Ya pasaron varios días desde que Vanya conoció a Ocho y pasaron varias cosas, como dijo Ocho Vanya conoció a la mitad de sus hermanos.

Ahora Cinco y Vanya estaban viendo la pelea en donde Luther participaba.

Viendo que Luther no esquivaba ningún golpe Como se frustró.

-¿¡Porque no devuelve los golpes?! - grito en un susurro Cinco.

-El es el que tiene Súper fuerza ¿no? - Cinco asintió sin dejar de mirar la pelea -No entiendo..

-Yo tampoco. -

Cuando el contrincante dio el último golpe a petición de Luther, el mencionado cayó al suelo sangrando, todos empezaron a abuchear, pero se callaron ya que alguien apagó las luces del lugar.

Una luz azul se mostró dentro del ring improvisado que tenían.

Las luces se volvieron a encender y se vio a una chica con un top negro y unos leggings del mismo color.

Era Ocho.

Cinco abrió muchos los ojos al ver a su amada, la extrañaba demasiado y la necesitaba con el.

-Metete con mi hermano y te metes conmigo, imbécil- escupió con asco cada palabra.

Vanya se acercó un poco a Cinco y le preguntó en un susurro.

-¿Porque tiene los ojos rojos? -

-Esta enfadada-

Volviendo a Ocho, ella miraba amenazante al hombre grande que tenía enfrente.

-No querrás hacerte daño niñita- respondió con una risa el hombre agachandose un poco a su altura.

Ocho negó con la cabeza mirando al suelo y con un solo movimiento salto y le dio una patada giratoria al hombre haciendo que este, retrocediera.

El hombre también se enfado y cuando lanzó un gancho directo, ella rápidamente, apoyo su espalda contra el pecho del hombre y cogiendo su brazo lo lanzó hacia delante dándole una vuelta.

El hombre se volvió a levantar y cuando lanzó un golpe a la cara de la chica una fuerza invisible la paro.

Intento con todas sus fuerzas mover su mano pero no pudo e intentó darle un golpe con el otro puño, pero a este le pasó lo mismo.

-Encargate tu de este Dilan- le dijo Ocho.

Dilan salto dentro del ring y poso sus manos en la cara del hombre, Ocho estaba ya agachada donde Luther intentando despertarle.

-¿Y si le hago daño? - pregunto Dilan temblorosamente.

En ese momento cinco estaba hirviendo de celos y no quería mostrar una escena, ya que ellos no eran nada y sabía que ella también se sorprendería al verle.

Ocho levantó la mirada hacia Dilan y le dio una sonrisa sincera.

-Si te haces daño o le matas será menos trabajo para mi- se encogió de hombros sin importancia.

Dilan asintió y lo congeló sin importarle que podría pasarle, Cinco se sorprendió bastante al ver lo que el chico hizo.

-¿Crees que estamos dañando la línea temporal? - pregunto Ocho mirando al desmayado Luther.

-Sabiendo lo poco que se de tus hermanos, si, la estarán dañando, al igual que nosotros. -

La chica asintió y puso sus mano en el pecho de su hermano Luther, y con un aura amarilla hizo que todas sus heridas sanaran rápidamente.