7.- El final solo marca un nuevo comienzo

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La alarma suena, despertando a la joven de cabellos platinos aguamarina de su sueño abrumador. Molesta, ella la apaga y mira el reloj: 15 de agosto, 10:00.

-Esta vez también le fallé-

Se levanta despacio y limpia las pequeñas lágrimas rebeldes que escapan de sus ojos rubí. Abre la ventana y deja correr el aire, despejando sus pensamientos y sensaciones. Es un día caluroso de verano. El sol golpea con fuerza, las aves cantan acompañadas de las cigarras, y la suave brisa mece las hojas de los árboles, creando una relajante melodía.

Pasan algunos minutos y la joven se separa de la ventana. Comienza a arreglarse. Decide ponerse ese vestido rosa y blanco con el que sueña todas las noches. Alisa su cabello y baja al comedor para desayunar. Calienta un vaso de leche en su taza favorita y prepara una tostada con mantequilla.

Una vez termina, acaba de arreglarse, toma sus cosas y sale de casa en dirección a la floristería, donde compra un modesto, pero alegre, ramo de flores. Y desde ahí, camina hasta su lugar de descanso.




Llega aproximadamente al mediodía. El lugar es un prado amplio y verde, lleno de árboles, lejos de la ciudad y cerca del mar. Camina despacio entre las lápidas hasta llegar a la suya. Ya hay alguien ahí, sentado, mirándola.

-Buenos días, Tsukasa-kun-

El nombrado voltea y rápido se limpia unas pequeñas lágrimas. – Nene-onee... Buenos días-

-También viniste-

-¡Claro!- Sonríe algo triste. – Quería hablar un poco con Amane-

-¿Interrumpo?-

Él niega con la cabeza. – Ya terminé- Tranquiliza, poniéndose en pie de un pequeño salto. - ¿Esas flores...?-

La de cabellos plateados coloca las flores sobre el césped, junto la lápida. – Recordé que eran sus favoritas. Por alguna razón siempre le gustaron las camelias, ¿Verdad?-

-¡Si! De seguro está muy feliz ahora mismo-

-No creo que unas flores puedan ponerlo tan contento- Opina divertida dentro de su dolor.

-Quizás no, pero tú sí. Es la primera vez que vienes a visitarlo desde aquel día. ¡Apuesto lo que sea a que está muy feliz!-

-B-bueno, yo...-

Él sonríe más tranquilo y despreocupado. – Te estoy entreteniendo. Nos vemos otro día, Nene-onee- Se despide mientras se marcha.

-Adiós, Tsukasa-kun-

Una vez el de cabellos oscuros se ha perdido en el horizonte, la de ojos rubí voltea para mirar el lugar de descanso de Yugi Amane. Se sienta frente a la lápida y sonríe levemente.

-Amane-kun... Hace mucho que no nos vemos, ¿Verdad?- Ella respira profundo, tratando de tranquilizarse. – ¿Sabes? Kou-kun y Mitsuba-kun se han dado una oportunidad. Al principio no encajaban mucho, pero acabaron haciendo una gran pareja. Aun discuten de vez en cuando, y siempre se reconcilian al día. No pueden pasar mucho tiempo separados, son adorables. Pasa lo mismo con Aoi y Akane-kun. Tras muchos intentos, ella aceptó al fin su declaración. Fue muy gracioso cuando Akane-kun se puso a llorar exageradamente de felicidad. Tsukasa-kun ha madurado un poco. Sigue siendo tan alegre y divertido como siempre, pero ahora actúa un poco más como un adulto. Dice que quiere parecerse a ti. Ha ingresado en el club de arte y, no suele presumir, pero dibuja de maravilla. Incluso hizo nuevos amigos, como Natsuhiko-senpai o Shijima-senpai. Él lo niega, pero creemos que está enamorado de una chica llamada Nanamine Sakura- Ella rie. – Yo... No he cambiado mucho en este tiempo. Aún tengo los tobillos gruesos de los que te gustaba burlarte y el cabello que te gustaba peinar. He crecido un poco, un par de centímetros tal vez. Me gustaría verte y poder decir que no cambiaste. Te molestarías porque soy más alta que tú y me abrazarías descaradamente frente a todos. Pero, ¿Sabes qué? Esta vez no me enojaría. Te devolvería encantada el abrazo e iríamos juntos al cine, al centro, a la playa, para ver las estrellas que amas tanto como yo te amo a ti... Yo... Tenía tantos planes para nosotros... Pero al final, ni siquiera pude decirte "Te quiero" correctamente- Sin que se dé cuenta, lágrimas comienzan a caer desde sus ojos a la vez que su sonrisa tiembla. – Desearía poder verte, aunque fuera tan solo una vez más. ¿Crees... que será posible?-


-Sin duda. Nuestras almas están unidas por algo mucho más fuerte que un vínculo mágico o un hechizo. Así que por favor, no llores más-


Una voz familiar se deja escuchar junto a la ligera brisa. Los cabellos platinos aguamarina ondean en el viento hacia el sol de poniente. Es tarde, el sol comienza a ocultarse y la luna, a alzarse imponente en el vasto cielo repleto de estrellas. Yashiro despierta. Se halla recostada sobre la piedra. Se quedó dormida.

-Ya debo irme, Amane-kun- Dice mirando el horizonte. – Las estrellas hoy se ven hermosas, debe gustarte mucho la vista que se aprecia desde aquí- Ríe suavemente otra vez. – La próxima vez te traeré donas, ¿Te parece? Así que espérame, te prometo que volveré-


Yashiro camina de regreso. Ya ha oscurecido, las calles están iluminadas por la luz de las farolas y los innumerables locales, repletos de personas charlando y comiendo.

-¡Senpai!-

La peliplata se gira en busca de la voz que la llama. Corriendo hacia ella, se encuentran sus amigos: Kou, Mitsuba, Aoi, Akane y Tsukasa.

-¿Dónde estabas? Nos tenías preocupados- Habla el pelirrosa.

-Escuchamos que no habías regresado a casa, ¿Te encuentras bien?- Pregunta la de cabellos azul marino.

Ella afirma con un movimiento de cabeza. – Estoy bien, no os preocupéis. Estaba hablando con Amane-kun-

-¿Llevas con él todo el día? ¡Definitivamente debe estar muy contento!- Se alegra el niño de ojos dorados.

Ella revuelve sus oscuros cabellos. – Lo estaba. La próxima vez vayamos todos juntos a visitarlo-

-¡Claro!- Responden todos a la vez.



Caminan juntos, en grupo, de regreso a casa. Los grillos cantan por su camino.

-¿Ya estás mejor, Nene-chan?-

Ella mira al cielo y sonríe. – Sí. Nunca olvidaré aquel 15 de agosto. Fue un duro golpe para todos y significó el fin de nuestras vidas como las conocíamos. Pero aún podemos reír, llorar, o simplemente estar juntos, y siempre agradeceré que Amane-kun me ofreciese esa oportunidad. Ese final solo marcó nuestro nuevo comienzo-

La luna se alza elegante en el oscuro azul del cielo nocturno. Las estrellas brillan, y la gentil brisa se lleva los malos recuerdos para que nazcan nuevas memorias, felices y divertidas, bajo la bendición de la pura luz lunar.



FIN

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