Capítulo 12—— Viaje a la luna.

*Continuación.
¿Cuáles son los medios para olvidar algo que nos hace sentir tristes?.
Me encantaría hacerte una lista.

Andy últimamente se ah sentido de diversas formas, enfrentando este bonito noviazgo, las separaciones amistosas, el estrés de anotarse al equipo de baloncesto y querer destacar. En el mismo sitio, preocuparse por las notas. Todo ah sido un poco difícil de sobrellevar.

A pesar de eso, su nueva mascota y su nueva amiga, la cual adora y a veces detesta. E igualmente los 18 años que lleva en la Tierra la hicieron madurar, y querer conocer más allá del ámbito de su hogar en el cual habita su mamá, junto a las 4 paredes de su habitación. Estuvo a punto de volverse loca en un momento y quiso dar un giro de acontecimientos porque las circunstancias le jugaban un mal rato.

Sin embargo, le pasan este tipo de cosas que toman por sorpresa a uno. La aparición a causa de una consecuencia divertida que la lleva a toparse con su viejo amigo querido del alma. Ryan por su parte está feliz con esta coincidencia con lo cual rinde muy bonito en sus entrenamientos previos. Por otro lado el pelirrojo se halla un poquito celoso por lo que acabó de ocurrir cuando salió de la cafetería.

La castaña con mechas rubias estaba fascinada con el encuentro de su objetivo amoroso y estuvo todo el santo día fantaseando con tener una charla con él e invitarlo a su casa a ver una maratón de películas, o incluso besarlo ahí mismo en su habitación entre los cojines de colores que yacian en su cama, los cuales amaba por proporcionarle gratas horas buenas de sueño.

Ese encuentro selló algunos malentendidos, como que ambos ex-amigos deseaban volver a hablarse y tener nuevamente esa grandiosa amistad que los habría unido por años. Muchísimos años si uno se pone a reflexionar, en dónde cada uno creció tomando la mano del otro como soporte. Desde niños al primer roce de sus personalidades, han encajado como piezas de puzzle llegando a incluso quererse más que a nadie, superando cualquier barrera no parentesca.

Al de pelo azabache le gustó a primera vista Andy, y congeniaron luego de ese día en la biblioteca, dónde ambos compraron el mismo volumen de fantasía que leyeron en sus respectivas casas. Ese volumen fue una fuente de conversación entre ellos, como un puente que los unía.
Las madres de ambos se lograron llevar bien gracias a sus hijos principalmente para más adelante hacerse íntimas amigas que tomaban el té y charlaban de sus hijos. Por parte de la mamá de Andy: catálogos de moda y las revistas que compraba en el trabajo, y de su trabajo mismo. Por la otra parte: sus hijos Ryan y Gisel.

Hubo una época en dónde salían a pasear todos juntos, cuando Gisel se mudó de su propia casa a un apartamento alejado de Florida. Fue un momento muy decisivo en la vida de Dove. Por otro lado, su mejor amiga estaba ahí todo el tiempo para brindarle su apoyo y cariño, lo que causó que desarrollará sentimientos profundos que se manifestarían entrada la adolescencia.
Mientras tanto él era indiferente a lo que fuera que pasase en su corazón, debido a que era muy jóven para entenderlo.

—¡Me encantaría viajar a la luna!—, añade Ryan contento.

—¡No sabes de lo que hablas!—, espeta la de cabellos castaños y sonrisa traviesa.

Un viaje a la luna, un auténtico viaje sería fumar marihuana hasta colocarse. Concepto que tienen los jóvenes de 13 hacía adelante. Bonnie Reynolds cayó en las riendas de esta planta la cual causó estragos en su sistema, para luego ser reclutado por su grupo de amigos que son conocidos por drogarse y desaparecer de la vida de su esposa e hija.

Se subió a una furgoneta hippie que deambuló por todo el Estado de Florida hasta California y Las Vegas. Y así fue como Bonnie abandonó su hermosa vida para internarse en los casinos y el juego sucio. Tenía 29 años, y la vida por delante, ¡Pobre hombre!.

Así que así fue como se desarrolló el motivo por la que la chica que protagonista está historia es una chica independiente, sin necesidad de un apoyo masculino. Pero, ¡Eso cambió cuando conoció al que iba a ser su amigo del alma!. Casi su hermano de corazón.

—Un viaje a la luna es cuando despegas del suelo—,añade el de pelo azabache.

—¡Woauh, no me digas!.

—Quisiera ser astronauta y tocar las estrellas, quizá podría bajarte una para que la pegues en el techo de tu habitación.

—¡Eso es tan... es imposible!—, añade una Andy eufórica.

Ambos charlaban sobre la hierba en un parque que estaba cerca del jardín al que asistían ambos. Sus madres estarían por su parte conversando sobre temas de mujeres en el banco de madera del lugar, intercambiando carcajadas tontas y palmadas.

—¡Cómo Neil Armstrong, suena genial!. Tengo un libro de astronomía, ahí están todos los planetas junto con el sistema solar y sus nombres debajo. ¡Podría prestartelo!.— el chico sonríe exhibiendo su dentadura.

—Esa es una buena idea, cuando quieras y gustes. Podríamos ir a tu casa la semana que viene. A mamá no va a molestarle.—Andy se veía realmente entusiasmada ahora.

Y así fue como la escalinata de su relación amistosa apenas empezaba en una pendiente fuerte y decidida a no romperse con nada. Uno era demasiado optimista, el otro veía el lado racional y crítico de las cosas. Pero cuando congeniaban nadie podía hacerlos cambiar de mentalidad: R y A, un duo atómico.

¿Qué podría pasar?.

¿Cuál era el suceso que los haría separarse?.

Eso ya lo vimos, y la verdad es que para ambos fue algo un tanto contradictorio.