Días 8/9/10

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3 de agosto de 2017

Destiempo: dícese del estar fuera de tiempo, sin oportunidad. Axel me apoya en el suelo y se acerca a anotar en la pared del refugio, el número ocho. Ya faltan la mitad de los dieciséis días que concordamos. No sé si he dormido, si estoy loca o qué, pero el tiempo pasa rápido o lento, dependiendo de la ocasiones, antes no distinguía las noches y de repente aparecieron, pero el numero sí cambia.

Ocho días.

Cierro y abro los ojos de repente, sintiendo una extraña sensación.

4 de agosto de 2017

Como si todo iría a tal velocidad que no lo pudiera percibir, no puedo ir tan rápido. Siento que mi cuerpo no lo soporta y comienzo a convulsionar, tirándome al suelo por algo que no puedo controlar.

―¡Aneliz! ―oigo Axel que viene hasta mí en mi auxilio.

Todo ocurre muy rápido, pero lo veo, visualizo como si fuera otro lugar, uno muy distinto a este, no comprendo. Vuelvo a cerrar fuerte mis ojos e intento abrirlos sin resultado.

No puedo ver lo que ocurre, pero logro escuchar algo.

"Apúrate, llámalo"

No entiendo, pero no es la voz de nadie conocido, cuando consigo abrir los ojos, visualizo una "I" y se termina por borrar de mi vista.

5 de agosto de 2017

Reacciono y respiro con agitación, todo ha cesado. Visualizo el color verde, percatándome de que Axel sigue conmigo, entonces exclama sorprendido mientras me sostiene la mano.

―Volamos en el tiempo, faltan seis.

Me siento y me agarro la cabeza aturdida.

―¿Así que esto es lo que sintió Marian cuando le agarro la convulsión esa extraña? ―opino y luego reacciono ―¡¿Dónde está Marian?!

―En el cuarto ―señala la otra habitación ―no ha salido de ahí y no ha querido hablar en todo este tiempo...

―En el destiempo... ―le corrijo y él asiente sonriéndome.

Evito mirarlo y me levanto del suelo. Entre todo lo que ha pasado, no me he puesto a pensar o plantear que pasa entre nosotros, pero antes de cualquier tipo de situación, primero debería ver a Marian. No soy una desalmada, me gustaría darle algunas palabras de aliento, por lo ocurrido.

Paso la puerta y se encuentra sentada en un rincón, cubriéndose la cara. Camino y termino por sentarme a su lado, para luego bufar.

―No soy buena para estas cosas pero... sabes que tienes mi apoyo. Me imagino qué...

―No me hables ―me interrumpe ―lo hecho, ya está hecho, no se puede remediar, solo esperare mi muerte y ya...

―Escúchame bien, solo quedamos nosotros tres ―la agarro de los brazos y la obligo a mirarme y visualizo su rostro lleno de lágrimas, pero eso no me detiene ―¡Nadie más va a morirse! ¡¿Entendiste?! ¡Fue horrible lo que te paso, pero la vida sigue, debes tomar fuerza y enfrentarla!

Niega con la cabeza y llora.

―No... ya no tiene sentido...

―Marian, ¿No tienes sueños? ¿No tienes metas acaso? ―no me responde y sus lágrimas siguen cayendo, así que sigo con mi interrogatorio ―¿Qué te gusta hacer?

―Pin... pintar...

Sonrío.

―Genial, como a mí. Vamos a salir de aquí y luego pintaremos algunos cuadros, haremos hermosos dibujos y los expondremos en una galería, sería divertido ¿No te parece? ―no me contesta con palabras pero asiente entonces le ofrezco mi mano ―ven, vamos a averiguar cómo salir de aquí ―la agarra y caminamos fuera del cuarto.

Me acerco hasta Axel, que otra vez se ha quedado mirando hacia afuera y entonces cuando nota nuestra presencia, nos observa.

―Preparémonos para irnos del refugio, debemos buscar como escapar.

El morocho levanta una ceja.

―¿Y cómo quieres hacer eso?

―¿Piensas quedarte hasta que lleguemos al último día? El tiempo corre ―agarro mi cuchillo ―y al parecer hay una razón para todo ―lo miro detenidamente ―debo averiguar quién me lo dio y así saldremos de aquí... esa persona o lo que sea, debe ayudarnos, seguro sabe el camino de regreso.

―¿Dices qué alguien te dio el cuchillo? ―pregunta la rubia.

―Cuando el falso Hansel me ataco ―apenas lo nombro ella baja la vista, pero yo continuo mi explicación ―quería saber quién me lo dio, solo tengo que encontrarlo, tiene que ser el enemigo de esas cosas.

―Un aliado... ―opina Axel pensativo. Luego me observa ―¿Y cómo piensas encontrarlo?

―Regresando al lugar por dónde caímos... 

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