"Qué quieres decir con eso?" Preguntaste musitando por vuestra repentina cercanía. Sabias a lo que se refería. Aquella vez en vuestro cuarto, tu misma propusiste ser su sirvienta con el fin de que no contara nada a nadie. Pero de todas maneras no lo decías de esta manera. O puede que estés malinterpretando las cosas, pero la situación es muy difícil de no malinterpretar.

"Sabes perfectamente lo que quiero TN..." Susurró muy, pero que muy cerca de ti.

Tragaste fuertemente la saliva que se había quedado recopilandose en tu boca. Como deberías de tomarte eso?!

"No se lo que estás pensando, pero no haré nada de eso." Aseguraste agachando la cabeza con nerviosismo, evadiendo cualquier tipo de mirada.

"De eso? En que estás pensando TN?" Cuestionó girando su cabeza para tener mejor visibilidad a tu rostro el cual seguía agachado.

Tus manos seguían aún en su pecho y por mucho que empujarás una fuerza mayor provenía del lado contrario. Lo peor de todo es que no paraba de nombrar tu nombre. El tuyo, el de verdad. Eso te hacía estar aún más nerviosa de lo que deberías. Sin contar que el comentario de Taehyung te hizo sonrojar. Estabas muy avergonzada, ya que Taehyung insinuó que eras una pervertida.

"Que pasa? Ya no hablas?" Cuestionó obviamente divertido por tu forma de actuar.

Decidiste seguir guardando silencio, de lo contrario empezarías a tartamudear. Taehyung dejó salir un bufido con una sonrisa ladina y se apartó de ti. Dejándote con el mínimo espacio personal, pero sin dejar de acorralaste entre la barandilla, sus brazos y el.

"Entonces, como dijiste aquel día harás todo lo que yo te diga." Afirmó levantando una ceja esperando por tu reacción intrigado.

Levantaste tu mirada rápidamente, haciendo que se sorprendiera. "Eso ya lo iremos viendo." Respondiste frunciendo el ceño queriendo parecer intimidante, pero lo único que lograste hacer es que Taehyung volviera a acercarse a ti.

"Entonces quieres que te siga incomodando de esta manera, para que me hagas caso?" Preguntó gracioso.

Una vez más bajaste tu mirada, mordiste tu labio inferior y por mucho que tú orgullo doliera lo dijiste.

"Está bien..." Taehyung volvió a alejarse lentamente con una sonrisa, pero tu todavía no habías terminado de hablar. "...pero con una condición."

"Condición?" Preguntó Taehyung intrigado.

"Que me enseñes a correr como tú." Dijiste sin tapujos.

Lo viste a la cara y notaste como se quedó pensativo por unos segundos. "Esta bien. Acepto." Dijo levantando una ceja.

Asentí con una media sonrisa. Puede que con Taehyung ayudándome y enseñándome algunas tácticas podría ser más fácil todo.

Después de unos segundos notaste la mirada de Taehyung sobre ti. "Que pasa?" Preguntaste.

"A pesar de todo eres una chica." Comentó justo después de tu pregunta.

No pudiste hacer otra cosa más que ruborizarte por su repentina frase.

"Te pusiste toda nerviosa cuando te intimidé." Volvió a decir riéndose.

Mordiste tu labio inferior haciendo una mueca de desagrado. "Eso no es cierto." Aseguraste de brazos cruzados.

"Si lo es." Afirmó moviendo sus hombros con una sonrisa.

"Que ridiculo." Insultaste saliendo de una vez por todas de tu terraza y dirigiéndote a vuestro dormitorio.

Taehyung era como un bipolar confundido. Un mes que no te dirige ni la palabra y ahora quiere que seas su sirvienta después de todo ese tiempo. Además de como actuó antes. Tu corazón estaba palpitando preocupante y eso no te agradaba ni un poco.

Por ahora solo querías cerrar tus ojos, olvidar y dormir. Mañana estabas segura de que sería un muy largo día.

___

Correr para calentar. Eso es lo que hiciste en el siguiente día por la mañana. Corrían por el bosque y la cantidad de insectos en el té agobiaban. Ya estaba empezando el verano y el calor definitivamente atraía a todo tipo de bichos, pero aún así había que correr.

Desde ayer Taehyung no volvió a decirte nada. Solo te envío una miradas las cuales no pudiste descifrar. Como sea, para ti es mejor si se olvida de lo qué pasó ayer.  Al recordar todo te seguías sonrojando. Y eso no era bonito.

Espontáneamente y de la nada, alguien palmeó tu hombro mientras corrías. Giraste tu rostro y lo observaste. Se veía bien todo sudado, pero te preguntabas que quería.

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HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO. :)

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