𝙲uat𝚛𝚘

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—Hola Jimin hyung—le revolvió los cabellos rubios.

El mayor estaba de espaldas, con las manos en los bolsillos, mirando distraído el patio de la escuela donde el resto de los alumnos disfrutaba el receso.

—O-oh, Kookie-susurró mientras una pequeña sonrisa se formaba al verle—. ¡Felicidades!

—¡Para ti igual! Ambos hicimos el trabajo, hyung, y ese diez también es tuyo.

Ah, sí. Habían obtenido como nota un diez, por lo que el trabajo estaba muy bien aparentemente.

—¿Vamos a sentarnos en esa banca?—señaló bajo un árbol, una banca de madera barnizada brillaba ante el contacto con el sol.

—Está bien—Jeon no tenía nada mejor que hacer, con lo que ir con su compañero no le venía mal.

Mientras en silencio caminaban, su celular vibró en el bolsillo de su campera, por lo que lo tomó entre sus manos y abrió directamente el WhatsApp. Tenía tres mensajes, de Taehyung únicamente.

Persona no civilizada ◡̈

Hola, Jungkook.

¿Cómo estás?👀

Persona no civilizada que le gustan mis galletas

Hola Tae🙋🏻‍♂️

Bien, ¿y tú?

Bien, pero estaría aún mejor si aceptaras venir a casa hoy.

Dime a que hora y yo voy

Cuando salgas de la escuela, y de paso almorzamos juntos.

Bien, ahí estaré

Y que él no sepa.

Guardó el celular donde se encontraba anteriormente, y miró al rubio, sentado con las piernas cruzadas, pareciendo sumergido en el libro que tenía entre manos.

Jungkook también se sentó a su lado, manteniendo algo de distancia.

—Hyung...

Se mordió el labio inferior, y volteó la cabeza hacia otro lado no pudiendo sostenele la mirada.

—¿Si?

—N-no quiero sonar entrometido, pero, ¿porqué... tratabas así a tu hermanito el otro día?

Un silencio incómodo los envolvió, Jimin no contestaba y el menor comenzaba a desesperarse lentamente. El timbre de la escuela que anunciaba que debían regresar a las aulas sonó y por fin Park le sonrió como si nada.

—Ya es hora de entrar—habló bajito—, ¿vamos?

Lo había salvado la campana. ¿Pero porqué no podía responderle una simple pregunta como esa? Jeon suspiró para luego sonreírle y ponerse de pie junto a él, dejando de lado aquel sentimiento de duda y confusión.

—Vamos...

🐰🐻

Jimin le invitó a comer, tenía práctica de danza contemporánea por lo que su plan era ir a almorzar juntos y que luego Jeon le esperara en lo que duraba la clase para ir al centro comercial. No era mala idea, de hecho, era muy buena.

Pero Jungkook tenía otros planes más llamativos. Y no los pensaba cancelar por nada del mundo.

Con unas cuantas excusas, disculpas, y promesas de que otro día , el peli-negro caminó hasta la casa de los Park.
Taehyung lo recibió con una sonrisa y le hizo pasar al comedor en donde la mesa ya estaba servida.

—N-no tenía más nada con que cocinar algo elaborado y rico—dijo cuando dejó una bandeja humeante sobre la mesa, comenzando a servir un poco en ambos platos—, hasta el momento en que te mandé el mensaje yo creía que había más mercadería. Al parecer mamá se olvidó... de eso.

Era palpable lo avergonzado que se encontraba. Jungkook negó con la cabeza, no le importaba realmente por que el hecho de que alguien le esperara con la comida preparada le llenaba el corazón. Aún si era por ser amable.

Aunque sabía que no solo era amabilidad.

—No te preocupes, la comida es comida y no necesariamente debe ser un platillo tan elaborado. Además que huele y sabe muy bien para solo ser arroz con queso y pollo-habló sonriendole sincero.

—Si, sabe rico—susurró avergonzado, comiendo de su propio plato.

El silencio se adueñó de la sala, pero éste mismo no era para nada incómodo. Cada uno estaba concentrado en devorar su comida, tomando jugo.

Taehyung luchaba con su presa de pollo ya que no podía separar un huesito de otro, cuando se dió cuanta de que su ahora amigo sollozaba.

—¿Porqué lloras? ¿hice algo mal? ¿tan feo cocino?

Jungkook le sonrió a pesar de encontrarse llorando.

—Jamás nadie... co-cocinó para mi ¿Sabes? Siempre preparo mi comida solo de-desde que soy p-pequeño.

Taehyung asintió. No sabía cómo reaccionar, o qué hacer. Se sentía tan identificado con sus palabras y comprendía a la perfección sus sentimientos.

—Ve el lado bueno.

—¿Lo tiene?

Taehyung le sonrió.

—¡A nuestra edad ya somos chefs! Arrancamos con la carrera de cocina desde pequeños y ahora somos los mejores.

El chico se rió, y eso era lo único que quería lograr Taehyung. Oír su risa era igual de tranquilizante que un pájaro cantando.

—Yo so-soy un fracaso cocinando—con el dorso de la mano se limpió algunas lágrimas que aún quedaban.

—Entonces, ten por seguro que seguiré cocinando para ti todas las veces que pueda.

—¿Lo harás?—parecía que sus ojos brillaron cuando el peli-castaño asintió-, ¿por la garrita, Tae?

—Por la garrita, Kookie—levantó su dedo meñique y lo enganchó con el del peli-azabache.

Prometiéndose ambos con esa acción, indirectamente, que jamás se dejarían solos.


Cortito y medio feo, lo sé, pero espero que les guste de todos modos.

Espero se encuentren bien en todos los sentidos, lxs amo. Nos leemos pronto, bai♡

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