mitchy - la chica lo miró, sus uñas se encakafon en su palma  - Pase lo que pase - sonrió y tomó su mano sin apretar  - Gracias, se que hiciste todo lo que estaba a tu alcance.

-No, no, si Draken muere no deberías de agradecerme, no cuando talvez pude haber hecho más-

— Mikey si todo sale mal - se levantó, mirando de reojo como el foco cambiaba después de tanto tiempo a verde - Odiame toda tu vida.

Sin decir más dejo al chico y camino hacia la puerta de operación. Todos pronto se acercaron hacia la puerta con algo de miedo por lo que podría pasar. Mikey negó seguido de caminar, estando hasta atrás de sus compañeros.

— La operación terminó - murmuró la ojiazul, se ceño se frunció un poco mientras el latido de su corazón era desesperado.

Pronto la puerta de abrió y de ella salieron un grupo de médicos, uno de los hombres que estaba en la ambulancia se acerco a la chica. Su expresión era algo que no podías leer, asustando aún más a la teñida.

— ¿Usted es familiar del joven? - cuestióno, la chica por inercia asintió - El escapó de la muerte.

— ¿Huh? - sus ojos sin notarlo se llenaron de lágrimas. El médico sonrió bajó su cubrebocas, había notado de cerca la impotencia de la niña.

— La operación fue todo un éxito - dio la mejor noticia que todo aquel grupo pudo recibír esa lluviosa noche.

Y con emoción todos lloraron, sintiendo el alivio porfin recorrer su cuerpo después de tantas horas de agonía. Draken estaba a salvo, Draken estaba vivo.

– Usted como familia le pido que en un momento vaya a la recepción, será adecuado llamarle a sus padre - comentó, la chica asintió frenéticamente, no importaba el dinero o el regaño de su madre, Draken estaba bien.

– ¡Take-chan, lo hicimos, salvamos a Draken! - exclamó feliz el de gafas, la chica sonrió aun con lágrimas en sus ojos.

— ¡Lo hicimos! - grito, abrazando al de coleta y juntos dando una serie de saltitos.

— Callense ustedes - dijo el pelilila aunque su rostro mantenía una sonrisa, estaba feliz, su amigo estaba con vida.

— ¡Hina! - lloriqueo la rubia abrazando más el cuerpo de su amiga de cabellos cortos.

La Tachibana sonrió con alivio, sintiendo al corazón de Emma alfin tranquilizarse y viendo con cariño a la Hanagaki, quien saltaba emocionada con cada uno de sus amigos, sin importarle el estado de su cuerpo. Unas lágrimas salieron de sus orbes, el alivio lleno su cuerpo al ver a sus amigas bien por aquella noticia.

— Esto es genial - sonrió Mitsuya, hasta que recordó algo - Cierto, los miembros de la Toman están esperando afuera, ¡Les voy a contar!

La chica dejó de brincar al escuchar al ojimorado, quien al terminar quiso correr hacia la salida del hospital.

— ¡Esta bien! - sonrió la ojiazul, viendo de reojo al castaño mirar el suelo - ¿Pehyan?

— Yo no puedo salir y enfrentar a todos - confesó, se sentía tan arrepentido. Mitsuya suspiro para después mirarlo de reojo.

— Entiendo - pauso - Sabes Peh, todos saben que tu estabas pensando en Pah - frunció su ceño - ¡Pero! El que más pensaba en Pah, era Draken.

— Mitsuya

— Todos los días, después de eso Draken fue con los padres de Pah en horario de visitas - confesó - El siempre llevaba provisiones para Pah. A esa persona, esa persona fue la que engañaste.

— Draken - susurro, el arrepentimiento aumentó en el castaño.

— Así que será mejor que te disculpes con Draken, Pah y todos los demás - dio vuelta y comenzó a caminar - Bienvenido de vuelva, Pehyan.

La vista del más alto se volvió borrosa ante la bienvenida de su amigo, había fallado sin embargo lo remediaria, agradecería aquella segunda oportunidad.

-Todo estaba bien-

— ¡Oh¡ la lluvia paró - comentó la ojisalmon al salir del hospital. Tras ella venían Emma y Takemichi, quien ya había sido "atendida" por una enfermera.

— Aug ¡¿Qué puedo hacer?! ¡Mira la hora! - se quejo Hinata - Ya son pasadas las doce.

— Ya es 4 de agosto - comentó la ojidorada a su lado.

— ¿Huh? - murmuró Takemichi, sus ojos azules se abrieron por la sorpresa al recordar algo importantes, su misión.

-¡Salva a Ryuguji Ken el 3 de agosto!-

— ¿Ya es 4 de agosto? - se cuestióno asi misma en un susurro, su cabeza estaba ligeramente inclinada a un lado con duda, hundida en sus pensamientos.

-Naoto-

Sus rodillas algo lastimadas impactaron en el pavimento, sintiendo el dolor ante el golpe, aunque no importaba. Su cabeza se agachó, mientras sus puños se apretaban con felicidad y sus ojos se llenaban de lágrimas.

-Logre pasar la noche, el 03 de agosto. ¡Mi misión de "proteger al Draken" fue todo un éxito!-

— ¡Si! - grito, dejando salir el desbordante sentimiento de su corazón.

Ahí fue, con la mirada de los miembros de ToMan en ella, que se dejó llevar y se desahogo como nunca lo había hecho. Llorando porque alfin había soltado lo que más le dolia, llorando porque alfin tendría una vida plena, porque Hina estaría en su futuro, porque Mikey estaría con Draken.

— Estoy tan feliz - susurro, levantándose del suelo y mirando de reojo a la ToMan abrazarse por aquella tan linda noticia.

-Todo es perfecto-

Con cuidado sacudió su kimono, debía de esperar a que su madre llegara y la llevara de nuevo a casa. Una mueca apareció en su rostro al recordar el estado de aquel Kimono, su linda madre la mataría.

Su mirada paso de su vestimenta a la pandilla de Mikey, y hablando de Mikey ¿Dónde estaba?

— ¿Mikey? - nadie volteo, más que Mitsuya aunque fue por escasos segundos.

Despacio comenzó a caminar mirando a todos los lados posibles la precensia de aquel chico de lindos y enigmáticos ojos. Comenzó a desesperarse, hace tan solo un rato lo había visto en la sala.

— ¿A dónde fuiste, Mikey? - preguntó al aire, hasta que en una esquina lo vio, haciendo que su andar se detuviera - ¡Oh!

Iba a comenzar a caminar hacia el Sano, sin embargo se detuvo al notar el semblante del mayor. Quien sin levantar la mirada se arrastraba hasta sentarse, recargando su espalda en la fría y mojada pared.

— ¡Gracias a Dios! - exclamó con alivio, llevando una de sus manos hacia su rostro.

Su cuerpo daba pequeños pero para la niña notables temblores, preocupando a la Hanagaki

— Kenchin - ahogo un sollozo, alejando sus cabellos de su rostro y permitiendo sin que nadie estuviera que las lágrimas salieran a flote.

Aquellos ojos azules obtuvieron un nuevo brillo mientras miraba al Sano. Recordando el como aquella imagen inquebrantable estaba siendo rota frente a ella, en la soledad.

-Te estabas haciendo el valiente, para alentar a los demás. Aunque quien más sufría eras tú, no lo dejaste ver y preferiste apoyar, dejando de lado tu dolor hacia Draken-

Sin notarlo la Hanagaki comenzaba a acercarse al chico, quien seguía llorando desconsolado o bien así era hasta que noto la presencia de la teñida. Rápidamente levantó la mirada, limpiando las lágrimas que sin pena seguían cayendo.

— Mikey - susurro, colocándose en cuncliyas frente al mayor - Debió de ser horrible para ti - recordó la primer versión del chico, versión que había perdido su pilar, Draken.

— Mitchy, no se de que hablas - aúnque estuviera debil parecía no dejar que los demás lo vieran - Tienes que volver a casa.

— Imagino lo que sentiste, el miedo constante, como si de una pesadilla se tratara - pauso, tomando entre sus lastimadas manos, las manos del chico. Coincidiendo miradas, fue como la chica le sonrió con calidez, haciendo desbordar al Sano - Draken esta bien, todo acabó, todo está bien.

Y como si aquellas simples palabras fuera algo mágico, el Sano se hecho a llorar aún más fuerte, soltando las manos de la chica y lanzándose a abrazarla con fuerza.

Takemichi no se molesto ante aquel impulsivo acto, al contrario, sonrió y abrazo con cariño al ojinegro. Sintiendo su hombro mojarse por su llanto, y escuchando sus pequeños sollozos.

— Estaba tan preocupado, aun más cuando dijiste eso - pauso - Mitchy, yo jamás podría odiarte, no - lloriqueo apretando más aquel tacto, ansiando que aquella calidez no lo abandonará, no está noche.

— Ya no tienes de que preocuparte, Mikey - intento no llorar - De ahora en adelante todo estará bien, tu futuro estará bien, y gracia por no odiarme.

— ¿Estarás conmigo toda mi vida? - preguntó en un susurro apenas audible. La Hanagaki apretó más aquel abrazo, dejando caer su cabeza en el hombro de Mikey.

— Si - confirmó, dejándose llevar por la frialdad en la aura del mayor - Es una promesa, Mikey.

-Sin importar que, el futuro será estupendo-

-10 de agosto, a pasado tan solo una semana desde el insidente del 03-

— Sin duda es linda - susurraron unos niños, quienes miraban a la chica caminar con sus amigos.

— ¡Si! Es increíble que ella haya calmado la "Pelea de los 83" - exclamó otro sorprendido.

-Rumores acerca de "Mi asaña" se exparcieron por las calles, patético-

— ¡Takemichi-Sempai! - se inclinaron frente a ella, la chica hizo una mueca ante el acto aunque para Yamagishi fue bien aceptado.

— Su herida esta algo lastimada aún, así que - pauso el castaño - ¡Nada de saludos!

— Oh, ¡Una disculpa Hanagaki-San!

-En un instante, me convertí en el centro de atención de los delincuentes en Tokyo-

— ¡Es fascinante! - grito el de coleta, jalando la horrible camisa gris de su amiga - Si seguimos así nuestro sueño de gobernar Japón se hará realidad.

— Yamagishi no - suspiro Akkun, creyó que aquella estúpida platica era mentira.

— Aunque si sigues vistiendo las viejas y anticuadas camisas de tu padre no lograremos nada - se cruzó de brazos, mirando con reproche la vieja camisa.

— Las camisas de mi padre son geniales, además, odio que estén haciendo reverencias cada cinco segundos - se quejo molesta, talvez en otra época hubiera amado la atención recibida.

-Cada maldito día soy saludada por niños y delincuentes menores, además de que no hay hora en que los miembros de ToMan no estén dándome atención. Siendo que hace poco tiempo me aborrecian por ser una chica y tener la intención de pelear-

— ¿Qué tal su herida? - preguntaron, la chica miró su venda.

— Ella es tan genial, escuché que se metió en la pelea entre Mikey y Draken - suspiro - Ella no es como las otras chicas, apuesto que no le tiene miedo a nada.

-La gente comenzó a creerme superior a otras chicas, no sólo por aquella pelea si no por el hecho de querer estar en las pandilla siendo mujer en pleno 2005, repito, patético, cualquiera con ánimos podría. Comenzando a llamarme "Leyenda"-

Sin notarlo ya estaba frente al tatuado, quien la miraba horrorizado o más bien miraba a su camisa horrorizado.

— ¡Vine a visitarte! - exclamó emocionada, había estado viniendo todos los días con sus padres. Aunque el tatuado estuviera inconciente.

La razón era su castigo, puede recordar a la perfección los gritos horrizados de su dramático padre así como la mirada molesta y preocupada de su madre. Además de las lágrimas apenas visibles en los ojos marrones de la mujer al ver su viejo y antes lindo atuendo.

— Que fea camisa - dijo sin delicadeza al verla cerrar la puerta, la chica hizo un pequeño puchero mirando el logo algo desgastado de la prenda.

— ¡Oye! No está tan mal - intento convencerlo aunque no funcionó. Draken seguía con cara de asco ante su vestir.

— Jamás pensé que vistieras así, con eso de que siempre traes tu uniforme - bufo - Apuesto que es del 70, es mas vieja que mi casa probablemente.

— ¡Claro que lo es! Mi padre me la regalo, es de su adolescencia - el chico sonrió ante la molestia de Takemichi, quien sonrió seguido de caminar hacia el herido.

— Sabes creí que estarías hechando ojitos y vistiendo más decente ante la atención que estas recibiendo - supuso al verla frente a él - Con eso de que eres la chica más genial de todo maldito Tokyo.

— ¡Augh! Ni me lo recuerdes - hizo una mueca - Odio que estén hostigandome cada 2 por 3 - pauso - Sabes mi padre tuvo que correr 3 veces al mismo grupo de chicos quienes solo fueron a mi casa a preguntar por mis estúpidas heridas.

— Sobre eso, ¿Tus padres vinieron contigo a tu chequeo? - cuestióno, acomodándose en la camilla, mirando de reojo la puerta con la esperanza de ver a los padres de Mitchy.

Por sus heridas habían estado llendo al hospital (gracias a su padre algo paranoico) por chequeos algo estúpidos desde su perspectiva. Además de pagar la deuda en la que se habían metido por Draken, quien era ahora conocido como el "Nuevo mejor amigo de su niña".

— Mi madre ya te dijo que no piensa hablar contigo sobre el dinero - suspiro, la mujer ni siquiera llamó a casa de Draken, sólo dijo que ella pagaría hasta la última torunda del Ryuguji, cosa que no le gustó al herido.

— Hablare aún así con ella, le pagaré todo el dinero, no quiero deberle nada a na - la mirada de la chica lo hizo parar de hablar.

— Draken, no pagarás nada - ordenó, su cabeza comenzaba a doler - Y lo último que te recomiendo ahora es hablar con mis padres, no están nada felices por el 03 de agosto.

Ambos se quedaron en un silencio, la chica miraba la ventana mientras el mayor miró el suelo, topando con aquella bolsa blanca.

— Oh lo había olvidado - levantó la bolsa, viendo el contenido de esta para después dársela a la teñida - Esto es de Mikey, el me dijo que te lo diera.

— ¿Un toppuku? - lo sacó de la bolsa, notando rápidamente por los kanjis y colores que era de la ToMan.

— Si, es el toppuku que usaba Mikey cuando se fundó ToMan - su cara se torno sería - Es algo tan preciado para los miembros de ToMan, como sus propias vidas.

La chica bajó la mirada hacia la prenda, por su mente paso la imagen de Mikey vistiendola. Aquello la hizo dudar.

— ¿Porqué me esta dando algo como esto? No lo merezco - habló, mirando a Draken con una pequeña mueca.

— Me dijo que te diga "Si es que lo usas o no, depende de ti" - sonrió - "Pero, de cualquier forma, me gustaría que lo tengas". Mitchy, ToMan tiene una gran deuda contigo, nadie negara eso, por lo que eso también va para mi.

La ojiazul dio unos pasos hacia atrás al ver al Ryuguji levantarse de su camilla. Antes de que la chica pudiera reclamar sobre aquella acción, el más alto se adelantó.

— Voy a mostrarte mi gratitud formalmente - dijo, seguido de dar una reverencia ante la chica con la luz del sol frente a ambos - Gracias, cuida con tu vida ese toppuku.

El corazón de la chica se lleno, la inseguridad que sentía sobre aceptar aquel tan preciado obsequio se desvaneció como si de polvo se tratara.

— Esto era de Mikey - alzó el toppuku - Un pandillero, "El invencible Mikey", es algo difícil de superar - pauso - Me pregunto si siendo una mujer es posible llenar este traje.

— Mitchy, no importa si eres un chico o no, te puedo asegurar que lo lograrás - miro la ventana - Ve a hablar con el.

— ¿Huh?

— Sigue durmiendo en el techo, a estado algo raro desde el 03 de agosto - sonrió recordando los nervios mal escondidos del más bajo - Aún más contigo, así que creo adecuado que hables con el.

-¿El 03 de agosto? No será por aquel..-

De inmediato sus mejillas se colorearon de un color carmesí ante aquellos recuerdoz que parecía haber olvidado por completo. El perdón, su mano sobre la suya, el casi beso y aquella promesa.

— ¿Entonces si tienes algo que ver? - se burló al ver las mejillas de su amiga.

— ¡¿Qué?! ¡No se de que hablas!

— Si claro - su voz se lleno de ironía - Dicelo a tu cara, pequeño tomate.

— ¡Draken!

El viento golpeaba su cara, meciendo con delicadeza sus algo largos rizos. Sus ojos azules miraron hacia enfrente, viendo con uan sonrisa al chico de coleta disfrutar del viento.

— Mikey - lo llamó, el mencionado abrió sus ojos de la nada, sin mirarla habló.

— En lo más mínimo - se levantó, dándole la espalda a la Hanagaki.

— ¿Huh? - murmuró.

— No puedo quitarme esta sensación de duda - miro los edificios enfrente suya, parecía estar en un transe que confundio a la femenina - ¿Porqué razón Hanma provocó a ToMan? ¿Pará qué pelearán entre sí? - cuestióno, su mente desbordaba de dudas - ¿Porque uso al grupo de Kiyomasa para intentar matar a Kenchin?, Y mi mayor misterio - la miró de reojo, la chica trago saliva - La que se dio cuenta antes que todos, del conflicto interno y que Kenchin estaba siendo cazado además de después intentar detenerlo tu Mitchy - volteo hacia ella, mirándola desde arriba con frialdad.

— ¿Qué?

— ¿Quién eres tú? - ladeo su cabeza, deseando respuestas que parecían no llegar.

— Y-yo

-¿Puede ser que Mikey lo descubrió todo? ¿Es adecuado contarle?-

Un tortuoso silencio los rodeo, un silencio que era desviado por el sonido del viento. Mikey miraba en espera de respuestas, mismas que la chica se negaba a aclarar.

— ¿Ah? ¿Qué con esa camisa tan patética? - cuestióno de la nada, sus ojos negros se suavizaron - Jamás imagine que te vistieras así.

— ¡No es patética! - apuntó su ropa que consistían en la vieja camisa con un pescador negro - No suelo vestir así, es día de lavandería.

—... - la risa de Mikey la hizo voltear, el chico ahora estaba a su lado - Como sea, es gracias a ti que Kenchin esta vivo.

Extendió su mano hacia Takemichi, en espera a que esta la tomará.

— Gracias, Mitchy, por lo de Kenchin y por lo de la otra noche - la chica trago saliva para después tomar con cariño la mano de Mikey.

Con el viento soplando en su cara sintió la tan conocida corriente recorrer únicamente su mano. Esto la alteró, era imposible hacer un viaje al tomar la mano del Sano, aunque antes de que pudiera decir algo un recuerdo atacó su memoria.

En el lugar se podían apreciar múltiples personas, cada una poseia una vetimenta negra mientras rodeaban lo que parecía ser un ataud.

La mujer de largos y rizados cabellos negros se acercó hacia la multitud, poseia un vestido negro con un saco del mismo color. En su rostro se apreciaban tenues lágrimas, mismas que parecían no dañar su maquillaje.

— Cumpli mi promesa, pero tu no la tuya - susurro, mirando lo que había dentro de la caja negra - Me preguntó si es egoísta desear que estés junto a mi, aun sabiendo la mierda de vida que tuviste.

— ¡Oi, Take-chan! - la mujer volteo, topando con los ojos castaños de su mejor amigo - Será mejor que te despidas rápido, el jefe te espera.

La pelinegra miró nuevamente el ataud, sus ojos deliniaron con amor las facciones tranquilas del hombre, intentando grabar en su memoria después de tantos años aquella expresión tan apaciguada.

— Si es egoísta - sus labios rojizos sonrieron - Espero y porfin descanses en paz, Mon-chéri.

-¿Qué había sido eso? ¿Quién era el del ataud? ¿Porqué Yamagishi estaba ahí? ¡¿Qué fue eso?!-

Miles de preguntas habían aparecido en su mente tras soltar con miedo la mano del Sano, quien algo curioso sólo la vio alejarse de él y salir del techo con bolsa en mano.

Dejo salir un suspiro con la intención de relajarse, talvez aquel recuerdo no era nada más que algo por el estrés que había estado teniendo todos estos días por lo de Draken o su padre. No debia de preocuparse.

-Salvé a Draken, así que no debo de preocuparme-

Caminaba por las calles de Tokyo, haciendo que la hora de irse sea más lejana. Realmente deseaba quedarse en el pasado y vivir su adolescencia.

-Mikey, Draken, Hina, Akkun; siendo honesta me encantaría quedarme con ustedes por siempre pero, ahora debo volver a casa, a mi época-

Mirando hacia atrás recordaría esta experiencia como una de las mejores en su vida, sin duda jamás olvidaría esta aventura ni mucho menos a quienes conoció gracias a su accidente.

-Todos, hasta pronto-

Con el sol del atardecer sobre ella fue como sonrió y corrió hacia la casa de Hinata. Con la idea de que al volver a parpadear la volveria a ver a su lado, con la idea de que al mirar hacia enfrente vería a la gran espalda de Draken, con el sueño de que al sonreír vería aquellos cabellos rubios mecerse mientras sus oídos se llenan con la risa de Mikey.

-El futuro perfecto-

HOLA HOLAAA

ESPERO Y SE ENCUENTREN BIEN ADEMAS DE QUE LES HAYA GUSTADO ESTE CAPÍTULO.

MÁS DE 4K PALABRAS, SIN DUDA ME ESMERE ASÍ QUE DENLE AMOR O SIN DUDA HABRÁ CONSECUENCIAS, A SE CREAN. LO QUE SI ES QUE TALVEZ HAGA CAPÍTULOS MÁS CORTOS, NOSE USTEDES DIGAN.

LA NETA ME GUSTÓ MUCHO ESTE CAPÍTULO, CREÍ QUE LO ODIARÍA PERO AL FINAL SI ME ENCANTO. LA INTERACCIÓN ENTRE MITCHY Y DRAKEN LA AMO, SON BFFIS.

LOS MOMENTOS MITAKE QUE LES DI SIN DUDA AYUDARÁN A LO QUE SE VENDRÁ EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO.

COMO HAN NOTADO NO SIGO AL PIE DE LA LETRA EL MANGA, NO ME GUSTA ADEMAS DE QUE SI QUIERO LEER ALGO IGUAL AL MANGA.. MEJOR ME LEO EL MANGA, DAHH.

JAJSJAJJS

PERO BUENO ACÁ QUISE PONER LO DE LAS TIPOS VISIONES QUE TUBO TAKEMICHI SOBRE SENJU. SOLO CON EL DETALLE QUE ACÁ ES MIKEY, CHAN CHAN.

OTRA COSA DE LA QUE DESEO HABLAR ES SOBRE LO EMOCIONADOS QUE ESTÁN SOBRE EL TRÍO POLIAMOROSO, LA NETA ESTOY PENSANDO MUCHO SOBRE ELLOS Y SIN DUDA ME ENCANTA.

AHORA HABLEMOS DE OTRA COSA, ME ENCANTARÍA QUE SI LLEGASEN A VER ALGUNAS DE LOS HISTORIAS EN OTRAS  PLATAFORMAS QUE NO SEAN WATTPAD ME LO INFORMEN, UNA PERSONA ME A ESCRITO DICIENDO QUE VIO ÁTROPOS FUERA DE WATTPAD.

ME PARECE MUY MALO QUE ESTO PASE YA QUE YO NO DI PERMISO O ALGO ASÍ PARA QUE OTRA PERSONA PUBLIQUE MI HISTORIA. ES CLARO QUE SI ALGUIEN VIENE Y ME PIDE PERMISO YO CONSIDERARÉ ESTO, SIN EMBARGO NO LO HARÉ SI TE VALIÓ LOS DERECHOS.

CAMBIO DE TEMA, GENTE A MI PERSONA SE PUEDEN REFERIR CON AMBOS PRONOMBRES (ella/el) NO TENGO PROBLEMA ALGUNO, LA MAYORÍA SE REFIERE A MI COMO ELLA LO CUAL ESTA PERFECTO, AL IGUAL QUE SI ME DICEN EL.

SIN MAS QUE DECIR TENGO UNA PREGUNTA Y ES

¿HASTA EL MOMENTO CUAL A SIDO SU CAPÍTULO FAVORITO?

LOS LEO

—HASTA EL CAPITULO 18—

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