໒✦❫⋮ Posesivo

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—Recuérdame porqué tengo que acompañarte.

—¿Porque eres uno de mis mejores amigos y me quieres mucho? —respondió dudoso Yoongi, sonriendo forzosamente.

Taehyung rodó los ojos, y movió su mano para restarle importancia al asunto. —Tienes suerte de que hoy esté de buenas, y el clima está agradable.

—Gracias, Tae. Prometo comprarte comida cuando quieras.

—Carne, mucha carne, y de la cara.

Yoongi levantó ambos pulgares, y el pacto quedó sellado entre ellos. Min le había pedido que lo acompañara a su prueba para entrar al equipo de fútbol del instituto, y al verse solo mientras Jisoo estaba en su club de actuación, y Seokjin en el de canto, no reparó mucho en aceptar la propuesta de su amigo.

Tomó asiento junto al contrario en las gradas del lugar, a esperas de que empezara la evaluación de los aspirante a pertenecer en el equipo.

—¿No deberías calentar un poco? —dijo tarjeta al mirar a algunos chicos estirarse en la cancha.

—No, que flojera.

Taehyung lo miró anonadado. —¿Qué?

—La prueba empieza dentro de una hora, así que todavía tengo algo de tiempo para relajarme.

—¿¡Una hora!? ¿¡Y por qué estamos aquí tan temprano!?

El chico colocó su dedo índice en los labios de Taehyung, callándolo en el momento. —Para ver a los demás jugadores. Saber quiénes son buenos y quiénes no.

—En estos momentos podría estar durmiendo de lo más cómodo —se quejó, alejando de un manotazo la mano de Yoongi.

—Ya, ya, no te quejes tanto, ¿Acaso mi compañía no es agradable? Un Alfa apuesto, bastante agradable, carismático y con un aroma irresistible.

—No me gusta la piña.

—Pero no negaste que soy apuesto, agradable y carismático —le guiñó un ojo—. Y la piña no es tan mala. Pocos alfas tenemos aromas así de dulces, ¿Qué otro sería mejor?

—El chocolate —respondió sin dudar, dejando salir una sonrisa tonta de sus labios.

Yoongi miró curioso su expresión, sabiendo exactamente qué Alfa poseía dicho olor. Si era sincero, no entendía muy bien lo que había entre Jungkook y Taehyung. Los dos eran tal para cual, y se notaba a leguas el gusto que sentía su amigo por el mayor, pero la actitud de Jungkook era indescifrable, porque en algunos momentos parecía como si el chico tuviera solo sentimientos de amistad por el contrario, pero en otras ocasiones sus ojos y acciones desbordaban cariño de pareja.

Además, de que parecía no notar los sentimientos de Taehyung, y si lo hacía porqué no hacía algo al respecto. Era todo confuso, y solo tenía ganas de golpearlos a ambos para que aclararan la situación. Ya tenía suficiente con Seokjin y su amor/odio con el coqueto sin remedio, y con Jisoo y su suerte de ser el crush de muchos, pero sin que nadie llamara la atención de ella.

¡Necesitaba el desenlace de sus historias! Ya no era tan divertido solo ver drama y drama y nada de amor.

—¡Hey, Taehyung!

El recién nombrado se giró y se encontró con Bogum, el amigo de Jungkook. Se sintió algo tímido al verlo, y solo atinó a sonreír levemente. —Hola, Bogum.

—Oh, hola, Yoongi, ¡Ah, hola, Bogum!

Taehyung golpeó a Yoongi, y este solo se quejaba sobando su brazo.

—Lo siento, Yoongi. Hola —Bogum rió y tomó asiento a un lado de Taehyung—. ¿Harán la prueba para unirse al equipo?

—Solo Yoongi, yo solo vine a ver. ¿Y tú? Que yo sepa estás en el equipo esgrima junto a Jungkook.

—El entrenador siempre me pide apoyo en estos casos, así que soy algo así como un auxiliar —explicó sencillamente. Bogum se dedicó a mirar a Taehyung, para luego sonreír de lado—. Hoy luces muy lindo, y el maquillaje te queda increíble.

Las mejillas de Taehyung se sonrojaron levemente, y bajó su mirada avergonzado. —Gracias, Bogum.

—No las des, bonito —levantó su rostro tomando su barbilla—. Iré a ver si el profesor necesita algo, así que te veo luego.

Le dedicó una sonrisa y se fue de ahí, dejando a Taehyung con un revoltijo en su estómago. Bogum era muy considerado con él, y a pesar de no ser muy cercanos, últimamente el chico mostraba más interés. Hizo una mueca con los labios, y apoyó su barbilla en su mano. Bogum era alguien genial, y siempre se encargaba de subir su ánimo diciéndole cosas que de cierta forma emocionaban su corazón, además de ser bastante apuesto, y con un aroma a roble que lograba desconcentrarlo por momentos, con las ganas de pedir más de ese tranquilizante olor.

¿Por qué Jungkook en vez de Bogum? Sí, desde que había cambiado su manera de vestir y usaba algo de maquillaje, el chico se había acercado más, pero no podía dejar de lado el hecho de que al menos él sí le decía algo.

Mientras Bogum eran puros "Luces bien", "Te vez lindo" y "Woah, Tae", Jungkook eran unos desalentadores "¿Por qué usas eso?", "No es tu estilo", "Usa otra camisa", "¿Por qué cambias tanto?".

Y si creyó que al ayudarlo con el maquillaje hipoalergénico, —el cual se sentía mucho más ligero y cómodo en su rostro— Jungkook no dejaba de repetirle que se veía mejor sin el, y que debía dejar de usarlo. ¡Pero Taehyung quería ser bonito! ¡Quería que Jungkook fuese más con Bogum en ese aspecto! Quería recibir halagos de su parte y no cuestionamiento de lo que hacía.

A él le gustaba como vestía ahora, incluso se sentía cómodo usando maquillaje, ¿Por qué tanto afán con hacerlo volver al pasado? ¿Es que no veía lo bien que se sentía consigo mismo?

—Justo ahora tienes una cara de que vas a llorar y no soy bueno consolando a las personas.

Taehyung miró a Yoongi y suspiró. —No es nada, solo tonterías mías.

—Si tú lo dices... —se encongió de hombros—. Por cierto, se nota que a Bogum le interesas.

—Sí, lo he notado. Desde que cambie un poco ha estado acercándose más a mi —hizo una mueca con los labios. Decirlo en voz alta no sonaba tan bien, es más, se sentía como si a Bogum le interesara el nuevo él y no el Taehyung de siempre—. Pero no es relevante, él es Alfa a fin de cuentas.

—¿Y?

—Yoongi, los Alfas deben ir con los Omegas, y los Betas con los Betas —dijo con una obviedad burlona, que escondía el verdadero dolor que le provocaba saber eso.

Yoongi frunció el ceño, y se permitió a sí mismo golpear la nuca de Taehyung a modo de regaño. —¿Por qué dices esas tonterías? Créeme, he visto Alfas enamorados de Betas, y Omegas que no toleran a los Alfas.

—Te juro que si vuelves a golpearme te mato —amenazó con voz baja y mirada enfadada—. Y no es una tontería. Los Alfas quieren cosas que solo los Omegas pueden cumplir.

—¿Como qué? ¿Poder tener cachorros? ¿Una marca en el cuello? Taehyung, esas son cosas sobrevaloradas. Existen miles de centros de adopción con miles de cachorros deseando alguna familia que los acojan. También he visto a Omegas llevar una marca de un Alfa a quien realmente no aman.

—¿Y si llega algún Omega que llame su atención? Su lobo será más fuerte y yo seré abandonado.

—La persona correcta te amará por completo, Taehyung, incluso su lobo aullará por ti —Yoongi tomó del rostro a Taehyung y lo miró directo a los ojos—. Yo soy un Alfa, y si no fuésemos amigos no dudaría en acercarme a ti, porque eres precioso tal cual como eres, y una increíble persona. No me importa si eres Beta, y quien te ame de verdad tampoco lo hará, así que entiende de una vez por todas que tu verdadera naturaleza no es impedimento para ser amado.

»Deja de luchar contra tu realidad, y afronta lo que eres; un ser valioso e irremplazable.

Taehyung se aferró a Yoongi en un fuerte abrazo, y cerró sus ojos con fuerza al sentirlos picar por las lágrimas que amenazaban con salir. —Lo intento, una y otra vez. Me digo a mí mismo que ya no vale la pena, pero vuelvo a lo mismo. Soy un tonto que no puede parar, Yoongi, porque necesito saber de verdad que ya es suficiente. Aún hay esperanzas en mí, y cada día que me levanto pienso en todo lo que puedo lograr. Solo... solo deseo hacerlo un poco más, y yo sabré cuando acabar.

Apretando un poco más el abrazo, Yoongi dejó un beso en la cabeza de Taehyung. —Solo te pediré algo, y es que cuando por fin te des cuenta de que ya no vale la pena seguir, te alejes de todo aquello que te lastima. Porque no me gusta verte así, y me sentiría aliviado al saber que esa etapa está cerrada para ti.

Taehyung asintió, sabiendo que el día en que supiera que era imposible ganarse el corazón de Jungkook su amistad no iba a ser la misma, y lo más sano sería alejarse definitivamente de su más grande añoranza.

💜

Yoongi logró entrar en el equipo, y Taehyung se quedó con las ganas de burlarse de él en caso de no haberlo hecho. Tomó sus cosas y se acercó hasta su amigo, tendiéndole una botella de agua. —Felicidades.

—Gracias, Tae —tomó del agua, y secó el sudor de su rostro con la toalla que se encontraba en su bolso—. ¿Puedo tomar un baño rápido? Juro que no tardaré mucho.

—¿No te puedes ir así y te bañas en tu casa?

—Es incómodo —Yoongi abultó sus labios, y juntó sus manos—. Volveré rápido, en serio.

Taehyung rodó los ojos. —Ya todos se están yendo, ¿Qué se supone que haré en ese tiempo?

—Puedo acompañarte un rato.

La voz de Bogum llamó la atención de ambos, y Taehyung se giró en su lugar para encontrarse con la suave sonrisa del chico. Tragó saliva, e iba a negarse, más Yoongi respondió por él. —¡Eso sería increíble! Woah, Bogum, viniste en el mejor momento.

—Yoon-

—Quédate con Bogum mientras me ducho, ¡No tardo!

Taehyung miró como Yoongi se iba en dirección a las duchas del instituto, y reprimió las ganas de gritarle hasta del mal que de iba a morir. Volvió a mirar a Bogum, e hizo una mueca con los labios.

—No es necesario que te quedes, puedo esperar a que Yoongi salga.

—No es molestia, Taehyung. Quiero hacerlo.

Sin permiso alguno, las mejillas del menor se calentaron y bajó la mirada para que no se notara tanto, pero ya Bogum lo había visto y rió por ello.

—Luces adorable cuando te sonrojas.

—¿Y-y dónde aprendiste a jugar fútbol? Lo haces bien —desvió el tema, no queriendo que sus mejillas ardieran más.

—Estoy en un club fuera de la secundaria, y como no quería ver lo mismo aquí pues entré en el de esgrima —explicó con sencillez—. Y no creas que no me di cuenta tu manera de cambiar el tema, eh.

Taehyung arrugó su nariz. —Es que dices esas cosas tan... repentinas. Siempre me tomas desprevenido.

—Deberías de saber que siempre que hablo contigo te diré algo así. Me gusta ver como reaccionas, eres lindo.

Su corazón latía emocionado, y se sentía cálida la forma en que Bogum lo trataba, pero comparado con las sensaciones que sentía cuando estaba con Jungkook, estas eran muy leves, casi inexistentes. Y es que Bogum lo hacía sentir bien, y su confianza se elevaba cuando lo escuchaba halagarlo, pero con Jungkook se sentía en casa, se sentía en su lugar a salvo. Él era su pilar, su mejor amigo y alma gemela. Era quien lo conocía mejor, y velaba día y noche por su bienestar.

No había momento de su vida en el que Jungkook no estuviera ahí, y no quería lo contrario, y podía asegurar de que era lo mismo en el contrario. No había Kim sin Jeon, y lucharía hasta el fin por lograr su cometido.

—Nunca habías hablado conmigo, pero ahora siempre te cruzas en mi camino. Pareciera como si te agradara más ahora que antes —dijo Taehyung luego de un rato, y miró a Bogum con interés.

El mayor rascó su nuca, y sonrió avergonzado. —No voy a negar eso, pero todo tiene una razón de ser. Siempre me he querido acercar a ti, pero creía que tú y Jungkook... ya sabes, eran pareja, y con el novio de tu amigo no te puedes meter.

Los ojos de Taehyung se abrieron sorprendido, y negó con rapidez. —¡Jungkook y yo solo somos amigos! Entre nosotros no hay otro tipo de relación, y no hay posibilidad de que la haya.

—¿Estás seguro?

«No y mil veces no» pensó, pero solo movió su mano restándole importancia al asunto.

—Muy seguro. Jungkook no me gusta y nunca lo hará, ¡Somos casi que hermanos! —rió de su gran mentira. Jungkook le gustaba y mucho—. Si querías acercarte a mi lo hubieses hecho desde hace mucho.

Bogum sonrió y luego miró detrás de Taehyung, sacudiendo su mano a modo de saludo. —Oh, hola, Kook.

Kook.

Mierda.

Se giró con lentitud, y su expresión decayó notoriamente al mirar al susodicho. —Jungkook...

La cara del mayor no tenía expresión alguna, y Taehyung no podía entender bien lo que Jungkook sentía en ese momento. ¿Estaba feliz? ¿Triste? ¿Emocionado? ¿Decepcionado? ¿Qué sentía Jungkook en ese momento? Se moría por saberlo, reconocer lo que rondaba por la cabeza del Alfa.

—Seokjin me dijo que estabas aquí, y vine a buscarte para irnos —dijo luego de un rato, con voz plana, carente de emociones—. ¿Nos vamos o...? —miró a Bogum y luego volvió su vista a él.

—¿Eh? ¡Ah, no! Estoy esperando a Yoongi, por eso no había regresado.

Jungkook frunció el ceño. —Yoongi lo vi de camino a la salida.

«De que lo mato, lo mato».

—Ese imbécil me dijo que vendría aquí por mí... —masculló entre dientes.

—Tae —llamó Bogum—. ¿Te gustaría ir por un helado?

—Taehyung y yo nos vamos juntos.

Se sentía acorralado, e intercalaba su mirada entre los dos, incluso podía sentir el aroma de cada uno mezclándose ente ellos. El chocolate y el roble danzaban en el aire, y comenzaba a marearse por eso. Iba a quejarse, pero una idea llegó a su mente.

Debía saber la reacción de Jungkook antes esto.

Tomó del brazo a Bogum y se abrazó a este, para luego mirar a Jungkook suplicante. —Me gustaría ir con Bogum, ¿Puedes irte solo esta vez? No creo que Bogum me deje volver solo hasta mi casa.

—Te llevaré yo mismo, bonito —intervino el chico, sonriendo orgulloso de ganar en esa ocasión.

Un Alfa no soportaría que alguien tomara a su Omega, porque tienen un instinto de posesión muy grande. Lo suyo es solo suyo, y no dejará que otro Alfa se los lleve, así Jungkook ahora mismo debería de estar gruñendo y peleando por él, reclamándole a Bogum por tomar a su pareja.

En el pecho de Taehyung burbujeaba una sensación ansiosa de saber lo que haría Jungkook por él, y cuando este lo miró contuvo la respiración, esperando por su reacción. Más se sintió decepcionado cuando Jungkook solo bajó la cabeza y asintió, para luego decir: —Está bien, puedes ir con Bogum si eso es lo que quieres. 

Miró a Jungkook irse, y unas fuertes ganas de llorar lo atacaron, viendo como a su amigo no le importaba en lo más mínimo que él saliese con alguien más. Si fuese un Omega, podía asegurar de que Jungkook hubiese luchado por él, pero no lo hizo, porque no era un Omega a fin de cuentas, y no era lo que Jungkook necesitaba en la vida.

Estaba muy cerca de llegar a su punto de quiebre, y poco a poco se estaba dando cuenta de que su meta inicial no parecía querer cumplirse.

💜

Escuchó ruido en su habitación, y poco poco su sueño se iba desvaneciendo hasta estar completamente despierto. Agudizó su oído, y escuchó claramente lo que estaba sucediendo en ese momento. Estiró su mano, y encendió la lámpara que se encontraba en su mesita de noche, y luego se sentó correctamente en la cama para mirar al intruso.

—¿Qué haces aquí? —preguntó y miró su reloj—. Jungkook, son las putas dos de la mañana. ¿No podías escojer una mejor hora para escabullirte en mi cuarto? O mejor, ¿Podrías dejar de meterte sin permiso?

Jungkook terminó de pasar a la habitación, y luego cerró la ventana. Sus cuartos quedaban a la misma altura, y un árbol estaba en medio, así que ese tipo de situación solía ser comunes entre ellos. O al menos lo era hasta hace dos años, que fue la última vez en que el mayor pasó a la habitación del otro.

El chico miró a Taehyung, y luego jugó con sus dedos. —No puedo dormir bien.

—¿Y qué? ¿Tengo cara de Lorazepam o alguna mierda para dormir? —alzó una ceja confundido.

Su salida con Bogum había sido genial, y luego de comer helado se dedicaron a pasear por el parque que se encontraba cerca, pero Taehyung no pudo disfrutar bien de la experiencia, teniendo en mente el indirecto rechazo de Jungkook para con él. Su humor estaba de color negro, y no tenía ganas de soportar al mayor en esos momentos.

—¿Puedo abrazarte? —preguntó Jungkook en un murmullo—. Eres mejor que la medicina para dormir.

Aquella respuesta lo dejó paralizado, y desvió su mirada para que Jungkook no viera su evidente sonrojo. ¿¡Por qué soltaba esas cosas!? Su corazón era débil, y aunque todo el día se sintió pésimo por la indiferencia de Jungkook al verlo estar con alguien más, aún seguía teniendo fuertes sentimientos para con él.

Apagó la luz de la lámpara y se acostó nuevamente. —Roncas y te pateo de regreso a tu casa.

Solo bastaron unos segundos para tener a Jungkook pegado a su espalda, logrando una perfecta posición de cucharita en la que él era la pequeña. No pudo evitar sentirse a gusto entre los brazos del contrario, así como tampoco pudo evitar echarse un poco más hacia atrás para estar más juntos.

—¿La pasaste bien?

—Jungkook, quiero dormir —se quejó con los ojos cerrados.

—Solo responde, ¿Estuvo bien tu salida con Bogum?

Taehyung abrió los ojos, y repasó el día en su cabeza. —Sí, fue agradable...

—Ah.

—¿Cómo que "ah"? ¿Solo eso dirás?

El silencio se asentó entre ellos, y Taehyung cerró los ojos nuevamente, dispuesto a dormirse, pero la voz de Jungkook resonó nuevamente.

—¿La pasaste mejor que cuando sales conmigo?

—¿A qué viene eso? —preguntó sin entender.

Se escuchó un suspiro por parte de Jungkook, y sintió como lo abrazaba más a él. —Yo... tengo miedo, ¿Sí? No quiero que me cambies por alguien más.

—Eso nunca pasará, tonto —negó y giró su cabeza para mirar directamente al rostro de Jungkook—. Nadie se compara a ti, y nadie ocupará tu lugar. Bogum a penas lo conozco, pero tú eres mi alma gemela, Kook. 

Jungkook lo miró unos momentos, antes de sonreír de lado, pero sin que esta sonrisa llegara a sus ojos. —Te escuché decirlo. Casi que hermanos.

Taehyung tragó saliva, y asintió sin muchas ganas. —Hermanos de otra madre —dijo con falsa emoción, ignorando el dolor punzante en su corazón. Volvió a colocarse bien, y cerró los ojos para poder dormir, pero arrugó su frente en cuanto sintió frío—. ¿Por qué dejaste de abrazarme?

—Ven y abrázame tú.

Se giró hasta Jungkook, y lo encontró con los brazos abiertos. No dudó en refugiarse en su pecho, y meter su rostro en su cuello para llenarse del aroma del mayor. Jungkook lo abrazó de vuelta, rodeando su cintura.

El chocolate se hizo más fuerte en el aire, y Taehyung miró a Jungkook con curiosidad. —Estás soltando mucho tu aroma.

—Te lleno con el —aclaró—. Me gustaría que olieses a mí. Tú y tu habitación. Así cuando salgas, todos me reconocerán en ti. 

Taehyung ladeó su cabeza curioso. —¿Por qué?

Jungkook sonrió y dejó un beso en la frente de Taehyung. —Es hora de dormir, Taetae.

Iba a reclamar, pero entre el calor que emanaba el cuerpo de Jungkook, estar entre sus brazos y rodeado del exquisito aroma de él, no tardó mucho en dejarse llevar en el mundo de los sueños.

«También es mejor que las pastillas la manera en que me haces dormir, Jungkook».

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