Jungkook entró a la cafetería en la que trabajaba hacía varios años, sus ojos escanearon las sillas levantadas sobre las mesas y suspiró algo desanimado. Estaba cansado. Luego de estar despierto durante la madrugada estudiando para presentar el parcial que tendría ese día en la tarde, lo único que podía pensar era en su cama y dormir más de veinte horas si podía. Saludó con un asentimiento a sus compañeras antes de ver como Jimin entraba corriendo al lugar.

— ¡Perdón! Me quedé dormido—Murmuró el bajito observando a Jungkook antes de sonreír en su dirección—. Jungkookie—Llamó en un tono de voz que molestó al alto—, Adivina qué.

— ¿Qué, hyung?

—Dios que pocas ganas de vivir que tenés—El mayor negó con la cabeza antes de colocar ambos brazos en su cintura—. Hablé con tu amorcito.

Jungkook se sintió un poco confundido antes de poner sus ojos en blanco y seguir con su trabajo. Bajó todas las sillas y las acomodó lo mejor que pudo, limpió las mesas y se aseguró que sus compañeras que habían llegado antes que él, limpiaran el piso.

—Jungkook te toca estar en la caja—Asintió hacia a Aegi y caminó hasta su lugar sintiendo los suaves pasos de Jimin detrás de él.

Jungkook no era una persona muy habladora. Tenías que tener su total confianza para que él tuviera una larga conversación con cualquiera. Su cara seria y sin expresión, intimidaba a muchos y hasta a veces no dejaban que él los atendiera en el trabajo. Realmente eso no le molestaba porque él estaba para trabajar y para ganarse el dinero, una ayuda extra que entraba mientras terminaba la carrera que estaba haciendo.

—Buen día—La voz gruesa que lo atormentaba varios días a la semana hizo que levantara su mirada del listado que tenía entre sus manos, observó perplejo al ser más hermoso que nunca había visto e hizo todo lo posible para que el contrario no notara su nerviosismo.

—Bu-Buen día—Murmuró sintiéndose como un idiota al haber tartamudeado—, ¿qu-qué vas a llevar?

Mmm a vos, bebito. Pensó Taehyung antes de que una sonrisa se plantara en sus labios, observando al lindo muchacho frente a él. Ahora que podía observarlo mejor podía darse cuenta de muchas cosas y que las sabía gracias al chiquito llamado Jimin, ese que ahora le hacía señas de te estoy vigilando. Jungkook era tímido y solía cerrarse en sí mismo, no tenía mucha experiencia haciendo amistades y si tenía algunas era porque ellos se habían acercado a él, tal como Jimin lo había hecho años atrás. Entonces Taehyung supuso que algo como él había hecho, de mandarle por Snapchat esas fotos confesándose había sido algo duro y él se lo había bajado de un puñetazo.

— ¿Puedo llevarme tu número y un americano frío?—Jungkook se sintió atacado. La sonrisa que su crush tenía le hacía doler el pecho de lo bonita que era, distraído colocó la orden y luego levantó la mirada sorprendido cuando se dio cuenta de lo que le había pedido.

Tae se apoyó contra el mesón y le guiñó un ojo a Jungkook, dejando el dinero de lo que había ordenado. Tomó una servilleta de las tantas que habían a un lado de la caja y lentamente la arrastró hasta donde el muchacho estaba, junto con un bolígrafo que había sacado de su bolsillo trasero.

— ¿Hablas en serio?—Preguntó aún estupefacto con sus ojos medios abiertos en sorpresa.

— ¿Por qué pensas que te estoy mintiendo? Lo estoy diciendo en serio.

—Mmm, no sé. Me trataste de turbio y llamaste a la yuta—Taehyung rió incómodo y asintió con la cabeza.

—Bueeeeno, perdón por eso, pero empezaste a mandarme snaps y no tenía ni idea de quién eras—Jungkook frunció el ceño, bueno, hacía como 1 año que iba al Starbucks y siempre lo atendía él. Que dijera que no sabía quién era, había dolido, un poquito—, o tal vez me hice el boludo y en realidad seguí viniendo acá por vos—El muchacho detrás de la caja sintió su cara arder y supo que estaba poniéndose rojo como un tomate—. Kim Taehyung.

—Jeon Jungkook—Murmuró cohibido. Alegando para sí mismo que le gustaba la forma directa de ser de Taehyung.

El muchacho de sonrisa geométrica, se estiró sobre el mesón llegando cerca del rostro del otro antes de morder su labio con fuerza y mirarlo fijamente a los ojos antes de decir—: ¿Puedo llamarte papi?—Susurró, su aliento chocando contra la boca del otro.

— ¿S-Sí?—Pero sonó más a pregunta que afirmación y Tae soltó una tierna risita, Kook juró que ese día sería un tomate todo el día. Carraspeó su garganta antes de soltar—: Mm, sí—Afirmó un poco más seguro. Estaba logrando llevar el ritmo al que se manejaba Taehyung y sonrió con todos sus dientes.

—Así que, ya tenés mi Instagram. Háblame vos porque no estoy viendo tu número anotado acá—Dijo el de piel acanelada antes de guiñar un ojo e ir en dirección hacia donde su pedido ya estaba hecho, Jimin lo miraba con sus ojos en una negativa—. Hola cosita linda—murmuró sonriendo.

—Sos un asco. Soy tu hyung, respétame—Dijo Jimin pasándole el vaso con su pedido—. Dios, tenés a Jungkook comiendo de tu mano. Por favor, cuídalo porque o sino voy a tener que romperte la cabeza—Sonrió con fingida inocencia viendo como Taehyung frente a él rodaba sus ojos.

—Supongo que voy a tener que esperar su mensaje en Instagram. Chau, hyung. Que tu jornada de trabajo te sea leve.

—Gracias, estúpido. Que te vaya bien.

Jungkook se tomó un momento para poder respirar con normalidad y volvió a su trabajo. No se le hacía tan denso como parecía; Sí, había uno que otro cliente que no se decidía o alguno que no tenía un buen día, pero la mayor parte del tiempo podía sobrellevarlo de buena forms. Miró la hora y se mentalizó que solo eran unas horas antes de ingresar en la universidad.

Holaa muchas gracias por leer y votar esto. Es el primer capítulo narrado y espero que les guste. Idk amo la personalidad que le puse a Taehyung jsjsj