Parte 2

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Llegamos a la sala, tom aún me sostenía la muñeca. El estaba furioso, no podía esconderlo, su rostro era serio y su mandíbula se tensaba. En su mirada había fuego y yo estaba sorprendida, angustiada y con muchas preguntas.

- la pareja del año nos acompaña- dijo su mamá.

- lo siento mamá pero...

- no hay pero que valga, pospuse el postre para este momento, así que siéntense y acompañen a estos dos viejos solitarios- tom no tuvo más que contenerse y yo hice la reverencia agradeciendo.

Estábamos por sentarnos cuando Harry apareció, su rostro era molesto, pero entró en aquel lugar con una enorme sonrisa sarcástica y molestando a Tom.

- sabes- dijo al vernos - de todos las chicas que te conozco, ella es la más hermosa definitivamente- rió fuertemente

-¿todas? - pregunto su madre

- creo que debemos irnos, mostraré a Abby su habitación- replicó Tom

¿Habitación? ¿Qué? ¿Cuando quede con tom sobre dormir en su casa? Dios y ni siquiera puedo replicar.

- que bien, así habrá más tiempo para poder convivir con ella- soltó Harry y tomó un pequeño pastelito de la charola

La mirada de tom asesinaba a Harry, sus manos se empuñaron y aquella habitación era pura tensión, una palabra más de harry o tom y aquellos estallaria.

- me disculpo omma, appa- dijo haciendo reverencia

-¡ te vas tan rápido!- volvió hablar harry, como si deseara fastidiar a su hermano - la noche es joven, si tu eres aburrido, entonces deja a tu novia, se ve que le gusta pasarla bien- la última palabra la dijo en sarcasmo y como suponiendo otra cosa.

-¡¿que?!- pregunté sorprendida al escucharlo

- ¡¡te dije que la dejaras en paz,  no tienes porque faltarle el respeto!!-grito Tom y se fue sobre Harry tomándolo de la camisa otra vez.

- ¿que pasa? Sabes que no puedes pelear conmigo, siempre seré mejor que tu- respondió harry

-¡¡ basta los dos!!- grito la señora - ¿que pasa entre ustedes? Harry disculpate con Abby, es la novia de tu hermano y nuestra invitada.

Harry no apartaba la mirada de tom y este hacia lo mismo.

- creo que sería mejor que nos retiremos-exclame intentando remediar algo y le tome el brazo a tom.

Él giro a verme y soltó lentamente a su hermano. Harry se acomodo la camisa, mientras tom y yo nos retirabamos de aquel lugar, disculpandonos con todos.

Subimos las escaleras y al llegar a una habitación, la voz de su madre se escucho tras de nosotros.

- ¡no acomode esta habitación! - exclamó - creí que los dos quizá querían, ya saben, dormir juntos.

-¿! Que¡? - respondimos al mismo tiempo, sorprendidos por aquellas palabras.

- tranquilos, soy una madre moderna, se que a esta edad los chicos hacen este tipo de cosas. Claro, Tom siempre debe ser responsable de sus actos- los dos parpadeamos incrédulos ante tal acto y mi rostro quemaba

- omma, creo que ella puede quedarse en mi habitación y yo..

- no hay argumento válido. Anda, rápido, ella se ve cansada - nos llevó hasta la habitación de tom y sonrió complacida - descansen, disfruten la noche-guiño un ojo.

Yo estaba entre una mezcla de sorpresa y vergüenza. Ya habíamos pasado una noche, pero era porque el estaba ebrio y no podía dejarlo solo, pero ahora, no lo sé, su madre estaría pensando mil cosas que ni en el mejor sueño de Tom pasaran. Creo que no dormiré esta noche.

- siento mucho ponerte en esta situación - se disculpo tom con una reverencia - iré a dormir a otra habitación.

-no-dije rápidamente - tu habitación es muy grande y me da miedo la oscuridad.

Tom se quedó en silencio y luego asintió, podía notar la sorpresa en su rostro, pero lo que decía era verdad. La oscuridad es uno de mis miedos más grandes, mamá me ha dicho que es por todas esas películas de terror que suelo ver junto a ly. Quizá tenga razón, quizá.

- buscaré una pijama para que duermas más cómoda-asentí y seguía observando aquella enormidad de habitación.

Todo estaba decorado de una manera tan elegante, ordenada, pero con colores que la hacían parecer de un anciano. Su cama era enorme, podría decir que era como mi cama, la cama de mis padres y una cama más. Incluso tenía un televisor, un sillón, su armario enorme. Aquello parecía una casa dentro de otra.

Al fondo estaba un estante repleto de lo más hermoso del mundo: libros.

Había sobre las culturas en el mundo, salud, geografía, historia del renacimiento y un sin fin de novelas policíacas y de misterio. Mis favoritas.

- vaya, el gran gatsby- susurre

- ¿lo has leído?

-claro que si, incluso vi la película - respondí - Daysi no era buena.

-  se aferro-replicó Tom colocandose a mi lado

-¿aferro?

-si, Gatsby se aferro a Daysi y está a su vez, hizo lo mismo, con la diferencia que ella solo se aferro al pasado. Creo que nunca lo amo.

- pero fue por su madre que no pudieron estar juntos la primera vez.

- si, pero ella solo vivía de una fantasía. Vivía de lo que pudo haber sido y cuando Gatsby le dio la oportunidad de vivirlo, bueno, creo que ella se da cuenta que en realidad no lo ama, solo a su esposo.

Me quedé observándolo unos segundos, siempre había interpretado esa lectura de una manera diferente, quizá en algún punto estaba de acuerdo, pero en lo demás, no lo sé.

- Gatsby en su lugar, el si estaba enamorado.

- y si era una obsesión-replique

- buen punto, pero aún así, creo que el error de ambos fue aferrarse al pasado, vivir de recuerdos y fantasías, pensando ¿como hubiera sido si? Y al final, ninguno de los dos eran esos jóvenes enamorados del pasado - tomó el libro entre sus manos - a veces nosotros también nos aferramos al pasado, un pasado que fue hermoso, solamente para no ver la cruda realidad.

Me quedé parpadeando, no sabía que responder, lo que acababa de decir era algo muy profundo. Ya no sabía si hablábamos del libro o sobre nuestras vidas

-¿crees que yo me estoy aferrando a Ed? - pregunté y me quedé observándolo.

- creo que no soy yo quien debe responder eso-me vio y por primera vez no traía anteojos.

¡Vaya! Sus ojos eran alargados, pequeños y de un café claro que podía verme en ellos. No eran nada comparados a como se veían atravez de esos anteojos enormes. Sus rasgos asiáticos eran más notables ahora.

Sentía las palabras pero no podía hablar, me había quedado simplemente bloqueada, observando sus ojos, su mirada tan tierna y penetrante.

-¿Abby? ¿Dije algo malo? - preguntó haciéndome reaccionar.

- ¡vaya!-dije saltando de aquel lugar - hace un poco de calor ¿no crees?

-¿¡que!? - dijo con sorpresa - siento que esta fresco

-¿en serio? Vaya, parece que estuviéramos a 43 grados - dije soplandome el rostro con las manos

-ah si, lo siento, pondré el clima.

Yo sentía el rostro enrojecido y el cuerpo muy acalorado. ¿Que rayos pasaba conmigo? ¿Por qué estaba de esta manera? Era solamente Tom, el nerd, el chico mal vestido, el.. El.. Dios.

- ¿te sientes bien? - pregunto tocando mi hombro y yo salte - lo siento, no quería asustarte.

-¡no, no, no! Yo lo siento, solo me quedé pensando en lo que dijiste, si, tus palabras-sonreí nerviosa.

- lo siento, no quería causarte un conflicto. Solo que tu..

- no te preocupes, creo que tienes razón. Ahora debemos dormir.

- claro. Aquí está una pijama, es nueva, mamá la compró pero nunca la utilice.

Agradecí y fui al baño para cambiarme. Coloque la pijama, me lave la cara y solté un suspiro muy grande. Me observe al espejo tratando de descifrar lo que estaba pasandome.

-oye-dije señalando el espejo - Ed es nuestro primer y gran amor, dejate de tonterías.

- ¿todo bien? - preguntó de la nada Tom

Se me resbaló el cepillo y trate de sujetarlo, tanto que casi caía al piso.

- ¡ah, si! Todo bien, solo estaba cepillandome- que tinta, pensé.

Salí y fui a la cama directamente. Él se había acomodado en el sofá que tenía. Le dije hasta mañana y luego cubrí mi rostro con la sabana de la cama, fingiendo dormir.

Tom apago las luces y no quedó oscuro completamente, la luz de la luna entraba brillante y hermosa por las ventanas. Me destape el rostro y comencé a pensar en lo que habíamos hablado anteriormente. ¿Me está a aferrando a Ed? Es que llevaba años enamorada de él, nunca había besado a nadie porque mi primer beso quiero que sea para Ed, de hecho, todo quiero que sea por primera vez para él.

Rayos

Gire el cuerpo y me encontré con tom dormido en el sofá. Ahí estaba él, tan tranquilo, sin esos anteojos horrible.
Solo esos pequeños y cafés ojos que habían estado cerca de mí hace unos minutos y que ahora estaban cerrados. Su mirada era tan tierna, tan dulce e inocente que podía entender porque aquella chica se había aprovechado. No importaba lo nerd que fuera, dentro de él vivía un hombre inteligente, culto, caballeroso, alegre y muy amable. Creo que es un príncipe azul, dentro de un hechizo.

En unos segundos Tom abrió los ojos y otra vez nuestras miradas estaban chocando. Yo solo sonreí, dejándome llevar por los pensamientos que tenía.

- vaya, nadie me había visto de esa manera-cuando el dijo eso, mi razón regreso al cuerpo y me sentí avergonzada.

Me levante de golpe y no sabía que hacer. Deberías tranquilizarte Abby, toda la situación de Ed te está haciendo cometer locuras, pensé.

- ¿pasa algo? ¿Dije algo malo otra vez?

-no, no, no-dije rápidamente - yo solo.... Quiero agua, si claro, agua. Pff que tonta, solo quiero agua, es que siento calor aún.

La verdad estábamos muy frescos con el clima, casi se me congelaba el brazo.

- vaya, tu cuerpo guarda mucho calor.

-si, eso pasa. Creo que soy como un oso, ya sabes, con todo su pelaje no siente frio-el me observó unos segundos y luego comenzó a reír.

-bien, entonces iré por agua.

-¡¡no!!-grite- yo iré, te acompañaré. Creo que necesito un poco de aire también.

Asintió y fuimos hasta la cocina. Me sirvió un poco de agua . Después saco pequeños pastelitos, era el postre que su madre había preparado y por la discusión no había podido saborear.

- ¡mmm esto sabe delicioso! , un poco más que delicioso - había elegido el de queso con zarzamora

-¿ un poco más que delicioso? - cuestionó tom

-si, es lo que yo digo cuando algo es realmente bueno o me encanta. Un poco más, es como un 100 de 10. ¿Entiendes?

-creo que si-reímos juntos - pensé que serías como algunas chicas-dijo de repente

-¿sobre qué? - pregunté saboreando lo dulce de aquella mermelada mezclada con queso.

- sobre las calorías y todo eso.

-bueno, si soy así, pero la verdad es que me encanta comer y estoy resignandome a no tener el cuerpo que quiero.

- jajaja, eres tan graciosa.

- claro que no. Solo salgo a correr a veces, y siempre pienso que no debo comer tanta chatarra, pero es tan difícil. Es como si la comida conspirar a en mi contra.

- jajajaja ¿conspirar? Jajajaja Abby me haces reír

- oye, es en serio. Cuando digo que estoy a dieta, todo mundo me lleva hamburguesas y cosas así. Es más, salgo a la calle y parece que en todo mi camino hubieran puestos de comida muy rica.

- es un juego de tu mente solamente. Estadísticamente..

- bla, bla, bla. Dije que no quería una computadora-moleste

-lo siento.

- no te disculpes. A las chicas no suelen gustarles ese tipo de chicos-explique - por cierto, ¿hay alguien que te guste del campus?

Él me observó y se quedó en silencio unos segundos. Luego llevo los platos al fregadero.

- lo siento yo..

-si-respondió de pronto

-¿que?

-hay una chica que me gusta.

- ¿en serio? ¿Quién es? - pregunté emocionada. ¿La conozco?

- es una chica muy divertida, muy alegre y sobre todo muy inteligente. Cada vez que pienso en ella se me alegra el día, la vida, el alma. Su sonrisa es única, al igual que su forma de ser. Su belleza extraordinaria y su alma es la más pura que eh conocido.

Vaya, pensé. Tom se expresa de una manera tan linda de esa chica. Ella era tan afortunada por conseguir el corazón de un chico como él. Ojalá Ed dijera lo mismo de mi.

- y no, no la conoce. Pero espero que muy pronto lo hagas. Aunque..-se detuvo

-¿aunque que? - pregunté

- nunca podríamos ser. A ella le gusta alguien más. Además ella es muy hermosa. Yo solo soy un remedio de hombre.

Cuando dijo eso, me acordé de mis palabras, de lo mismo que yo siento cuando veo a Nataly.

-¿que? No digas eso. Tu podrías enamorar a la chica que quisieras.

-¿hablas en serio o solo lo dices para darme ánimos?

-lo digo en serio. Es más, yo voy ayudarte a conquistarla. Voy a ser como tu tutora de citas y en menos de un mes, pum, ella estará contigo.

Los dos sonreímos y luego chocamos nuestros vasos de agua en señal de brindis.

Tom era un chico bueno y yo voy ayudarlo para que sea muy feliz, lo que el de verdad se merece.

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