𝙲𝚒𝚗𝚌𝚘

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El pequeño niño sonrió, viendo a su madre, seguida de su tía y su abuelo, entrar por la puerta con un par de globos y regalos. Acababa de despertar teniendo diez años y estaba recibiendo infinitos regalos por parte de toda la familia. Se sentía grandioso, ¡el ama el dia de su cumpleaños!

—Te amo hijo—su madre le dejó un beso en la frente.

-Espero te guste mi amor-habló la tía Sunhee, dejando un par de bolsas de papel junto a su mesita de noche.

—¡Ya eres todo un hombrecito Jiminie!—halagó el anciano, sentándose junto a su nieto.

El infante sonrió, le encantaba la sensación que le dejaba el sentirse amado, pero mas que eso; él amaba tenerlo todo. Solo para él. Atención, cariño, regalos, amor.

—¿Le vas a dar la noticia?—los curiosos ojos del menor se situaron en las dos mujeres, que debatían entre susurros.

—No lo sé, Sun...

—¿Porqué hablan tan bajito?—el cumpleañero las interrumpió.

—Cielo, lo que pasa es que...

—¡Vas a tener un hermanito!

—¿Un... hermanito?—sus ojos brillaron—, ¡¿un hermanito bebé?! ¡¿y cuando va a crecer tu panza, mamá?!

Se mostraba feliz, Sunhee y su hermana pudieron respirar en paz.

—Mamá adoptó un hermanito que tiene casi tu edad, Jiminie—aclaró el anciano.

Y mientras las sonrisas de los mayores iban creciendo de felicidad, la del niño se borraba cada vez más. Ese fue el ultimo día en que todo lo tuvo para él, por que cuando Park Taehyung llegó, Park Jimin quedó en las sombras por mucho tiempo.

Y no iba a permitir que también le quitase al chico de sus sueños.

(...)

—Hola Jungkookie—le saludó amable, más el otro no soltaba el celular.

Jimin se mordió la mejilla interna, repitiéndose a si mismo que no podía enojarse. Después de todo Jungkook no le estaba haciendo nada a el más allá de ignorarlo.

» —¿Te molesta si me siento contigo? No hay más mesas.

Mentira. Claro que quedaban mesas, pero otra vez, se dió cuenta de que estaba siendo cruelmente ignorado.

—Claro, no hay problema—dejó el celular, pero solo para continuar almorzando. El ramen de la escuela era lo mejor que pudo haber comido en cualquier lado.

Jimin lo observaba incrédulo, ¿ni siquiera se iba a esforzar en conversar? Ah, no, ¡no podia ser cierto! Sentía que iba a morirse de un ataque de ira.

—Jungkook, ¿qué demonios te pasa?—exigió saber de mala gana. El peli-negro ahora si lo miró, confundido.

—¿Perdón?

—No hablas—bufó—, ¿te comió la legua el gato?

—Lo siento hyung, solo... estoy distraido—se mostraba avergonzado—, tengo exámenes que rendir del año anterior y estoy muy estresado, yo...

—Lo siento, no fue mi intención—se disculpó suspirando—, yo también estoy algo saturado. Todo me pone los pelos de punta.

Park le regaló una pequeña sonrisa como disculpa y empezó a comer su propio almuerzo. Cuando estaba por comentarle algo a su compañero, alguien más terminó con el silencio.

—Ho-hola—musitó con timidez, la voz por poco le temblaba. Los dos mayores le miraron, realmente asombrados por su aparición.

Por su parte Jimin quería correrlo a patadas, él no tenía nada que hacer ahí. Mientras que Jungkook no podia creer que estuviese parado frente a ellos, aún sabiendo que su hermano estaba en la misma mesa.

—Los nerd almuerzan libros en la biblioteca, ¿tú que haces aquí, te perdiste?—preguntó sarcástico, con molestia.

Pero el peli-castaño lo ignoró, y en cambio, posó su vista sobre los ojos que destilaban curiosidad en su dirección.

—¿Puedo sentarme aquí?

—Claro—Jungkook sonrió, haciéndole espacio en su banca para que se acomodara a su lado—, ¿quieres que pida tu almuerzo?

Negó con la cabeza, sonriendo levemente, y le mostró la caja azul que traía entre manos: una lonchera.

» —Oh, claro. Eres Taehyung el cheff, lo olvidé.

Jimin los observaba en silencio, con la sangre hirviéndole por los celos, y no lograba entender, ¿cómo y desde cuando es que se conocían tanto? Se estaba perdiendo partes de la historia y no le gustaba para nada la situación.

—¿Quisieras probar un poco?

Jeon abrió la boca en cuanto el otro le acercó los palillos con un poco de su elaboración. Cerró los ojos saboreando la comida, y cuando los abrió, Jimin ya no estaba con ellos.

» —Esto va a explotar—murmuró, pero la mirada cómplice que Jungkook le transmitió, le hizo reir—, y verdaderamente no me puede importar menos.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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