-Vamos sígueme, no te separes en ningún momento Dilan- dijo la chica mirándolo fijamente y andando tranquilamente por la calle mientras el sol mañanero les daba en la espalda.

-Tranquila, no pensaba separarme- le dijo el chico mirando a su alrededor.

Ella asintió de acuerdo y siguieron andando hasta su destino final, Ocho se escondió detrás de una columna y Dilan la siguió.

-Así que era cierto... - dijo Ocho en un murmura, pero al estar Dilan tan cerca la escucho.

-¿Que hacemos aquí exactamente? - pregunto Dilan mirando en todas las direcciones intentado encontrar alguna pista.

-¿Te acuerdas que dije que tenía 7 hermanos? - pregunto la chica mirando por encima del hombro a Dilan, el solo asintió mirando a otra parte -El segundo, Diego, leí en el periódico que unos pocos escaparon del manicomio, estaba claro que sería mi hermano- señalo a un coche que estaba a unos metros de ellos.

-¿Hay dentro esta tu hermano? - ella asintió y le cogió de la mano a Dilan.

-Intenta no vomitar- y con eso se transportaron a la parte trasera del coche.

Milagrosamente a Dilan no le entró aún ninguna arcada y se mantuvieron en silencio unos segundos, hasta que la chica que estaba de piloto se asustó al verlos por el retrovisor.

-¿¡Quien eres tú?! - pregunto alarmante la chica Morena.

Diego se dio la vuelta y al ver a su hermano se río.

-No te recomiendo meterte con ella - dijo Número Dos para luego seguir mirando al frente.

- Encantada - extendió su mano con una sonrisa arrogante- soy su hermana, llamame Ocho- dijo ella tranquilamente mientras la otra le estrechaba la mano.

-No veo porque te tendría que tener miedo- respondió simple la Morena.

-¿Me presentó mejor? Bien- Ocho se arreglo la garganta y levantó la mirada amenazante - Encantada, soy su hermana, Número Ocho, mejor asesina de todos los tiempos, muy poderosa, metete conmigo y te derretirse el cerebro zorra- Término con una sonrisa llena de ego y arrogancia la Morena solo levantó las manos en signo de paz.

-¿Quien es el crió Ocho? - pregunto ahora Diego mirando a Dilan de reojo.

-Oh! Se llama Dilan, es como nosotros. - se encogió de hombros restándole importancia.

-¿Como nosotros? -

-Sip, tiene el poder del hielo, increíble ¿verdad?

Diego solo asintió y volvió a mirar hacia delante.

-Aun quieres salvar a Kennedy? - pregunto Ocho.

-Lo salvare- dijo seguro de si mismo

-Lo dudo mucho- respondió ella encongiendose de hombros.

-¿Ya sabes que hemos traído otro Apocalipsis? - intento cambiar de tema su hermano.

-No me extraña- miro por la ventana y recordó que se tenían que ir.

-Bien navajitas, recuerda que si me necesitas grita mi nombre todo lo fuerte que puedas y vendré volando, nos tenemos que ir -

Diego iba a hablar pero Ocho cogió la mano de Dilan y se transportaron juntos hacia una granja.

-¿Que hacemos aquí? -

Ocho no respondió la pregunta del chico y le dijo un "quédate aquí" Y fue hacia la puerta de la casa.

Al llegar estaba llena de nervios, dudaba bastante y lo único que se le ocurrió fue frotarse las manos contra sus vaqueros para quitar algo de sudor.

Sin pensárselo más tocó la puerta con los nudillos y espero a que alguien abriera.

No tardaron mucho cuando una mujer rubia y de unos 38 años abrió la puerta.

-¿Puedo ayudarte en algo cielo? - pregunto la mujer mirando a la niña que tenía delante de ella.

Todo los ojos al ver su comportamiento era de su misma altura y seguramente tenía más años que ella, pero lo entendía, su cuerpo no creció nada estos años.

-Amm.. Si, buscaba a una mujer llamada Vanya- dijo Ocho, al ver la sorpresa de la mujer pregunto-¿Esta aquí? -

-Si, claro, claro, pasa por favor-

Ocho entró a la casa y miro a su alrededor apreciando todo.

-Vanya! Tienes visita! - grito la mujer y se oyó un "ahora bajo" Desde arriba de la casa y su mirada fue hacia Ocho - ¿Quieres algo de tomar mientras baja? - pregunto amable.

-Un café negro estaría bien-

La mujer asintió y segundos después volvió con café negro muy caliente, Ocho iba a cogerlo de la mesa.

-Esta quemando, deberías esperar- dijo la mujer.

Ella solo junto sus cejas con algo de enojo, no le gustaba que la gente le diera que tenía que hacer y menos alguien como ella, que no sabía nada de ella.

Ignorando las palabras de la mujer, cogió el ardiente café y con sus poderes hizo que se pudiera tibio, mientras lo hagan un valor salía del café, sorprendiendo bastante a la rubia.

Al beber el primer trago vio como Vanya aparecía en la Sala.

-¿Quien es ella? - preguntó confusa su hermana

-Vanya.. - susurro ella dejando el café y corriendo hacia su hermana.

-Wow... ¿Te conozco? - al oír tal respuesta de su hermana se separó del abrazo.

-No.. No te acuerdas de mi? -

-Lo siento... Tuve un accidente y perdí la memoria.. - miro al suelo pero levantó la mirada para verla - que soy para ti? -

-Una de mis hermanas. -

-Haber si lo entiendo... Tengo 7 hermanos, 8 en total - Ocho asintió -Todos ellos tienes poderes yo incluida- volvió a asentir h se bebió lo que quedaba de café. - Oh...

-Mira, se que es complicado de digerir, pero poco a poco vendrán todos y los conocerás, ahora tengo que irme-