໒✦❫⋮ Celo

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¿Cómo es el celo de los Omegas? Era el título de aquel artículo que había escogido Taehyung mientras investigaba y se informaba para sus propósitos. No sabía absolutamente nada sobre el tema, solo tenía de referencia a su madre y a Seokjin por ser los Omegas más cercanos a él.

¡Y de ellos tampoco sacaba nada! Solo sabía que cuando su celo llegaba ambos se ausentaban; Seokjin faltaba a clases y su madre salía con su padre a otro lugar. ¿Por qué se iban? Ni idea, y tampoco le preguntó en algún momento.

Más todas estas dudas fueron resueltas al terminar de leer sobre el tema más a fondo, y con las mejillas calientes y el corazón latiendo con fuerza se tapó con sus gruesas frazadas sumamente avergonzado sin razón alguna.

Oh, así que de eso trataba el celo.

—N-no puedo hacer eso —murmuró bajo, solamente para él—. Es demasiado.

El artículo lo decía expresamente; "el celo es un período en el cual Alfas y Omegas buscaban una pareja para poder saciar su apetito sexual". Un apetito sexual al que Taehyung no le prestaba atención. ¿Acaso eso se sabe? Porque ese tipo de cosas no eran importantes para él.

Sí, se despertaba con erecciones, las cuales bajaba con una ducha fría. No sentía necesario el hecho de tocarse a sí mismo, y las veces en que lo había hecho eran muy contadas. La sexualidad no era algo que atraía a Taehyung, ¿estaba mal? No, solo que su atención estaban en otras cosas.

Ahora bien, cómo un chico, que no le interesaba ese tema, podría fingir que estaba ardiendo en deseo por ser tocado por un Alfa. Taehyung era muy bueno actuando, pero existían límites y ese era el suyo.

"Los Alfas no se resisten a un Omega en celo, incluso estos pueden inducir el del Alfa para poder pasarlo juntos" también explicaba la página, y Taehyung dudó.

—¿Y si....? —la idea de que Jungkook sucumbiera ante él era bastante tentativa, y a pesar de su gran vergüenza podía aceptar de que, si fuese su amigo, no dudaría en dejarse hacer. Aquel pensamiento solo logró que sus mejillas quemaran aún más—. ¿Qué mierda estás pensando? Pervertido.

Pero muy contrario a sus palabras, su mente tomó vida propia, recreando un sinfín de imágenes que aceleraban su corazón y lo volvían solo un poco sensible.

Jungkook sobre él, Jungkook castigando sus labios con lujuriosos besos, Jungkook recorriendo su cuerpo con lamidas y mordidas, Jungkook jadeando, Jungkook gruñendo de placer, Jungkook haciéndolo gemir, Jungkook enterrándose en él sin piedad, Jungkook reclamándolo como suyo.

—¡Yaah! —se quejó, sentándose en la cama y sacudiendo su cabeza como si de esa forma podría enviar lejos aquellos pecaminosos pensamientos. Su miembro pulsante lo hizo sentir sumamente culpable, y estuvo tentado a ponerse a llorar ahí mismo por la vergüenza—. ¡Ni pienses que voy a tocarte, asqueroso! Te irás con el baño más frío del mundo.

Se levantó de la cama y siseó un poco al caminar, sintiendo el roce de su pantalón de pijama sobre su erección. Buen día para no usar ropa interior. Entró al baño de su habitación y se desnudó, entrando sin pensar mucho en la ducha, abriendo la regadera y dando un salto en su lugar al sentir la helada agua caer en él.

Permaneció ahí, tiritando de frío, y miró de reojo hacia abajo, suspirando aliviado al ver que su problema estaba bajando.

—Una cosa es que me guste Jungkook, pero nunca seré un enfermo como para tocarme pensando en él —dijo, aún debajo de el agua.

💜

Taehyung despertaba de su pesado sueño gracias a los toques de su madre sobre su rostro y frente, manteniendo una expresión preocupada. Sentía un poco de dolor de cabeza, y sus músculos dolían, imposibilitado la tarea de moverse bien.

—Cariño, tienes fiebre. Supongo que tampoco te sientes bien —dijo la mujer, acariciando la mejilla de su hijo—. Me preocupé cuando no bajaste a desayunar, y te encuentro así. ¿Te mojaste con lluvia o algo?

«Oh, no, mamá. Solo me mantuve bajo el agua fría por más de una hora ayer en la noche porque me negaba a masturbarme en nombre de mi mejor amigo» pensó, sufriendo las consecuencias de sus actos.

—No lo sé —susurró en voz baja.

—Es mejor que te quedes en casa, no vaya a ser que contagies a alguien más —Taehyung simplemente asintió—. No parece ser gripe, pero de igual forma es mejor que te quedes a descansar solo por hoy. Tu padre y yo debemos trabajar, ¿estarás bien solo?

—Sí, no te preocupes —le restó importancia, cerrando sus ojos con cansancio—. Solo necesito dormir un poco, ya verás como se me pasa todo.

La mujer hizo una mueca, no muy conforme con dejarlo solo, pero justo ese día tanto ella como su esposo estaban saturados de trabajo.

—Promete que me llamarás si te sientes peor o necesitas algo —el chico solo asintió. Tomó la pastilla y el vaso de agua que había llevado—. Ten, tómate esto.

Taehyung tomó el médicamente, y luego se giró en la cama, dispuesto a dormir por un rato largo más. Sintió a su mamá dejar un beso en su mejilla y luego salir de la habitación, dejándolo a solas para poder descansar como quería.

💜

La humedad en su frente lo hizo arrugar sus ojos por lo incómodo que se sentía. Llevó su mano hasta su frente, pero otra la tomó, quitándola del camino.

—¿No dijiste que tenías trabajo? —le dijo a su madre—. Solo quiero dormir, verás que luego me pongo mejor.

—No soy tu madre, Tae, y solo dormir no bajará tu fiebre —Taehyung abrió los ojos finalmente y miró a Jungkook con sorpresa, sintiendo sus nervios dispararse al tenerlo tan cerca de sí. El contrario cambió el paño de su frente por otro más fresco y ladeó su cabeza con curiosidad—. ¿Tengo algo en la cara? Pareciera que estás viendo un fantasma.

«¿Será algún sueño húmedo?» siguió mirando a Jungkook con recelo, mientras este solo se dedicaba a cambiar los paños cada cierto tiempo, y a dejar suaves caricias en su pelo. Sacó su mano y la acercó hasta el rostro de Jungkook con cautela, percibiendo que sí, se sentía bastante real, pero no se quería confiar así que formó su mano un puño y golpeó la mejilla del mayor.

—¡Ah! ¿¡Qué te sucede!?

—Ah, sí eres real —suspiró aliviado, mirando a Jungkook sobar su mejilla con una expresión de no entender nada—. Venga, no te golpee tan fuerte.

—¿Cómo es eso de ser real? ¿Acaso estabas alucinando de la fiebre?

—No es nada —movió mano restándole importancia—. ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar en clases.

Jungkook cambió el paño de la cabeza de Taehyung y se encongió de hombros. —Me encontré a tu mamá cuando se iba y le pregunté por tí. Me dijo que estabas enfermo así que me quedé contigo para cuidarte.

Taehyung desvió su mirada. —No era necesario.

—No, no lo era —estuvo de acuerdo Jungkook—. Pero quería hacerlo... tus mejillas están más rojas, supongo que la fiebre aún no baja por completo, creo que deberías tomar un baño.

—Estoy bien.

—No lo estás. Ve a ducharte mientras te preparo algo para comer porque algo me dice que no has desayunado —iba a replicar, pero Jungkook colocó su dedo índice sobre sus labios—. Déjame cuidarte, por favor.

Sin ganas de pelear, Taehyung se levantó de la cama y con flojera se dirigió al baño. Escuchó la puerta cerrarse y supo que Jungkook había abandonado la habitación. Se miró al espejo, y mordió su labio. Sus mejillas estaban rojas por todo esos pensamientos que no querían abandonar su mente, y el tener a Jungkook ahí a su servicio solo lo ponía más nervioso y sensible.

—Creo que leer tanto sobre ese jodido celo provocó que yo también tuviera una especie de período —bufó fastidiado, para luego analizar sus palabras. Una idea cruzó por su mente, pero negó inmediatamente—. No, no actuaré como un Omega en celo.

Pero la curiosidad picaba en su cuerpo. ¿Qué haría Jungkook si se le ofrecía de tal manera? ¿Lo rechazará? ¿Se asqueará de él? ¿O lo tomaría sin dudar? La idea de Jungkook aprovechando la oportunidad provocó que su piel de erizara y que en su estómago se desataran unos nerviosos calambres.

Mordió su labio, indeciso de sus actos. Ya estaba en un punto en el que ser Omega era un caso perdido, pero aún tenía la esperanza de ser lo que Jungkook necesitaba, y si alguien con quién pasar el celo era algo indispensable para el mayor, entonces podría hacerlo.

Podía usar perfumes, ser delicado, vestir y lucir bonito, y a pesar de que esas cosas no habían dado frutos, nada podía competir con algo más íntimo. ¿Podría llegar a atraer a Jungkook de esa forma? ¿Lucir atractivo a sus ojos?

—Debo intentarlo, ¿No? —se preguntó al espejo—. ¿Qué perderé? Empecé esto con un propósito, y no me daré por vencido hasta hacerlo todo, y esto será lo último. Si no llamo la atención de Jungkook de este modo, sabré que nunca más lo haré.

Tragó saliva y decidido recordó cada uno de los detalles del celo de los Omegas. Comenzó a llenar la tina, en vez de tomar una ducha. Colocó en el agua algunas esencias, recordando que el aroma de los Omegas se vuelve más fuerte y atrayente.

Una vez dentro, limpió con cuidado cada parte de se cuerpo, incluso afeitó esas zonas en las cuales los Omegas comúnmente no poseían ningún tipo de vello, —dato que sabía gracias a Seokjin y la vez que fueron a una piscina.

Salió de la tina y aplicó crema en todo su cuerpo, además de un bálsamo imperceptible en sus labios para que estos se mantuvieran humectados. Rodeó su cintura con una toalla y salió del baño, sintiendo alivio al ver que Jungkook aún no había llegado.

Buscó en su closet un bóxer y se lo colocó, además de uno de sus suéteres más grandes y anchos, vistiéndose con el y dejando sus piernas al aire, al igual que sus clavículas ya que la prenda se resbalaba por su hombro.

Se miró al espejo y sus mejillas volvieron a sonrojarse. —No puedo creer que estoy haciendo esto... —jadeó, y despeinó sus cabellos con nerviosismo. Se miró por unos instantes, y le avergonzó el verse vestido así, así que volvió a su closet para buscar un pantalón cuando la puerta del cuarto fue abierta nuevamente.

—Ya llegu- Oh... —Jungkook miró de arriba a abajo a Taehyung, y tragó saliva—.  ¿No crees que es muy poca ropa? —preguntó con lentitud.

Taehyung metió la cabeza dentro del clóset, y gritó sin soltar ningún tipo de ruido. Volvió a mirar a Jungkook y sonrió. —E-estoy bien. Tengo algo de calor.

—Está... bien —el mayor miró una última vez a Taehyung, y desvió su mirada rápidamente y señaló la puerta—. Tu desayuno está listo, así que baja a comer.

—¿Me llevas tú? —habló rápidamente Taehyung, y Jungkook lo miró curioso—. Aún estoy algo débil, así que sería agradable que me cargaras.

«¿Qué. Mierda. Estoy. Haciendo?»

—Uh, si eso quieres.

Jungkook se dio la vuelta, y se agachó lo suficiente para que Taehyung pudiese subir a su espalda. El menor llevó sus manos a su cuello y se impulsó hasta rodear sus piernas en la cintura del mayor, siendo sostenido por este al agarrar sus muslos de manera firme.

Aquel agarre provocó en Taehyung un exquisito escalofrío, y es que las manos de Jungkook eran calientes y duras en contacto con sus frías y suaves piernas. Enterró su cabeza en el cuello de Jungkook y aspiró el delicioso aroma a chocolate, que sentía un poco más pesado que otras veces.

—Tu aroma se siente fuerte, Kookie —susurró contra la piel del mayor—. ¿Por qué?

Jungkook apretó el agarre en sus piernas, y negó. —No es nada.

Taehyung abultó sus labios, y se acercó más al rostro de Jungkook. —Ya no me cuentas nada. No eres el de antes.

—Tú también has cambiado mucho. No me recuerdas en nada al antiguo Taehyung —iba a hablar, pero Jungkook lo bajó al llegar a la cocina—. Ahí está tu desayuno.

—¿Y tú?

—Comí en mi casa.

Asintió y miró los alimentos, encontrando todo de su gusto. Sonrió sin poder evitarlo, Jungkook lo conocía muy bien. —Siéntate conmigo.

—¿Qué?

—Que te sientes conmigo —repitió con expresión impasible, pero sintiendo que moría de la vergüenza por dentro—. Quiero mimos, ¿podrías abrazarme mientras como?

Sus mejillas ardían y mucho, pero se mantuvo firme en su lugar. Lo Omegas en el celo pedían por ser consentidos y mimados, eso decía aquel artículo. Vio como Jungkook quería negar, pero abultó sus labios nuevamente y el mayor suspiró.

—Vamos —tomó asiento en una de las sillas de la cocina, y sobre sus piernas tomó asiento Taehyung, quien inmediatamente se apoyó en su pecho y recargó su cabeza en su hombro.

—Abrázame —pidió Taehyung, y Jungkook rodeó su cintura con su brazo derecho, pero luego se arrepintió al ver cómo su suéter se levantaba y dejaba a la vista aquel boxer de color azul marino que poseía el menor, moldeando aquellas gruesas piernas de Jinyoung, incluso podía jurar que la prenda le quedaba algo pequeña y no lograba tapar todo—. Mejor~ ahora dame de comer.

—Estás muy mimoso, ¿tan mal te sientes? —dijo, y picó con el tenedor un trozo de comida, llevándolo a los labios de Taehyung quien lo recibió gustoso. Se perdió en la forma en que los gruesos belfos del Beta rodearon el tenedor, y tuvo que carraspear un poco para volver en sí.

—Me pediste que te dejara cuidarme, ahora te aguantas —abrió boca para un nuevo bocado, el cual vino unos instantes después.

Inconscientemente la mano de Jungkook comenzó a moverse por la cintura de Taehyung a modo de caricia, pero esta solo lograba que el Beta suspirara extasiado. Las manos de Jungkook sobre él se sentían increíbles, y su cuerpo hormigueaba ansioso por más, mucho más.

Con algo de atrevimiento, llevó su rostro nuevamente al cuello de Jungkook, y dejó en el pequeños besos a lo largo de la zona, y dejó escapar un suspiro cuando escuchó el bajo gruñido de Jungkook provenir desde su pecho.

—¿Qué haces? —preguntó Jungkook con voz grave, y Taehyung salió de su cuello para poder mirarlo directamente a lo ojos.

—Nada —respondió con falsa inocencia.

Otro gruñido salió de los labios de Jungkook, y se levantó del asiento junto a Taehyung, para luego volver a sentarlo.

—Termina de comer ahora mismo, luego te irás a descansar.

—¿Qué? Pero- —miró como Jungkook salía de la cocina y lo dejaba ahí. Tragó saliva y sacudió la cabeza—. De seguro solo tenía que ir al baño.

Pero sabía que era mentira. Básicamente se había ofrecido en bandeja, y Jungkook había escapado de él. Los Alfas no se resisten a un Omega en celo, así que él no obtendría ningún tipo de reacción en Jungkook.

Con algo de desilución, término de comer su desayuno, y salió en busca de Jungkook, subiendo las escaleras de su casa y dirigiéndose hasta su habitación, parándose en seco cuando abrió la puerta.

—Celo en Omegas, eh —dijo Jungkook señalando la laptop de Taehyung la cual estaba abierta en la página que había visto ayer—. Por eso te estabas comportando así.

—Jungkook, no es así —balbuceó e intentó acercarse al mayor, pero este se echó para atrás.

—Intenté ignorarlo, porque me decías que estabas cambiando por ti, pero ya esto es excesivo. Taehyung, no eres ni serás nunca un Omega, grábate eso. Eres Beta, así que acéptalo de una vez.

Los ojos de Taehyung picaron por las lágrimas, y bajó su cabeza avergonzado. —T-tú no lo entiendes.

—Tienes razón, no lo entiendo, y jamás lo voy a entender —el pecho de Jungkook subía y bajaba con pesadez—. Ya basta, Taehyung, deja ya de buscar ser algo que no serás nunca.

Un sollozo se escapó de los labios de Taehyung, y se abrazó a sí mismo. Jungkook respiró profundo. »Debes descansar, aún no estás bien.

—¿Te irás? —preguntó con miedo, y Jungkook negó.

—Estaré en la sala, pero no me quedaré aquí contigo. Estoy molesto ahora mismo, y no quiero decir o hacer algo que realmente no siento.

Gruesas lágrimas viajaban por las mejillas de Taehyung, pero Jungkook simplemente pasó por su lado, dejando al menor con el corazón destrozado al igual que sus ilusiones y esperanzas.

Su última opción no había servido de nada, así que estaba claro a sus ojos que Jungkook y él nunca estarían juntos.

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